SOCIOLOGÍA DE LAS ENFERMEDADES MENTALES

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Módulo: "Niveles de atención de la Salud Mental"

 

Lic. Mariano Fischer
Lic. en Sociología Universidad Nacional de Cuyo
Argentina

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1. Conducta Desviada
En primer lugar debe ser destacado que el estudio de la conducta desviada de los patrones de cumplimiento que marca un sistema social representa un campo moderno de estudio que anteriormente estaba reducido a los conceptos aproximados de problemas sociales, patología social, y desorganización social.
Debe tenerse en cuenta que la noción de Conducta Desviada es parte del marco conceptual de la teoría funcionalista que concibe a la sociedad como un sistema social unificado donde cada elemento cumple un rol determinado. De manera extremadamente resumida se puede decir que para la teoría funcionalista lo importante es el equilibrio del sistema. Lo funcional contribuye a perpetuar ese equilibrio. Lo disfuncional hace lo contrario. La conducta desviada es un tipo de disfuncionalidad.
 
Desviación
La categoría de "desviación" ofrece un contenido cambiante y variable según el tiempo, lugar, sujeto enunciante y otras consideraciones. En lugar de encontrar operaciones especificas e independientes lo que aparecen son generalidades tales como "la conducta desviada es una conducta que viola expectaciones institucionalizadas". Si bien una definición podrá ser suficiente en un nivel muy general, es de poca utilidad cuando nos vemos frente a problemas concretos de asignar a personas o actos a las categorías que les correspondan

 

1.2. Desviación y clase social
Un vistazo general al conocimiento sobre las investigaciones existentes muestra serias dudas de que la conducta desviada sea proporcionalmente más común entre las capas bajas de la sociedad que en las altas. Las dudas se intensifican cuando nos apartamos de las tasas de criminalidad, que son un fondo inseguro para cualquier teoría, particularmente debido a la falta de confiabilidad de las estadísticas criminales. Aunque se admita que el crimen sea en sentido relativo más frecuente entre las poblaciones de las clases bajas, existen grandes excepciones cuando nos fijamos en ciertos tipos de delitos como la falsificación de cheques, desfalcos, robo de automóviles, y delitos sexuales.
Cuando se toma en cuenta las formas de desviación tales como el alcoholismo o el suicidio y las dependencias (a fármacos u otras sustancias) no se encuentran datos que demuestren que estas adaptaciones sean más comunes entre los integrantes de las capas bajas de la sociedad.
El grado y la rapidez con que la tecnología produce diferencias en la organización social de la sociedad moderna y la dificultad de descubrir medidas de status generalmente aplicables a una variedad de poblaciones y áreas muestran la necesidad de valerse de un concepto más discriminativo de lo que es la clase social al tratar de explicar como la estructura social influye en la desviación.

 

1.3. Valores y valoración:
Los valores se definen como factores que, dentro de limites físicos y biológicos afectan la elección. Como tales, son abstracciones inferidas de actos. El acto de valoraciones es un proceso de selección y ordenamiento que tiene lugar cuando los acontecimientos son trasmitidos por los procesos cognoscitivos de la corteza cerebral, lo que redunda en preferencias por distintos modos de acción. La valoración precede inmediatamente a la acción en mayor o menor grado, en todas las sociedades, porque sus miembros individuales pocas veces disponen de los medios para satisfacer sus valores a un costo que corresponda a sus deseos.
El orden de la satisfacción de valores en grupos ha de concebirse como el producto de la interacción de muchos individuos, cada uno de los cuales persigue su propia jerarquía sacrificando algún valor inferior por otro superior, procediendo así el individuo ve al grupo como un medio para un fin; se acomoda al hecho de que los servicios de otros, cuyas jerarquías de valores difieren de las suyas propias, se convierten en medios por los cuales él podrá alcanzar sus propios fines.
Una de las dificultades más notorias en la mayoría de los estudios de valores que se encuentra en cualquier análisis puramente estructural de la desviación, es el fracaso en distinguir entre actos de individuos que incorporan valores aprendidos simbólicamente y trasmitidos como parte de la cultura durante la niñez y los actos que son producto de valoración contingente.
Dos acciones resultantes de conformidad o desviación podrán ser en lo exterior similares, pero en lo subjetivo son bien diferentes. Una conducta de alta aceptación en una sociedad o en un subsistema puede ser tener alta valoración negativa en otro. Inclusive puede llegar a dudarse seriamente de la salud mental del individuo que tiene esa conducta.
La sociedad moderna siendo relativamente más pluralista que ordenada jerárquicamente respecto de los valores, requiere que la valoración se convierta en un concepto central en la explicación de la desviación.
 
