LAS RELIGIONES DEL MUNDO

archivo del portal de recursos para estudiantes
robertexto.com

enlace de origen
ANÓNIMO 

IMPRIMIR 

Dioses, iluminados y místicos en la religiosidad asiática

Si en Occidente la relación con la divinidad siempre se ha entendido como una relación del hombre con algo superior y externo -llámese Dios, dioses o con cualquier otro nombre-, la religiosidad oriental se percibe mejor como una relación del individuo con lo más profundo de sí mismo. En las cosmogonías asiáticas existen, claro está, los dioses, los genios, los seres sobrenaturales, los conceptos trascendentes, la búsqueda de la inmortalidad, lo eterno, la lucha del Bien contra el Mal, lo infinito... Pero el matiz distintivo quizás no se encuentre tanto en el sometimiento del hombre a un Creador incomprensible y exterior a él, como en la búsqueda incesante del equilibrio en el interior de la persona, como señal y medio de comprender y alcanzar ese mismo equilibrio entre la propia persona y su entorno natural, entendiendo como tal el universo, el cosmos, el Todo, incluidos los dioses creadores y eternos y la pirámide de los seres sobrenaturales. En definitiva, la paz interior establecida como camino necesario para el encuentro con la divinidad.

Esta percepción puso en camino a numerosos occidentales rebeldes hacia los monasterios del Himalaya, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XX. Es probable que la cultura occidental no pueda ya dar mucho más de sí a quienes advierten que la felicidad íntima está más allá de la posesión de bienes, del liderazgo social, del crecimiento económico sin límites o de la cultura de la prisa. Pero el hecho de maldecir la propia cultura y peregrinar a Oriente en busca de la paz interior volvería a indicar, paradójicamente, esa dependencia que experimenta el occidental con respecto a lo exterior a sí mismo.

A lo largo de su historia religiosa, Asia enseña, sobre todo, el camino del peregrinaje interior hacia lo más profundo de la paz con uno mismo y con el entorno.

 

El hinduismo

Una mística milenaria
El "Rig-Veda" y los "Upanishad": primeros textos indoeuropeos
El período épico de la cultura hindú (300 a.C.-300 d.C.)
Las creencias hindúes
Los cuatro objetivos de la vida
Cosmología hindú
La religión védica

La religión hindú pretende que los creyentes se liberen de las ataduras terrenales a fin de que les sea posible apreciar los valores supremos: la Bondad, la Verdad y lo Eterno.

La palabra "hindú", que hace referencia al río Indo, es un término de origen moderno que sólo empezó a utilizarse hacia 1800 como referencia a una tradición religiosa desarrollada durante varios miles de años y entrelazada con la historia y el sistema social de la India.

La religión hindú no remonta sus orígenes a un determinado fundador, no tiene profetas ni un sistema de doctrinas establecido canónicamente, ni siquiera una estructura institucional determinada, sino que, abarcando creencias y prácticas religiosas diversas, se limita a poner el énfasis en el recto modo de vivir de la persona.

Las diversas tradiciones de la religión hindú están unidas por rasgos comunes, basados en la creencia fundamental en la reencarnación (o nueva identidad) marcada por las acciones, buenas o malas, de una vida anterior.

 

Una mística milenaria

 

El hinduismo, una de las grandes religiones de la historia de la humanidad y una de las que han pervivido, procede de una tradición antiquísima, milenaria. Su misticismo constituye todavía hoy una llamada al espíritu.

En un momento difícil de precisar, pero con toda seguridad anterior a 1200 a.C., unas tribus indoeuropeas se asentaron en el Punjab. Su modo de vida era nómada, pero conocían la escritura y nos legaron un documento religioso arcaico: el Rig-Veda, una colección de himnos que probablemente se cantaban en los antiguos rituales.

Muchos de los himnos del Rig-Veda están dirigidos al dios del fuego, Agni, fuego que se refiere tanto al físico como al sagrado -el del hogar-, e incluso al fuego de la combustión digestiva, lo cual anticipa la idea común a varias religiones de un dios personal en el interior de cada ser humano.

En los rituales védicos también era importante Soma, divinización de la bebida sagrada que probablemente se destilaba a partir de setas alucinógenas. Completa la trilogía de dioses védicos principales Indra, dios fálico de la lluvia y la fertilidad, campeón y rey de los dioses. En el hinduismo posterior, estos tres dioses cederán el protagonismo a Visnú y Siva.

 

El "Rig-Veda" y los "Upanishad": primeros textos indoeuropeos

 

El contenido del Rig-Veda es esencialmente litúrgico, aunque también presenta referencias al destino del ser humano y a aspectos cosmogónicos y mitológicos. En el siglo X, estos dos últimos temas se concentraron en las Brahmanas, texto en el que cada paso de los ritos védicos está justificado con algún argumento mitológico que narra las aventuras de los dioses y los demonios de la mitología hindú.

El elemento místico reaparece entre el 800 y el 600 a.C. en los Upanishad que, surgiendo de la tradición védica, se centran en conceptos filosóficos: la unidad del alma y la divinidad, la transmigración y la estructura del cosmos explicado como las partes de un animal desmembrado durante una ceremonia.

Dos aspectos importantes en el contenido de los Upanishad y, por tanto, de las prácticas religiosas de aquella época fueron el yoga y el ayuno. Ambas técnicas eran probablemente un intento de alcanzar el éxtasis por métodos distintos de los que usaba la religión védica arcaica. Como sabemos, el éxtasis védico se lograba ingiriendo el soma o bebida sagrada; el yoga, el control de la respiración y el ayuno eran técnicas equivalentes.

El período védico finalizó aproximadamente en el 600 a.C.

 

El período épico de la cultura hindú (300 a.C.-300 d.C.)

 

En la religión hindú existen tradiciones grandes y pequeñas aportadas tanto por la población indoaria como por los pueblos del sustrato precedente. Así mismo, se ha de distinguir entre la labor religiosa de los sacerdotes védicos e hindúes y la influencia del folclore de la zona. La primera, como hemos visto en la cultura védica, proporciona los textos más claramente místicos y la segunda, una visión más popular del mito, que será recogida en las dos grandes epopeyas de la India: el Ramayana y el Mahabharata.

El Ramayana fue redactado y completado en una época en la que la cultura hindú sufrió grandes cambios: su carácter palaciego puede provenir de la época en que se produjo el crecimiento de las grandes y complejas urbes indias. Su autor fue Valmiki y lo escribió en sánscrito, pero la epopeya que narra (el secuestro de la princesa Sita por el demonio Ravana y su posterior rescate por el rey Rama y el mono Hanuman) ha visto muchas traducciones posteriores, desde la tamil hasta la hindi, y otras muchas en las lenguas del Sudeste Asiático. Su contenido religioso es evidente, pues Rama pasa de ser un hombre a convertirse en encarnación del dios Visnú. El mono Hanuman no deja de ser una especie de dios menor, muy popular entre las clases humildes de la India.

El Mahabharata es un texto mucho más largo y variado y difícil de fechar. Se fue completando en varias reelaboraciones entre el 200 a.C y el 200 d.C. Además de la historia de la rivalidad entre las familias Kaurava y Pandava, incluye muchos temas: míticos, cuentos populares, discursos filosóficos, discursos de pensamiento social y versos de albanza a los dioses Visnú y Siva. Todo ello perfectamente integrado en la trama.

Más adelante hablaremos extensamente de ellos. Ahora, nombremos otros frutos de este texto, el más rico de la cultura hindú antigua, entre ellos: pasajes claramente filosóficos, como el célebre Bhagavad Gita o los Vedanta; tratados de pensamiento social, como los Dharmash Astras, cuyo contenido es esencialmente de ética social; y por último, himnos de alabanza, los bhakti, de origen tamil, que consisten básicamente en la cita de los mil nombres y epítetos de Dios. En ellos es claramente perceptible la influencia popular en la intelectualidad remota de lengua sánscrita.

Otro libro esencial para entender la cultura hindú son los Puranas, un conjunto de mitos y cuentos populares escritos en sánscrito que incluyen a los dioses de la tradición védica y la posterior, y en los que se reivindican los rasgos de lo femenino en la cultura hindú.

Todos estos libros constituyen el paradigma y la culminación del hinduismo: una síntesis entre la tradición sánscrita de los sacerdotes arios y las costumbres populares indias con su mundo de brahmanes, tigres, mitos e historias maravillosas.

 

Las creencias hindúes

 

Samsara: Proceso de nacimiento y renacimiento que se repite vida tras vida en las sucesivas reencarnaciones. Supone un ciclo de vida ininterrumpido: nacimiento-muerte-renacimiento.

Brahma: El objetivo principal de las reencarnaciones es conseguir la purificación a lo largo de las sucesivas vidas. La purificación permite al hombre liberarse del ciclo y formar parte de la realidad última eterna: el Brahma, que a su vez es el origen de toda la creación.

Karma: Cuando muere una persona, su alma renace en otro cuerpo, sea éste humano o animal. La forma y condición particular, placentera o no, de renacimiento es el resultado del karma, ley por la cual las consecuencias de las acciones dentro de una vida se tienen en cuenta para la siguiente, e influyen en el carácter de quien ha sido reencarnado.

Moksha: El proceso de reencarnación finaliza cuando el hindú alcanza la meta espiritual última, el moksha, que es la liberación definitiva del ciclo samsara, la liberación de todas las ataduras terrenales y el retorno al descanso eterno de la divinidad.

 

Los cuatro objetivos de la vida

 

El hinduismo tradicional afirma que deben alcanzarse cuatro objetivos en la vida:

1. Dharma: el cumplimiento de los deberes impuestos a cada uno en función de su situación en la vida; se consigue a través de la amabilidad, la verdad, la ayuda a los vecinos, el amor a la humanidad y el sacrificio por el pueblo.

2. artha: la consecución de la prosperidad material y la búsqueda de la legitimación del éxito.

3. kama: el disfrute del placer legítimo.

4. moksha: liberación definitiva de las ataduras de este mundo.

 

Cosmología hindú

 

En el hinduismo, el culto a las imágenes es un elemento esencial tanto en el hogar como en los templos. El templo es erigido como el hogar de la imagen del dios y "guarda" su presencia. De acuerdo con la estructura del universo, la imagen se sitúa en el punto más alto, en el eje del mundo. El poder sagrado del universo es plasmado de distintas formas mediante diagramas cósmicos, llamados yantras o mandalas, y también es recopilado en los cantos sagrados -cuyo sonido evoca la energía y el orden- llamados mantras.

La cosmología hindú contempla el universo como un círculo (mandala) dividido en zonas. Se trata de una ordenación concéntrica con un cuadrado, divido a su vez en cuadrados más pequeños alrededor de la divinidad suprema. El mandala une el mundo de los dioses con el templo, que se basa en la misma estructura geométrica.

Los diagramas, llamados yantras, están a su vez basados en el mandala y se refieren a las diversas deidades y prácticas religiosas.

El yantra más complejo en imágenes, color y diseño es conocido como Shri Yantra, y expresa los poderes e influencias de Shakti, la Diosa Madre.

 

La religión védica

 

En el período védico, hacia el año 1500 antes de nuestra era, el valle del Indo fue invadido por tribus arias procedentes de Asia central. La invasión, con el tiempo, produjo la fusión de elementos culturales foráneos con los autóctonos.

Seiscientos años más tarde, la tradición oral, compuesta ya por todos aquellos elementos, dio paso a la tradición escrita, y las creencias religiosas se recogieron en textos sagrados que hoy conocemos como los Cuatro Vedas.

La religión védica está basada en sacrificios rituales de animales a distintos dioses, y en particular a Indra y Agni, que tienen mucho en común con los antiguos dioses griegos, que también representan elementos de la naturaleza.

Los sacrificios son realizados por los brahmanes, funcionarios del culto especialmente entrenados para este menester. Los cantos sagrados que acompañan a los sacrificios fijan las bases de los mantras, como un camino que comunica el cielo con la Tierra.


La trinidad hindú

Una constelación de símbolos
Brahma, el creador
Visnú, el preservador
Siva, el destructor
Diosas, dioses y castas
El sistema de castas

 

Una constelación de símbolos

 

La idea de Dios está contenida en la palabra "brahman", que significa el origen y la causa de toda existencia. Dios se muestra de distintas formas y es adorado representado en diferentes dioses.

Por encima de todas las deidades se encuentran tres dioses masculinos, que constituyen el máximo exponente del ciclo continuo de la vida formado por la creación, la preservación y la destrucción.

 

Brahma, el creador

 

Es el señor de toda la creación. Está por encima de la adoración humana y tiene dedicados muy pocos templos. Se le representa con cuatro caras orientadas hacia las cuatro direcciones del espacio, porque es el creador del universo. Originariamente tenía cinco rostros, pero Siva destruyó el quinto porque Brahma le ofendió. En sus ocho manos sujeta los Cuatro Vedas, que representan el conocimiento; un collar con forma de rosario, que significa el tiempo; un recipiente con agua, que simboliza la fertilidad, y un instrumento para los sacrificios, ya que el mundo fue creado mediante el sacrificio.

Brahma aparece sentado sobre una flor de loto que simboliza la creación y un cisne o un ganso, que son su vehículo y representan la sabiduría.

 

Visnú, el preservador

 

Es el dios encargado de preservar la vida y a todos los seres vivos. Es el responsable del destino de los hombres. Se le representa bajo diez encarnaciones distintas -llamadas avatara-, de las cuales las dos más representativas son las de Krishna y Rama, y se le asocia con el amor altruista (lo cual induce a pensar que su culto podría derivar de otro destinado a un antiguo héroe erótico).

Con una mano sujeta un disco solar o una maza dorada, que representa los elementos de la fuerza de la naturaleza, de los que se derivan los poderes físicos y mentales. En la otra mano sostiene un caracol marino, que simboliza el sonido "om", que es el que emerge de la creación.

Su ojo izquierdo es oscuro y simboliza la noche, mientras que el derecho es claro y representa al día. El Sol emerge de su boca, su vestido está compuesto de llamas, en su cinturón aparece el arco iris y las nubes son el cabello de su cabeza.

En su representación avatar como Krishna es de color azul, el color del infinito.

Visnú se apoya sobre mil cabezas de serpiente, y su esposa, Lakshmi, es la diosa de la fortuna y aparece en cada una de sus diez encarnacaciones bajo una forma simbólica.

 

Siva, el destructor

 

Siva, el dios de la destrucción, también es conocido como dios del tiempo. En él convergen -y en él se resuelven- todos los extremos. Se le considera responsable tanto de la destrucción como de la creación, así como de la no creación: el comienzo es el fin y el fin es un nuevo comienzo. Aparece representado danzando dentro de un círculo de fuego que significa el eterno movimiento del universo, y reconciliando las fuerzas opuestas de la oscuridad y la luz. La danza representa la destrucción de Maya, el mundo ideal.

Siva se representa despeinado, como símbolo de desprecio a la sociedad: sus cabellos representan los siete ríos sagrados de la India; por ello es el protector de las aguas del río Ganges que, para los hindúes, significan la vida eterna. En el rostro de Siva se observan otros símbolos, como un tercer ojo que significa el grado más alto de percepción, porque con él puede descubrir y destruir con fuego a los enemigos. Este tercer ojo apareció cuando su esposa, Parvati, le cubrió los otros dos durante un juego. Sobre el tercer ojo se encuentra la representación de la Luna creciente, que a su vez es el símbolo del toro Nandi, que representa la fertilidad.

El cuerpo de Siva aparece rodeado por tres serpientes que actúan como armas defensivas ante cualquier enemigo. De las manos del dios, una simboliza la destrucción y el renacimiento porque guarda la llama de la destrucción; a través de la otra, el redoble del tambor ("om") supone la nueva creación; el gesto intrépido de mostrar la palma de la mano ofrece al fiel protección y favor, así como refugio seguro. El pie izquierdo levantado indica liberación, mientras que bajo el pie derecho aparece un demonio asesino sobre el que está danzando el dios.

El culto a Siva es uno de los más populares entre los hindúes. En su honor se realizan prácticas y penitencias ascéticas, entre las que destacan el yoga y la renuncia.

