INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA DE MASAS

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Antonio Hernández Mendo, Angustias Estrella Colomo
Pilar Gálvez Cordero e Irene Ortega Alcántara

Universidad de Málaga  (España)

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Tipología de masas

    Vamos a incluir dos clasificaciones de masas de autores distintos. Munnée y Brown. No es posible elaborar una sola tipología exhaustiva, sino que es necesario establecer diversas clasificaciones, cada una desde una perspectiva o característica diferente, debiendo luego cruzarse todas ellas entre sí para poder efectuar un análisis tipológico completo de cada fenómeno de masas. Así podemos considerar una clasificación distinta atendiendo a diferentes factores:

La dimensión o tamaño del fenómeno. Si tomamos este factor diferencial distinguiremos entre micromasas y macromasas. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en los fenómenos grupales, en los de masa la dimensión o tamaño es poco relevante porque es puramente cuantitativo. Y, cualitativamente, en los fenómenos de masa, el contacto social siempre es poco profundo, inestable y transitorio; depende poco de la dimensión de la masa. Así, el paso de micro a macro es relativo.

Características de los participantes de la masa. Este factor distingue entre las masas homogéneas y heterogéneas. El grado de homogeneidad depende de la cantidad y cualidad de las características comunes de los participantes. Por ejemplo, frente a la gran heterogeneidad de la masa de bañistas de una playa tenemos la relativa homogeneidad que presentan las masas de una manifestación de obreros metalúrgicos.

Grado de participación en el fenómeno. Este factor da lugar a masas pasivas o activas. Esta es una de las clasificaciones más importantes. Masas pasivas a las que Brown denominó «audiencias» o «públicos», son, por ejemplo, las contemplativas o curiosas, como el agrupamiento de personas paradas y absortas viendo cómo trabaja una excavadora en la construcción de una plaza. Las masas activas, que hacen algo, pueden ser pacíficas, como las que se manifiestan en homenaje a un héroe, o violentas. Estas últimas suelen designarse con el nombre de «turbas» y Roger Brown (1954) las clasifica en cuatro clases:

    Las turbas son masas activas congregadas que están haciendo algo. En una turba da la impresión de que todos sus miembros se comportan de la misma forma. A su vez se clasifican en:

Turba agresiva: tiene un movimiento centrípeto, dirigido contra algo o contra alguien en plan de protesta, de rebeldía (ej. Motines de un buque o de una prisión), de castigo o venganza (ej. Linchamiento), o en plan revolucionario. La violencia es común y el linchamiento es el paradigma de este tipo de masas. Este es el caso de la tragedia en un estadio de fútbol en Honduras en marzo de 1974 o de la acontecida en el partido Perú-Argentina (mayo, 1964) con 318 muertos y 500 heridos. Ejemplo del motín de la cárcel sudamericana: en Sao Paulo hay una prisión llamada Inmigrantes para delincuentes juveniles. Su propósito es rehabilitar a los jóvenes que «deben ser tratados con respeto y dignidad» y «recibir educación e instrucción vocacional», sin embargo la opinión que de ella tienen los reclusos es totalmente contraria, para ellos es un «infierno». Hace poco estallaron motines en Inmigrantes, pero el peor ocurrió el 24 de octubre 1999 cuando más de mil jóvenes tomaron el control del centro y se lanzaron al vandalismo durante 19 horas. El país observó horrorizado cuando las cámaras de televisión mostraron a un grupo de presos golpeando y pateando a un muchachito de unos 12 años y amenazando arrojarlo desde el muro de 7 metros si se acercaba la policía. En el interior murieron 4 jóvenes, dos de ellos decapitados. En septiembre, otro de los reclusos de este centro participó en una fuga masiva y sus declaraciones fueron:«en cuanto los polis nos trajeron nos abofetearon y nos golpearon con trozos de madera y hierros envueltos en toallas».