1.4. Aceptación de riesgos y conducta desviada
El concepto de conducta desviada se refiere a situaciones en que personas englobadas en una red de exigencias o valores contradictorios no eligen alternativas desviadas sino más bien soluciones de comportamiento que implican riesgos de desviación. Es importante tener en cuenta esta diferencia ya que de esta forma la desviación llegará a ser solamente uno de los resultados posibles de sus acciones, aunque no inevitable.
Asimismo, se presenta la posibilidad de ocurrencia de una pluralidad de casos en que las personas no eligen soluciones desviadas para sus problemas sino que inician líneas de conducta las cuales, según como sea el desarrollo de las circunstancias, podrían llegar a ser desviadas o no.
El sujeto que se encuentra atravesado por un conflicto percibe la posibilidad de arriesgarse como una solución posible a sus problemas que directamente la elección de la desviación.
La prueba de que el arriesgarse puede ser un rasgo predominante en otras formas de conducta desviada se ejemplifica en el caso de los "cheques voladores", que tratándose en muchos casos de personas que no estaban motivadas a poner en circulación cheques falsos, sino que simplemente se arriesgaron ante la posibilidad, en ciertas circunstancias de que sus cheques pudieran ser no pagados
 
1.5. Adaptaciones colectivas
Las conductas desviadas no se presentan mayormente como actos individuales sino que muchas formas de desviación son actos colectivos en los cuales se realizan tanto valores derivados y sustentados por el grupo, como valores particulares del individuo. Es igualmente necesario ver que el conformismo, así como la conocida conducta monolítica impuesta por los partidos políticos a sus miembros, es un fenómeno tanto colectivo como individual.
 
1.6. Normas constitutivas
Todo sistema social prescribe una serie de valores y normas rectores que deben ser observados. Cuando esta situación no ocurre, y se violan las reglas constitutivas, la situación se torna confusa ya que aparecen una multiplicidad de mensajes que "entran en cortocircuito", lo cual puede conducir ya sea al retraimiento de las personas de la interacción o a una redefinición de la conducta inesperada, en términos de significados alternativos de lo que sería de por sí, normal o aceptable. La interacción provisional que termina en la aceptación reciproca de nuevas reglas constitutivas se considera como un proceso de normalización.
El significado asignado a la conducta en un contexto de normas constitutivas es un aspecto inseparable de la desviación. La normalización, o inversamente, la asignación de un significado de desviación a las acciones, se producen por interacción informal o a través de instituciones formales de control social, que tratan de manera activa de imponer o defender sus valores, definen la desviación y también imputan actos desviados a los individuos.
Desde este marco se puede incluir a la desviación bajo una teoría del cambio social. Asimismo, se asigna al control social el lugar que le corresponde como factor dinámico o "causa" de desviación.
Podría entenderse a la desviación como una conducta de correr riesgos a modo de alternativa respecto de otra teoría que pone énfasis en una única secuencia de medios-fines. Así la desviación (o el conformismo) resultan de distintas posibilidades de medios-fines siendo necesario para una explicación completa el reconocimiento de factores fortuitos y del control social activo. Esto dirige la atención sobre la forma en que los seres humanos recurren a la oportunidad en situaciones de conflicto de valores.
 
"La conducta desviada sobreviene en gran escala solo cuando un sistema de valores culturales ensalza virtualmente por encima de todas las demás ciertas metas de éxito comunes para la población en general mientras que la estructura social restringe con vigor u obstruye por completo el acceso a los modos aprobados de alcanzar esas metas para una parte considerable de aquella misma población."
 
Esta situación fue observada por Emile Durkheim, sociólogo francés de fines del siglo pasado, quien consideró a este estadio de falta de normas como "anomia". Estado que surge cuando la desintegración del orden colectivo permite que las aspiraciones del hombre se eleven por encima de toda posibilidad de cumplirse. La sociedad no impone disciplina; no hay normas sociales que definan los objetivos de la acción. Las personas aspiran a metas que o no pueden lograr o encuentran difíciles de alcanzar. Describiendo más la sociedad actual que la de su época, Durkheim nota que las características primordialmente económicas de una sociedad que produce aspiraciones ilimitadas hacen que el individuo no encuentre los límites de sus posibilidades reales y se debiliten los lazos sociales.
 