Siva tiene tres esposas: Durga, Kali y Parvati. Cada una expresa aspectos del carácter y facetas de la naturaleza del dios, así como su propia feminidad.

 

Diosas, dioses y castas

 

Aunque una de las características de la cultura védico-hindú es una cierta misoginia, de hecho ésta se contraponía a la tendencia natural de las tradiciones tribales de la región antes de las invasiones arias. Ni el Rig-Veda ni los Brahmanas ni los Upanishad tuvieron muy en cuenta a la mujer en su panteón divino. Hubo que esperar a que aparecieran los Puranas (textos sagrados con relatos sobre la vida de los dioses) para que se reivindicara lo femenino.

Mahadevi, la Gran Diosa Madre, se presenta como la consorte de las principales deidades masculinas hindúes, aunque también engloba a miles de diosas locales, las llamas devi.

Mahadevi, en sus distintas representaciones, puede ser benigna y fructífera, como Lakshmi o Parvati, o poderosa y destructora, como Kali o Durga.

En toda la India hay muchos templos destinados a diosas. Algunos tienen orígenes tribales y están basados en la idea primitiva de que la tierra, o una Diosa Madre asociada a la fertilidad y a la agricultura, puede necesitar ofrendas de sacrificios sangrientos para calmarse.

El culto de las diosas como energía femenina (Shakti) reviste una gran importancia en los antiguos textos conocidos como Tantras. En algunas tradiciones tántricas, la energía femenina es contemplada como un poder abstracto y creativo del dios Siva; sin embargo, en otras tradiciones está personificada en diversas formas, pacíficas o agresivas. Shakti, esposa de Siva, representa, frente a la conciencia pasiva de él, la energía o el poder del dios, aquél mediante el cual realiza los cinco actos de la creación, mantenimiento y destrucción del universo, concediendo la gracia a los devotos y, a la vez, ocultándose de ellos.

La posesión espiritual chamanística es un componente del ritual de la Diosa Madre, sobre todo en las tribus y ciudades indias. El chamán entra en trance para asumir la personalidad de la diosa.

Por último, no debe olvidarse la tradición del sati en el hinduismo ortodoxo. El sati es una forma de suicidio que se realiza cuando la viuda (que por serlo ha quedado al instante marginada de la sociedad) asciende a la pira funeraria del marido. Este acto de autoinmolación se considera como un sacrificio de purificación válido tanto para el marido difunto como para la propia esposa.

 

El sistema de castas

 

Durante la primera etapa de su desarrollo, la sociedad hindú fue dividida en cuatro clases o castas, llamadas varna. Cada una de ellas corresponde a un estilo de vida.

Brahmanes: son los sacerdotes y representan la cúspide de la escala social.

Kshatriyas: son los guerreros.

Vaishyas: son los comerciantes y granjeros.

Shudra: son los siervos y los trabajadores.

En la actualidad, los gobiernos intentan mejorar la situación de un grupo todavía inferior, los dalit, también conocidos como "intocables", que realizan los peores trabajos en la sociedad tradicional hindú.

Para la mentalidad occidental, la organización en castas puede parecer una forma brutalmente anticuada de relación social. Como contrapartida, la mentalidad hindú (compartida en este caso con el budismo y el jainismo) respeta siempre la ahimsa, un principio universal de respeto hacia todo lo vivo para no herirlo.


Libros y sitios sagrados del hinduismo

La permanencia de los dioses entre los hombres
"Mahabharata" y "Ramayana"
 
Los lugares sagrados
Ritos del hinduismo
Conceptos básicos del hinduismo

 

La permanencia de los dioses entre los hombres

 

"El conocimiento de que este espíritu, que es esencialmente uno, está en el propio cuerpo y en todos los demás, es la gran finalidad, o la auténtica sabiduría, de aquel que conoce la unidad y los verdaderos principios de las cosas" (Visnú Purana).

La religión y la mística hindúes se basan, desde la aparición de la escritura en la región central del sur de Asia, en los grandes textos sagrados.

Destacan en primer lugar los Vedas, que se empezaron a escribir hace más de mil años antes de nuestra era. Los Cuatro Vedas constan del Rig-Veda, que recoge las canciones o himnos sagrados de alabanza a los dioses elementales de la tierra, el fuego, el aire y el agua; el Sama Veda, que reúne las melodías y los cantos entonados por los sacerdotes durante los rituales de sacrificio; los Yahur Veda o fórmulas sacrificiales y, por último, el Athava Veda (añadido con posterioridad) que contiene encantos, hechizos y cantos de exorcismo.

Aparecieron más tarde las obras filosóficas hoy conocidas como Upanishad o Vedanta. Se trata de escritos que consolidan la filosofía hindú y muestran un cambio significativo de la religión hacia la interiorización y espiritualización de los conceptos, desmitificando a la vez gran parte de la tradición védica. En su doctrina, el moksha no se puede alcanzar solamente a través de la acción ciega, sino que, en su lugar, el devoto debe vencer la ignorancia (avidya) y adquirir el conocimiento (jnana) de la verdadera naturaleza del universo, esa que el engaño (maya) oculta al individuo.

Por último, y después de los Puranas con sus historias sobre la vida de los dioses, surgieron los dos textos cruciales de la literatura hindú: el Mahabharata y el Ramayana.

 

"Mahabharata" y "Ramayana"

 

El Mahabharata fue escrito entre el 300 y el 100 a.C. Es el poema épico más largo de la historia de la literatura universal. Fue transmitido por tradición oral de generación en generación y no se imprimió por primera vez hasta el siglo XIX.

El argumento central refiere el conflicto entre Kurus (los espíritus del Mal) y Pandus (los espíritus del Bien). En forma de relato histórico basado en discusiones, el poema desarrolla aspectos de la vida hindú, incluyendo las leyes, la política, la geografía, la astronomía y las ciencias. Como consecuencia, lo que surge, junto con una emocionante historia de guerra, es una obra de gran calidad sobre el pensamiento hindú.

La parte central es conocida como Bhagavad Gita ("La canción del Señor") y reproduce el diálogo entre Krishna (un avatar o representación de Visnú) y su cochero, Arjuna. Analiza cuestiones esenciales de la vinda hindú y constituye una meditación sobre las vías a través de las cuales se puede conseguir la liberación, la devoción y el conocimiento. El Mahabharata está considerado como una enciclopedia del hinduismo, y el Bhagavad Gita es como su biblia.

El Ramayana fue escrito alrededor del año 200 a.C. y narra las aventuras del príncipe Rama de Ayodhya, quien, mientras estaba con sus hermanos y compañeros, rescató a su esposa Sita de las garras de Ravana, el rey de los demonios de Lanka. Esta obra concentra en Ravana el símbolo de la ambición y la codicia, vencidas por el orden cósmico y la bondad de la mujer y la familia.

 

Los lugares sagrados

 

Los destinos de las numerosas peregrinaciones promovidas por la religiosidad hindú puntean los lugares sagrados, siempre asociados al lugar de nacimiento de un dios, a orillas de los ríos o en la cordillera del Himalaya.

La peregrinación, para la religión hindú, simboliza el paso de una vida a otra, y la transición del samsara al moksha que cada fiel espera realizar en sí mismo.

El río sagrado por excelencia en la India es el Ganges y su lugar de culto preferente es la ciudad de Benarés.

Otras ciudades sagradas están asociadas a diversas leyendas de culto; algunas fueron el lugar donde los dioses, como Kurukshetra, Ayodhya o Matua, se manifestaron a los hombres.

 

Ritos del hinduismo

 

El hindú puede realizar sus ritos de adoración en el hogar o en los templos.

En el hogar, la puja es una oración diaria que se realiza frente a un altar ricamente decorado con imágenes o esculturas de los dioses preferidos. Las familias acomodadas destinan una habitación de la vivienda a este fin.

La adoración se inicia con el mantra, plegaria principal que incluye la palabra sagrada "om" con la que es posible entrar en contacto con la divinidad. A éste le siguen otros mantras. Puede realizarse cualquier día, pero el jueves se considera especialmente favorable.

Cuando el escenario de la adoración es el templo, ésta se realiza en el espacio exterior y bajo la supervisión de los brahmanes, que conducen las plegarias leyendo los textos sagrados y recitando mantras. Se considera que la divinidad vive en todas partes, pero el templo es su morada especial, por lo que sólo los sacerdotes pueden acercarse a la divinidad residente en el santuario ubicado en el interior.

Antes de las plegarias, los miembros de la congregación llevan a cabo rituales elaborados para la purificación: lavado de los pies, enjuague de la boca, preparación de una comida especial y presentación de ofrendas.

 

Conceptos básicos del hinduismo

 

Arjuna: Personaje del Bhagavad Gita, al que se considera reencarnación del dios guerrero Indra. Ante la disyuntiva de cumplir con su deber o de incumplirlo para salvar la vida de sus primos, mantiene un diálogo ético, filosófico y religioso con Krishna.

Asana: Postura del yoga. En descubrimientos arqueológicos de la civilización del valle del Indo (antes de 2000 a.C.) se han hallado sellos con figuras de asanas.

Atman: Alma. En el hinduismo se presupone que el atman vive varias veces en distintos cuerpos, hasta que se completa el ciclo de la moksha.

Avatara: Manifestación visible de una deidad, en forma de animal o humana.

Bhakti: Originalmente, "sendero de la devoción" dentro de la religión hinduista. Posteriormente (a partir de la Edad Media), movimiento de religiosidad más ascética y personal, probablemente influido por el sufismo y el islam.

Brahma kumaris: Nuevo movimiento religioso de carácter dualista, integrado principalmente por mujeres.

Casta: Sistema de división sociorreligiosa característica del hinduismo. Es una palabra portuguesa que adapta el concepto hindi original: varna (color). Cada varna se divide en varios grupos, llamados jatis.

Civilización del Indo: Cultura muy anterior (2400-1800 a.C.) al desarrollo del hinduismo, pero que incluye numerosos aspectos de sus prácticas religiosas, entre ellos el yoga. Las dos ciudades principales de esta poco conocida civilización fueron Mohenjodaro y Harappa.

Darshan: Audiencia con un gurú, especialmente en el movimiento Sathya Sai Baba.

Dharma: Ley social. Se puede identificar también con el concepto de ética y centra gran parte del diálogo del Bhagavad Gita. Es a la vez un dios del panteón hindú.

Intocable: En el sistema de castas establecido por el hinduismo, la más baja. Sin embargo, el propio Shiva apareció en la Tierra como un hombre sucio y desnudo, perteneciente a esta casta.

ISKON: Siglas de Nuevo Movimiento Religioso, más conocido como Hare Krishna. Practican el yoga bhakti y la estructura de su congregación es sectaria.

Kalki: Encarnación semihumana del dios Visnú como un héroe que, montando a lomos de un caballo blanco, derrotó a los bárbaros.

Kama: Dios del amor; su esposa es Rati, diosa de la voluptuosidad.

Krishna: Deidad variopinta de la mitología que ha ido adquiriendo importancia con el paso del tiempo. En los Puranas aparece como un niño, en las epopeyas como un hombre adulto y en los textos antiguos -como el Rig-Veda- ni siquiera se le menciona. Se le supone una encarnación de Visnú y parece el vínculo más claro entre los dioses y los hombres.

Linga: Culto fálico que se tributa al dios Siva, cuyo falo fue cercenado por los sabios a cuyas esposas había ultrajado.

Maha mantra: Verso o estrofa principal que se suele repetir en un cántico hindú.

Maya: Generalmente traducido como "ilusión", su significado se relaciona con el poder creador y transformador de un dios védico. El hinduismo considera que el mundo es maya, emanación de una energía divina, atractiva y misteriosa a la vez.

Narasimbha: Encarnación del dios Visnú, llamado también Hombre-león. Narasimbha derrota a los demonios y rescata de sus entrañas al hijo del diablo, devorado por adorar a Visnú.

Puja: Culto que rinden los hindúes a determinadas deidades. Puede celebrarse en el templo, pero también en casa, especialmente en la cocina.

Prahapati: Nombre con que en ocasiones se designa al dios creador Brahma.

Sai Baba: Fundador del Sathya Sai Baba, movimiento derivado del hinduismo cuyo objetivo fundamental es apartar a sus fieles del materialismo.

Sankirtana: Servicio religioso multidisciplinar (culto, cocina, pedagogía, jardinería) que ofrecen los Hare Krishna.

Sannyasins: Hombres santos y vagabundos que han renunciado al mundo. A diferencia de las demás castas no son quemados al morir, sino inhumados.

Shiv baba: Según Brahma kumaris, alma suprema que contiene todos los atributos de amor, pureza, beatitud, poder y paz.

Soma: Deidad de la mitología. Tiene su origen en la cultura védica, de la que, junto a Indra y Agni, es uno de los tres puntales. Recibe el nombre de la bebida de efectos alucinógenos que usaban los sacerdotes védicos para alcanzar el éxtasis en las ceremonias.

Tamil: Etnia melanohindú cuyos cultos en el sur de la India y en Sri Lanka presentan un hinduismo influido por el sustrato cultural de aquellos lugares y se transforma en una forma de religiosidad muy apasionada y personal.

Trimurti: Trinidad hindú compuesta por Brahma, Visnú y Siva.

Veda: Conocimiento sagrado.

Vitra: Gran Sacerdote de los demonios que aparace como rival de los dioses en los Brahmanas.

Yogui Bajan: Antiguo oficial de aduanas y agente de la Interpol, fundador del Nuevo Movimiento Religioso Fundación 3HO, de tendencia sij.

Yudhistira: Personaje que aparece en el Mahabharata. Se trata de un rey que es la reencarnación natural del dios Dharma y, por tanto, simboliza la ley social.

 

El hinduismo en el siglo XX

Un misticismo exportable
"Brahma kumaris" y TM: meditación exportable
Esos locos de naranja: el movimiento Hare Krishna
Distribución actual del hinduismo. Número de fieles
Más de 600 millones
De uno a 20 millones
De 100 000 a un millón
De 5 000 a 100 000
Sistemas filosóficos del hinduismo

 

Un misticismo exportable

 

La religiosidad de la India y su zona de influencia (Pakistán, Bangladesh) tiene raíces milenarias, pero jamás había sido exportada a Occidente. Sin embargo, desde las primeras aproximaciones de Madame Blavatsky y Henry Olcott, el siglo XX ha mostrado un creciente interés por la espiritualidad de estas zonas.

El concepto de gurú se ha exportado con facilidad, probablemente por la ausencia de líderes religiosos en un Occidente cada vez más laico, donde la figura de los sacerdotes cristianos ha ido perdiendo fuerza. La migración de paquistaníes, indios, etc., a países como el Reino Unido o Estados Unidos ha facilitado aún más su adaptación. Sin embargo, algunas de estas corrientes han quedado reducidas a cultos prácticamente sectarios.

 

"Brahma kumaris" y TM: meditación exportable

 

Probablemente, el aspecto de las religiones del subcontinente indio que mayor interés ha despertado en la agobiada sociedad occidental es el de la meditación: dedicar un tiempo al día a reflexionar se ha convertido en un verdadero bálsamo psicológico para un gran número de occidentales que se acercan a las derivaciones del hinduismo. Los dos movimientos que más hincapié hacen en este concepto son Brahma kumaris y TM (Meditación Trascendental).

Meditación Trascendental es considerado por algunos un nuevo movimiento religioso, mientras que para otros se reduce a una simple técnica. Fue fundado en 1958 en la India por Maharishi Mahesh Yogui, quien poco después exportó su método a Occidente. El gurú Maharishi se hizo mundialmente famoso como instructor a finales de la década de 1960 con los Beatles (la influencia de la cultura hindú se proyectó posteriormente en la obra musical de uno de ellos, George Harrison).

TM es considerada en la actualidad una comunidad de iniciados que imparte cursillos místico-científicos para que sus adeptos mejoren su vida y su actividad laboral. La iniciación es sencilla y consiste en memorizar un mantra en sánscrito y meditar a diario. La relajación es un concepto importante en TM y sus adeptos han crecido tanto en Gran Bretaña como para formar un partido, el Natural Law Party, que ya se ha presentado a varias elecciones.

