LA REBELIÓN DE LAS MASAS - resumen

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Ortega y Gasset

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Masa y minoría.

Sobre las instituciones.

Ciencia e industrialismo.

El reverso negativo del hombre masa.

El estado.

La nación se hace, no nace.

El proyecto común europeo.

La primera posguerra.

La sombra de Ortega en el siglo XX.

Crisis del estado del bienestar.

Circunstancias de Ortega y Gasset.

 

1.- LA REBELIÓN DE LAS MASAS

El tema de este libro gira alrededor de la exposición del pensamiento humano. Teniendo presente esta orientación, cada capítulo es narrado siguiendo un modelo inductivo prospectivo, delimitando conceptos y hechos antes de concluir en principios básicos con significado propio. A vez, cada capítulo entronca con el siguiente reforzando o rememorando al lector conceptos previamente esbozados, condición imprescindible para su comprensión dada la publicación original articulada en distintos artículos de prensa. Estructurado en cuatro partes diferenciadas, su tema central, la rebelión de las masas, pasa por ser uno de los hechos positivos más importantes del siglo XX clave para comprender la realidad histórica pasada y presente dada la vigencia de planteamientos formulados hace ... ¡70 años! . Quizás también sea la rebelión de las mismas parte de la historia futura, a juzgar por el grado de cumplimento de las previsiones de este notable filósofo.

 

1.1 MASA Y MINORÍA (LOS ACTORES)

Ortega identifica dos clases de hombres, con independencia de su clase social:

a) La masa, concepto donde cabría englobar a grandes capas de la población mundial emergentes de una revolución industrial caracterizada por el incremento constante y creciente de la renta per cápita y el triunfo de la democracia liberal como sistema institucional. Características de la masa:

Se refiere a la generalidad de los hombres, al hombre medio.

Plena de derechos y atribuciones que le vienen dados por herencia.

Es reaccionaria, quiere imponer los sus planteamientos

Pleno de repertorio vital y derechos como consecuencia de su advenimiento

b) La minoría, hace referencia a los hombres que en pequeño número dentro de la colectividad, arrostran la tarea de dirigir y orientar a ésta última. Características:

Dirigente

Exigente consigo misma

Plena de obligaciones y deberes

Estos conceptos hablan de distintas clases de hombres, no de clase social. Minoría y masa pueden tener (o no) cabida dentro de la misma clase social, si bien ambos conceptos varían en el transcurso del tiempo a resultas de la instauración del sistema institucional triunfante del siglo XIX: el parlamentarismo.

 

 

1.2. SOBRE LAS INSTITUCIONES l

Declaración de los Derechos Humanos y del ciudadano (26-VII-1789)

Art. 1º. Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común.

Art. 2º. El fin de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescindibles del hombre. Estos derechos son: la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.

Art. 3º. El principio de toda soberanía reside esencialmente en la nación. Ningún individuo puede ejercer autoridad que no emane expresamente de ella.

Art. 6º. La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a participar personalmente, o por sus representantes, en su formación. La ley debe ser la misma para todos.

Las revoluciones burguesas cambiaron la organización política de Europa y Norteamérica; hasta finales del siglo XVIII las sociedades del Antiguo Régimen concedieron privilegios a la nobleza y al clero. En cambio, el Tercer Estado o llano sólo tenía obligaciones. En cambio ahora  la premisa: "Todos los ciudadanos son iguales ante la ley" resume las nuevas constituciones liberales de cada país y diversas Declaraciones de los Derechos Humanos que culminan con la participación democrática de todos los hombres sin excepción en el gobierno. Es el Parlamentarismo o la teoría de división de poderes.

Atendiendo al papel desempeñado por masas y minorías Ortega distingue una evolución en las recién estrenadas democracias liberales:

Desde lo que él llama la vieja democracia, caracterizada por:

Liberalismo y entusiasmo por la ley

Ley y democracia como sinónimos

Aceptación de las masas de la dirección de una minoría dirigente

Masas y minoría claramente diferenciadas

La cual, no obstante y a pesar de sus virtudes, degeneraría en la llamada hiperdemocracia, sistema que a su vez presentaría estos rasgos diferenciadores:

Actuación ilegal de la masa.

