EL "JOVEN" ALTHUSSER

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16-10-1918 Nace en la ciudad de Birmandréis, barrio de Argel en la actualidad. (1) 

 

Sus abuelos eran originarios del Morvan (Francia); su padre, que no había estudiado, se había puesto a trabajar con trece años y terminó colocándose en un banco. Antes de casarse, su madre había sido maestra. (9-14)

 

"Nací en Argelia, mi madre era hija de un campesino muy pobre que había emigrado a aquel país para trabajar como guardia forestal. Mi padre era de Alsacia, mi abuelo había elegido la Francia del 71 y el gobierno francés le deportó a Argelia. Viví allí hasta 1930, luego volví a Francia". (23-30)

 

"Mis abuelos eran campesinos pobres del Morvan: el abuelo se fue, bajo el mando de Jules Ferry, como guardia forestal de los bosques mas silvestres de Argelia. Mis padres hicieron lo que pudieron. Mi madre había sido institutriz durante seis meses antes de su matrimonio. Mi padre, salido de la nada a los trece años, trabajaba en un banco. Mi madre hizo, creyendo que era algo bueno, que mi hermana y yo recibiéramos lecciones de piano y violín y nos llevaba todos los domingos a los "conciertos clásicos". (29-6)

 

Macciocchi: Entre mis papeles encuentro una carta en la que Louis me contaba sus orígenes. Una carta rara, de la que transcribo lo esencial: "Mi historia es trivial. Nací en 1918, cerca de Argel. Mi padre era empleado de banca: había empezado a trabajar a los trece años. Mi madre era maestra. La familia de mis padres: pequeños campesinos alsacianos del Morvan (extremo Norte del Macizo Central). En el instituto y la universidad fui católico militante. La Iglesia había puesto en pie sus organizaciones en los años treinta para contener la influencia de las ideas "socialistas". Y así nos rindió un sacrosanto servicio. Nosotros éramos hijos de pequeños burgueses. Nuestro capellán nos hablaba de la cuestión social. Eso nos hizo ganar tiempo. Por una 'astucia de la historia', la mayoría de mis compañeros católicos de esa época se hicieron comunistas. El Frente Popular, la guerra de España, la guerra contra el fascismo, la Resistencia nos hicieron ver de cerca la 'cuestión social', y nos enseñaron su verdadero nombre: lucha de clases. En 1948 me convertí en profesor de filosofía y afilié al Partido Comunista Francés. Desde esa fecha enseño filosofía en la Escuela Normal. En Semana Santa del 49 fui a Italia. Para un comunista francés, Italia era su pueblo maravilloso, los soviets de Turín en 1920, Gramsci y el Ordine Nuevo, la lucha heroica contra el fascismo, los espléndidos motines de los campesinos pobres en el campo. En Florencia fui a la Federación, en via dei Servi. Me conmovió la acogida de los camaradas, tan fraternal. En Francia era y soy profesor de Filosofía. Ser comunista en filosofía significa ser un filósofo marxista leninista. No es fácil convertirse en un filósofo marxista leninista..." (50-367)

 

1924-30 Realiza sus estudios primarios en Argel. (1)

 

Hizo sus primeros estudios en Argel, en un colegio especial para la colonia francesa, donde recibió una educación cristiana que marcó su juventud. (67-220)

 

1930-36 Cursa el bachillerato en Marsella. (1)

 

1935 "Cuando tenía 17 años quería ingresar en la Trapa. ¿Se acuerda? La primera vez que le vi le dije que quería ingresar en la Trapa". (declaración hecha a su maestro Jean Guitton). (24-4)

 

1936 Llega a Lyon e ingresa en el Lycée du Parc para preparar su ingreso en la École Normale. Por entonces era un fervoroso católico que participaba en agrupaciones de estudiantes de ese credo. (1)

 

Es militante de la "Jeunesse Etudiante Chrétienne". (2-22)

 