Brahma kumaris, también llamado Universidad Mundial Espiritual, es un movimiento formado casi exclusivamente por mujeres (kumari significa "doncella"), aunque fue fundado en 1937, en la India, por un hombre llamado Dada Lejraj. Brahma kumaris es una doctrina dualista sobre la distinción entre cuerpo y espíritu: una de sus oraciones diarias es un mantra que significa "mi cuerpo es sólo el vestido de mi alma". Sus miembros están obligados a practicar la castidad (incluso los casados) y la mayoría son mujeres porque esta religión las considera más espirituales, sensibles y pacientes que los hombres. Brahma kumaris se ha extendido en las últimas décadas por Europa y Estados Unidos.

 

Esos locos de naranja: el movimiento Hare Krishna

 

En la mayoría de países del mundo los transeúntes se han acostumbrado a ver a esos cantores y danzantes vestidos de forma estrafalaria, que hacen proselitismo constante por las calles y ofrecen sus pastelitos a los curiosos. Los famosos Hare Krishna pertenecen a un nuevo movimiento religioso llamado oficialmente Sociedad Internacional de la Conciencia Krishna y practican un tipo de yoga bhakti en el que el dios principal no es Visnú (como en el hinduismo tradicional) sino Krishna. Tampoco se trata del Krisnha de la mitología hindú, sino una especie de dios personal, adaptable a cada adepto por medio del amor.

El movimiento fue refundado en pleno siglo XX por el gurú Swami Prabhupada, pero se basa en las enseñanzas de Caitanya, un maestro bengalí del siglo XV, experto en el Bhagavad Ghita. Sus conocidos cánticos obedecen al hecho de que su principal actividad devota es el canto congregacional de los nombres de Dios, en este caso Krishna, de quien el ser humano no es más que una chispa, aunque participa de su naturaleza divina, y con quien se unirá definitivamente cuando haya completado su karma a través de sucesivas reencarnaciones. Oran 16 veces al día. En lo social, la dependencia del devoto Hare Krishna de su gurú es casi total; practican una estricta dieta vegetariana, así como la abstinencia lúdica (tienen prohibido jugar) y sexual (sólo realizan el coito con fines reproductivos). El hecho de que los miembros masculinos de la congregación se rapen el cabello dejándose tan sólo una larga trenza obedece a su creencia de que de ella tirará Krishna para arrastrarlos hacia el cielo cuando llegue el momento.

Con los flujos migratorios que van emplazando comunidades de origen hindú en todo el mundo, es de esperar que, por sincretismo e influencia recíproca, sigan proliferando nuevas derivaciones del hinduismo, mezcladas con conceptos occidentales.

 

Distribución actual del hinduismo. Número de fieles

 

Más de 600 millones

 

Asia: India

 

De uno a 20 millones

 

Asia: Pakistán, Nepal, Bangladesh, Malasia, Sri Lanka

 

De 100 000 a un millón

 

Asia: Indonesia, Singapur, Birmania, Bután

Europa y América: Estados Unidos,Reino Unido, Guayana

África y Oceanía: Sudáfrica

 

De 5 000 a 100 000

 

Europa y América: Holanda, Surinam, Trinidad, Canadá,Jamaica

África y Oceanía: Zambia, Zimbabwe, Kenia, Tanzania, Malawi, Australia

 

Sistemas filosóficos del hinduismo

 

Nombre del sistema: Nyaya

Fundador: Gautama

Características: Se ocupa de la lógica y el análisis del razonamiento

Nombre del sistema: Vaisheshika

Fundador: Kanada

Características: Atea y dualista; defiende que la realidad está hecha de alma y materia

Nombre del sistema: Samkhya

Fundador: Kapila

Características: Dualista: distingue entre la materia y las incontables almas

Nombre del sistema: Yoga

Fundador: Patañjali

Características: Busca llegar al moksha a través de disciplina mental

Nombre del sistema: Purva mimamsa

Fundador: Jaimini

Características: Precedente de la filosofía vedanta

Nombre del sistema: Vedanta

Fundador: Badarayana

Características: Es el sistema más importante; basado en los Upanishad, postula las reencarnaciones hasta conseguir la liberación y unión con la única realidad o Brahma.


El budismo

Una religión sin dioses ni castas

Reacción contra la sociedad brahmánica
Del imperio budista al ascenso del Mahayana

Las creencias del budismo
Los Ocho Pasos
Cosmología budista
Buda: libros y retratos

La meta del budismo es el nirvana, palabra que significa la "extinción" de los fuegos de todos los deseos y la absorción del yo en el infinito.

Los budistas no adoran a una persona o a un dios, sino que siguen un sistema de pensamientos, meditación y ejercicios del espíritu basados en las enseñanzas de Sidharta Gautama (Buda, el Iluminado). Su doctrina, transmitida oralmente en vida de Buda por sus seguidores, se recopiló por escrito bastante tiempo después de su muerte.

La doctrina de Buda se resume en las Cuatro Verdades Nobles, que son:

1. Toda la existencia es insatisfactoria.

2. Las insatisfacciones están causadas por el deseo de algo permanente, cuando en el mundo no existe la permanencia.

3. Es posible conseguir el cese de las insatisfacciones, el nirvana.

4. El nirvana puede alcanzarse siguiendo los Ocho Pasos.

 

Una religión sin dioses ni castas

 

El budismo es la única gran religión que no teoriza sobre un dios creador ni un culto dirigido a él. La meditación, la sabiduría y la moral son los tres pilares básicos en que se asientan las enseñanzas de Buda, que arrebataron al hinduismo brahmánico muchísimos fieles a partir del siglo VI a.C.

En el siglo VI a.C., cuando Buda empezó a difundir su doctrina, la civilización india estaba dominada por el brahmanismo hindú: los brahmanes eran la casta dominante. La pertenencia a la casta era estrictamente hereditaria y las monarquías se perpetuaban en una sociedad brahmánica cada vez más dominada por grandes y poderosos jerarcas. La decadencia a la que se veían sometidas las clases humildes creó un profundo malestar contra la tradición que cristalizó en nuevos puntos de vista sobre el mundo y en una revolución religiosa cuya cabeza visible fue Gautama Buda.

 

Reacción contra la sociedad brahmánica

 

Gautama Buda no pertenecía a la clase religiosa de los brahmanes, sino a la militar de los ksatriyas. Tal vez por ello Buda, que había nacido cerca de Nepal, casi en la frontera del imperio cultural brahmánico hindú, rechazó muchos dogmas de los brahmanes. Del origen militar de Buda pueden proceder también el valor que dio a la autodisciplina y, por contraste, sus tendencias pacifistas, rasgos ambos esenciales en el pensamiento budista.

Buda rechazó el dogma brahmánico que declara la necesidad de los cánticos y los sacrificios rituales, así como la visión teocéntrica del hinduismo. Según Buda, el hombre no puede conocer nada sobre la creación del mundo por Dios y mucho menos las características de esa deidad. En su lugar, propone analizar la naturaleza y la experiencia humana, y concluye que el único principio que rige el universo es el constante cambio (anicca); ante esta realidad, lo único que puede hacer el hombre es adaptarse: aprovechar el cambio para mejorar, dejar atrás todo el sufrimiento posible y alcanzar el equilibrio. Los caminos para conseguirlo son dos: la meditación y unos principios éticos individuales, familiares y sociales. Es evidente que una doctrina tan antidogmática e igualitarista constituía una seria amenaza para el brahmanismo, que sólo se basaba en la estricta división en castas, por lo que fue tachada de herejía.

 

Del imperio budista al ascenso del Mahayana

 

Entre los seguidores de Buda había desde siervos y humildes barberos hasta reyes, como Bisimbara de Magadha o su vecino el rey Kushala. Tras la muerte del Iluminado, la comunidad de discípulos fue creciendo, pese a la oposición del hinduismo brahmánico imperante.

Tres siglos más tarde, una de las dinastías hinduistas más rígidas, la de los Mauryas, tuvo un vástago, el rey Asoka, que imprimió un giro inesperado a la situación del budismo. Tras una cruenta guerra en Bengala que ocasionó miles de bajas y de víctimas inocentes, Asoka tuvo noticia de las enseñanzas de Gautama Buda y prohibió cualquier acto de violencia en todo su imperio. Sus medidas, inspiradas en el dharma budista, se reflejaron en muchos pequeños aspectos insólitos en otras civilizaciones: restringió los sacrificios de animales para los banquetes, facilitó la comunicación entre las personas y los pueblos; creó un sistema de ayudas logísticas para los viajeros (pozos, árboles en los senderos); dictó normas de cortesía social y familiar; creó santuarios populares en los que fuera posible venerar a los santos representados por sus reliquias, impulsó la convivencia entre todas las religiones y filosofías... En fin, aplicó en lo político y lo social las enseñanzas de Buda.

La popularización de los conceptos budistas acabó por desvirtuar en algunos aspectos el énfasis personal que el Iluminado había dado a su doctrina. Por tanto, junto con el budismo primigenio se extendieron nuevas interpretaciones, muchas de ellas erróneas o interesadas. A este respecto, es interesante conocer el Kathavathu, un texto de la época a modo de catecismo, con el que el budismo oficial trataba de corregir los errores en que incurrían algunos sectores del budismo.

Tras el reinado de Asoka, cuando la rivalidad entre los monjes budistas y los brahmanes ortodoxos iba en aumento, muchos de estos últimos se integraron en la comunidad budista para no perder sus privilegios, lo cual dio pie a un período de confusión doctrinal que acabó con la unanimidad en la interpretación de las enseñanzas de Buda.

Hacia el siglo I a.C. se inició una nueva etapa o movimiento del budismo, el llamado Mahayana, o gran "vehículo". Este movimiento ampliaba considerablemente el número de discípulos que podían alcanzar el nirvana. Los seguidores del Mahayana, en su afán por volver a las esencias del budismo primigenio, promovían el Bodhisattva, "ser poseído por la esencia de Buda". Los Bodhisattvas eran futuros budas que retrasaban su llegada al nirvana para ayudar a los discípulos que se rezagaban en el camino de la iluminación.

Las reformas Mahayana, que no obligaban a vestir unas tradicionales túnicas monacales, permitieron que sus creencias se extendieran a lo largo de los siglos por los países fríos, llegando, a través de Asia central, por el sur y este, hasta los actuales países Sri Lanka, Thailandia y Birmania, y por el norte hasta el Himalaya y desde allí, por la ruta de la seda, hasta China, Mongolia, Corea y Japón. En la actualidad, el budismo Mahayana ha penetrado en muchas zonas de Europa, Australia y América.

 

Las creencias del budismo

 

Según el budismo, todos los pensamientos tienen consecuencias, tanto para el sujeto pensante como para los demás: es el karma un proceso de causa y efecto que establece el resultado de las acciones en la reencarnación en una vida posterior.

La conducta moral que el budismo propone al hombre se basa en cinco prohibiciones básicas: no matar, no robar, no mentir y abstenerse de conductas sexuales inadecuadas y de sustancias tóxicas.

Como principios rectores de la vida de la persona se establecen dos: la compasión y la amabilidad.

Por su parte, el sendero hacia la liberación espiritual discurre a través de la moralidad (sila), la meditación (samadhi) y la sabiduría (panna), como se recoge en los Ocho Pasos.

 

Los Ocho Pasos

 

El camino hacia el nirvana, que es el estado de máximo conocimiento y paz interior, consta de ocho pasos o estadios. Cada paso incluye la palabra samma, que significa "correcto":

1. Conocimiento correcto.

2. Actitud correcta.

3. Discurso correcto.

4. Acción correcta.

5. Una vida correcta.

6. Esfuerzo correcto.

7. Estado mental correcto.

8. Concentración correcta.

 

Cosmología budista

 

El budismo comparte la cosmología de las religiones hindúes. El cosmos no es permanente ni creado. En su cima se encuentran los cuatro reinos sin forma de la pureza mental. Por debajo están los reinos de forma pura, donde moran los "dioses". Los dioses están presentes en la vida cotidiana budista, pero no son estáticos -no son propiamente dioses, sino seres sobrenaturales-; no crean, sino que permiten lo eterno; ellos mismos se encuentran sujetos al renacer y a la tarea de buscar la iluminación. En el tercer nivel está el reino del deseo.

El cosmos incluye también los niveles en los que viven los animales y los hombres. Por debajo están los reinos de los fantasmas hambrientos y los infiernos.

A través de los mandalas, el budismo -al igual que el hinduismo- recrea la representación del mundo ideal según Buda. Son importantes las prácticas tántricas de meditación en las que el participante aprende a visualizar los diversos reinos celestiales de Buda donde existen centros de energía física que se distinguen del mundo profano.

 

Buda: libros y retratos

 

Buda no quiso tener un retrato e instó a sus seguidores para que desistieran de difundir su imagen. A pesar de todo, la imagen de Buda aparece de diferentes formas y se le representa con diversos símbolos, siendo los más comunes la rueda, sus huellas, la estupa o túmulo sagrado y el árbol de la iluminación.

La variedad de estilos de las imágenes de Buda refleja las diferentes culturas en las que floreció el budismo. Tradicionalmente, los artistas representan doce episodios de la vida de Buda: por una parte, sus antecedentes en el Ciclo Tusita, que comprenden su concepción, nacimiento, educación, matrimonio y entretenimiento; y, por otra parte, su renuncia, su ascetismo, el árbol de la iluminación (Bodhi), la derrota de Mara, la iluminación, el primer sermón y la muerte.

Buda se vio a sí mismo como un físico y un profesor que señala el camino hacia la iluminación. Como consecuencia, sus enseñanzas fueron muy apreciadas y son repetidas en los monasterios.

El budismo no posee una colección de textos que constituya una especie de "biblia", sino distintas colecciones que son utilizadas, sobre todo, en las comunidades monacales (Sangha). Las distintas facciones del budismo, sin embargo, produjeron sus propios cánones o colecciones.

 

Cultos budistas

El sagrado recuerdo de las enseñanzas
El monacato budista
Los budismos regionales

 

El sagrado recuerdo de las enseñanzas

 

Después de la muerte de Buda, sus reliquias se guardaron en bellos relicarios construidos a propósito y se distribuyeron entre sus seguidores. En ocasiones, los relicarios se convirtieron en lugares de peregrinación.

Con las peregrinaciones se multiplicaron a su vez los objetos y los lugares que estaban relacionados con la vida de Buda o con algún prodigio realizado por él. Se convirtió en un deber visitar estos lugares y honrar la memoria de Buda meditando sobre sus enseñanzas y presentando ofrendas de flores, perfumes, lámparas de aceite y pequeñas banderitas. De esta manera la figura de Buda fue elevada a la categoría divina.

 

El monacato budista

 

La Shanga, o comunidad de monjes budistas, se convirtió en la columna vertebral de la sociedad budista desde que el propio Buda decidió preservar y difundir sus enseñanzas.

En los monasterios, la vida de los monjes transcurre entre la realización de los ritos prescritos y la meditación para la autoeducación. Es una vida dura, regida por una severa disciplina conforme a las más de 250 reglas recogidas en el Vinaya, el libro-guía de los monjes. Deben renunciar a todo bien personal y vivir en la pobreza y la austeridad.

Los monjes pueden poseer ocho objetos personales: tres mantos, una campanilla, un cuenco para las limosnas, una navaja, un alfiler y un tamiz para el agua. En la actualidad también pueden tener un paraguas y algunos libros, pero no dinero.

Las disputas constituyen la falta más grave en el seno de la comunidad. Por otro lado, existen instrucciones precisas sobre la vida diaria de los monjes, de modo que la vida del monasterio gira alrededor de la meditación, el estudio de las escrituras y la participación en las ceremonias.

Tradicionalmente, los monjes salen del monasterio para captar almas y, al regreso, ofrecer una guía espiritual. Los laicos pueden invitarlos a sus casas para compartir la comida. La budista es una sociedad en la que existe una fuerte interdependencia entre monjes y laicos, por lo que la convivencia es muy estrecha. En muchos casos, el monasterio es la escuela del pueblo.

Sin embargo, el pueblo controla o supervisa la vida y el comportamiento de los monjes; mientras un monje actúe como debe, es aceptado de buen grado, pero si infringe las normas, pierde sus prerrogativas y es expulsado de la población.