Imposición de lo vulgar por parte de las masas que ejercitan el repertorio vital antes reservado a las minorías.

Todo el mundo es masa

La hiperdemocracia florece como consecuencia de la subida del nivel histórico. A finales del siglo XVIII las minorías de la vieja democracia favorecen el advenimiento de la igualdad social para todos los hombres, por el único hecho de ser, con independencia de su clase social y credo religioso o político. Este ideal de igualdad que pretendía sacar de la servidumbre y postración a la condición humana se convirtió en realidad práctica ya en el siglo XIX derivando en un fabuloso aumento de la vitalidad y posibilidades prolongado hasta nuestros días:

1º/ Nivelación en todos los campos de la condición humana: social, cultural, económica, entre personas y sexos.

2º/ Crecimiento de la vida, del "mundo", entendiendo por tal el incremento de la vitalidad y posibilidades como consecuencia del incremento de la renta y la globalización mundial. Este crecimiento de la vida se produce más allá de cualquier tiempo pretérito y estaría motivado por:

  - Hacer tabla rasa del clasicismo

  - Globalización del espacio

  - Evaporación del espíritu tradicional

  - Perspectiva futura en lugar de la que reza: "Cualquier tiempo pasado fue mejor"

3º/ Introducción de la incertidumbre o inseguridad económica como plenitud vital, sensación que cada generación siente como más acuciante. Las sociedades tratan de reducir esa sensación al tiempo que se insensibilizan para evitar el lado negativo del hecho.

4º/ Las minorías dirigentes que prepararon el camino para las masas, no previeron el vacío de ideales y valores que acompañaría a la situación por ellos propugnada y son subsumidas ahora por la masa

 

 

1.3. CIENCIA E INDUSTRIALISMO

Aproximadamente y hasta el último tercio del siglo XVIII, la economía europea se apoya esencialmente en actividades propias del sector primario (básicamente, en la agricultura) y en el comercio. Llegado ese momento, especialmente en Inglaterra, surgen una serie de profundas transformaciones debidas a factores agrícolas, demográficos, ... que impulsan un cambio radical en la economía y en la sociedad. Es lo que se denomina Revolución Industrial, dirigida por la burguesía. La 1ª primera revolución industrial triunfa de la mano del carbón como principal fuente de energía, del hierro como materia prima y de la máquina de vapor y el ferrocarril. Se inicia la era del capitalismo moderno, el desarrollo y predominio de la burguesía y la aparición del proletariado como nueva clase social. Al fenómeno de la democracia liberal hay que unir la experimentación y el industrialismo que, "inventados" en el transcurso del siglo XVIII, son implantados en el siglo XIX dando lugar a:

Abundancia material, tangible y creciente que el hombre masa percibe como natural y regalada, no como una forma de organización.

Abolición de las barreras sociales: cualquier hombre, con independencia de su condición, puede acceder a las clases antes vedadas. Habla Ortega de la calidad de los hombres: el noble como sinónimo de vida esforzada, de superación, deber y exigencia en contraposición al hombre masa, inerte y complaciente que pretende imponer violentamente su criterio al conjunto de la colectividad, empleando la acción directa, pues no soporta a quien no comulga con sus planteamientos.

Un crecimiento vertiginoso de la población humana bajo la democracia liberal, que consagra a ésta como la forma de organización pública humana por excelencia, superior a todas las conocidas

Años

África

América Norte

América Latina

Asia (sin la URSS)

Europa (URSS incluida)

Oceanía

Población mundial

Tasa crecimiento anual

1650

1750

1850

1900

1950

1960

60

68

88

110

207

257

1

1

26

81

167

200

10

15

35

63

162

212

380

500

900

980

1384

1684

100

140

274

423

576

640

2

2

2

6

13

17

553

726

1325

1663

2509

3010

--

3

6

5

8

18

El verdadero despegue demográfico de la población mundial se sitúa en los tiempos modernos. Tras casi una duplicación entre el nacimiento de Cristo y en el período comprendido entre 1650 e 1900, en este sigo hay otra duplicación en sólo 60 anos, entre 1900 e 1960. Esto consagra el triunfo de la democracia liberal como sistema de organización pública. FUENTE: Goran Ohlin, Historial Outline of World Population Growth

La dirección en todos los campos es ejercida por el hombre masa de forma indolente, olvidando los principios que hicieron posible su advenimiento. En este sentido, parece un primitivo que de la mano de la técnica predomina en una compleja civilización como si de un invasor vertical se tratara. De este suceso pueden suceder dos cosas: una nueva organización de la humanidad o una catástrofe.