1936 o 1937 J. Guitton: Lo conocí en 1936 o 1937. Lo traté durante dos años. En hypokhâgne, y luego en khâgne. ¡Ah, el primer recuerdo...! Lo estoy viendo. Cierro los ojos y lo veo. Está ahí, en la segunda fila, a la izquierda. Desde que he abierto los ojos, he visto esa frente... Esa frente que me ha seducido... Y luego, además de la frente, unos hermosos cabellos... Cabellos de oro que eran toda la sensibilidad y la inteligencia del mundo... En su primera disertación, yo le había dicho: "¡Ve con cuidado, Althusser! ¡Cualquiera diría que te crees Lamartine! Prescinde de epítetos, los adjetivos; tienes que ser seco como un árbol en invierno". Su estilo primero era lamartiniano, romántico. Había un fondo romántico en Althusser. Y puede que yo le haya ayudado, en efecto, a despojarse de ese caparazón romántico. Puede que yo le haya ayudado a encontrar su verdadero estilo. Era un católico ferviente. Inquieto. Venía a verme para decirme que sufría mucho porque cuando metía algún sermón religioso tenía la impresión de ser insincero. Era aquél un Althusser lleno de dudas. Un Althusser inquieto. Un Althusser que me decía: "Si me dejara ir, entraría en la Trapa para amar a Dios toda mi vida. Pues hablar con Dios no es amarlo" (...) (72-392)

 

1937 Jean Guitton: Durante dos años, de 1937 a 1939, tuve a Althusser como alumno en el Lycée du Parc, en Lyon, en la clase de primera superior, que es donde se prepara la Escuela Normal. Lo recuerdo: estaba en la segunda fila de la izquierda y me sorprendió el brillo de su frente. La primera disertación que me entregó era lamartiniana y lánguida. Le llevé aparte para decirle que tenía que cambiar de estilo, cosa que comprendió: Lamartine se transformó en Hegel. Me entregó una disertación sobre "Lo ficticio y lo real", a la que concedí la mejor nota. Era el mas dotado de los estudiantes de Lyon. Su inteligencia era amplia, rigurosa (Había de escribir conmigo un tratado de "lógica formal"). Pero Louis era también un ser delicado, sensible, especialmente tierno (...) Veía yo en Althusser un discípulo privilegiado. Su familia recibía mis visitas y yo le recibía en mi casa. La filosofía que yo enseñaba en Lyon era el realismo espiritualista de Bergson, de la que Ravaisson había predicho que sería la filosofía del porvenir. Althusser, que entonces era celoso católico, era miembro de la Acción Católica. (29-6)

 

1938 Es alumno del filósofo Jean Guitton en Lyon, "en esa clase de Khâgne en la que sucedía a Vladimir Jankélevitch, reemplazando, como se dijo en la época a un cierto Sartre discrepante (...) Althusser era el ser más extraordinario que jamás encontré entre mis alumnos. Todo él era cerebro, con una frente magnífica. Pero al mismo tiempo era todo sensibilidad. Tenía un gran corazón. Encontré en él al ser completo que soñaba tener como discípulo. Además en ese momento, la vocación de Althusser era mística. Quería ser trapense y me decía básicamente: 'Señor, mi vocación es la de ser monje y vivir en un claustro, porque existe una gran diferencia entre hablar de Dios y amarlo. Yo hablo de Dios, pero no lo amo suficiente'(...) nuestras discusiones evolucionaron mucho (...) pero siempre estuvimos de acuerdo en lo que se refiere al método. Hasta tal punto que tengo todavía aquí un manuscrito inédito que escribimos juntos: un 'Tratado de lógica real'. Esta obra, escrita en común es una forma de ilustrar lo que Althusser me dijo un día: 'Usted es un mal filósofo, pero un buen estratega'". (21-57)

 

Guitton: "Sí, le conocí en el 36 o en el 37, durante las clases preparatorias de la Escuela Normal Superior. ¡Ah! Mi primer recuerdo...Parece que lo estoy viendo. Cierro los ojos y parece que lo estoy viendo. Se encuentra ahí delante, en la parte izquierda de la segunda fila. No hago más que abrir los ojos y vuelvo a ver aquella frente que me fascinó... Y luego, aquellos bellísimos cabellos... Unos cabellos dorados que simbolizaban toda la sensibilidad e inteligencia de este mundo". (24-34)

 

Althusser: "En (mi recorrido cultural) han dejado huella dos hombres, uno se llama Jean Guitton, un amigo del papa Pablo VI. Fue quien me enseñó a escribir. El otro es Joseph Urse, un hombre maravilloso que en los años 30 me explicaba lo que habría sucedido después: la guerra, la derrota, Petain. Era mi profesor de historia, un jacobino. Yo era entonces católico y me interesaban los problemas sociales (...) luego me volví comunista porque había sido católico". (23-30)