2. Concepto de anomia
Es un concepto sociológico, lo que implica que se refiere a la propiedad de un sistema social, no al estado de ánimo de individuos particulares dentro del sistema. Se refiere al derrumbe de patrones sociales que gobiernan la conducta y por eso se incluye también el significado de escasa cohesión social.
Cuando se establece un alto grado de anomia, las reglas que solían gobernar la conducta han perdido capacidad coactiva, quedando privadas de legitimidad, y no abarcan un orden social en que los hombres puedan tranquilamente cifrar su confianza, ya que no existe un sentido compartido por la mayoría dentro del sistema social acerca de lo que legítimamente puede esperarse de la gente en el transcurso de la interacción social.
El grado de anomia en un sistema social es indicado por el grado de falta de acuerdo acerca de las normas que se juzgan legítimas con su concomitante incertidumbre e inseguridad de las relaciones sociales porque, si no se comparten las normas generales, fallan las expectativas de lo que puede esperarse del otro.
La anomia es una condición del ambiente social, no de individuos particulares. La gente se enfrenta con una anomia esencial cuando no puede confiar con un alto grado de probabilidad en que la conducta de otros estará más o menos de acuerdo con patrones reconocidos conjuntamente como legítimos.
Las respuestas anómicas no son todas del mismo orden. En una forma de conducta desviada, los individuos se atienen a las metas ensalzadas por la cultura mientras que abandonan los medios aprobados por ella para tratar de lograrlos. Una sociedad así tiende a esfumar la línea demarcatoria entre los caminos legítimos e ilegítimos, puesto que lo que cuenta mas que nada es el resultado.
 
2.1. Condición de anomia
Es de una falta de integración o adaptación mutua de funciones a causa de las crisis industriales, los conflictos entre el trabajo y el capital y la creciente especialización de las ciencias. La anomia aparece primeramente porque la división del trabajo no produce contactos lo bastante eficaces entre sus miembros ni regulaciones adecuadas de las relaciones sociales.
2.2. Anomia y desorden mental
Es ampliamente conocida la dificultad de establecer un puente entre las características de las instituciones sociales y la conducta considerada como desviada, patológica o inaceptable por distintos sectores de una comunidad.
Toda tentativa de mostrar un vínculo entre anomia y desorden mental implica una teoría de la génesis de la conducta desviada y otra del funcionamiento de un sistema social. A su vez esto requiere de una conjunción de descubrimientos empíricos en los niveles de análisis socio-psicológico y de sistema social.
Este esfuerzo sociológico queda ilustrado de la manera más fructífera por el esquema de Robert K. Merton que muestra que la discrepancia entre los medios institucionales y las metas culturales existentes en cualquier sociedad ofrece una base para predecir los posibles modos de adaptación, a saber: conformismo, innovación, ritualismo, retraimiento y rebelión, son otras tantas maneras en que las personas se enfrentan con las tensiones culturales que surgen de la discrepancia entre los medios institucionales y las metas culturales.
Es en el tipo de adaptación que Merton llama "retraimiento" –más adelante- donde espera encontrar muchas de las personas que han desarrollado alguna forma de patología mental, tales como tipos esquizoides, alcohólicos y psicópatas. El funcionalismo tiende a considerar todos los modos, con excepción de la conformidad, como de carácter desviado, a la vez tiende a medir la desviación en términos del status-quo.