 

 

1.4. EL REVERSO NEGATIVO DEL HOMBRE MASA l

Sin embargo hay que respetar la historia; el saber histórico es una técnica de primer orden para conservar y continuar una civilización. El mismo saber histórico que propicia el avance en el siglo XVIII es denostado por el hombre masa. Julio Cesar es respetado y admirado como una de las más grandes figuras humanas de la historia y basó su éxito en el estudio de la historia. ¿Por qué no aprende hombre de quien enseña el camino con su éxito? ¿Por qué el hombre no escarmienta y virtualiza sus errores?

La respuesta es psicológica. El hombre masa es el señorito satisfecho, el niño mimado de la historia y como tal no la respeta. Confunde libertad con libertinaje y deambula sin proyectos o ideas. ¿No es evidente? Lo único que se le ocurre es huir de su propio destino, atentado contra lo que le sacó del marasmo secular en el que se hallaba sumido. Se rebela:

a) Contra la democracia liberal: Fascismo y comunismo son una regresión en el tiempo pues, aún con su discutible contenido positivo, nacen como rechazo a la forma de organización pública de éxito contrastado: la democracia liberal. Son formas de totalitarismo similares a las preexistentes con anterioridad a las revoluciones liberales.

b) Contra la técnica: Si mantener la civilización es un proceso complejo, mal puede ser gobernada por el hombre que ignora los principios que la vieron. Las técnicas de las civilizaciones antiguas se estiran hasta un punto de desarrollo no superable que marca la involución de las mismas. El prototipo de hombre masa es el de técnico burgués, constreñido y recluido en campos intelectuales pero atrevido en campos distintos del suyo. La especialización del hombre masa olvida que el avance de la ciencia fue sustentado por hombres cultos excepcionales del siglo XVIII y que puede llegar un momento que esos técnicos medios precisen otra generación excepcional para avanzar.

 

 

1.5. EL ESTADO l

A pesar de su indolencia el hombre masa precisa de las minorías excelentes, de una instancia superior de referencia. Cuando la masa no acepta ser dirigida, surge la rebelión contra si mismo, ¿cómo? Con el mismo instrumento que nació con su civilización: el Estado contemporáneo.

El capitalismo, la técnica, las organizaciones industriales produjeron un crecimiento de la sociedad y dentro de ella una nueva clase social más poderosa en número y potencia que las existentes: la burguesía. Los burgueses reinventan el Estado del siglo XVIII que tiene su origen en el sentido del mando y responsabilidad de la nobleza de la Edad Media, verdaderos promotores de las naciones. Desbordados éstos por el talento práctico de la burguesía, nace el Estado contemporáneo, organización prodigiosa y eficiente en alcance y recursos, producto anónimo, notorio y visible de la organización pública moderna. El hombre masa-niño mimado exige la intervención de papá-Estado para cualquier problema, conflicto o dificultad.

Como consecuencia la vida se estratifica y la espontaneidad es absorbida y canalizada por la burocratización del Estado. Parafraseando a Jesús de Nazaret, el hombre masa tendrá que vivir para servir al Estado cuando paradójicamente, éste nació para servir a aquel. Y es que en los Estados contemporáneos y en el transcurso del siglo XX es notable el incremento de las fuerzas policiales para controlar la masa social insatisfecha

¿LLegará el Estado a aplastar la independencia del individuo?¿Se contentarán las fuerzas del orden con ser el instrumento que aplica la legalidad vigente o llegarán a definir cual debe ser ésta última?