 

11-7-1938 Carta de Althusser a Guitton. (Texto en 29-6)

 

1939 Ingresa en la prestigiosa Escuela Normal Superior de París. Para él sería verdaderamente un segundo hogar, del que sólo iba a arrancarle la locura. (25-43)

 

9-1939 Es movilizado para la guerra. (2-22)

 

6-1940 Hecho prisionero por los alemanes en Vannes. (1)

 

5-1945 Es puesto en libertad tras pasar casi cinco años en un campo de concentración alemán. (1 y 2-22)

 

1947 Tras haber dado signos de desequilibrio mental después de su cautividad, es hospitalizado en un establecimiento psiquiátrico con una "psicosis maniaco-depresiva causante de accesos melancólicos repetitivos". Es el primero de una veintena de internamientos más. (3-18)

 

1948 En 1948, a los 30 años, llegué a ser profesor de filosofía y me adherí al Partido Comunista francés. La filosofía me interesaba: trataba de realizar mi profesión. La política me apasionaba: trataba de ser un militante comunista (...) La guerra y los largos años de cautiverio me permitieron vivir en contacto con obreros y campesinos y conocer a algunos militantes comunistas. (73-5)

 

1948 Termina sus estudios en la École Normale Supérieure en París con el título de agregado de filosofía. Su tesis versa sobre "La noción de contenido en la filosofía de Hegel" y en ella se observa la influencia de la enseñanza y las traducciones de Hegel por Jean Hyppolite, maestro también de Jacques Lacan. Por esa época era asimismo discípulo del epistemólogo Gaston Bachelard. (1)

 

Escribe un diplôme sobre "la noción de contenido en la filosofía de Hegel" bajo la supervisión de Bachelard. (2-87)

 

Eribon: Otro personaje relevante para los jóvenes "normaliens" de la rue d'Ulm: un compañero de la École, que en 1948 es nombrado "caimán" de filosofía, es decir encargado de preparar a los candidatos para la agregación. Sustituye a Georges Gusdorf, que venía ocupando esta función hasta entonces y que parte a la Universidad de Estrasburgo. Se llama Louis Althusser y, en aquellos años -como ocurrirá hasta mediados de la década de los sesenta-, su nombre, fuera de los límites del Barrio Latino, no sugiere nada a nadie. Pero, sobre el reducido círculo de sus alumnos, va a ejercer una influencia considerable. Louis Althusser aprobó la agregación en 1948. Tenía entonces treinta años. Había ingresado en la École Normale mucho antes, ya que superó la oposición en 1939. Pero le movilizaron y fue hecho prisionero. Pasó cinco años en un campo de concentración. Sólo una vez concluida la guerra vuelve a la École y aprueba la agregación. Queda segundo. El primero es Jean Deprun. En la lista de aprobados: Gilles Deleuze, François Châtelet... Desde el inicio del curso 1948, Althusser asume las funciones de caimán y todo el mundo pondera sus cualidades pedagógicas. El primer año pone a sus alumnos a trabajar sobre Platón, pero, de hecho, no da demasiadas clases. Efectivamente, muy pronto padece los efectos de la repercusión de sus graves problemas psicológicos y su docencia se vuelve muy irregular. Con frecuencia suele desaparecer de la École, ausentándose durante varias semanas. Pero entabla relaciones personales con los jóvenes que tiene a su cargo. Les concede largas entrevistas en su despacho, de uno en uno, les escucha, les da consejos y pautas técnicas de gran utilidad cuando llegue la hora de presentarse ante el tribunal de una oposición tan codificada y ritualizada como la agregación.

