ADOLESCENCIA Y DROGADICCIÓN II

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INDICE
 
Introducción
La Droga
        Definición
        Precisiones necesarias
        Haciendo un poco de historia
        Clasificación
                Alucinógenos 
                Cocaína y Crack
                Estimulantes
                Marihuana
                Narcóticos 
Drogadicción
        Causas
        Perfil de identidad 
                Introducción 
                Factores que influyen en el desarrollo de una drogadicción 
                Factores constitucionales
                Relaciones objetales tempranas 
                Depresión Materna
                Desarrollo del Self
                Relación con la figura paterna 
                Invasión de los límites del otro
                Importancia del cuerpo y negación del mismo en el adicto 
                Negación de la finitud  
                Constelación y personalidad preadicta   
        
Adolescencia y drogadicción     
        
La búsqueda de riesgos  
        
La presión social       
        
La amistad      
        
Algunas conclusiones    
Prevención              
        
Tipos de Prevención     
        
Modelos de Prevención   
                
Modelo Etico-Jurídico   
                
Modelo Médico-Sanitario 
                
Modelo Psico-Social     
                
Modelo Socio-Cultural   
                
Modelo Etico-Social     
        
¿Legalizar o no legalizar?      
        
Características de la legislación argentina     
        
Ejemplos de Proyectos de Prevención     
                Programación global de la prevención y la asistencia en las tóxicodependencias  
                Proyecto curricular     
        
Prevención en otros países      
Trabajo de Campo                
Conclusión              
Bibliografía            
Anexo I - Tipos de Drogas       
Anexo II - Factores Básicos     
Anexo III - Encuesta a Alumnos  
Anexo IV - Encuesta a Directivos        

 

Drogadicción

Causas
Existe en nuestros días una preocupación en el ámbito mundial por la extensión e intensidad con que se presenta el flagelo de la drogadicción.
Todos los paises están involucrados y atentos a formar una conciencia que permita el control de este mal y por tal motivo buscan  no solo prevenir sino tratar de conocer mas profundamente las causas que llevan al hombre a sumarse a las huestes de los adictos.
El hombre desde la antigüedad se visto tentado a seguir el camino del placer enfermizo buscando el paraíso a través de la intoxicación descontrolada. Este fenómeno estaba circunscripto a determinadas elites, atraídas por el esnobismo, tratando de despegar de la realidad para encontrar la satisfacción de placeres no posibles de lograr fuera de la intoxicación sofisticada. Por otro lado tenemos los que llegan a la droga por problemas psicoafectivos, buscando llenar vacíos que sus afectos no logran compensar.
Pero hoy, y de allí la preocupación generalizada, se ha extendido de tal modo su utilización que podemos identificarla como una enfermedad social, pudiendo definirla como "aquella que dañando el organismo y la mente del enfermo, trasciende sus límites, para invadir y propagarse a los otros individuos de su medio, mediante la interacción social; atacando y destruyendo la trama de la sociedad y desencadenando secundariamente vicios sociales tales como la desocupación, la delincuencia, la violencia, la promiscuidad y el deterioro de los vínculos familiares."
Analizando la drogadicción podemos identificar factores básicos que concurren para su presencia, y se ejemplifica en el ANEXO II:
1.     un agente exterior: la droga
2.     un medio facilitador: el medio sociocultural
3.     un ser humano cuyas carencias lo transformen en terreno fértil para que momentáneamente o  permanentemente caiga en el uso de drogas.  
Accionar sobre estos factores conducentes resulta la preocupación que ya hemos mencionado, si desmenuzamos cada uno de ellos nos daremos cuenta que tratar de eliminar o minimizar la presencia de la droga es por demás difícil por no decir imposible, ya que sus componentes podrán se elegidos entre muchas opciones y que se encuentran en casi todas partes. Un elemento activador es el gran desarrollo de las comunicaciones, las sofisticación de los medios utilizados para su transporte y el crecimiento de las organizaciones destinadas a la comercialización, promoción y distribución de la droga.
Sobre el segundo factor se puede actuar con mayor o menor posibilidad de éxito. Como veremos más adelante existen varios modelos de prevención que han sido creados y modelados para crear en la sociedad un crecimiento cultural que permita neutralizar las condiciones de superioridad con que  nos enfrentamos. Esto no solo represente una tarea difícil por la desigualdad de las "armas" empleadas, sino una falta de unidad mundial para tratar de encontrar modelos válidos de lucha.
Por lo expuesto resulta que lo más adecuado y con reales posibilidades de éxito es el conocimiento y tratamiento del individuo y su medio ambiente inmediato, para que a través de una acción preventiva, activa e intensa se logre proteger al ser humano y por extensión a la sociedad, de ser alcanzada por la enfermedad.
Es indudable que los cambios culturales ocurridos en la sociedad en los últimos años ha favorecido la aparición de un campo propicio para el desarrollo de la "personalidad adicta temprana". Con respecto a los cambios culturales, podemos hacer mención de sensaciones de vacío, carencia de ideales, valores y metas, tendencia a la depresión; sin duda ayudados por las condiciones socioeconómicas producidas por la globalización, falta de oportunidades y escasez de trabajo que influyen en el desempeño familiar afectando los procesos de desarrollo de la personalidad en los estadios más precoces de la infancia.
Partiendo del concepto "la droga es una muleta, incapaz de prevenir la invalidez psíquica",  debemos entonces encarar el estudio de la drogadicción partiendo del análisis del ser humano desde los inicios de su vida, su relación con el medio ambiente inmediato y su desarrollo en las etapas de adolescente y adulto.  