 

 

1.6. LA NACIÓN SE HACE, NO NACE

El estado precisa fragua, imaginación, instituciones democráticas respaldadas por sufragio auténtico. Tenemos el ejemplo de la historia; notable el análisis del romano Julio Cesar que reverdece la gloria del imperio conquistando nuevos pueblos en un momento en el que la República llora por la excesiva expansión del imperio. Se percata que el respaldo del pueblo a las instituciones debe ser real, superando el estado-polis romano y dando paso a la periferia: un gigantesco cuerpo social íntimamente ligado al Estado, por encima de la dualidad dominantes-dominados de las civilizaciones antiguas. Pero eso ¡ay! suponía la monarquía, un poder extraromano, antiaristocrático y superior a la oligarquía republicana, ejecutando y representando la democracia universal ¡qué gran estadista!. Lástima que sus contemporáneos no gozaran de su visión.

Porque el Estado no se basa en la consaguineidad, ni en la lengua, ni en la unidad territorial, sino en la voluntad de hacer algo sin límite físico superando toda unidad material. Las naciones contemporáneas son la manifestación actual de este principio condenado sin embargo a perpetua superación. ¿Por qué? Sí, en primera instancia, la frontera natural es el principio básico de unificación estatal (más o menos dinámico en función de los medios económicos y bélicos de la época) donde los estorbos son los vecinos. Con las tierras conquistadas viene la unificación de sangre y lengua y la consolidación del nuevo territorio. Resultado: la intimidad de los individuos con el Poder público (desconocida en otras épocas) asociando raza, lengua y territorio configurando así una nación, tendencia política que avanzará inexorablemente cara a unificaciones más amplias.

Sin embargo, sangre, lengua y pasado unifican pero también son prisiones si no existe futuro común. Es preciso un proyecto de convivencia y la adhesión de los hombres al mismo (el llamado plebiscito común) para que la consolidación sea real.

 

 

1.7. EL PROYECTO COMÚN EUROPEO

El proceso unificador estable y normal que, desde el siglo XVI aborda la humanidad, descansa en el mando sustentado por la opinión pública, no en la fuerza, aunque a veces vayan unidos de la mano. Sin un poder espiritual, sin alguien que mande, reina el caos y la necesidad de llenar ese hueco con la fuerza.

Las distintas naciones europeas ejercieron el mando alternativamente durante siglos, principalmente desde el siglo XVI. Europa creó una serie de normas y criterios con eficacia secular después de la Edad Media, pero su mando se difuminó a principios del siglo XX y las restantes naciones agazapadas se alzaron sobre sus talones para reclamar su cuota en la riqueza mundial. En el siglo XX no se vislumbran nuevos horizontes, pues para Ortega y en comparación con Europa, Estados Unidos y la URSS no significan nada, sólo son naciones nuevas carentes de la experiencia de una civilización próxima de la que aprender.

Los Estados Unidos serían, a fin de cuentas, un rejuvenecer de las razas antiguas de Europa y deben su avance a un invento europeo: la técnica. De hecho solucionaron el problema de la riqueza de la renta incrementando ésta gracias a la producción en serie, productos estandarizados y un macromercado que permitía abaratar costes y alcanzar economías de escala mientras los europeos, limitados por fronteras políticas, luchaban entre ellos para repartirse la cuota de riqueza del vecino, imposibilitados de incrementar la propia. 

El comunismo soviético tampoco sería alternativa, pues el credo marxista pensado para el experimentado pueblo europeo, resultaría disonante para una nación nueva, que no necesita razones para vivir dada su bisoñez pero si pretextos para solventar la lucha por la riqueza.

Según Ortega los países nuevos, tales como América y Rusia, sin experiencia y el saber histórico que proporciona el sufrimiento no podrían detentar con éxito las virtudes del mando.

"Obedecer y mandar es decisivo en toda sociedad, no se puede permitir el encanallamento o aceptación como estado habitual de una irregularidad que mientras es aceptada parece indebido". Esta afirmación respondía a la idea orteguiana del proyecto europeo común: "Al europeo se le encomienda un gran destino histórico: aunar perspectivas superando las fronteras políticas de sus estados respectivos para aprovechar su potencialidad económica de forma equiparable al mercado americano, más allá de exclusivismos nacionalistas". Ortega propugna la idea nacional de Europa para permanecer fiel a la auténtica sustancia manifestada durante siglos. Según él, las distintas naciones ponen de manifiesto un fondo común europeo en todos los campos: religión, ciencia, arte, valores, sociedad, erotismo ... .