3. Adaptación
Dentro del sistema social hay actos universalmente reconocidos como desviados y otros que no son reconocidos como tales según el consenso general. Sin embargo, entre estos dos extremos se extiende una gran gama de actos respecto de los cuales existe un desacuerdo considerable debido a diferencias subculturales de clase, ocupación, religión, etc. Actos y personas considerados como desviados en un sistema y época probablemente no lo serán en otra época o sistema, y formas de conducta concebidas como decididamente desviadas o no desviadas en un contexto, en otro marco podrán ser objeto de conflicto intergrupal.
La definición de Merton de conducta desviada hace hincapié nítidamente en el desequilibrio entre las metas culturales y las normas institucionales en una sociedad. Concibe a la anomia como un derrumbe de la estructura cultural que ocurre sobre todo cuando hay una discrepancia aguda entre las normas y metas culturales y las capacidades sociales estructuradas de los miembros del grupo de obrar en concordancia con ellas. Los valores culturales ayudaran a producir una conducta que está en pugna con los mandatos de los mismos valores.
La mala integración de cultura y estructura social, en la que una que impide lo que la otra alienta, puede conducir a un derrumbe de las normas y al desarrollo de una situación de falta de normas.
Merton supone que las proporciones de conducta desviada dentro de una determinada sociedad varían según la clase social, status étnico o racial y otras características. Por lo tanto su explicación de la conducta desviada depende de la validez de la proposición que la tendencia a la anomia, vale decir la incapacidad de alcanzar las metas de la sociedad por medios disponibles, esté distribuida diversamente en un sistema social y que distintos modos de adaptación desviada se encuentren de preferencia, en diversos estratos sociales. La distribución de la conducta desviada dependerá de la accesibilidad de los medios legítimos para alcanzar los objetos y el grado de asimilación de metas y normas por los distintos estratos de una sociedad.
No todos aquellos que están sujetos a presiones en sus esfuerzos por alcanzar las metas llegan a desviarse. Aquellos que se conforman a pesar de las tensiones lo hacen porque están disponibles metas culturales alternativas que ofrecen una base para estabilizar los sistemas social y cultural.
De esta manera la relación entre anomia y estructura social puede esquemáticamente resumirse en:
1) exposición a la meta cultural y normas que regulan la conducta orientada hacia la meta
2) aceptación de la meta o norma como mandatos morales y valores internalizados
3)accesibilidad relativa de la meta: las posibilidades de vida en la estructura de oportunidades
4) el grado de discrepancia entre la meta aceptada y su accesibilidad
5) el grado de anomia
6) las tasas de conducta desviada de los distintos tipos manifestada en la tipología de los modos de adaptación


3.1. Adaptaciones
Existen 5 tipos de adaptaciones individuales para alcanzar las metas de éxito culturalmente prescritas y abiertas a aquellos que ocupan diferentes posiciones en la estructura social.
Conformismo
Ritualismo
Rebelión
Retraimiento
Innovación
Exceptuando al conformismo, las otras adaptaciones son variaciones de conducta desviada. Las conductas desviadas son las que no se adaptan a los requerimientos del sistema.
Ninguna de estas adaptaciones es deliberadamente elegida por el individuo ni es utilitaria; sino que ya que todas ellas surgen de tensiones en el sistema social es posible establecer la suposición que estén fundadas en un cierto grado de espontaneidad.
 
3.1.1. Conformidad:
Es el tipo de adaptación más común. No es una conducta desviada y por lo tanto se podría pasar por alto en el presente análisis ya que se refiere a las conductas de no-conformidad. La conformidad o el acuerdo de gran parte de la población con metas y normas institucionales hacen posible la sociedad humana. No es enfocando nuestra atención sobre la conducta conformista o normal como se descubrirán las tensiones básicas de una sociedad, sino más bien dirigiéndola sobre la conducta desviada.
 
3.1.2. Ritualismo:
Consiste en abandonar o rebajar las metas encumbradas del éxito y de la rápida movilidad social hasta un punto en que se puedan satisfacer nuestras aspiraciones. Sin embargo, aunque un individuo achique sus horizontes, sigue sujetándose a las normas institucionales. A primera vista esta forma de adaptación pareciera tener poca relación con la desviación, excepto con algunas formas de neurosis compulsiva. Aquellos que "van a lo seguro", que se convierten en "virtuosos burocráticos", que evitan las ambiciones elevadas y su consiguiente frustración cuando no se obtienen los resultados queridos, se apartan a todas luces de la pauta cultural en la cual los hombres tienen que esforzarse activamente con preferencia por medio de procedimientos institucionalizados, con el fin de adelantar y ascender en la jerarquía social.
 