 

 Perfil de Identidad
Introducción
La drogadicción debe ser estudiada dentro de un marco psicosocial, si no hay droga no hay drogadicción.
Otro concepto importante es el de la disposición del individuo a usar drogas. Este fenómeno es inherente a la condición de fragilidad y finitud del ser humano. Debemos tener en cuenta que drogadicción no es un diagnóstico que se corresponde en forma lineal con una estructura de personalidad definida. Es cierto que entre los adolescentes que hoy usan drogas, hay un porcentaje muy significativo de trastornos narcisistas de la personalidad, pero esta no es una condición excluyente, ya que también pueden existir trastornos neuróticos, psicóticos, depresiones graves, etc.. Por otra parte hay personas que padecen algunos de estos cuadros y que jamás se drogan.
En primer término, las personas con diferentes patologías podrán usar drogas si existe la posibilidad de tener acceso a su suministro. Donde esta alternativa no existe, la persona podrá desarrollar otras conductas adictivas: el juego, el trabajo, la comida,etc. , pero no una drogadicción fármaco-dependiente.
La droga es una necesidad que se registra como una constante a lo largo de la historia de la humanidad, y cuyo fundamento está basado en la incapacidad humana para aceptar la condición de finitud inherente al fenómeno de la vida.
El hombre es el único animal que no acepta su destino biológico que es nacer, crecer, reproducirse y morir. Todos los demás desarrollan esta secuencia aceptándola como un mandato natural.
Para ampliar este concepto Kalina hace una disociación absolutamente artificial, y considera al hombre como un cuerpo y una mente.
El cuerpo del hombre es igual al de cualquier animal, nace, crece, se reproduce ( o no ) y muere. Tiene que cumplir el destino biológico. Nuestra mente, en cambio, siempre ha querido escapar de este determinismo biológico, y sólo mentalmente podemos intentar trascender los límites que nos corresponden. Nuestra fantasía nos permite hacer cualquier cosa que deseemos, siempre que esta realización sea en el nivel mental. En cambio, en el nivel corporal, físico, la finitud y la muerte como final inevitable de nuestra existencia es un hecho capital que duele intensamente y cuesta aceptar, y cuanto más débil es una persona más dificultad tiene para tolerar el conocimiento de la realidad que es la vida.
Kalina se refiere a la fragilidad de los adolescentes, en el sentido de aquellos que han sufrido grandes frustraciones, que han lesionado su YO, debilitando y distorsionando sus posibilidades de un normal funcionamiento.
Estos adolescentes tienen más problemas para aceptar sus limitaciones, su finitud, por eso cuando tienen que enfrentarse a situaciones que experimentan como terribles, horrorosas, un recurso defensivo es refugiarse en su interior y si esta interioridad está muy dañada, lesionada, carente de objetos buenos internalizados, producto de relaciones parentofiliales amorosas, que ayuden a encontrar sentido a la vida, es decir, desilusionante, su sensibilidad a la oferta externa de substancias mágicas que les brinden ilusiones aumentan peligrosamente.
 