  Michel Foucault trabará una profunda amistad con Louis Althusser. Cuando enferma, es Althusser quien le aconseja que se niegue a la hospitalización psiquiátrica. Pero también, y sobre todo, es bajo el influjo de Althusser que Foucault ingresa en el Partido Comunista. Cuando asume sus funciones de caimán, Althusser todavía no es comunista. Incluso asiste a las reuniones del grupo católico de la École. Ha sido, en efecto, un católico ferviente, ahora lo es algo menos. Fue discípulo de Jean Lacroix y de Jean Guitton, y sigue manteniendo con ellos unas relaciones excelentes. Althusser se decanta hacia el marxismo y el comunismo en un momento en el que casi la totalidad de la École Normale, y amplios sectores del ámbito intelectual francés, siguen el mismo movimiento. El marxismo y la adhesión al Partido Comunista son los problemas que obsesionan la conciencia de los universitarios franceses... (75-58)

 

Cuando toma el relevo de Gusdorf, Althusser también lleva a sus alumnos a Sainte-Anne. Asistirán allí a las lecciones de otro (además de Georges Daumézon) gran psiquiatra de primera fila: Henry Ey. (75-70)

 

11-1948 Se afilia al Partido Comunista francés coincidiendo con el aplastamiento por las fuerzas antidisturbios a las órdenes de ministros socialistas, de una huelga de mineros dirigida por los comunistas. (2-22)

 

"En el partido comunista encontré los medios para la realización de la fraternidad universal. La mía fue una reflexión con los medios que tenía a disposición, es decir, mis ideas de aquel entonces. Y en este sentido me influyó además mi mujer, que me había enseñado mucho. Las mujeres me han dado todo, les atribuyo una enorme importancia. Las mujeres no saben cuanta capacidad tienen para hacer política". (23-30)

 

Había sido Hélène, en el campo de concentración que ambos habían compartido durante la Guerra, la que le había abierto las puertas del marxismo. A su vuelta a la Francia liberada, Althusser le había presentado a Guitton a su mentora con estas palabras: "le voy a presentar a la persona que ha tenido el papel más importante en mi vida. Se llama Hélène. Es ella quien me ha permitido convertirme en ateo y comunista. Le abandono para siempre maestro, porque a partir de ahora profesaré lo contrario que usted me ha enseñado. Ni Pascal, ni Bergson, sino Karl Marx". (24-4)

 

El anterior encuentro se produjo en Avignon en 1947 y hubieron de transcurrir treinta años hasta que Guitton y Althusser se volvieran a ver. (29-6)

 

Guitton: Fue hacia el final de la guerra. Althusser y yo nos habíamos reencontrado en Avignon. Habíamos comido juntos en un pequeño restaurante cuyo nombre he olvidado. Me dijo: "Le voy a presentar a la persona que ha desempeñado el papel más importante en mi vida. Se llama Hélène. Es ella la que me ha permitido convertirme en ateo y comunista. Le dejo para siempre maestro, pues a partir de ahora profeso lo contrario de lo que usted me ha enseñado. Ni Pascal ni Bergson: Karl Marx". Para ser del todo honesto, debo añadir que ese día me dijo también: "Con todo, permanezco ligado a usted por el corazón, por el amor, por no sé qué que hay en mí y que le quiere. Cada vez que me halle en el marasmo, cada vez que me sea preciso tomarme períodos de reposo lejos de los hombres, bueno, le haré venir". Durante cuarenta años eso es lo que pasó. Cada vez que se encontraba enfermo, o fatigado, o atormentado, me hacía venir. Y yo iba a verlo. Nunca hablábamos de religión ni de filosofía. (72-393)

 

1949 Publica "Une question de faits" en L'Evangile Captif, Jeunesse de l'Eglise, Cahier X (París). (2-342)

 

1949 En Semana Santa viaja a Italia. En Florencia va a la Federación, en via dei Servi y se conmueve por la acogida de los camaradas. (50-368)

 

1950 aprox. Macciocchi: (...)Hélène seguía siendo acusada, por Aragon o por otros, sin la menor prueba, de haber entrado en contacto con grupos ligados a la España republicana, pero hostiles al Partido (...) Hélène había sido expulsada del Partido, al parecer, pero se mantuvo en secreto (...) Como revela ahora Emmanuel Le Roy Ladurie, en el libro "París-Montpellier, PC-PSU 1945-63", a Althusser se le procesó en la célula. "Nos llegó la orden de las más altas instancias -escribe Ladurie- de imponerle a Althusser que rompiese con Hélène. Althusser, debidamente reprendido, acudió a la reunión de la célula: allí anunció, completamente hundido, con la cabeza entre las manos, ajustándose al guión preparado de antemano, que sí, que rompería sus relaciones con Hélène, seguro. Escuchamos esta declaración en religioso silencio, cortados y aliviados al tiempo y acaso vagamente avergonzados de nosotros mismos... A continuación, Hélène desdeñó nuestro ultimátum y volvió a visitar a Althusser en su habitación de la Escuela... Luego, no sé por qué, las cosas se calmaron". (50-368)