 

Los budismos regionales

 

El budismo chino floreció tras la dinastía Han (siglo III de nuestra era), una vez superados los numerosos obstáculos que dificultaron su penetración, ya que se trataba de una religión extranjera que proclamaba la reencarnación y además apenas se fijaba en la familia, centrando su atención en los monjes.

El budismo japonés penetró desde China a través de Corea hacia el año 500 de nuestra era. Su escuela más popular, Jodo Shu, se basa en los textos del Mahayana. Cuenta que Buda, llamado aquí Amida, vivía en un mundo distante, la Tierra Pura. Más tarde floreció en el oeste la escuela zen. El budismo zen hace hincapié en la experiencia personal de la iluminación, basada en una vida sencilla en estrecha relación con la naturaleza, y en unos métodos de meditación que evitan el pensamiento y los rituales complicados. Existen dos grupos principales de zen: el Rinzai, que busca la iluminación espontánea, y el Soto, que enseña una forma de meditación en la que la iluminación es un proceso gradual.

El budismo tibetano combina el culto al espíritu con un tipo de budismo denominado Vajrayana ("vehículo del rayo"). El Vajrayana se basa en textos antiguos, llamados tantras, y recoge prácticas rituales tales como la meditación y el canto de mantras. Su tradición monástica pone el énfasis en la importancia de los maestros (lamas) que viven para instruir a los novicios en los caminos del pensamiento budista. El líder de esta escuela es el Dalai Lama, reencarnación del Bodhisattva Avalokiteshavara. Cuando el Dalai Lama muere, otro lama busca a un niño que recuerde la reencarnación del "Compasivo", para que con el tiempo se convierta en el próximo Dalai Lama.


El budismo en el siglo XX

Algo más que una moda de consumo
La seducción del Tíbet
Derivaciones del budismo en el Japón contemporáneo
Para entender el budismo
Las tres variantes principales del budismo
Localización geográfica
Nombre tradicional
Ideal de vida
Ideal de santidad
Leyes internas

 

Algo más que una moda de consumo

 

El carácter poco dogmático y la visión abierta del budismo, así como la fácil adaptación de algunos de sus aspectos a las diversas mentalidades y modos de vida, han facilitado la aproximación en el siglo XX de muchos occidentales (y orientales) a sus diversas formas, incluyendo los nuevos movimientos religiosos.

Actores y actrices de Hollywood, cantantes famosos, altos ejecutivos... las personas más dispares afirman que practican el budismo y sus fans contemplan este hecho como un signo de humildad y lucidez espiritual por su parte. En muchos casos, sólo se practica una serie de detalles anecdóticos de esta religión que suelen interesar al occidental fascinado por lo oriental.

Digamos que lo que siente mucha gente es una cierta fascinación por el mito del Lama tibetano, pero sin renunciar a los modos de vida occidentales ni a las propias ambiciones, con lo cual estas supuestas prácticas budistas suelen quedarse en la superficie.

 

La seducción del Tíbet

 

Ya a finales del siglo XIX, una Sociedad Teosófica fundada por Madame Blavatsky pretendió combinar la sabiduría de los tiempos y religiones pasados, y buscó en el hinduismo y el budismo sus principales referentes. Precisamente la versión tibetana de este segundo movimiento fue la que más le interesó, hasta el punto de afirmar que los Mahatmas Ocultos, hermandad secreta que había de dar una revelación al mundo entero, residía en el Tíbet.

Años más tarde, el budismo tibetano se hizo famoso por el testimonio de viajeros, por la concesión del premio Nobel de la Paz al Dalai Lama y, sobre todo, por la visión idealizada que ofrecieron la literatura y el cine (Pequeño Buda, Siete días en el Tíbet...).

Uno de los nuevos movimientos religiosos que gozan de mayor aceptación en Occidente (y con numerosos seguidores también en la India) es el FWBO (siglas en inglés de Amigos de la Orden Budista Occidental). Su fundador fue Denis P.E. Lingwood, quien fue ordenado monje theravada y más tarde budista en la década de 1950, y cambió su nombre británico por el de Maha Sthavira Sangharakshita. Su organización no propone ninguna forma de budismo dogmático en lo que respecta al modo de vida, la jerarquía o la ceremonia. Este eclecticismo ha atraído a numerosos simpatizantes, ya que los miembros de FWBO, por su falta de proselitismo, son relativamente pocos. Los simpatizantes llamados "amigos" han ido creciendo a ritmo constante y acuden a los cursos que imparte el FWBO, tanto sobre meditación y budismo como sobre temas más pragmáticos, como la ética empresarial, desde presupuestos budistas.

 

Derivaciones del budismo en el Japón contemporáneo

 

Tres son los nuevos movimientos religiosos de origen budista que han proliferado en el país nipón durante el siglo XX.

El primero, surgido en 1925, fue el Reiyukai o Asociación de Amigos del Espíritu. Sus impulsores, Kakutaro Kubo y Kimi Kotani, se basaron en las enseñanzas del clásico Sutra del Loto. El concepto que mejor sintetiza su doctrina es el culto a los antepasados, similar al de algunos pueblos africanos y amerindios. El mal y el sufrimiento son un castigo para los hombres que han olvidado el respeto a sus antepasados y sólo recuperándolo se adquieren la curación espiritual y el equilibrio. Otro concepto curioso es que los pergaminos escritos por los dos fundadores de Reiyukai tienen un valor espiritual y quienes los leen pueden iluminarse y entrar en contacto con Buda y con los Bodhisattvas, seres benéficos que retrasan su entrada en el nirvana con el fin de ayudar a la humanidad. El principal lugar de culto de Reiyukai es el templo de Shaka, en Tokio, y cuenta con más de dos millones de fieles.

Trece años después de la fundación de Reiyukai, un matrimonio integrante del movimiento, formado por un lechero, Nikkyo Niwano, y su esposa, Myoko Naganuma, decidió escindirse de la congregación para fundar Rissho Kosei Kai, también llamado Sociedad para Establecer la Rectitud y las Relaciones Amistosas. Este movimiento también basa parte de sus enseñanzas en el Sutra del Loto, pero hace hincapié en el concepto de la religión como base para el crecimiento, la paz y la prosperidad. Su estructura responde al arquetipo sectario y cuenta con unos cinco millones de adeptos.

El tercero de estos movimientos es también el más multitudinario. Se llama Sokka Gakai (Sociedad de Creación del Valor) y fue creado en 1930 por Tsunesaburo Makiguchi, un maestro de Hokkaido (norte del Japón), a partir de las enseñanzas de un monje del siglo XVII experto en el Sutra del Loto. Su mensaje es multidisciplinar y mezcla religión con otros conceptos como las artes, la educación, la búsqueda de la paz a través del crecimiento interior y el respeto al medio ambiente. Tal vez por eso ha derivado en una organización laica que, además de extenderse por más de cien países, ha fundado un partido político propio, Komeito ("Gobierno Limpio"), que se ha convertido en la tercera fuerza política de Japón. Su culto se basa en dos principios fundamentales: la veneración de un mandala que el monje Nichiren inscribió en un pergamino secreto cerca del monte Fuji, y el cántico de invocación, dos veces al día, frente a un altar.

 

Para entender el budismo

Amida: Nombre de Buda en Japón.

Angulimala: Legendario asesino convertido por Buda. Ha dado su nombre a una organización budista que visita cárceles.

Anicca: Según Gautama Buda, concepto referido al cambio constante que rige y caracteriza el universo.

Arhat: "El santo". Según el budismo Theravada, persona (una minoría) que puede alcanzar la iluminación. Este elitismo fue criticado por los seguidores del Mahayana.

Arthur Schopenhauer: Filósofo alemán del siglo XIX, precursor del existencialismo y defensor del budismo entre los diversos credos. Lo consideraba la mejor de las religiones.

Asoka o Ashoka: Emperador indio de la dinastía Maurya que gobernó bajo principios budistas en el siglo III a.C. Durante siglos, el hinduismo no recogió su reinado en los libros de historia.

Avalokiteshvara: Legendaria reencarnación de un bodhisattva que fundó la secta Gelupka y que, a su vez, se ha reencarnado catorce veces en otros tantos Dalai Lama.

Bhikkus: Nombre que se da generalmente a los monjes budistas, que forman cada Sangha o comunidad. Su versión femenina (monjas) es Bhikksuni.

Bhodi: Árbol sagrado bajo el cual Buda meditó, fue tentado por Mara y alcanzó la iluminación. Estaba situado en territorio del rey Bisimbara, que sería uno de sus discípulos.

Bisimbara: Monarca indio del reino Maghara, con capital en Rajagriha. Fue uno de los primeros seguidores de Buda, a quien proporcionó un lugar donde enseñar, llamado Bodh-gaya.

Buda: Con minúscula (buda) no se refiere al personaje histórico, sino a todo aquel que por su estado de iluminación sea capaz de llegar al nirvana. Cualquier persona puede llegar a buda si sigue el camino correcto.

Buddharuppa: Imagen escultórica de Buda. No se utilizaban en el budismo arcaico, pero se fueron introduciendo poco a poco. Cada cultura budista (china, tibetana, srilanquesa, japonesa) tiene su propia estética.

Cuatro signos: Un viejo, un enfermo, un cadáver y un santo vagabundo. La visión de estos cuatro signos impulsó a Buda a buscar un significado a la vida.

Chan: Versión (anterior) china del budismo zen japonés.

Daietsu Suzuki: Escritor japonés que practicaba el budismo zen y cuyas enseñanzas fueron muy populares entre los grupos contraculturales norteamericanos, liderados por Gary Snyder y Jack Kerouac, a partir de la década de 1950.

Dharma: Concepto budista similar al del hinduismo. Es difícil de traducir y, aunque corresponde al vocablo "forma", se refiere esencialmente a un código de conducta ético-social.

Dharma chakra: Rueda de la ley. Símbolo corriente en el arte budista.

Dhukka: Literalmente, "sufrimiento". Forma parte del Triratna o "tres joyas" del pensamiento budista. La primera de las Cuatro Verdades Nobles es que la vida es dhukka.

Diez preceptos: Los diez votos que deben pronunciar los monjes budistas de la tradición Theravada. Se trata de diez pecados que se deben evitar: dañar a un ser humano, tomar lo que no es dado, usar mal los sentidos, hablar mal, consumir drogas, comer después del almuerzo, practicar bailes indecorosos, usar guirbakdas, perfumes y adornos personales, usar asientos lujosos y aceptar oro y plata.

Estupa: Túmulo sagrado de la religión budista. Se alzaban en honor de los grandes reyes o maestros religiosos y se convertían en centros de peregrinación y veneración.

Gelupkas: Literalmente, "partidarios de la virtud". Congregación principal del budismo tibetano a la que pertenece el Dalai Lama.

Gran renuncia: Momento en que Buda, a los 29 años e impulsado por los Cuatro Signos, deja su familia para vivir una vida sin hogar.

Haiku: Forma poética del budismo zen. Junto al Ikebana (construcción de jardines), la caligrafía y la ceremonia del té, constituye la base de los sencillos ritos que caracterizan el zen.

Jataka: Historias de Nacimiento, género literario budista que describe las vidas previas del Iluminado.

Kakutaro Kubo: Fundador, junto a Kimi Kotani, del movimiento budista Reiyukai.

Kargyupa: Tradición del budismo tibetano, iniciada en el siglo XI por Marpa, que se basa en la transmisión oral de la doctrina secreta y la meditación.

Karma: Ley moral de causa y efecto que revierte en la vida de cada hombre en las diversas reencarnaciones. El sufrimiento de una vida puede ser efecto del mal karma de una vida anterior y las buenas acciones pueden revertir en una vida más feliz en la reencarnación posterior.

Kathavathu: Compilación de textos hecha en tiempos del emperador Asoka. Su objetivo era corregir los errores doctrinales en que habían incurrido algunos sectores del budismo.

Ksatriyas: En la India brahmánica, casta de los guerreros. A ella pertenecía Sidharta Gautama antes de convertirse en Buda. También incluye a dirigentes y administradores.

Kumarajiva: Misionero de Asia Central que en el siglo IV d.C. ayudó con sus traducciones a difundir el budismo en China.

Kushinagara: Lugar del norte de la India donde murió, tendido de lado y en paz, Gautama Buda, a los ochenta años de edad. Su muerte es llamada paranirvana (entrada en el nirvana final).

Lama: En el budismo tibetano, "maestro".

Lhasa: Ciudad sagrada del budismo tibetano, donde está enclavado el palacio de Potala, gran centro espiritual de los gelupkas y lugar de peregrinación.

Mantras y mandalas: Ayudas espirituales que utilizan los budistas tibetanos para alcanzar la iluminación. Los mantras son frases sagradas y los mandalas, diagramas. Muchos han llamado al budismo tibetano Mantrayama o camino del Mantra.

Mara: Personaje maligno, personificación del cambio, la muerte y el mal, que tentó a Buda, pero no consiguió evitar su iluminación.

Marga: Según la Cuarta Verdad Noble, camino para llegar al nirvana. Lo configura la Noble Senda Óctuple, que a su vez está basada en tres consideraciones: conducta ética (sila), disciplina mental (samadhi) y sabiduría (prajna).

Metta: Literalmente, "amistad", es para los budistas uno de los cuatro estados elevados de la conciencia, junto con la compasión, la alegría y la ecuanimidad. A la metta se puede llegar bajo un estado de meditación profundo y buscando la armonía con las personas que nos rodean.

Nichiren: Congregación que practica una mezcla de budismo Mahayana y nacionalismo nipón.

Nikkyo Niwano: Fundador y líder del movimiento Rissho Kosei Kai. Antes de seguir su vocación religiosa era un humilde lechero.

Nirodha: Según la Tercera Verdad Noble, "final", es decir, momento en que puede llegarse a superar el sufrimiento y alcanzar, a través del Marga, el nirvana.

Padmasambhava: Pionero del budismo en el Tíbet. Después de viajar por todo el Himalaya, fundó el monasterio de Samye en el año 775 d.C.

Patimokkha: Conjunto de reglas de convivencia que se leen diariamente en voz alta en los monasterios theravada.

Prajnaparamita: Texto fundamental del budismo Mahayana, que contiene el famoso Sutra del Corazón.

Sakyapas: Secta del budismo tibetano fundada en el siglo X, que pervive en nuestros días.

Samatha: Técnica budista para meditar y alcanzar la serenidad mental. También se le llama "espera pacífica".

Samsara: Según los budistas, estado de constante cambio y muerte que caracteriza la existencia. El samsara consiste en tres cualidades: el sufrimiento (dhukka), la no permanencia (anitya) y la ausencia de ser y alma eternos que sobreviven a la muerte (anatman).

Sanchi: Junto a Bharhut, lugares de la India central donde se hallan las estupas más famosas.

Shakyamuni: Uno de los nombres de Gautama Buda. Significa literalmente "el sabio del clan Shakya".

Shingon: Escuela esotérica y budista fundada por el monje japonés Kukai, ex miembro de la escuela Tandai, con presupuestos de budismo Mahayana y chino.

Shunyata: Literalmente, "vacío". Es un concepto Mahayana, que es el mejor modo de describir la realidad última.

Soka Gakkai: Nuevo movimiento religioso de inspiración budista. Es el mayor del Japón y sigue las enseñanzas de Nichiren, un monje del siglo XVII, aunque la congregación fue fundada en 1930.

Sutra del Diamante: Texto fundamental del budismo Mahayana. Muy seguido en Japón, aporta el concepto de que la realidad de cada día es una ilusión.

Sutra del Loto: Texto fundamental del budismo Mahayana. Afirma que todos los senderos hacia la iluminación son buenos, lo cual sienta las bases de las teorías más abiertas del Mahayana.

Sutra Pitaka: Literalmente, "cesta de discursos". Se aplica al conjunto de enseñanzas orales del budismo.

Tanha: Literalmente, "sed", que es lo que según la Segunda Verdad Noble lleva al sufrimiento o dhukka.

Tanka: Pintura tibetana sobre tela. Suelen representar símbolos de Buda o fragmentos de sus enseñanzas.

Tendai: Escuela del budismo Mahayana que se basa en las enseñanzas del Sutra del Loto. Nació en China y pasó rápidamente a Japón en el siglo IX.