3.1.3. Rebelión:
Las personas que muestran esta forma de adaptación rechazan la estructura social convencional y tratan de establecer otra nueva o muy modificada. Esta forma de adaptación surge cuando se considera el sistema institucional como una barrera contra la satisfacción de metas legítimas. Cuando esta actitud se extiende al sistema político aparecen individuos que necesitan retraerse de la estructura social existente y transferirse a nuevos grupos portadores de nuevas ideologías. Merton señala que la rebelión es una adaptación sobre un plano netamente diferente de los demás. Representa una respuesta transitoria que trata de institucionalizar nuevas metas y nuevos procedimientos para que los compartan otros miembros de la sociedad. Así se refiere más bien a los esfuerzos por cambiar la estructura cultural y social existente y no a acomodar los esfuerzos dentro de esa estructura.
Posteriormente, Merton modificó su punto de vista que la rebelión fuera una desviación en el mismo sentido que las demás adaptaciones. Divide la conducta desviada en dos tipos, la no conformista y la aberrante, sobre la base de la estructura social y de las consecuencias para el sistema social.
El no-conformismo difiere enteramente de la conducta aberrante como la representan el crimen y la delincuencia. El no conformista manifiesta públicamente su disentimiento; el aberrante se esconde detrás de su apartamiento de las normas. El no conformista niega la legitimidad de las normas sociales que rechaza; el aberrante reconoce la legitimidad de las normas que viola. El no conformista trata de cambiar las normas y aspirar a una moralidad superior; el aberrante solamente quiere escapar de la fuerza sancionadora de la sociedad actual.
La sociedad reconoce a menudo que el no conformista se aparta de las normas por motivos desinteresados; el aberrante se desvía para servir a sus propios intereses. Finalmente el no conformista refiere a sus objetivos a los valores básicos primarios de la sociedad, en oposición al aberrante cuyos intereses son particulares.
 
3.1.4. Retraimiento
La pauta del retraimiento consiste en abandonar lo sustancial, tanto las metas culturales antes apreciadas como las practicas institucionales enderezadas hacia tales metas. El individuo ha internalizado plenamente las metas culturales de éxito, pero encuentra inaccesibles los métodos institucionalizados para lograrlos.
Bajo la presión internalizada de no obtener la meta por medios ilegítimos, tales como los ofrece la innovación, el individuo se encuentra frustrado y trabado. No renuncia a la meta de éxito, pero adopta mecanismos de escape tales como el derrotismo, quietismo y retraimiento.
El retraimiento como forma de adaptación es valorado negativamente por la sociedad ya que es improductivo, no competitivo, no atribuye valor alguno a la meta de éxito de una sociedad y no hace uso de los medios institucionales. El conformista mantiene en marcha las ruedas de la sociedad. Quien se retrae sólo acata las costumbres.
El retraimiento es una forma particular de adaptación más bien particular que colectiva.
Los individuos que se retraen son con mayor frecuencia los que fracasan en el uso tanto de los medios legítimos como de los ilegítimos.
Si los medios ilegítimos no están disponibles o no son deseables, si los esfuerzos de innovación fracasan, entonces las adaptaciones de retraimiento pueden ser la consecuencia y los mecanismos de "escape" elegidos por el individuo derrotado tal vez serán tanto mas desviados a raíz de su doble fracaso.
 
3.1.5. Innovación
Las sociedades en las que la cultura hace hincapié en el éxito y donde la estructura social impone limitaciones a los medios aprobados, presentan numerosas situaciones que fomentan el desarrollo de apartamientos socialmente desaprobados de las normas institucionales en forma de prácticas innovadoras.
La utilización de medios ilegítimos para alcanzar las metas de éxito, poder y riqueza ha llegado por lo tanto a ser común en la sociedad. Una forma de adaptación presupone que los individuos están inadecuadamente socializados con respecto de las metas culturales que alientan las aspiraciones de éxito.
Las innovaciones ilegítimas –crimen- no tienen restricción de clase. En las clases bajas, las oportunidades están restringidas mayormente a los trabajos manuales, y el status de trabajador no especializado y los reducidos ingresos que son su consecuencia, no pueden competir bien en términos de pautas de valor establecidos con la promesa de poder y riqueza derivadas del crimen organizado.
En los niveles económicos altos la presión hacia la innovación no pocas veces borra la distinción entre los procedimientos comerciales admitidos y las prácticas fraudulentas.
No todas las desviaciones innovadoras son disfuncionales para la sociedad. Algunas pueden constituir la base de nuevas instituciones mejor equipadas para funcionar que las antiguas.
"Es de suponer que en la historia de toda sociedad algunos de sus héroes culturales llegan con el tiempo a ser considerados como heroicos, en parte porque han tenido el valor y la previsión de poner en tela de juicio las creencias y rutinas de su sociedad. El rebelde, revolucionario, no conformista, hereje o renegado de días pasados es, a menudo, el héroe cultural de hoy. Además, la acumulación de disfunciones en un sistema social es generalmente el preludio de un cambio social concertado que podrá acercar el sistema a los valores que gozan del respeto de los miembros de la sociedad"