 

Macciocchi: El apellido de Hélène no era Ligotien ... sino un apellido hebreo, Rithman. Sólo ahora hemos sabido que Hélène era una hebrea pobre, perseguida, incorporada a la Resistencia, después de huir del destino de su familia, que según algunos, fue exterminada en los campos nazis. Lo que yo sabía, era que el PCF la había marginado, incluso durante la clandestinidad (según lo que Louis me había contado) porque Hélène se había rebelado frente a Aragon, que quería enviarla como correo, en plena guerrilla, a comprar medias de seda para Elsa Triolet. En realidad, parece que Hélène fue acusada de trotskista por el partido. Su posterior reintegración le había suscitado no el empeño de una militante cualquiera, sino una devoción política absoluta. (71-9)

 

Althusser: (...) La historia se había apoderado de nuestra adolescencia desde la época del Frente Popular y la guerra de España, para marcarnos en la guerra misma con la terrible educación de los hechos. Nos sorprendió allí donde habíamos venido al mundo, y de estudiantes de origen burgués o pequeñoburgués que éramos, nos hizo hombres instruidos en la existencia de las clases, de su lucha y de su significación. Frente a las evidencias impuestas por ella sacamos la conclusión de unirnos a la organización política de la clase obrera, el Partido Comunista.

  Era la época de la posguerra inmediata. Fuimos lanzados brutalmente a las grandes batallas políticas e ideológicas que el partido llevaba a cabo: nos vimos obligados a ver las implicaciones de nuestra elección y a asumir sus consecuencias.

  En nuestra memoria política, ese tiempo permanece como el tiempo de las grandes huelgas y de las manifestaciones de masa, el tiempo del llamado de Estocolmo y del Movimiento por la Paz, aquel en que fracasaron las inmensas esperanzas nacidas de la Resistencia y empezó la amarga y larga lucha que debía hacer retroceder al horizonte de la guerra fría, rechazada por innumerables brazos humanos, la sombra de la catástrofe. En nuestra memoria filosófica, ese tiempo permanece como el tiempo de los intelectuales armados, combatiendo el error en todas sus guaridas, aquel de los filósofos sin obras, nosotros mismos, pero que hacían política de toda obra, y dividían el mundo (artes, literaturas, filosofías y ciencias), utilizando un solo corte: el despiadado corte de las clases. Tiempo cuya caricatura puede resumirse en una frase: bandera izada que flamea en el vacío: "ciencia burguesa", "ciencia proletaria" (...)

  Paradójicamente, fue necesaria la presencia de Stalin, cuyo contagioso e implacable sistema de gobierno y de pensamiento provocaba estos delirios, para someter esta locura a un poco de razón. Entre las líneas de algunas páginas simples donde condenaba el celo de aquellos que pretendían a toda fuerza hacer de la lengua una superestructura, entrevimos que el uso del criterio de clase no era un criterio sin límites y que se nos hacía tratar la ciencia, cuya rúbrica cubría las obras mismas de Marx, como una ideología cualquiera. Era necesario retroceder y, en una semiconfusión, volver a los rudimentos.

  Escribo estas líneas en mi nombre, y como comunista que no busca en el pasado sino aquello que permite aclarar nuestro presente...y, luego, aclarar nuestro futuro.

  No hago alusión a este episodio ni por placer ni por amargura, sino para confirmarlo con una observación que lo sobrepasa. Teníamos la edad del entusiasmo y de la confianza; vivíamos un tiempo en que el adversario no nos daba cuartel, utilizando el lenguaje de la injuria para apoyar su agresión. Esto no impide que hayamos permanecido largo tiempo confundidos por esta aventura, en la cual ciertos dirigentes, lejos de impedir que cayéramos en el abismo del "izquierdismo teórico", nos habían empujado con vigor, sin que los otros hicieran nada para moderarnos, para advertirnos o prevenirnos. Pasábamos entonces la mayor parte de nuestro tiempo militando, cuando hubiéramos debido defender también nuestro derecho y nuestro deber a conocer y a estudiar simplemente para producir. No nos dábamos ni siquiera ese tiempo. (68-13)

 

1950 Eribon: La influencia de Althusser ya es bastante poderosa como para inducir a algunos normaliens a seguirle en el acto de adhesión (al PCF). Foucault es uno de ellos, en 1950 (...) Sin embargo hay que precisar que había querido afiliarse desde su primer año de École, en la primavera de 1947 (...)