Thich Nhat Hahn: Monje vietnamita, representante del budismo zen; habló al mundo del sufrimiento de su pueblo y fundó la Compañía Budista por la Paz.

Tierra Pura: Modalidad del budismo Mahayana que se inició en China y se ha desarrollado especialmente en Japón. Su fe se basa en el mantra Namu Amida Butsu, veneración de "Amida Buda", y en la idea de que es posible renacer en un paraíso ("Tierra Pura") presidido por el Iluminado.

Tissa Mogaliputta: Monje mayor que, enviado por el emperador budista Asoka, organizó nueve misiones, la más famosa de las cuales fue la de Sri Lanka.

Triratna: Las Tres Joyas que forman la base de las creencias budistas. La primera de ellas es Buda, la segunda es el dharma y la tercera el sangha. Buda es el médico, el dharma el remedio y el sangha la enfermera que administra el remedio.

Tsunesaburo Makiguchi: Maestro de escuela nipón, fundador de Soka Gakkai. Consideraba que el Sutra del Loto era la personificación suprema y final de la verdad budista.

Ushnisha: Protuberancia en forma de turbante que las esculturas de Buda suelen tener en la frente y que es símbolo de sabiduría.

Vinaya Pitaka: Literalmente, "Cesta de reglas disciplinarias". Es el complemento a los Sutra Pitaka y se estableció en Vesali, cien años después de la muerte de Buda.

Vipassana: Técnica budista para mejorar la percepción de la realidad.

 

Las tres variantes principales del budismo

Localización geográfica

 

Budismo Theravada: Sri Lanka, Birmania, Thailandia

Budismo Mahayana: Tíbet, China, Japón, Corea

Budismo zen: Japón, Vietnam

 

Nombre tradicional

 

Budismo Theravada: Doctrina de los mayores

Budismo Mahayana: Gran Camino

Budismo zen: Meditación (zen, en japonés)

 

Ideal de vida

 

Budismo Theravada: Monástica, estricta y austera

Budismo Mahayana: Monástica o laica, pero de acuerdo con el dharma

Budismo zen: Monástica, creativa (artes) y meditativa

 

Ideal de santidad

 

Budismo Theravada: Arhat ("uno que merece la pena")

Budismo Mahayana: Bodhisattva ("el ser iluminado")

Budismo zen: Similar al Mahayana

 

Leyes internas

 

Budismo Theravada: Los Diez Preceptos que llevan a la comunión con el sangha y a la iluminación

Budismo Mahayana: Seguir los muchos senderos válidos para la iluminación propia y de los demás

Budismo zen: Meditación, trabajo cotidiano e introspección.


Las religiones de Oriente

Situada entre la India con el budismo y el hinduismo, y el ecléctico Japón, China ha desarrollado una tradición religiosa propia que adapta las distintas influencias a sus características sociopolíticas, que son únicas. La religión popular ha coexistido con las oficiales desde los primeros tiempos imperiales. Estos cultos locales (de los que el más conocido fue el de la Nube Blanca) se basaban en el culto a dioses concretos -a menudo espíritus de personas carismáticas del lugar- y han sobrevivido a las formas oficiales impuestas por el Estado. Estas han sido cambiantes a lo largo de los siglos: el taoísmo, el confucianismo y hasta un período budista, pero siempre han respondido a las necesidades del régimen imperial. Buda, Lao-tsé y Confucio han sido utilizados indirectamente por los emperadores para legitimar su poder y ejercer un férreo control ideológico sobre sus millones de súbditos. La llegada del comunismo suprimió la religión de los actos oficiales, pero no consiguió erradicar sus costumbres entre el pueblo.

 

El Tao

Una religión de antihéroes
Las creencias del taoísmo
El Tao y la medicina natural

 

Una religión de antihéroes

 

El secreto de la felicidad reside en vivir con naturalidad, sin intentar distinguirse de los demás y renunciando a cambiar radicalmente los destinos del mundo.

Tao significa "camino". El Tao es el camino a través del cual los individuos recorren una vida de moderación y evitan cualquier exceso.

El inspirador del taoísmo fue el filósofo chino Lao-tsé, que vivió hacia el 600 a.C. Dejó una obra compuesta por sentencias breves y crípticas, abiertas, por tanto, a diversas interpretaciones. Para él la noción del Tao es esencial; no puede ser nombrado, pero es la fuente de todo lo que existe y el principio inmutable que subyace al universo. El secreto de la vida es vivir de acuerdo con el Tao. Es el camino llano y espontáneo que deben seguir los gobernantes y los gobernados, de modo que unos y otros puedan regirse a sí mismos y a los demás y vivir en armonía con la naturaleza.

Contemporáneo de Confucio, le separaron de él profundas divergencias doctrinales.

El Tao gira alrededor de dos ejes primordiales: Tao-chia, que desarrolla la idea política según la cual un gobernante sabio dirige a su pueblo a través de la sabiduría y no de la fuerza, y Tao-chiao, que promueve una visión mística del mundo según la cual los individuos pueden liberarse de las pasiones y las ambiciones, y descubrir la liberación en un estrato espiritual que culmina en la inmortalidad.

Los dos textos clásicos del taoísmo son el Tao-te-Ching y el Chuang-tzu. Enseñan que a través de la armonía de las fuerzas del yin y el yang (interior-exterior, femenino-masculino, mente-cuerpo), una persona puede alcanzar un estado mental que le aleje de la buena o la mala fortuna sin necesidad de que sea consciente de ello.

La recompensa del Tao es una larga vida y la inmortalidad, entendida ésta de dos maneras: la vida eterna en un cuerpo transformado, y, en un sentido más simbólico -y a la vez más literal-, la liberación espiritual que existe más allá del tiempo.

El Tao enseña que para progresar en la virtud es necesario practicar el procedimiento de la "inactividad activa" (wu-wei), es decir, la incansable búsqueda de la perfección con la superación pacífica, constante y serena de la imperfección. Se trata de no luchar contra el flujo de las energías universales, sino de moverse con ellas y aprovecharlas para progresar en una existencia equilibrada, como el marinero que, en provecho de su ruta, recoge hábilmente el viento en las velas de su barca.

 

Las creencias del taoísmo

 

Los taoístas creen que una energía pone en marcha el universo. Dicha energía está presente en todos los elementos de la naturaleza y en los seres humanos.

El crecimiento armonioso de esta energía vital (con el equilibrio entre el yin y el yang) es la clave para una vida larga y feliz. La falta de equilibrio entre el yin y el yang puede causar numerosas enfermedades, que sólo podrán curarse cuando se haya restablecido el equilibrio perdido.

Para comprender la doctrina taoísta de la armonía personal, es necesario tener en cuenta el permanente antagonismo entre el confucianismo y el taoísmo. El confucianismo parte de la educación individual y presta una atención especial a las virtudes del hombre: la justicia, el amor al prójimo, la relación interpersonal y las formas de cortesía; en cambio, el taoísmo trata de educar a la sociedad desde sus cimientos y de un modo global, de modo que a los ojos del taoísmo aquellas virtudes del confucianismo no pasan de ser actitudes más o menos superficiales, e incluso hipócritas, destinadas al engaño mutuo en el seno de una sociedad íntimamente egoísta.

El taoísmo es un sistema filosófico surgido de la contemplación de la evolución ordenada del cosmos, y no tiene nada que ver con la cultura y la filosofía chinas, basadas siempre en las tradiciones. El confucianismo, al poner el énfasis en la organización del estado ideal, se enfrenta al taoísmo, más preocupado por el desarrollo personal e individual. Algunos taoístas interpretan el concepto de inmortalidad como literalmente pretenden alcanzarla, para lo cual incorporan elementos de la alquimia, la adivinación y la magia junto con los poderes equilibrantes del yin y el yang.

 

El Tao y la medicina natural

 

El taoísmo afirma que nada es inamovible. La vida es un flujo constante y la humanidad se añade a este flujo.

En el taoísmo se advierte una gran influencia de los principios en los que se basa la medicina natural china. El cuerpo es un escenario natural, atravesado por invisibles canales de energía vital que controlan las funciones corporales. En determinados puntos a lo largo de estos canales, existen una especie de diques o compuertas que permiten interrumpir o controlar la energía para poder restablecer la correcta combinación del yin y del yang. Es en estos puntos donde los maestros de la acupuntura, por ejemplo, insertan finas agujas para tratar las diversas dolencias. Existen "mapas" con la ubicación exacta de estos puntos y canales de energía para facilitar la práctica de terapias naturales.

El taoísmo, con sus estudios sobre los misterios biológicos del cuerpo, los ejercicios que ha puesto en práctica y los conocimientos que ha desarrollado sobre cuestiones psicosomáticas y fisiológicas, ha realizado importantes contribuciones a la ciencia tradicional y moderna.


El confucianismo

Confucio, maestro y sabio
La doctrina de Confucio
Principios básicos del confucianismo
Confucio y los seguidores de la virtud

 

Confucio, maestro y sabio

 

El confucianismo se caracteriza por utilizar la cultura como un medio para promover los sentimientos humanos y mantener la integridad y el bienestar de los individuos.

Confucio, que vivió aproximadamente entre el 550 y el 479 a.C., es una de las grandes figuras de la historia del pensamiento humano, un pionero de la pedagogía, crítico social e investigador de la política. Se consagró al estudio de las antiguas tradiciones y de los ritos y tratados religiosos contenidos en los Cánones o King, y se propuso recuperar las antiguas normas de buenas costumbres morales, sociales y de convivencia.

La recopilación de sus Conversaciones, que supone la existencia de una fuente escrita básica, es un amplio abanico de consejos referidos a los asuntos humanos, desde el gobierno de las naciones y la dirección de empresas, hasta el trato social, las relaciones entre amigos y de familia, y el autoconocimiento.

 

La doctrina de Confucio

 

Confucio atisbó un orden social conducido por sensibilidades razonables, humanas y justas, no por las acciones arbitrarias de gobernantes entronizados de forma hereditaria, y advirtió las consecuencias sociales si los hombres que ostentan el poder obran sólo en beneficio propio, pasando por encima de la piedad y de la justicia.

Creía en la regeneración de las conciencias pública y privada mediante la educación y la influencia de ideales culturales unificados. La educación en su conjunto constituía el valor general del individuo y de los grupos en los cuales éste se integra de forma activa: la familia, la comunidad y la nación. Su objetivo era la restauración de un gobierno justo y la revivificación de la sociedad a través del cultivo de las virtudes de la persona. Pensaba el maestro que la eficacia de un planteamiento como el que él proponía residía en el ejemplo personal; por ello, la clase gobernante debía cultivar las virtudes de la persona ejemplar.

Para ello, elaboró las herramientas necesarias para que el desarrollo humano fuera más asequible mediante la transmisión de la historia y de la cultura a todos los individuos, incluso a los más desheredados, y no sólo a aquellos que tuvieran acceso a las mismas por su pertenencia a una clase social privilegiada.

Confucio no fue un preceptor dogmático, sino que por lo general sus enseñanzas básicas fueron bastante diáfanas para poder generar nuevas interpretaciones a través del tiempo, por lo que diferentes culturas y sociedades pudieron, a lo largo de la historia, aplicar su mensaje a las realidades de los tiempos cambiantes y en los lugares más distantes.

A ello se debe tanto la presencia durante siglos de sus ideas en las variantes del neoconfucianismo, como su influencia posterior en culturas ajenas a China: el I-King se ha convertido en un best-seller en el mundo occidental.

 

Principios básicos del confucianismo

 

Confucio afirmaba que las virtudes fundamentales del noble son tres: la bondad, que produce alegría y paz interior; la ciencia, que disipa todas las dudas; y la valentía, que ahuyenta todo temor. El pecado original es inconcebible para Confucio, para quien el hombre se encuentra inmerso en un orden meramente natural.

La verdad (es decir, el principio verdadero y racional que se halla en el interior de todos los hombres y en todos por igual) es el camino del cielo, y el principal deber del hombre consiste en meditar sobre ella y descubrirla en todo su contenido y significado. Existe un solo medio para ser sinceros y veraces en todo: alcanzar la virtud, porque sin virtud no existe veracidad ni sinceridad verdadera. Es decir, la virtud en el ser humano es natural y fruto de la propia y precisa voluntad de ser virtuoso. Esto puede conseguirse por medio de la corrección en el trato fraterno, entre otras actitudes y cualidades que son connaturales al hombre.

El confucianismo afirma que no basta con cumplir con los deberes personales y familiares, porque cuando alguien puede ser útil en el desempeño de un cargo público, falta a su deber si se aleja de la política.

Respecto a su vertiente religiosa, debe advertirse que el confucianismo sólo se desarrolló y expuso como una doctrina religiosa mucho tiempo después de la muerte de Confucio y, al parecer, por intereses creados y prescindiendo de la auténtica obra del maestro.

Confucio no fundó en realidad una nueva religión, sino que fue un estudioso, crítico y reformador político, aunque, claro está, no se dedicó a predicar una moral atea. En resumen, podría decirse que el confucianismo es una doctrina en la que se reconoce a un Supremo Señor (al que se da el nombre de Schng-li), pero como religión carece de ideales y de espiritualidad, en el sentido en que entienden ambos conceptos las demás religiones. Además, esta impropiamente llamada "religión" rechaza explícitamente la petición de favores y milagros al filósofo divinizado, lo cual resulta sorprendente, hablando de religiones, ya que la gran mayoría con el tiempo proceden a divinizar a sus fundadores y, en sus plegarias, se incluyen sistemáticamente diversas fórmulas impetratorias.

Pese a su influencia en muchas actitudes religiosas, el confucianismo debe considerarse más bien una doctrina ética; y pese a que en ella se tenga en cuenta la existencia de un principio regulador del universo y de un ser supremo, los conceptos básicos de la doctrina son esencialmente referentes al ser humano y a cómo debe relacionarse con sus semejantes. Confucio fue mucho más un humanista que un místico.

 

Confucio y los seguidores de la virtud

 

Para Confucio, la virtud esencial es una fuerza interior innata en el hombre, a la que llamó ren. El ren presenta un aspecto negativo, representado por la máxima "No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti", y un aspecto positivo, representado por la máxima inversa: "Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti".

"No hacer" significa pasividad, y en términos chinos, una actitud negativa.

"Hacer" significa actividad, una actitud positiva.

El ren no tiene un contenido definible al modo occidental, sino que forma parte de la persona, es una fuerza propia y natural de cada uno que le impulsa en la dirección adecuada para el correcto desarrollo y aprovechamiento de la propia vida. Siempre se entiende de un modo positivo y loable, es decir, el ren o es bueno o no se tiene; el ren malo no existe.

Una persona que tiene ren significa que está capacitada para actuar del mejor modo posible según sus propias potencias morales e intelectuales, siempre y cuando escuche su propia conciencia.

 

La influencia religiosa de Confucio

La armonía entre los pueblos
De Mencio a los jesuitas
El neoconfucianismo
Ideas, textos y autores del confucianismo y del neoconfucianismo

 

La armonía entre los pueblos

 

La influencia de Confucio en la religiosidad posterior sorprende si se tiene en cuenta que él no era un profeta ni un místico. Se consideraba más bien un caballero civilizado y su búsqueda de una sociedad armoniosa y ordenada se basó más en criterios sociales y éticos que en principios religiosos.

Aunque no restaba importancia al culto de los antepasados y creía en el cielo, Confucio evitó siempre la especulación religiosa. Sus enseñanzas eran muy pedagógicas y en ellas estaba excluido el sentido del humor. Por tanto, era más un sabio amable que un gurú o un santón. Durante su vida, no lo siguieron muchos discípulos, pero los tres siglos posteriores a su muerte vieron el desarrollo del confucianismo como un sistema de valores filosóficos, éticos, sociales y -aunque no fuera su intención- religiosos.

 

De Mencio a los jesuitas

 

El seguidor más importante de la doctrina de Confucio fue Mencio, que vivió dos siglos más tarde que el maestro. Mencio se centró en la parte más moral de la doctrina confuciana y elaboró una teoría basada en la metáfora de que las semillas del bien existen en todo ser humano, pero deben ser regadas para que crezcan. Otro confucianista, Xun Zi, basándose en la doctrina de Confucio, llegó a conclusiones opuestas a las de Mencio: puesto que la gente no es innatamente buena, se han de prevenir -siguiendo los libros confucianistas- las conductas malvadas para evitarlas.