Factores que influyen en el desarrollo de una drogadicción
Según Kalina y llegando a una gran simplificación, la respuesta es la falta de amor, el abandono y las consecuencias psicológicas correspondientes.
Luego especificaremos otros factores que influyen, y los analizaremos con mayor detalle. Volviendo a la falta de amor, el hombre al nacer y durante una cantidad de tiempo importante, necesita dedicación, atención y cuidados amorosos para poder desarrollarse e integrarse adecuadamente.
Cuando esta condición falla, vemos entonces aparecer con gran frecuencia los trastornos de la personalidad y también las adicciones.
Esto nos lleva a analizar algunos elementos que Kalina considera importantes para explicar el desarrollo de una adicción.
 
Factores
constitucionales:
Estudiosos de la psicología infantil, como Klein, consideran que hay niños que nacen con características psicológicas de origen constitucional diferentes, por ejemplo hay niños que nacen con una menor capacidad para tolerar la ansiedad, que son más impulsivos y que tienen características diferentes a otros niños.
Se está investigando las bases neuroquímicas de la conducta y ya se sabe por ejemplo, que el feto responde con alteraciones del ritmo cardiaco, succión del dedo y movimientos a situaciones de estrés de la madre.
Podemos suponer entonces que a través de mensajes neuroquímicos se va plasmando una pauta de respuestas conductuales en germen, que después del nacimiento se expresarán en diferencias de respuestas psicológicas entre un niño y otro frente a la ansiedad, el miedo, la frustración, etc.
Tampoco podemos olvidar que la ingestión por parte de la madre de ciertas substancias como alcohol, tabaco, psicofármacos y otros, también van a ejercer su efecto sobre la evolución y estructuración biopsicológica del feto-futuro hombre.
 
Relaciones objetales tempranas: (constancia objetal)
Si al nacer un niño, su madre está bien sustentada por su pareja y por condiciones ambientales adecuadas, es más posible que pueda ser atendido por ella como un otro.
En esa fase y durante los primeros años el niño, necesita  dedicación, amor y cuidados que le permitirán desarrollarse e ir fortaleciendo su YO.
En la medida en que ha recibido mejor calidad de amor, respeto por él mismo y un buen concepto de límites entre uno y otro, va desarrollándose dentro de él, la génesis de una conducta ma

dura.
Todo esto se logrará si las primeras relaciones del niño con la madre son adecuadas y si el objeto primario, la madre, permanece constante y disponible, por lo menos durante los primeros meses de vida.
El alejamiento de la madre o la incapacidad de dar todo este sustento al niño, Kalina lo llama micro o macroabandono, y va a provocar alteraciones de las relaciones objetales tempranas, y por lo tanto dificultará el logro de un YO maduro posteriormente, lo que predispondrá a la aparición de una adicción, si se cumplen además otras circunstancias, porque este factor recién expuesto no es específico como base predisponente.
 
Depresión Materna:
Existe un micro o macroabandono del cuidado del niño en los casos de depresión materna. Normalmente, frente al nacimiento de un hijo las madres tienen reacciones depresivas.
El parto y el período de postparto es una etapa de cambios muy importantes para la mujer. Hay madres que presentan depresiones muy serias, y la persona depresiva es alguien siempre hambrienta de estima.
En esta situación, la madre atenderá posesivamente a su hijo, no porque este la necesite, sino porque ella lo necesite a él, o sino directamente lo abandona.
Este es un proceso que se desarrolla y se extiende en el tiempo, y a través del cual la madre usa al niño para ella misma, venciendo los límites del niño para acomodarlo a sus necesidades.
Se produce una simbiosis que no se va a resolver en forma normal, a través de los procesos de separación - individuación.
Las técnicas de acción para llegar al otro, en vez de las verbalizaciones, las invasiones del territorio del otro y su manipulación permanente, los modelos tóxicos, los dobles mensajes inductores, las mentiras, etc. van configurando un cuadro particular.
 