Turba evasiva: Aparece cuando se produce una amenaza o peligro y la posibilidad de escapar es restringida debido a escasez o estrechez. Esta multitud tiene un movimiento centrifugo (evitan el lugar del peligro) y centrípeto (convergen hacia el punto de salida). Este tipo de incidentes se ha producido en América Latina y Europa. En América Latina señala las tragedias de Lima (24/05/1964) con más de 300 fallecidos, Buenos Aires (23/06/1968) con 71 muertos y 130 heridos, Salvador en Brasil (06/03/1971) con 3 muertos y 800 heridos. En Europa señala la tragedia del estadio de Bradford (Inglaterra) con 53 muertos y 300 heridos. Señala que no se produce conducta de pánico hasta que cierto numero de personas intentan salir de forma desordenada, normalmente los que están más alejados de las salidas.

Turba adquisitiva: Es la que se polariza hacia un objeto que desea intensamente. En el fútbol se pueden distinguir dos tipos: los que hacen cola para adquirir las localidades y la que se agolpa a la puerta del estadio. Mann (1970, 1977) observó que los participantes en las colas (grupos de amigos o familiares) "desarrollaban una conducta altamente ordenada y cooperativa, creándose un fuerte sentimiento de comunidad del que emergían normas comunes" (p.30). Sin embargo la multitud que intenta entrar en el estadio ha sido protagonista de trágicos acontecimientos cuando ha visto amenazada la posibilidad de entrar. Javaloy señala el caso de Bukun en el Congo (06/10/1969) con 27 fallecidos y más de un centenar de heridos y en el Cairo (19/02/1974) con 49 fallecidos y numerosos heridos.

Turba expresiva: Esta es la multitud que mejor caracteriza al público que asiste a los espectáculos deportivos. Esta multitud está poco estudiada. Las conductas de esta multitud tienen un carácter catártico propia de las actividades de tiempo libre. Se han estudiado estas multitudes a través de sus cánticos y se han encontrado dos tipos de tema: ingroup y outgroup. Javaloy además señala que la capacidad para estimular emociones reside en la capacidad simbólica del espectáculo deportivo: simbolismo de caza o de batalla según Desmond Morris (1982). También señala de acuerdo con los trabajos de Mann (1977) que las experiencias de victoria o de derrota se pueden manifestar como una extrema excitación que conduce a la pérdida de autocontrol y a un comportamiento desinhibido e irracional.
    Otras tipologías interesantes que atienden a otros factores son las siguientes:

Según el grado de ocasionalidad del fenómeno hay masas esporádicas y masas intermitentes. Un ejemplo de masas intermitentes es el público que habitualmente sigue un programa de televisión.

Según el grado de fluctuación de los participantes encontramos masas que son simultáneas y masas que son sucesivas, en estas la masa resulta de un constante cambio de personas, lo que no ocurre en el primer caso, por ej. Las personas que hacen cola.

Según el grado de improvisación del fenómeno puede haber masas imprevistas que surgen de un modo inesperado y masas previstas, y organizadas. Las primeras tienden a ser desordenadas y las segundas ordenadas.

Otra tipología es la de masas con conductor, cabecillas o agitadores, que intentan dirigir la acción.

    Una tipología más «completa» de los fenómenos de masa es la que atiende al modo global de darse el fenómeno (Munné, 1979, p.190):

 

Las anteriores tipologías expuestas complementan a esta última:

Masas disgregadas y las masas congregadas están constituidas por pluralidades de personas en proximidad física, que se encuentran en un mismo lugar y a un mismo tiempo.

Las masas disgregadas, se forman por la pura coincidencia de personas en un lugar determinado, por ej. Quienes transitan por la calles o toman el sol en el parque. Pueden ser desordenadas (primer ej.) u ordenadas (segundo ej.). Son heterogéneas, pasivas, esporádicas, sucesivas y carecen de conductor. Las personas que integran este tipo de fenómeno participan pasivamente en él, aunque exista una interacción entre ellas. Por ej., en la calle unos ven a otros y se apartan para no tropezar con ellos, circulan siguiendo reglas de tránsito, etc. A las masas disgregadas se les ha llamado, paradójicamente, agregados o agregaciones, puesto que si bien hay una agregación de personas, el fenómeno masivo es en sí mismo como totalidad un fenómeno disgregado.