La tradición humanista inaugurada por Confucio en China sufrió períodos de silencio coincidiendo con las dinastías autoritarias y las grandes guerras. Pero la paz que siguió al siglo II a.C. estableció las condiciones idóneas para que el confucianismo se convirtiera poco a poco en la doctrina oficial del estado. Esta doctrina perduró tantos siglos que sólo la llegada del comunismo consiguió acabar con ella.

Casi mil años más tarde de la muerte de Confucio, los jesuitas establecieron misiones en China. Estos cultos clérigos se plantearon, antes de empezar a cristianizar a los chinos, la posible compatibilidad de la doctrina confuciana con los dogmas católicos. La conclusión positiva fue rápida: no sólo lo era, sino que Confucio fue llamado el "Aristóteles chino" y como había hecho santo Tomás con el filósofo griego, procedieron a la cristianización de las ideas del sabio chino. A partir del trabajo del padre Matteo Ricci (1552-1610), Confucio fue estudiado en Occidente y ello explica que nos haya llegado la versión occidentalizada de su nombre: tanto Confucio como Mencio son latinizaciones de los nombres Kong Fuzi y Mengzi y son las denominaciones que se han popularizado.

 

El neoconfucianismo

 

Sin embargo, quinientos años antes de que llegasen los cristianos, las ideas de Confucio ya habían dado lugar en el imperio chino a varias reelaboraciones que los historiadores han llamado neoconfucianismo.

Fue durante la dinastía Song (siglos X-XIII) cuando los estudiosos empezaron a establecer una tradición confuciana que se caracterizaba por contrastarla con pensamientos de mayor raigambre religiosa, como el taoísmo o el budismo. No obstante, la distinción no siempre fue precisa; el pensador del siglo IV Mouzi ofrece una clara visión al respecto: "Los sutras dicen que todos los seres sintientes pertenecen a Buda, así que le honro: pero ¿por qué debería rechazar el camino de los sabios confucianistas? El oro y el jade no se dañan el uno al otro". El confucianismo rara vez ha sido excluyente.

Las dos escuelas confucianas que surgieron de esta perspectiva en los siglos siguientes fueron la del Principio y la de la Mente. La escuela del Principio, liderada por Chu XI en el siglo XII, aboga por la importancia del estudio intelectual. Por el contrario, la escuela de la Mente, fundada por Wang Yangming en el siglo XV, se basa en el valor de la intuición. Pero detengámonos un poco más en ellas.

Chu XI basa su sistema en que todo el universo se fundamenta en un elemento material adornado por un principio subyacente llamado Li. Asimismo, pensaba que era necesario estudiar los antiguos textos (especialmente los de Confucio) para alcanzar la sabiduría, cuya posesión otorga al ser humano un estado de plenitud. Chu XI superó las ideas algo retrógadas de los fundadores -cien años antes- de la escuela del Principio, Cheng Hao y Cheng Yi.

Wang Yangming, con su escuela de la Mente, ofreció un camino menos académico y elitista a quien quisiera acceder a la sabiduría. Sus dos vías principales eran la meditación y la reflexión moral. Sus ideas triunfaron en un primer momento, pero tras la invasión manchú del siglo XVII la reacción típica de los tiempos de guerra acabó con la visión idealista de Wang y fue sustituida por otra más conservadora y basada estrictamente en los textos clásicos.

Sin entrar en consideraciones doctrinales profundas, es fácil comparar, por un lado, la divergencia confucianista entre la escuela de la Mente y la del Principio, por un lado, y el budismo Mahayana y Theravada, por otro. La escuela de la Mente y el Mahayana son abiertos y reformistas, mientras que la escuela del Principio y el Theravada se caracterizan por su concepción elitista y cerrada.

Hasta el fin del imperio, ya entrado el siglo XX, el confucianismo y el neoconfucianismo tuvieron tal importancia en la estructura ideológica, política y social de China que su tradición era cumplida en ritos palaciegos y de estado, cuyo más famoso exponente son los complicados exámenes de temática confuciana que los aspirantes a cargos públicos debían superar.

Cuando en 1949 el partido comunista de Mao Zedong declaró al gobierno chino ateo, el budismo y el taoísmo perdieron su importancia, aunque algunas asociaciones internas del propio partido consiguieron integrar algunas de sus costumbres en el sistema revolucionario. Bajo Mao, también el confucianismo cayó en desgracia (pese a que se reconoció la importancia de Confucio como educador histórico de la nación), pero a su muerte Deng Xiaoping recuperó cuando menos al personaje: a mediados de la década de 1980 se empezaron a celebrar tímidamente ceremonias en honor de Confucio.

Curiosamente, tras la revolución comunista en China, las tradiciones confucianas han tenido una clara continuación en la sociedad y el gobierno del país vecino, Corea.

 

Ideas, textos y autores del confucianismo y del neoconfucianismo

 

Canon confuciano: Extensa colección formada por cinco textos (llamados los Cinco Clásicos) de índole diversa. Confucio los compiló, pero también incluyó ideas propias. Pretendía que los interesados pudieran hallar en ellos un reflejo de la edad de oro de China, para utilizarlos como modelo social, político, ideológico y religioso.

Chong Yong: Literalmente, "doctrina del significado". Es un libro cuya autoría se atribuye al nieto de Confucio. Versa sobre las relaciones entre la naturaleza humana y el orden moral del universo.

Chu XI: Máximo exponente de la neoconfuciana escuela del Principio. Vivió en el siglo XII y su pensamiento se basa en la existencia del Li como principio del universo y en la capacidad de alcanzar la sabiduría.

Chun Qiu: El último de los Cinco Clásicos. Es una crónica de Lu, lugar de origen de Confucio. También se denomina Anales de primavera y verano, y es considerado por su compilador como un paradigma del desarrollo histórico.

Daxue: Atribuido a Zeng Chen, discípulo de Confucio. Su título significa "gran aprendizaje" y forma parte de la colección Li-Ki de rituales. Su tema es la relación entre el desarrollo espiritual y la mejora social.

Edicto sagrado: Texto de inspiración confuciana redactado en 1670, que pretende extender las normas de conducta del emperador a todos los súbditos.

Han: Período de la historia de China comprendido entre los siglos II a.C. y II d.C., en el que se empezó a aplicar por primera vez el canon confuciano en la administración pública. Un funcionario no era aceptado si no cumplía estrictamente determinados principios de la doctrina de Confucio. Las siguientes dinastías, Tang y Song, también lo aplicaron.

I-King: También conocido como I Ying, I-Ching o Libro de las mutaciones. Es el más conocido de los Cinco Clásicos. Planteado como un libro de adivinación, sus partes más importantes son las filosóficas, y su autoría se atribuye a Confucio. Podrían haber sido completadas algunos siglos más tarde.

Ju-chia: Literalmente, "escuela de los literatos". Es uno de los nombres dados al confucianismo.

Kowtow: Reverencia que practican los confucianos y que es un gesto de respeto hacia un semejante. La más practicada es la que se hace delante de la autoridad paterna. El respeto filial estaba claramente recogido como norma en el Edicto sagrado.

Li-Ki: Uno de los Cinco Clásicos. Reúne una serie de escritos sobre los rituales y sus distintas características, por lo que es conocido también como Registro de ritos.

Lunyu: También llamado Analectas, es el libro que contiene los dichos de Confucio y fue el más consultado desde la muerte del maestro.

Memorias históricas de Suma-chien: Documento histórico del siglo I a.C. del que se han extraído la mayor parte de los datos para elaborar la biografía de Confucio.

Mengzi: También llamado Mencio. Aunque vivió doscientos años después de la muerte del maestro, es el discípulo más aventajado de Confucio. Mengzi es también el título de un libro que contiene los dichos de este autor y que ha ejercido gran influencia en el confucianismo posterior.

Movimiento de vida nueva: Organización de filiación confuciana con que el régimen del Kuomintang intentó hacer frente en la década de 1930 a la creciente influencia de las teorías marxistas sobre la política y la sociedad china.

Relaciones sociales: Según Confucio, hay cinco tipos de relaciones entre los miembros de la sociedad, que sirven de paradigma para todas las demás: soberano-súbdito, padre-hijo, hermano mayor-hermano menor, marido-mujer y amigo-amigo. Ninguna de estas relaciones es paritaria (incluso la última contempla que el amigo mayor está por encima del más joven), lo cual da una imagen jerárquica del pensamiento social confuciano. No obstante, Confucio reconoce que no todo es inmutable y la persona que hace méritos para estar por encima de los demás lo estará sin que importe su estatus previo.

Ricci, Matteo: Sacerdote jesuita italiano del siglo XVI. Ejerció con éxito su ministerio en la China imperial y sus escritos dieron a conocer a Confucio y Mencio en Europa.

Shi Ying: También llamado Libro de las Odas, es una recopilación de poemas de origen popular y cortesano. Confucio los ponía como ejemplo de la sociedad ideal en la que se suponía habían sido escritos trescientos años atrás.

Shu Ying: Uno de los Cinco Clásicos. Está dedicado a la historia y contiene documentos sobre los legendarios gobernantes antiguos que Confucio tomaba como ejemplo de época esplendorosa.

Song: Dinastía del imperio chino durante la cual las ideas de Confucio empezaron a cobrar vigencia y dieron lugar a las dos tendencias contrapuestas que sintetizan el movimiento neoconfuciano: la escuela de la Mente y la escuela del Principio.

Tres enseñanzas: Doctrina expuesta por Lin Chaoen en el siglo XVI para conciliar las ideas del confucianismo, el budismo y el taoísmo.

Wang Bi: Filósofo chino del siglo II d.C. Pese a haberse formado en parte bajo el taoísmo, consideraba que Confucio era más sabio que Lao-tsé, y se aproximaba más a su doctrina del no-ser, llamada Estudio Oscuro.

Wang Yangming: Máximo exponente de la neoconfuciana escuela de la Mente, cuyos presupuestos constituían el camino hacia la sabiduría menos elitista y compleja y concedían gran importancia a la intuición por encima de lo analítico.

Xing: Según Confucio, término identificable con la naturaleza humana. El budismo chino también adoptó el término.

Xunzi: Uno de los más conocidos seguidores de Confucio. Vivió en el siglo III a.C. y su pesimista conclusión sobre la moralidad humana se opone a la de Mencio. Mientras que para Mencio el hombre es bueno por naturaleza, para Xunzi es innatamente malo, por lo que la única solución es aplicar los principios confucianos para controlar las previsibles conductas malvadas de los hombres.

Yuan: Dinastía mongola que gobernó China en los siglos XIII y XIV. Instauró la costumbre de los rígidos exámenes de ingreso para acceder a determinados cargos, cuyo contenido era la doctrina de Confucio, a través de los textos de Chu XI. Este sistema, con algunas modificaciones, se mantuvo vigente en China hasta el siglo XX.

 

El jainismo

Una religión sin dios creador
Creencias y ritos
Cosmología
Templos e imágenes de culto

 

Una religión sin dios creador

 

El término jainismo procede de la palabra "jina", que describe a la persona que ha superado el apego a este mundo y ha ganado la victoria del conocimiento y la iluminación.

El jainismo es una religión y filosofía autóctona de la India (concretamente de la cuenca del río Ganges, al nordeste del país). Su fundador fue Vardhamana Mahavira (599-527 a.C.), aunque su primer mentor fue posiblemente Parsva, personaje que vivió hacia el siglo IX y del que apenas se tienen datos.

Surge como reacción contra el elitismo del sistema de castas hindú y la práctica de sacrificar animales. El jainismo guarda cierta similitud con el pensamiento budista.

Los jainíes consideran que la salvación consiste en conquistar la existencia material a través de la adhesión a una disciplina ascética estricta, liberando así al alma de la obra del karma para una bendición eterna que lo conoce todo. La liberación exige la separación de la existencia mundana, de la que una parte esencial es la ahimsa, no herir a los seres vivos.

Como uno de los dogmas centrales del jainismo, esta política se desarrolló a partir de la creencia de que, puesto que en la reencarnación una persona podía volver a la vida en forma de animal o insecto, ninguna criatura viviente debe ser herida. Para evitar el daño accidental a las criaturas, los jainíes deben llevar mascarillas en la nariz para evitar la inhalación de insectos y barrer bien el suelo que van a pisar. Su dieta es estrictamente vegetariana.

El ideal ascético es fundamental tanto para el jainismo monástico como para el laico, aunque la renuncia definitiva sólo es factible en el primero.

En el camino hacia la iluminación, los monjes y las monjas jainíes pronuncian cinco votos: ahimsa, no hacer daño a ninguna forma de vida; satya, decir siempre la verdad; asteya, no robar; brahmacharya, abstinencia sexual; aparigraha, renuncia a todas las ataduras y bienes terrenales.

Los votos de la "no violencia" y "no causar daño" son fundamentales en el jainismo. En 1975, los jainíes decidieron adoptar el símbolo de la palma de la mano extendida como signo de paz.

Existen seis profesiones que son tradicionalmente aceptadas por los jainíes: trabajos en la administración pública, escritores, trabajos relacionados con las artes en general, granjeros, comerciantes y artesanos.

Esta religión se dividió en dos sectas: digambaras, que renuncian a todo lo terrenal, lo que lleva a creer que los hombres (las mujeres quedan excluidas) deben renunciar a vestirse, y shvetambaras, que creen que los monjes y las monjas deben vestir siempre ropas blancas.

 

Creencias y ritos

 

Los jainíes no creen en un único dios ni rezan a los dioses para que les ayuden. En su lugar, confían en guías espirituales o jinas, que les entrenan en los principios básicos de la doctrina: ascetismo, meditación y autodisciplina.

Un concepto esencial en esta religión es el de karma (es distinto del de los hindúes y budistas). Para los jainíes se compone de finas partículas que se adhieren al alma, modelándola de forma gradual y aportándole un peso que la ata a la tierra. Todas las acciones, sean buenas o no, producen cierta materia kármica que se adhiere al alma, pero las malas acciones producen un karma más pesado, del que es más difícil liberarse. La liberación de la rueda de renacimientos tiene lugar en dos planos.

Al abandonar la acción, es posible prevenir la aparición de un nuevo karma, y mediante la penitencia, centrada en la vida de austeridad, es posible alejar el karma ya adquirido. Por eso, la no violencia absoluta y la muerte voluntaria de hambre eran rasgos de la vida del fundador Mahavira y de otros santos jainíes.

 

Cosmología

 

La tradición jainí es atea, no existe el concepto de la creación del universo por Dios. Se considera que el cosmos es eterno e indestructible, y en él existen componentes "vivientes" y "materiales" en flujo continuo.

Mahavira y otros tirthankaras descubrieron la naturaleza del universo, que en sánscrito recibe el nombre de loka.

En el universo (loka) existen varios cielos y varios infiernos.

En lo más alto del universo viven los tirthankaras y otras almas liberadas, y son superiores a los dioses que viven en los cielos debajo de ellos. En la parte central del universo, bajo los cielos, viven los hombres (sujetos a procesos de progreso y declive similares a los de otras religiones indias), los animales y otros seres vivientes, sujetos a la ley del renacimiento y el karma. Cuando las almas son liberadas, ascienden del centro a la cumbre del universo, donde moran eternamente en bienaventuranza. Debajo de la parte central del universo hay varios infiernos.

A partir de la Edad Media, el loka se representa con una figura humana, en cuyo interior aparecen todas las zonas. Estas imágenes sirven como objetos de culto y recuerdan a los jainíes la importancia de realizar acciones que faciliten el renacimiento humano.

 

Templos e imágenes de culto

 

Los primitivos textos jainíes no cuentan nada sobre templos ni imágenes. Existen evidencias de devoción y culto que debieron desarrollarse a partir del siglo II a.C., cuyo centro de culto serían las imágenes de los tirthankaras o maestros, halladas en unas excavaciones en Mathura, al noroeste de la India.

Los templos son similares a los hindúes, pero tienen un santuario interior donde se encuentra una imagen de cualquiera de los 24 tirthankaras que preside la estancia desde un plano superior.