Desarrollo del
Self: (Si-Mismo)
El niño nace dotado de un equipo psicológico (self) que le permite realizar su primera acomodación a la estructura de su ambiente. Su forma y su estilo de adaptación dependerán del interjuego que se de entre sus recursos constitucionales, psíquicos y biológicos, y los vínculos con los objetos que el medio externo aporta (la familia mas próxima) y entre estos dos, los sucesos infantiles.
En este punto, es de fundamental importancia el vínculo que se mantenga entre la madre y el niño.
La capacidad de la madre para soportar la angustia, calmar y dar consuelo, hacen que el niño se sienta bueno, querido y aceptado tal cual es.
Esto estimula la relación afectiva y el contacto con la realidad. El sujeto (bebé) necesita encontrar un objeto (madre) que le aporte gratificaciones que dirija, modele y contenga sus impulsos, que alivie y regule sus tensiones y que lo haga sentir grande e importante.
Cuando la madre no puede responder a los deseos y necesidades del bebé, el self de este, se conforma desvitalizado, depresivo y con importantes sentimientos de vacío.
Esta situación es el germen que en el futuro generará las ansias de dependencia patológica (estructura adictiva).
También, podemos observar que son familias, en general con mala alianza marital, donde muchas veces el precario vínculo que mantiene la relación es un hijo dependiente e inmaduro que canjea su independencia por la enfermedad.
De esta manera, la drogadicción pasa a ser el precio que se paga para no crecer. Son familias que suelen tener un pasado con situaciones ocultas, secretos familiares, pasados difíciles, que viven como vergonzosos, con contradicciones y mentiras.
Puede suceder que el padre, una figura ausente de afecto y preocupación por el hijo, que suele tener una apariencia de fortaleza, utiliza la prepotencia para desvalorizar a la madre, acentuando su predominancia, logrando de este modo el desamparo del hijo por ambos, ya que una madre no respaldada por el padre del niño no puede cumplir su rol con tranquilidad.
Es común también, que se trate de padres dedicados de manera exagerada al trabajo, con poco contacto familiar, desinteresados de la educación y aspectos afectivos de sus vidas.
Las características recién descriptas se constituyen en sustratos cargados de hostilidad que estarán en la base de la patología del superyo.
Sobreviene entonces una alteración del sistema de valores y una incapacidad de asumir normas de autocrítica, capacidad de culpa y preocupaciones frente a si mismo y hacia los demás, que devienen en conductas delictivas.
Esta generación de estructuras vulnerables produce  un daño más grave en estas primeras épocas, por ser las que encierran el germen del basamento de la personalidad, extendiéndose a etapas posteriores de la educación, que no es otra cosa que la formación del carácter y del sistema de valores a los cuales la persona se ajustará y tomará como guía en la vida.
 
Relación con la figura
paterna:
Para Kalina, la figura paterna es un factor clave para la aparición o no de una drogadicción. Aunque su papel en los primeros momentos de la vida no es tan capital como el de la madre, al dar estabilidad al hogar y al vínculo entre la madre y el hijo, va generando las condiciones más adecuadas para que el buen desarrollo del niño se efectúe adecuadamente.
En la historia de la evolución de un futuro drogadicto, la figura paterna no es capaz de sostener las dificultades de su esposa y por otro lado no reacciona frente a la simbiosis madre - hijo, para evitar así hacerse cargo de las necesidades y exigencias de su esposa y/o del hijo.
Lo que constituía una díada de explotación se ha transformado en una tríada de explotación, al utilizarse al hijo para que la pareja subsista.
A través de ese pacto perverso se instala el modelo de "hacer la vista gorda " (denominación de Kalina ), algo así como una negación parcial pactada,  que luego el adicto introyectará y la convertirá en el modus vivendi, así como la tendencia de ser un explotador - explotado.
En otras palabras, incorporará una ideología de vida donde una parte de su YO hará la vista gorda  a las actuaciones de la otra, en especial en todo lo que respecta a las actuaciones adictivas.
 
Invasión de los límites del
otro.
En el tipo de relaciones descriptas anteriormente, nadie es un otro como un otro, sino que está al servicio del otro.
Hay una permanente invasión de los límites  y se establecen relaciones del tipo narcisista caracterizadas por la manipulación.
Hay además un permanente uso de la negación, por lo que no se perciben o se niegan los que existen en la familia, pues "se piensan unos a otros" y no conocen el valor de preguntarle al otro que le pasa.
 