 

 

1.8. CONCLUYE ORTEGA

Sufre hoy el mundo una grave desmoralización (siendo sintomática la rebelión de las masas) por la dispersión de la soberanía histórica europea. La plenitud de los tiempos, el porvenir claro, prefijado e inequívoco del siglo XIX ya no existe. El hombre percata la realidad como un vacío de las organizaciones, entre lo que fue y lo que será. El nacionalismo sería un callejón oscuro y sin salida, contrario al mismo impulso nacionalizador. La paz precisa tendrá que venir de la construcción de la convivencia en un esfuerzo tolerante, sin caer en la espiral de la guerra.

Puede ser cierto que a nivel de mando América sea un remoto pasado europeo, con ética de calendario y especialización abusiva, pero también es donde el hombre europeo hizo borrón y cuenta nueva para hacer lo que siempre quiso, lejos de las prisiones sociales de sus países de origen.

Cansada de intentos militares de unificación europea, sin vencedores y vencidos, los países participantes en la 2ª Guerra Mundial forjan en el año 1957 la unión en un lenguaje que todos entienden: el económico ( poderoso caballero don dinero). Por fin llega la hora de Europa: tal como hicieron los americanos en el pasado, Europa globaliza mercados, unifica perspectivas, políticas, moneda... Los Estados Unidos de Europa, perdón, Euroland, caminan juntitos de la mano (ah, si Julio Cesar viera esto)

No obstante, la idea nacional de Europa que propone Ortega también puede llegar a ser un freno del impulso nacionalizador, de igual forma que lo fueron y son las fronteras políticas de los siglos XIX y XX.

 

 

2.- CONTEXTO DE LA REBELIÓN DE LAS MASAS

La historia acelera en el siglo XX: sólo una década parece un siglo, el que ya termina. Todo está casi al alcance de la memoria, pero ésta se pierde en la abundancia. El error sería creer que todo el siglo fue como en los últimos años. Europa, después de la primera Guerra Mundial (1ª fractura1 (1914-1918)), pierde la hegemonía política y económica; a comienzos de siglo despierta China y surge Japón; las dos grandes potencias: Estados Unidos y Rusia se reparten el mundo después de la segunda Guerra Mundial (2ª fractura (1940-1945)); más tarde aparecerá el Tercer Mundo. Finalmente la década de los 90, marca la caída del muro de Berlín y la de los sistemas comunistas (3ª fractura), la URSS se desintegra y el futuro de la Europa del Este se torna incierto. Los Balcanes vuelven a estallar casi a las puertas del siglo XXI y nace un nuevo orden mundial: la NATO se desvincula de la ONU para intervenir en territorio europeo por "razones humanitarias" (sin comentarios).

Cada una de las fracturas marca un auge de los nacionalismos, de la intrumentalización del Estado por parte de las naciones del mundo para, amparados por la democracia, acceder a la cuota de riqueza y a la del vecino no afin.

(1) fractura: Acontecimiento de 1ª magnitud que, por su relevancia, pone al descubierto conflictos latentes y supone una ruptura con el "establishment"

 

 

2.1. PRIMERA POSGUERRA

Europa se transforma: revolución rusa (1917), hundimiento del III Reich alemán, disolución de los imperios austro-húngaro y turco. Una crisis generalizada sacude todo el mundo:

1.Crisis política: Afecta, sobre todo, a la democracia liberal. El ejemplo de la Revolución rusa estimula intentos revolucionarios en Alemania (levantamiento espartaquista en 1919, reprimido por el ejército), la instauración de una republica «soviética» en Hungría (que sólo duró 133 días), huelgas y ocupaciones de fábricas en Italia (1920-1922), luchas en Austria (1927-1934). El temor de las clases dirigentes burguesas y la falta de entendimiento entre los partidos de izquierda - socialistas, socialdemócratas y comunistas, agrupados éstos últimos en la tercera Internacional comunista - facilita la reacción conservadora y nacionalista, y el ascenso de los autoritarismos, dictaduras y fascismos.

2.Crisis económica: Una nueva revolución industrial (electricidad, motor de combustión ...) beneficia, sobre todo a Estados Unidos, pero sobreviene la gran depresión a partir de 1929. La antigua economía liberal ya no sirve y hay que buscar nuevas fórmulas (Keynes). Pero - contra los pronósticos de socialistas y marxistas - el sistema capitalista no se derrumba.