 

El zoroastrismo

La lucha del bien contra el mal
Elementos religiosos
Evolución

 

La lucha del bien contra el mal

 

El zoroastrismo pone el acento en el libre albedrío del hombre para elegir entre el bien y el mal. El hombre tendrá que rendir cuenta de sus actos en el momento de pasar de la vida a la muerte.

El zoroastrismo es una religión fundada por Zoroastro (o Zaratustra), entre los años 700 y 600 antes de nuestra era y desarrollada a partir de sus enseñanzas en lo que ahora es Irán. Zoroastro era un sacerdote muy bien formado, instruido en la tradición religiosa de su pueblo.

En una primera fase, la religión antigua indoirania adoraba a las divinidades que guardaban y mantenían el "recto orden", y la estabilidad del universo y de la sociedad. Probablemente, durante el período de sus migraciones hacia el sur desde las estepas de Asia central, alguna de estas tribus se convirtió en ardiente devota de divinidades cuyas cualidades reflejaban mejor su propia edad heroica y aventurera, especialmente el belicoso y amoral Indra.

Zoroastro rechazó el culto a tales "dioses", a los que consideraba perversos, y restringía el culto a los morales Ahuras, como Ahura Mazda, Mitra y los Amesha Spentas.

 

Elementos religiosos

 

El zoroastrismo entiende el mundo como un escenario de guerra, limitado en el espacio y en el tiempo, en el que los poderes del bien y del mal pueden luchar hasta el fin. El destino de una persona depende de su elección entre el bien y el mal. La recompensa, según la elección, es el cielo o el infierno, "la casa de la vergüenza", un lugar de tormento. El zoroastrismo es una religión optimista.

Todas las criaturas y fenómenos del mundo, con excepción de los humanos, fueron creados por Ahura Mazda o por su maligno oponente, Angra Mainyu, y, por tanto, no se les puede ayudar a ser buenos o malos. Los elementos de la creación buena (como el fuego, el agua, la tierra, las plantas útiles, los animales benéficos y las personas justas) merecen reverencia. Los hombres son las únicas criaturas capaces de elección moral, y a cada individuo se le exige elegir en favor de Ahura Mazda, colaborando con ello a la derrota definitiva de Angra Mainyu.

Después de la muerte, el alma será juzgada en el puente Chinvat y enviada al cielo (temporalmente), al infierno o al purgatorio, en función del equilibrio entre sus buenos y malos pensamientos, sus palabras y las obras que haya realizado en la tierra.

 

Evolución

 

El zoroastrismo se desarrolló primero en Irán oriental, llegando a imponerse en las regiones occidentales gracias a la subida al poder de la dinastía aqueménida (559-323 a.C.). En este período se convirtió en la religión de un gran imperio, desarrollada como respuesta a las demandas de una fe imperial.

La victoria de Alejandro Magno (conocido por la tradición zoroástrica como "el Maldito") provocó el fin de la era aqueménida, y propició el contacto de Irán con el pensamiento y la cultura helenística. Sin embargo, esta influencia fue superficial a causa de las hondas raíces en la cultura irania.

Más tarde, la dinastía sasánida (226-mediados del siglo VII d.C.), que se consideraba a sí misma como la defensora de la ortodoxia zoroástrica, intentó borrar de la fe todo rastro de influencia griega. Cuando los sasánidas fueron derrotados a su vez por los ejércitos musulmanes, el zoroastrismo empezó a quedar reducido a una religión marginal.

Las comunidades, en creciente disminución, no podían sostener la formación sacerdotal en interés propio, y el saber zoroástrico lo acusó. Enfrentados a esta amenaza, los sacerdotes pusieron por escrito todo lo que pudieron de sus tradiciones durante los siglos IX y X.

En el siglo X, un grupo de zoroastras se trasladó desde el noreste de Irán hacia la India, donde se les conocía con el nombre de parsis (persas).

Bajo el gobierno británico los parsis se convirtieron en una comunidad muy próspera, mantuvieron un estrecho contacto con la cultura occidental y tuvieron que responder a sus desafíos. Ejerció una notable influencia en el judaísmo y el cristianismo.

Bajo la dinastía Pahlevi (1926-1979), la posición social de los zoroastras iraníes experimentó una sensible mejoría. En la actualidad, el número de miembros de la comunidad parsi está disminuyendo de manera considerable, debido en gran parte a las emigraciones y a los matrimonios mixtos, mientras que el de zoroastras iraníes ha crecido de forma espectacular desde la revolución islámica, hasta el punto de haber tenido representantes en la asamblea (parlamento) de Irán.


El sijismo

La religión de los gurús
La vida como sij
Lugares sagrados: Amritsar y el Templo Dorado
Algunos datos sobre las religiones asiáticas
Hinduismo
Jainismo
Sijismo
Confucianismo
Taoísmo
Budismo Theravada
Budismo Mahayana
Islam
Zoroastrismo

 

La religión de los gurús

 

El objetivo de la tradición sij es propagar la armonía religiosa, trabajar por la paz, y ofrecer liberación espiritual a todo el mundo.

El sijismo es una religión fundada por el gurú Nanak (1469-1539) en el Punjab, al norte de la India, y combina elementos del hinduismo y el islam. Nanak presentaba que en estas dos religiones la verdad sobre Dios estaba oscurecida por el ritual, y propugnó que era más fácil acercarse a Dios mediante la meditación y la devoción individual que a través de ceremonias y rituales religiosos.

Se denomina religión de los gurús. Dios es el verdadero gurú, y su palabra divina ha llegado a la humanidad a través de los diez gurús históricos.

Los sijs creen en un Dios o "verdadero maestro" llamado Satguru, creador del mundo y de todas las cosas que hay en él, aunque ese Dios no sea visible en la creación. Por tanto, la voluntad de Dios ha de darse a conocer a través de hombres santos y sabios o "gurús". El concepto de gurú ha sido importante para los sijs en dos sentidos: representa la voz interior que guía y, a la vez, es la presencia de Dios. El espíritu y el título de gurú fueron heredados por nueve gurús consecutivos, que fueron sucedidos por el Adi Granth o libro sagrado de la religión sij. Representa a la autoridad suprema en la tradición sij. Recoge las obras de los gurús y, aunque no es humano, se le venera como tal. Comúnmente es conocido como Gurú Granth Sahib, y revela la verdad sobre Dios, el Ser primigenio, que ha sido verdadero desde toda la eternidad.

Los principales motivos que impulsaron su fundación son el deseo de estar más cerca de Dios y de la voluntad divina y el convencimiento de que el amor a Dios es imposible sin amar a todos los hombres (de ahí la necesidad de ser amable con los vecinos y compartir los frutos de las cosechas). Los individuos se rigen por el karma o karam, la ley moral sobre la causa y el efecto, y para obtener el renacimiento o la purificación deben pasar por cinco niveles.

En la doctrina sij existen dos emblemas especialmente populares y significativos. El primero es un símbolo de Dios, Ik Oankar, que combina el número "I" con la letra "O" de la palabra "Oankar". Se encuentra en la estrella del Mul Mantra, uno de los más importantes poemas sij, y significa la unidad de Dios. El segundo es la khalsa, que es un símbolo del sijismo. En el centro de este emblema hay una espada de doble filo, que está colocada en medio de un círculo en forma de aro de acero, a cada uno de cuyos lados hay una daga ceremonial sij (kirpan). La espada de doble filo simboliza el ideal sij del santo guerrero; el círculo representa la unidad de Dios y la humanidad, y las dos dagas ceremoniales aluden al equilibrio de los poderes temporal y espiritual. Este emblema, llamado khanda, se lleva en los vestidos, en las banderas de los templos sij y en el palanquín en el que se guarda el Gurú Granth Sahib.

 

La vida como sij

 

Por lo que respecta a la apariencia física, se aprecian los siguientes rasgos distintivos: el uso del turbante y los símbolos de las cinco K (como rasgos de observación en la disciplina de todo sij). El sij iniciado en la khalsa o comunidad debe llevar dichos símbolos en su atuendo; los no iniciados también pueden llevarlos como señales externas de pertenencia al grupo.

A continuación, se describe el significado de las cinco K. Kesh. Se debe mantener el cabello sin cortar (no sólo se refiere al pelo de la cabeza, sino al de todo el cuerpo). Kirpan. Espada corta o daga que simboliza la resistencia al diablo. Kara. Ajorca o brazalete de acero que se lleva en la muñeca derecha; no es ornamental sino funcional y plana. Simboliza la fe en Dios. Kangha. Peine que se lleva en el pelo para sujetar el moño y simboliza la higiene personal. El turbante que cubre el peine y el moño no es una de las cinco K, pero se ha convertido en un emblema de santidad sij. Kachh. Pantalón corto que se lleva como prenda exterior o interior (como parte de la vestimenta occidental) y simboliza la pureza.

Simbólicamente, las cinco K representan motivaciones para la disponibilidad inmediata en un tiempo de incertidumbre y peligro; funcionalmente, son distintivos de la identidad sij.

Otras normas de vida son, por ejemplo, no consumir carne de vaca y, si se consume, el animal debe ser sacrificado de acuerdo con la tradición islámica. Asimismo, se prohíbe tomar bebidas alcohólicas, fumar, robar y realizar apuestas.

La tradición sij señala cinco vicios particularmente nocivos: la lujuria o el deseo sexual indebido (infidelidad a la pareja); la ira, o cólera incontrolada; la avaricia, o persecución de los bienes mundanos por sí mismos; apego o adhesión a una persona o cosa de tal modo que impide la unión con Dios; y el egoísmo, la dependencia del yo en lugar de la fe en Dios. Estos cinco vicios conducen a una falta de control y a una espiritualidad imperfecta, mientras que lo que debe perseguirse es la capacidad de vivir en el mundo como un individuo puro, sin que le afecte la "suciedad" o las imperfecciones del entorno. La meta de la vida es vencer el vicio y conocer a Dios.

Respecto a la norma que debe regir en los templos, destaca la colocación del libro sagrado (Gurú Granth Sahib) en el centro del templo, a cuyo alrededor se arrodillan los miembros de la congregación, que deben ir descalzos y con la cabeza cubierta. Este libro también desempeña un papel muy importante en las ceremonias familiares (nacimientos, matrimonios, etc.).

Por lo que respecta al culto a los muertos, destaca el hecho de que el cuerpo es preparado por miembros de la familia, y debe llevar las cinco K. De acuerdo con la costumbre india, la incineración se realiza el mismo día de la muerte, o al día siguiente cuando el fallecimiento ocurre al final del día. Las cenizas se esparcen en un río cercano. Después se lee a intervalos el Gurú Granth Sahib entero. Al final de la lectura (nueve días más tarde) se celebra una ceremonia con toda la familia, que termina con el reparto de comida especial. Fuera de la India las ceremonias pueden adaptarse a las costumbres locales.

 

Lugares sagrados: Amritsar y el Templo Dorado

 

La forma sij de entender la vida está íntimamente relacionada con la identidad del Punjab. En esta región se encuentra la ciudad de Amritsar y su Templo Dorado que, a pesar de la actitud un tanto ambivalente de los sij hacia la peregrinación, se han convertido en lugares de peregrinación para los sij de todo el mundo.

El Templo Dorado, erigido en el centro del estanque sagrado (denominado Estanque de la Inmortalidad), es especialmente sagrado para los sij; bajo su cúpula de oro y cobre se guarda el libro sagrado de los sij, el Adi Granth.

La ciudad de Amritsar fue el centro del imperio sij en el siglo XIX, y hoy lo es del moderno nacionalismo sij.

El asalto al Templo Dorado por soldados indios durante su ocupación por radicales sij fue una de las causas del asesinato, en 1984, de Indira Gandhi por sus guardaespaldas sij.

 

Algunos datos sobre las religiones asiáticas

 

Hinduismo

 

Origen: A partir del brahmanismo, en el siglo IX

Distribución geográfica: India, Pakistán, Bangladesh, Bután, Malasia y Reino Unido (migración)

Situación actual: Religión oficial de la India

 

Jainismo

 

Origen: Fundada por Nataputta en el siglo VI a.C.

Distribución geográfica: Maharashtra y Rajastán (oeste de la India)

Situación actual: 3 millones de seguidores en la India

 

Sijismo

 

Origen: Fundada por Nanak en el siglo XVI

Distribución geográfica: 12 millones de seguidores en el Punjab; 4 millones en otras zonas

Situación actual: Activo en el Punjab, donde reivindica independencia político-religiosa

 

Confucianismo

 

Origen: A partir de las enseñanzas de Confucio (siglo V a.C.)

Distribución geográfica: China imperial (hasta la revolución)

Situación actual: Vivo aunque semisilenciado por el régimen comunista

 

Taoísmo

 

Origen: A partir de las enseñanzas de Lao-tsé (siglo V a.C.)

Distribución geográfica: China imperial (hasta la revolución)

Situación actual: Vivo aunque semisilenciado por el régimen comunista

 

Budismo Theravada

 

Origen: 100 años después de la muerte de Buda se separa del Mahayana

Distribución geográfica: Camboya, Birmania, Sri Lanka, Thailandia, Laos

Situación actual: Vigencia en Thailandia, Sri Lanka y Birmania. Decadencia en Laos y Camboya

 

Budismo Mahayana

 

Origen: 100 años después de muerte de Buda se separa del Theravada

Distribución geográfica: Tíbet, Nepal, China, Japón

Situación actual: Gran aceptación en las sociedades de Japón, Tíbet y Nepal. Problemas en China

 

Islam

 

Origen: Fundado por Mahoma I en el siglo VI

Distribución geográfica: 800 millones de fieles en Oriente Medio, Pakistán, Indonesia, Singapur, India, Afganistán, etc.

Situación actual: Se mantiene en las zonas citadas, tanto en la opción sunita como la shiíta

 

Zoroastrismo

 

Origen: A partir del mazdeísmo de Zoroastro, en 1400 a.C

Distribución geográfica: De Persia pasó a la India en un flujo migratorio de los parsis

Situación actual: Practicado por cien mil parsis al oeste de la India.


El sintoísmo

El camino espiritual
Resurgimiento del sintoísmo clásico
Santuarios y culto
Dioses y ritos del sintoísmo

País de contrastes y abiertamente inclinado a adoptar algunos elementos de las culturas foráneas, Japón ha basculado siempre entre su propia religión, el sintoísmo, y las influencias externas.

En japonés, "sintoísmo" significa "el camino de los dioses". Los orígenes del sintoísmo se remontan a la Edad Antigua, cuando todavía era un culto a los fenómenos naturales (las tormentas, las montañas, el Sol, la Luna o los ríos), que los creyentes identificaban con unas deidades llamadas kami.

A partir del siglo VI de nuestra era, la religión nacional de Japón empezó a recibir la influencia, a través de China, del taoísmo, el confucianismo y el budismo. Esta última religión, además de condicionar muchos aspectos del culto sintoísta posterior, constituyó una vertiente nueva y propia de las islas, el budismo zen; éste, en las últimas décadas, suscita el interés occidental por la sencillez de sus ritos y el atractivo de sus artes y técnicas de meditación.

El sintoísmo popular, con la influencia extranjera y, a la vez, con el nacionalismo japonés, se convirtió en la religión del Estado y, pese a esta condición, tras la segunda guerra mundial ha mantenido su estatus en la mayoría de japoneses que, aunque no crean en los kami, siguen dedicándoles ofrendas.

 

El camino espiritual

 

El sintoísmo a menudo se entiende como la "vía" que permite a la sociedad japonesa unirse en valores y actitudes, y en la que los mitos y las prácticas religiosas son elementos unificadores.

El sintoísmo no tiene ni un creador ni una colección de textos religiosos ni un cuerpo fijo o consensuado de doctrina.

La palabra "shinto" significa "el camino de los dioses o espíritus". Esta creencia se remonta a una concepción animística del mundo, asociada con el culto tribal de las deidades del clan.