3.2. Tipología de modos de adaptación individual
Modos de adaptaciónMetas culturalesMetas institucionalizadasConformidad++Innovación+-Ritualismo-+Retraimiento--Rebelión+/-+/-+ = aceptación; - = rechazo; +/- =rechazo de valores predominantes y sustitución por otros nuevos
La adaptación social no siempre es, desde el punto de vista psiquiátrico, un signo de salud mental; el conformismo puede adopta formas patológicas, en particular sadomasoquista.
La inadaptación es mas bien una consecuencia que la causa de los trastornos mentales y le plantea al psiquiatra problemas más que servirle de criterio.
Este breve resumen de los tipos de respuesta a la anomia intenta poner de relieve una característica distintiva de todos ellos. No se hace referencia al desviado como si hombres que una vez que se han entregado a esas formas de conducta fuesen destinados de manera irrevocable a seguir en ellas,
De hecho, la conducta desviada crónica se dará únicamente en casos ocasionales y marginales. En cuanto a los demás, los hombres atrapados en la disyunción entre sociedad y cultura, podrán desviarse de modelos ampliamente aceptados en una parte de sus actividades, conformarse en otras y vacilar entre las respuestas a no ser que estén envueltos en procesos de represalias sociales que los empujen aun más al desvío.
Hay un rasgo de innovador, ritualista, retraído y rebelde en cada una de las personas. La manifestación concreta de esos rasgos depende tanto del medio ambiente circundante como del propio carácter y personalidad de la persona.


4. Lo normal y lo patológico y el criterio estadístico
Aunque parezca una tautología, por definición, lo normal es lo que es conforme a la norma. Sin embargo la situación es relativamente más compleja ya que cada civilización, sociedad, cultura y subcultura tienen sus propios sistema de normas. Es lícito preguntarse si fuese posible considerar algún caso como patológico en una civilización o una cultura lo que es normal en otra.
La cuestión es de gran importancia para la etnopsiquiatría y la sociología de las enfermedades, porque aunque enfermo y psiquiatra pertenezcan a la misma sociedad y tengan como marco de referencia para la acción el mismo sistema general de normas, la valoración y la interpretación no son universales.
En cualquier sociedad existen ideas que aunque no son explicitadas, son ampliamente compartidas. En una sociedad dada, lo normal es que lo bueno sea lo deseable.
Una acción normal es una acción buena, aprobada por la colectividad, de acuerdo con el ideal del grupo y que contribuya a la salud del organismo social.
Así se encadenan tres ideas: normalidad, lo bueno y lo sano. Su némesis es la que reúne anormalidad, lo malo y lo patológico.
Estas tríadas están alojadas muy fuertemente en las concepciones del sentido común, por lo que para abarcar el problema de la "conducta desviada" resulta imprescindible desprenderse de ellas. El comportamiento anormal es el que se desvía de la norma, es decir de la tendencia central de una población, del comportamiento general de los hombres de un grupo.
La estadística se funda sobre comportamientos observables; a partir de ahí puede revelar las desviaciones respecto de un tipo de comportamiento considerado como normal
Sin embargo no debería definir como patológico a un comportamiento por el simple hecho de que se desvíe del comportamiento general del grupo. Es manifiesta la importancia de más allá de constatar la ocurrencia de una desviación, encontrar la causa del fenómeno.
Es saludable no juzgar a otros actores (de otros sistemas sociales o de distintos subsistemas de la misma sociedad) a través del propio sistema de valores o de los modelos ideales de comportamiento propios.


Bibliografía Consultada
Clinard, Marshall (compilador); "Anomia y conducta desviada", Ed. Paidós; Bs.As.; 1967.
Bastide, Roger "Sociología de las enfermedades mentales"; Ed. Siglo XXI; México; 1967.
Basaraglia, Carrino y otros "Psiquiatría, Antipsiquiatría y orden manicomial"; Barral editores; Barcelona; 1975.
Merton, Robert; "Teoría social y estructura social"; Ed Paidós; Bs.As.; 1965.
Paz Gajardo y otros, "Diccionario de ciencias sociales y políticas" Ed. Puntosur; Bs.As; 1990.
Durkheim Emile; "El suicidio"; Ed. Pléyade; Bs.As.; 1965.

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