  Foucault, en aquel momento, es más hegeliano que marxista. Trabaja mucho sobre la "Fenomenología del espíritu" con vistas a su diploma, y comparte este interés con Louis Althusser, que defendió también una tesis sobre Hegel, unos años antes, al igual que su amigo Jacques Martin, a quien dedicará "Pour Marx", o también Jean Laplanche.

  El año 1950 no es sólo el año en que Foucault se afilia al Partido Comunista. También es el año en que le suspenden en el examen de agregación (...) Foucault queda profundamente afectado por su fracaso. Hasta el punto de que Louis Althusser encarga a Jean Laplanche y a su joven esposa que se ocupen de él y, sobre todo, que le vigilen, para que no cometa un "disparate". (75-63)

 

1951 Bourdieu: Era la época del stalinismo triunfante. Muchos de mis condiscípulos que se han vuelto ahora violentos anticomunistas estaban en el partido comunista. La presión staliniana era tan exasperante que, hacia 1951, habíamos fundado en la Escuela normal (estaban Bianco, Comte, Marin, Derrida, Pariente y otros) un Comité para la defensa de las libertades, que Le Roy Ladurie denunciaba a la célula de la Escuela... (64-17)

 

Eribon: Desde el año 1945, pero sobre todo a partir de 1948, el Partido Comunista se instala en la rue d'Ulm (...) Emmanuel Le Roy Ladurie, que había ingresado en la École en 1949 y que se convirtió casi en seguida en el secretario de la célula, habla de uno por cada cuatro o cinco normaliens: es decir que "unos cuarenta o unos cincuenta alumnos sobre un total de doscientos" eran miembros del Partido. Sin embargo, añade que sólo unos veinte acudían a las reuniones. Personalidades destacadas del comunismo ulmista: Michel Crouzet, Pierre Juquin, Maurice Caveing...

  ... El clima de "terror intelectual" que instauran los miembros del Partido Comunista está particularmente cargado (...) Emmanuel Le Roy Ladurie, el secretario de la célula, es uno de los más virulentos. Es un auténtico inquisidor que imparte órdenes, emite juicios sobre todo, de manera incesante, y principalmente sobre la ortodoxia de los normaliens. (75-59)

 

Arraigó, como una especie de verdad incuestionable, la idea de que Foucault había escrito unos artículos de Jean Kanapa, el redactor jefe de La Nouvelle Critique, el apparatchik estaliniano al que Sartre tratará de "cretino" en Les Temps modernes en 1954 (...) Pero Passeron no piensa que, en caso alguno, Foucault haya podido ser uno de los autores. Está absolutamente excluido: también lo afirma tajantemente Louis Althusser, y hay que pensar que si alguien podía estar al corriente, habría sido él. "Pienso -precisa- que Foucault quiso decir que fuimos responsables del 'kanapismo'" (75-85)

 

1951 Publicación de su contribución a la discusión, en las Jornadas Nacionales de Estudios Pedagógicos de los Profesores de Filosofía (1950) en la Revue de l'Enseignement Philosophique 1:1-2 (2-342)

 

7-1951 A finales: en la abadía de Royaumont, transformada desde hacía algunos años en centro cultural, se celebraba un ciclo musical en el que participaba un joven compositor, Pierre Boulez. Una noche, se sentó al piano e interpretó una sonata de Mozart. El grupito que le rodeaba se quedó muy impresionado (...) presenciaban la escena: Michel Foucault y Jean-Paul Aron. En compañía de Louis Althusser y de algunos normaliens. Porque el caimán de la École Normale había tomado por costumbre llevar a sus alumnos a ese lugar de trabajo ideal, ofreciéndoles de este modo la posibilidad de preparar en excelentes condiciones el examen oral de la agregación, una vez superadas las pruebas escritas. (75-98)

 