El sintoísmo, o shintoísmo, es una religión primitiva y popular de Japón, llamada así en el siglo VIII para distinguirla del budismo, del que posteriormente incorporó muchos rasgos. Surgió del culto a la naturaleza de las religiones populares, y esto se refleja en ceremonias que invocan a los poderes misteriosos (espíritus o deidades) de la naturaleza (kami) para recibir un trato benevolente y protección. La naturaleza está habitada por una cohorte infinita de esas deidades o espíritus, y la vida humana se halla íntimamente vinculada a sus pensamientos y acciones. Por tanto, la religión sintoísta es una combinación de adoración a la naturaleza y culto ancestral, y en la mayoría de casos el mito-naturaleza es inseparable de la naturaleza relativa a la deidad ancestral y de su adoración.

Los mitos fundamentales del sintoísmo japonés están recogidos en el Kojiki (escrito en el 712) y el Nihongi (escrito en el 720). Describen la creación del cosmos, a partir del caos, en forma oval que después se separó. Durante la subsiguiente época mitológica de los dioses, se formaron el mundo y sus kamis. Una sucesión de siete generaciones de divinidades fue el resultado del matrimonio de un kami Izanagi masculino y un kami Izanami femenino, y juntos crearon el mundo terrestre con el agua, las montañas y otros elementos naturales. En este contexto, la muerte quedaba marginada como mal que obstaculiza la vida y era alejada mediante ritos de purificación. También crearon las islas japonesas como rasgo especial. De Izanagi e Izanami desciende la diosa solar Amaterasu, que dio origen al linaje imperial de Japón. Los mitos sintoístas fundamentales resumen así el origen divino de Japón, de sus emperadores y de sus súbditos, y realzan el significado de las divinidades o kamis, que son la base de la tierra japonesa y de sus habitantes.

 

Resurgimiento del sintoísmo clásico

 

En los primeros siglos del primer milenio, antes de la muerte de Jesucristo, el budismo se extendió por todo el Japón y absorbió las creencias locales. De este modo, los "espíritus" fueron considerados como "budas" e incorporados al budismo. Sin embargo, a finales del siglo XIX y principios del XX, los estudiosos en la materia redescubrieron los textos antiguos y empezó el renacer del sintoísmo clásico. El país miró hacia su pasado mítico para construir una nación fuerte y orgullosa.

 

Santuarios y culto

 

Los santuarios sintoístas japoneses son de diferentes tamaños y figuras. En el nivel más bajo están los santuarios de los hogares, que con frecuencia son "estanterías del dios" (kamidama), en las que se depositan los kamis. Se disponen en las habitaciones de muchas casas y en otros lugares, por ejemplo, las tiendas. En esta misma línea existen santuarios "portátiles" llamados mikoshi, que se guardan en los templos y se sacan cuando se realizan procesiones.

Los santuarios sintoístas más grandes suelen contar en su recinto con un arco de entrada o torii donde se lavan las manos y se enjuaga la boca, una sala en la que los sacerdotes dirigen el culto y una sala kami hacia la que se dirige éste y en la que están colocados los símbolos del kami, como una espada o un espejo. Los grandes santuarios, como el dedicado a la diosa Amaterasu en Ise, tienen renombre a nivel nacional.

A medida que el sintoísmo se aproximaba al budismo, los santuarios se vieron influidos por elementos budistas, pero después de la restauración Meiji de 1868, estuvieron controlados por el gobierno japonés. Tras el derrumbamiento de 1945, los santuarios recuperaron el control. La tradición todavía ocupa un lugar significativo en la vida japonesa.

El culto sinto (o matsuri) se practica tanto en el ámbito público (templos) como en el privado y gira en torno a los hechos de la vida cotidiana, la familia o la comunidad. El culto sintoísta se resume en la palabra matsuri (festividades). El matsuri implica servir al kami o a la autoridad, lo cual supone una actitud de respeto y obediencia. En público, el matsuri se expresa en forma de festividad en la que el kami es recibido como un invitado al que se reverencia con actos de agradecimiento.

Existe un ritual muy elaborado para entrar en un templo. El camino hacia un templo sintoísta está marcado por un torii. Simbólicamente, separa el lugar sagrado que rodea al templo del mundo exterior profano. A menudo, los torii están bastante alejados del templo.

En las proximidades del templo, antes de la entrada, hay un estanque u otro tipo de balsa sobre la que se erige un puente sagrado. Éste, al igual que el torii, separa el mundo sagrado del templo del mundo profano exterior. Muchos templos sintoístas eran áreas sagradas a cuyo alrededor se distribuían objetos sagrados, como árboles, estanques o piedras y en la actualidad, en la mayoría de los casos, se han convertido en bosques a lo largo de todo el territorio japonés.

Los templos acogen a uno o más kamis o divinidades. Son visitados durante todo el año y especialmente atraen a numerosos seguidores los días festivos. Como acto religioso también destacan las peregrinaciones para pedir algún favor a las deidades.

 

Dioses y ritos del sintoísmo

 

Amaterasu: Deidad japonesa femenina que representa al Sol. El emperador de Japón era considerado su descenciente directo. Se la puede identificar con el buda celestial Vairocana.

Ema: Tablilla de madera donde se escriben peticiones y oraciones a los kami. Se utilizan en los santuarios sintoístas.

Haiden: Especie de plataforma de los templos sintoístas en la que se presentan las ofrendas a los kami.

Hatsumode: Celebración sintoísta de Año Nuevo.

Hinamatsuri: Celebración sintoísta conocida como el Día de los Jóvenes. Se celebra en marzo.

Honden: Edificio central de los templos sintoístas, en el que se encuentra el objeto sagrado que se venera en el lugar, objeto que suele simbolizar a un kami. De pie ante el honden, los fieles depositan monedas o arroz envuelto en un papel en la caja de las ofrendas.

Inari: Deidad o kami sintoísta que simboliza el arroz. Es la más venerada en los templos, aunque ahora se le considera patrón de los negocios en general, no tan sólo de los agrícolas.

Ise: Santuario sintoísta al que los fieles han acudido en peregrinación durante siglos. Tales peregrinaciones tenían mucho de fiesta profana, como lo prueba la fama de que gozaban las tabernas y burdeles de Ise.

Kami: Nombre con que se designa a las innumerables deidades que pueblan la naturaleza. En este culto está la base del sintoísmo popular.

Kasuga: Nombre que se da a los santuarios sintoístas de cierta importancia.

Konkokyo: Rama del sintoísmo fundada en 1859 por Bunjiro Kawate, tras varias revelaciones divinas. Este movimiento difiere del sintoísmo por afirmar la existencia de un mediador (en concreto el propio Kawate) entre Dios (Konko) y la humanidad. Tiene medio millón de seguidores.

Meiji: Imperio japonés del siglo XIX en el que el ritual sintoísta se convirtió en una imposición estatal.

Michizane, Sugawara: Sabio del siglo X d.C. En muchos altares sintoístas es venerado como un kami.

Omotokyo: También conocida como "el Gran Origen", es una secta del sintoísmo fundada por una mujer llamada Nao Deguchi, que provenía de las filas del movimiento konkokyo. Su pacifismo le ha causado problemas con los diversos gobiernos de Japón y cierta afinidad con algunas organizaciones cristianas. Su doctrina se basa en el principio panteísta de que todas las criaturas están animadas por el alma de Dios.

Ritos de estado: Tradición del imperio Meiji que ha perdurado e incluye una serie de celebraciones nacionales basadas en ritos sintoístas: el Día de la Cultura, el Día de los Adultos, los Festivales de la Agricultura, el Día de la Fundación del Estado y el discutido Cumpleaños del Emperador.

Sakaki: Árbol endémico de Japón, cuyas ramas son utilizadas en las ofrendas sintoístas.

Seicho no ie: Conocida también como "Casa del Crecimiento", es una rama del sintoísmo fundada en 1893 por un antiguo miembro de Omotokyo llamado Masaharu Taniguchi. Su mensaje entre nacionalista japonés y new age ha atraído a muchos seguidores a lo largo del siglo XX, contando en la actualidad con tres millones de fieles.

Sekai kyuseyko: Secta del sintoísmo fundada en 1934 por Mokichi Okada, antiguo fiel de Omotokyo, que basa su actividad en las curaciones, a medio camino entre las prácticas rituales y la medicina tradicional, llamadas jorei. Su millón de seguidores se encuentra en Japón y algunos otros países, como Thailandia y Brasil.

Sekai mahikari bunmei kyodan: Rama del sintoísmo fundada en 1959 por Yoshikazu Okada. Se basa en el okiyome, un ritual curativo para iniciados que consigue expulsar, a través de la Luz Verdadera, a los espíritus de vidas anteriores, que son los que causan la enfermedad. Creen, por tanto, en la reencarnación e incorporan conceptos del budismo y de la Biblia.

Shichigochan: Festividad sintoísta del Día de los Niños. Se celebra en noviembre.

Shimenawa: Cuerda gruesa hecha de paja de arroz utilizada en algunos ritos de purificación, llamados suygo, que se celebran en cascadas naturales.

Sintoísmo político: Legitimación de los gobernantes japoneses mediante ritos solemnes por sacerdotes. Con la adaptación de algunos aspectos del sintoísmo popular, acabó creando el llamado sintoísmo de estado, que desapareció tras la segunda guerra mundial.

Sintoísmo popular: Corriente tradicional del sintoísmo, basada en el culto a los kami y en diversas formas de religiosidad personal que difieren ligeramente según la región.

Tamashiro: Altar portátil donde se coloca a los muertos en los ritos funerarios sintoístas, en los cuales el difunto es considerado un kami más.

Torii: Puerta ceremonial de los templos sintoístas. Su forma suele tener connotaciones simbólicas y recuerda a la caligrafía japonesa. Su función es establecer la división entre el mundo terrenal y ordinario y el recinto sagrado.

Yasukuni: Altar sintoísta de Tokio en el que se ha rendido y rinde culto a los muertos por la patria. Es un centro con una clara connotación militar.


La religión imperial japonesa

Un origen divino del imperio
La mitología, base de la nación japonesa
La divina línea imperial japonesa
Período de las Dos Cortes

 

Un origen divino del imperio

 

Los japoneses siempre fueron susceptibles a las fuerzas impresionantes de la naturaleza, sensibles a los diversos aspectos de la vida humana y siempre estuvieron dispuestos a aceptar las influencias extranjeras.

Los rasgos naturales y el clima de la tierra habitada por un pueblo ejercen una gran influencia sobre su actividad formadora de mitos. Pero la manera como reaccionan ante estas condiciones externas está determinada por su temperamento, el conjunto de ideas tradicionales y las influencias ajenas a las que han estado expuestos.

 

La mitología, base de la nación japonesa

 

Los mitos cosmológicos son los cimientos de la tierra y la cultura japonesas, y también de la familia que gobernaba el imperio. Las antiguas leyendas sobre el origen y la llegada de los primeros habitantes a su morada actual también alimentaban el mismo origen. El resultado de una batalla pacificadora entre los primeros habitantes y los enviados de los dioses, que debían anular el caos reinante entre los nativos y actuaron como conquistadores, fue que los enviados celestiales se instalaron en la región de Yamato, que se convirtió en la sede de la residencia imperial hasta finales del siglo VII. El clan principal de japoneses, representados por los descendientes de esos conquistadores, se denomina desde entonces Yamato. Los Yamato siempre han creído que descendieron del cielo y rinden culto a la diosa solar como antecesora de la familia reinante, si no de todo el pueblo. También procuraron imbuir esta creencia en el pueblo subyugado, y en parte lograron impresionarlo con ésta y otras ideas asociadas. Estas leyendas y creencias, junto con las prácticas religiosas, formaron la religión original del clan Yamato, conocida como sintoísmo.

En el siglo VIII se había atribuido origen divino a la familia imperial japonesa; se creía que el emperador descendía de la diosa solar, y con el tiempo este argumento se convirtió en la base del sintoísmo estatal y de la lealtad y obediencia al emperador.

En 1868, durante el período de la restauración Meiji, los altares sintoístas fueron purificados, es decir, se liberaron de las influencias budistas y se impuso el sistema de estado sintoísta. Las escuelas enseñaban que la familia imperial era de origen divino y se insistía en la total sumisión a la voluntad del emperador.

Se abogaba por una estructura nacional basada en el culto al emperador, por la que la nación japonesa se consideraba que era querida por los dioses y que el emperador japonés era, en cierto sentido, el gobernador del universo.

Por tanto, la línea de emperadores japoneses es considerada la continuación de los kami, y como tal no puede ser rota. Irónicamente, Hirohito renunció a la divinidad de los emperadores japoneses en 1945, al final de la segunda guerra mundial, pero aun así la línea imperial japonesa todavía goza de gran respeto, aunque ya no se le rinde culto. Antes de eso, el emperador era a la vez gobernador y sumo sacerdote de la nación, y la actitud de reverencia a su persona se vio fortalecida por las tradiciones confucianas de lealtad y jerarquía.

 

La divina línea imperial japonesa

 

En Japón, el emperador fue considerado como descendiente directo de la divinidad Sol, Amaterasu, hasta que Hirohito, con la proclamación imperial de 1946, renunció a este tratamiento. La rígida genealogía histórica de los emperadores dioses se inicia en el año 539 coincidiendo con la introducción del budismo coreano en Japón. Los emperadores anteriores son puramente legendarios o su dinastía no está históricamente comprobada.

539-571 Kimmei

573-585 Bidatsu

585-587 Yomei

587-592 Sushun

592-628 Suiko

629-641 Jomei

642-645 Kogyoku

645-654 Kotuko

655-661 Saimei

662-671 Tenji

671-672 Kobun

673-686 Temmu

686-697 Jito

697-707 Mommu

707-715 Gemmei

715-724 Gensho

724-749 Shomu

749-758 Koken

758-764 Junnin

764-770 Shotoku

770-781 Konin

781-806 Kammu

806-809 Heizei

809-823 Saga

823-833 Junna

833-850 Nimmyo

850-858 Montoku

858-876 Seiwa

876-884 Yozei

884-887 Koko

887-897 Uda

897-930 Daigo

930-946 Suzaku

946-967 Murakami

967-969 Reizei

969-984 Enyu

984-986 Kazan

986-1011 Ichijo

1011-1016 Sanjo

1016-1036 Go-Ichijo

1036-1045 Go-Suzako

1045-1068 Go-Reizei

1068-1072 Go-Sanyo

1072-1086 Shirakawa

1086-1107 Horikawa

1107-1123 Toba

1123-1141 Sutoku

1141-1155 Konoe

1155-1158 Goshirakawa

1158-1165 Nijo

1165-1168 Rokujo

1168-1180 Takakura

1180-1183 Antoku

1183-1198 Go-Toba

1198-1210 Tsuchimikado

1210-1221 Juntoku

1221 Chukyo

1221-1232 Goshirakawa

1232-1242 Shijo

1242-1246 Go-Saga

1246-1259 Go-Fukakusa

1259-1274 Kameyama

1274-1287 Go-Uda

1287-1298 Fushimi

1298-1301 Go-Fushimi

1301-1308 Go-Nijo

1308-1318 Hanazono

1318-1331 Go Daigo

 

Período de las Dos Cortes.

 

1331-1339 Go Daigo

1339-1368 Go-Murakami

1368-1383 Chokei

1383-1393 Go-Kameyama

1331-1333 Kogon

1336-1348 Komyo

1348-1351 Sujo

1352-1371 Go-Kogon

1371-1382 Go-Enyu

1382-1392 Go-Komatsu

1392-1412 Go-Komatsu

1412-1428 Shoko

1428-1464 Go-Hanazono

1464-1500 Go-Tsuchimikado

1500-1526 Go-Kashiwabara

1526-1557 Go-Nara

1557-1586 Ogimachi

1586-1611 Go-Yozei

1611-1629 Go-Mizunoo

1629-1643 Meisho

1643-1654 Go-Komyo

1654-1663 Go-Sai

1663-1687 Reigen

1687-1709 Higashiyama

1709-1735 Nakamikado

1735-1747 Sakuramachi

1747-1762 Momozono

1762-1770 Go-Sakuramachi

1770-1779 Go-Momozono

1779-1817 Kokaku

1817-1846 Ninko

1846-1866 Komei

1867-1912 Meiji

1912-1926 Taisho

1926-1989 Hirohito

CONTINÚA CON Las religiones monoteístas

VOLVER

SUBIR