3.Crisis social: La guerra enriquece a unos pocos y empobrece a muchos. Aparecen los excombatientes. faltan viviendas, hay inflación, paro .... Todo conduce a la rebelión de las masas.

4.Crisis cultural: Freud diagnosticó en 1930 el «malestar de la cultura». El «nihilismo» pronosticado por Nietzsche parece extenderse. Pero la situación es mucho más ambigua que todo esto.

Los «felices años 20» traen un enorme deseo de gozar de la vida. La búsqueda del placer y la necesidad de indagar en el destino trágico del hombre, entre otros factores, explican el éxito de autores como Gide, Marcel, Proust, Joyce, Pirandello, Huxley. Ciencia y racionalidad ya no permiten explicar el mundo. Se busca lo irracional, y apasiona la lectura de Freud ( 1939). El arte emprende la búsqueda por nuevos caminos: expresionismo, dadaísmo, surrealismo, cubismo. También la música se transforma, y triunfa el jazz. Hay ya un séptimo arte: el cine (sonoro desde 1927).

Después de la gran crisis del 29, los años 30 conducen a un recrudecimiento de la actitud crítica ante la guerra, el capitalismo y el fascismo. Se difunden los escritos marxistas y el auge del movimiento obrero. Se extienden el relativismo, el pesimismo, el sentido del absurdo de la vida. Surgen escritores «comprometidos» y existencialistas.

Ciencia y técnica son acusadas de todos los males de una «sociedad mecanizada», pero no dejan de hacer progresos: mecánica cuántica (Heisenberg, Bohr), mecánica ondulatoria (De Broglie), radiactividad (Curie, Joliot), teoría del gen (Morgan), insulina, sulfamidas, penicilina (Fleming), fisión nuclear (Hann, Strassmann). El aeroplano revoluciona los transportes y junto a la prensa surge un nuevo medio de comunicación y propaganda: la radio.

 

 

2.2. LA SOMBRA DE ORTEGA EN EL SIGLO XX l

Cuando Ortega escribe el epílogo a los ingleses en el año 1937 ya recorrían Europa los vientos de la guerra como se deduce de su disertación sobre el pacifismo como: "construcción de convivencia en esfuerzo superior al de la guerra".

Las consecuencias de la segunda Guerra Mundial fueron catastróficas: pérdidas humanas y materiales enormes, resentimientos, división de Alemania e incluso del mundo en esferas de influencia (acuerdos de Yalta, 1945). La persecución nazi supuso la emigración de la intelectualidad alemana (principalmente a Estados Unidos), preludio del movimiento posterior de la huida de cerebros.

Ortega anticipa el resurgimiento de la construcción europea después de la época de totalitarismo del régimen nazi.

La guerra supuso el triunfo de las democracias y el comienzo de una profunda transformación. Se consuma así la desaparición de las monarquías autoritarias (concluyendo así, más de siglo y medio de revoluciones y guerras). Se inicia un amplio proceso de reformas políticas (constituciones más democráticas; pero mayor intervencionismo del Estado: crisis de democracia liberal), económicas (nacionalización de sectores básicos) y sociales (seguridad social). La democracia también florece en el campo internacional: fundación de la ONU (con más proyección de pacifismo y futuro que la Sociedad de Naciones previa a la 2ª GM, de la cual denunciara Ortega su arcaicismo); sin embargo, fruto de la política de bloques el mundo padece la guerra fría a partir de1947.

Europa dividida por el llamado telón de acero se encuentra muy debilitada al principio y en dependencia de Estados Unidos o la URSS. Políticamente, las fuerzas más conservadoras pierden poder, y los tres grandes partidos dominantes son: el socialista (muy transformado), el comunista, y la democracia cristiana. La recuperación económica es sorprendente gracias al plan Marshall y se entra en un proceso de unidad superando antiguos nacionalismos (Consejo de Europa, CEE, etc., quizás era esta la organización jurídica-política que Ortega presentía en la preguerra para reverdecer el liderazgo europeo del mando). En el resto del mundo, los cambios son también importantes: triunfo del comunismo en China y en Cuba (1959), creciente poderío económico del Japón, despertar de Asia y, más tarde del mundo árabe. Hay ya un Tercer Mundo, una vez que el proceso descolonizador concluye.