Importancia del cuerpo y negación del mismo en el adicto. Negación de la
finitud:
En la disociación que hace Kalina del cuerpo y de la mente , el cuerpo marca la condición bilógica del hombre.
El adicto niega esta circunstancia, hace  "la vista gorda". Siente odio hacia su cuerpo, ya que éste por su finitud le impide vivir la ilusión de la grandiosidad que busca.
Ahora bien, el adicto vive una paradoja trágica, como todo ser humano necesita y busca un límite para poder integrarse al resto de la humanidad, pero cuando lo encuentra se desespera porque este mismo límite le marca su finitud.
En consecuencia busca sobrepasarlo, atacándolo y buscando una grandiosidad que no puede ser satisfecha, y al encontrar un nuevo límite ante la intolerancia del cuerpo al tóxico, reaparece nuevamente la condición de finitud..
Observemos que en este juego se reproduce un modelo interpersonal familiar, donde siempre se espera de él (o se desea) algo que no puede cumplir.
Su búsqueda incesante de genialidad responde a su necesidad de corresponder a ese deseo. Así, esto se repite una y otra vez, hasta llegar a la sobredosis, que representa la posibilidad de marcar un límite que detenga el ciclo, el límite máximo que es la muerte.
Esta negación del cuerpo y su finitud se complementa con el sentimiento que tiene el adicto de tener un YO demasiado frágil, que ha sido invadido y explotado desde pequeño sin respeto a sus límites.
Cuando encara su vida no tiene fuerzas para enfrentar los límites de la realidad externa, y entonces recurre a las drogas que operan como una fuerza extra que le ofrecen la ilusión de poder vivir una existencia con una menor vulnerabilidad que la que realmente tiene.
 
Constelación y personalidad preadictiva.
Kalina dice que no hay trastorno de personalidad o condición psicopatológica específica en la base de las adicciones.
Pero también plantea la existencia de algunas características que él llama "constelación preadictiva".
En el perfil del adicto hay que buscar los modelos familiares que complementan los factores predisponentes al desarrollo de esta enfermedad.
A través de mensajes verbales y no verbales la familia se encarga de mostrar al niño una serie de conductas adictivas que tienen que ver con el uso abusivo de medicamentos, en especial psicofármacos, tabaco, café, trabajo, comida, etc.
Con estas conductas está dando un mensaje de cómo enfrentar las viscisitudes de la vida, lo que unido a otras condiciones externas va a generar la adicción futura.
Mucha gente, adolescentes y adultos usan o experimentan alguna vez con drogas; sin embargo no se convierten en adictos, los que se transforman en drogadictos son los que tienen una "constelación preadictiva".
El uso indiscriminado de medicamentos, el uso del tabaco en forma compulsiva frente a cualquier ansiedad, el uso de alcohol o de comidas frente a la ansiedad, o el comprar o trabajar o hacer cosas compulsivas para calmar la angustia va construy

endo en el hijo, un modelo donde el pensar, esperar y controlar los impulsos no existe; en cambio la acción y especialmente la acción tóxica sustituyen el pensar.
Así se genera una personalidad preadictiva que al juntarse con la droga pasa a la categoría de adicta.
En otras palabras, en estos grupos familiares o equivalentes no se aprende el control de impulsos porque no existe nadie que lo enseñe. No hay  modelos coherentes de reflexión, de espera.
El adicto está siempre pidiendo, es decir buscando la gratificación inmediata porque no aprendió a mediatizar el impulso con el pensamiento.
Es un ser crónicamente "hambriento". Por estas características es que Freud planteó la importancia de fijaciones orales en la dinámica de la adicción, y en esta fijación se fundamentó la clásica descripción de la existencia, en la personalidad del adicto, de un YO débil, incapaz de tolerar las frustraciones.
Estos grupos familiares o equivalentes, pueden ofrecer, modelos simbióticos o cismáticos.
En ambos predomina la rigidez de los roles, separados en el cismático y mantenidos juntos por encolamiento en los simbióticos como fundamento para la subsistencia del vínculo parental.
Estos conceptos nos explican la falta de repertorio de recursos psicológicos que en un futuro presentarán los adictos para enfrentar las dificultades de la vida.
Dentro de la constelación y personalidad preadictiva debemos reiterar aquellos factores de índole sociocultural que inducen el desarrollo de las adicciones.
La cultura alcohólica y tabáquica de nuestro país es un ejemplo de esto.

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