Las masas congregadas son reuniones físicas de personas que se agrupan ante un estímulo común a todas ellas. A su vez pueden ser:

Masas estimuladas, que responden a un estímulo, externo a cada uno de los participantes: obras en la calle, ruido de un reactor que vuela, un semáforo en rojo que les obliga a esperar, etc. generalmente son masas expectantes o curiosas. Entre los participantes existe una interacción casi tan leve como la que es típica de las masas disgregadas. Estas masas se caracterizan por ser heterogéneas, desordenadas, imprevistas y casi siempre sin conductor. Tienden a ser pasivas, esporádicas y simultáneas.

Masas interesadas. En ellas las personas participantes comparten un mismo interés. Los participantes se encuentran en una situación de fácil influjo psíquico que implica la existencia de un contagio mutuo por el que cada uno reacciona inmediata, espontánea y favorablemente a los sentimientos y actitudes de los demás. Es visible en ellas una interacción y una uniformidad de comportamiento. Cabe que algún participante asuma algún rol difuso, como veremos. Se subdividen en masas informales y formales. En las masas informales, el interés que motiva la congregación no exige para ser mantenido o satisfecho que los participantes se sujeten a unas determinadas pautas. Este tipo de masas agrupa a una gran variedad de fenómenos concretos, entre los que destacan las turbas en sus diferentes clases. Pero no todas las masas informales son activas y violentas. Pueden ser también pasivas, como la gente que se aglomera en una hora punta para esperar la llegada del metro, o que contempla la persecución de unos delincuentes. Las masas formales son reuniones preorganizadas que siguen unas pautas sencillas y elementales. Tienden a ser ordenadas. Algunas de sus manifestaciones tienen conductor. El número de los participantes es en general relativamente limitado. Pueden ser pasivas (como los espectadores de cualquier espectáculo deportivo) o activas (quienes bailan en el baile de la fiesta del pueblo). Cuando son pasivas constituyen los llamados públicos, o sea reuniones de personas que asisten a un acto como participantes pasivos, pero por lo general voluntariamente. Su formalismo deriva del hecho de que suponen por lo general una preorganización. También porque los participantes siguen una rutina externa de horario y conducta: tienen ciertos asientos, ocupan y dejan los mismos en determinados momentos...los públicos pueden ser simplemente expectantes (como los de cualquier espectáculo, los que están comprando en un establecimiento) o receptivos (como el público de las conferencias, del cine, de conciertos...) a los públicos receptivos podemos llamarles «auditorios», pues aunque esta palabra sea empleada por muchos como sinónimo de públicos, refleja muy bien la esencial característica de este subtipo de masa, cuyos participantes adoptan una actitud mental de receptividad intelectual, que falta en los «públicos» simplemente expectantes).

Las masas difusas, a diferencia de las masas disgregadas y de las congregadas, no son reuniones con proximidad física de los participantes. Estos se encuentran en aquellas diseminadas o en el espacio (los oyentes de un programa de radio o los telespectadores de un programa de televisión) o en el espacio y en el tiempo (los lectores de un diario, de una revista o de un libro). Estas masas no son directamente observables, pero sí son indagables por investigación empírica. Las masas difusas tienen a lo formal y sus participantes son ilimitados. 

 

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Psicología del Deporte | sobre Estudios Sociales
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ver también
Psicología social vs psicología colectiva

Formas de agrupamiento social: masas, grupos y sociedades

Concepto de masa y características

Matizaciones al concepto de masas
Violencia colectiva

Desastres y comportamientos colectivos

 

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