Otoño 1951 Eribon: Antes de ser nombrado en Lille, Michel Foucault ha empezado ya a impartir psicología en la École Normale Supérieure. A petición de Louis Althusser, por supuesto, que le reclamó en cuanto obtuvo la agregación. Foucault da una clase los lunes por la tarde, en la pequeña sala Cavaillès, desde el otoño de 1951 hasta la primavera de 1955 (...) Foucault respeta la tradición y lleva, él también, a sus alumnos a Sainte-Anne para asistir a presentaciones de enfermos. (75-81)

 

1952 Foucault dispone de un despacho en la École Normale, ya que ha empezado a dar clases, a petición de Althusser. (75-74)

 

8/9-1953 Publica "A propos du marxisme" en la R.E.P. 3:4 (2-342)

 

10-1953 Foucault abandona el PCF. Louis Althusser afirma que lo dejó "debido a su homosexualidad". (75-88)

 

Pero aun así siguió estrechamente relacionado con Louis Althusser. "Cuando dejé el Partido Comunista, no hubo anatema alguno por su parte, no quiso romper su relación conmigo". Esta relación con Althusser tuvo sin duda una importancia determinante para ambos hombres. En 1964, cuando se publique Para Leer "El Capital", Althusser rendirá homenaje a Foucault, evocando "a nuestros maestros en el arte de leer las obras del saber, que fueron para nosotros Gaston Bachelard y Cavaillès y que son hoy Georges Canguilhem y Michel Foucault". Althusser, "el Tus" o "el viejo Alt", como le llamaba Foucault, había reaccionado con entusiasmo ante los primeros libros de su alumno. El propio Althusser todavía no había publicado nada cuando salieron Folie et déraison y El nacimiento de la clínica en 1961 y 1963. Escribe a Foucault unas cartas entusiastas, en las cuales se habla de "obra pionera" y de "liberación". Pero los zarpazos de Foucault contra el marxismo en Las Palabras y las cosas en 1966 no van a dejar indiferente al caimán de la rue d'Ulm, que empieza, entonces, precisamente, a publicar sus obras. Cuando Foucault ironiza sobre las tormentas teóricas que sacuden el estanque de los niños, todo el mundo entiende que se trata del patio de la École Normale. Así pues, Althusser añadirá una nota referida a Foucault, que parece una advertencia, en la edición inglesa de Para leer "El Capital", en 1970: "Fue alumno mío y un atisbo de mis investigaciones pasó a las suyas, incluso alguna de mis formulaciones. Pero, en su pensamiento y en sus escritos, hasta el significado de los términos que ha tomado prestados de mí se ha transformado en algo profundamente distinto del que yo les atribuía." A pesar de esos desacuerdos teóricos, manifestados con discreción y firmeza, Althusser y Foucault seguirán siendo amigos. Foucault profesará siempre un respeto y estima muy grandes por Althusser. Y no encontrará palabras suficientemente duras para fustigar a los que se burlen de su profesor cuando soplen otros vientos y el marxismo haya pasado de moda. (75-89)

 

10/11-1953 Publica "Note sur le matérialisme dialectique" en la R.E.P. 3:5 (2-343)

 

Primavera 1954 Etienne Verley, comunista de la École Normale, participó con Foucault en una reunión, organizada por Althusser, para constituir un grupo encargado de elaborar un manual de psicología marxista. (75-89)

 

1954 Foucault publica su primer libro: Enfermedad mental y personalidad. En la colección "Iniciación filosófica" que dirige Jean Lacroix, en las Presses Universitaires de France. En realidad, es Louis Althusser, amigo del pensador católico, quien ha hecho el encargo. (75-103)

 

4/5-1955 Publica "Sur l'objectivité de l'Histoire (lettre à Paul Ricoeur)" en la R.E.P. 5:4 (2-343)

 

11-1958 Publica "Despote et Monarque chez Montesquieu" en Esprit, que es un extracto de su primer libro a publicar en 1959. (2-343)

 

1959 Publica su primer libro MONTESQUIEU. LA POLITIQUE ET L'HISTOIRE (Presses Universitaires de France. París). (2-343)

 

Este texto parece haber sido el subproducto de una tarea (incompleta) mucho más extensa -el proyecto de una grande thèse sobre filosofía política clásica francesa, propuesta por Althusser en 1949-50. (2-31)

 

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