La cultura experimenta transformaciones no menos notables. La posguerra significa, el triunfo del relativismo y el escepticismo respeto a los valores tradicionales y los "grandes sistemas" difunden un amplio sentimiento de «anomía» (ausencia de normas) y soledad. Sartre es, el filósofo más representativo. La sociología y el psicoanálisis, ante la crisis de la filosofía, interpretan la realidad, la ética y la ciencia. La crisis religiosa y el «desencantamiento del mundo» abren la puerta a la proliferación de sectas. Sólo el marxismo mantiene una pretensión más científica y, con frecuencia, dogmática. La teología busca nueva inspiración en el estudio de los estudios bíblicos, en la orientación dialéctica (Barth) o hermenéutica desmitologizante (Bultmann), en la inspiración o el existencialismo el más tarde, incluso en el marxismo. Los artistas realizan una búsqueda incesante en todos los campos.

Algunos rasgos de la cultura occidental hacen pensar a los sociólogos que se entra en una época posmoderna y postindustrial: inversión de la pirámide de la vida, modificación de los roles tradicionales de la mujer y la juventud influenciada por los medios de comunicación, secularización, creciente separación entre la vida pública y privada, democracias elitistas y burocratizadas, sociedad urbana del ocio y el consumo, informatización y robotización, industrialización de la cultura, pluralismo, anonimato, anomía, movilidad social, crisis del estado del bienestar...

La «guerra fría» y la amenaza de la guerra nuclear terminan con el hundimiento del bloque del Este (la caída del sistema comunista europeo, otra previsión de Ortega cumplida si bien con unas generaciones de retraso). Pero proliferan las guerras locales y surgen los movimientos nacionalistas y fundamentalistas. la naturaleza se ve amenazada de contaminación y destrucción . El siglo termina con un alarmante desequilibrio norte-sur.

 

 

2.3. CRISIS DEL ESTADO DEL BIENESTAR

Merece capítulo propio el estado por estar directamente implicado en otra de las previsiones de Ortega: el peligro del Estado. Veamos, el estado del bienestar (que es el estado poscontemporáneo) es creado en la Europa de la posguerra y puede definirse como la institucionalización de los derechos sociales de los ciudadanos. Contribuyó a vertebrar la Europa devastada por la segunda guerra mundial en un consenso sin precedentes y logró una convivencia difícil de alcanzar. El estado se convierte en una especie de árbitro de las distintas clases sociales y paralelamente despolitizó y desautorizó las posibilidades de revueltas sociales en aquellos lugares donde las desigualdades eran muy acusadas.

O sea, una vez solucionado el problema de la riqueza con los vecinos hay que gestionar la cuota de riqueza propia redistribuyendo la misma vía subsidios, pensiones y servicios sociales. Estas iniciativas creadas para aliviar la pobreza acarrean déficits públicos excesivos sostenibles en épocas de bonanza económica, pero difícilmente viables en etapas de recesión. ¿Cómo encontrar el equilibrio que permita sostener las prestaciones sin hipotecar el futuro? Porque si los logros sociales alcanzados son difícilmente reversibles, la economía sigue ciclos y está sujeta a crisis económicas. Ahí tenemos al Estado, esclavo del hombre masa acomodado, indolente, llorón ... y de las prestaciones concedidas en mejores tiempos ¿Donde está el límite? ¿Qué hará el hombre masa cuando se le nieguen los derechos concedidos? Dejando al margen las distintas posturas ante el debate actual sobre el futuro del estado del bienestar (desmantelamiento, reforma o mantenimiento del mismo), está claro que precisa de una reforma y actualización que permita aplicar derechos y prestaciones a quien realmente los necesita.

Ya les gustaría a los estados de las nuevas naciones tener estos problemas, porque eso significaría tener resuelto el problema de reparto de la riqueza con sus vecinos, pero como no es así se contentan con ejercer la acción directa entre ellos cuando así lo permiten los medios bélicos

 

2.4. PREVISIONES INCONCLUSAS DE ORTEGA

1ª/ El hombre masa prolongaría la era tecnológica hasta que precisara de una nueva generación de hombres cultos y excepcionales al estilo de la del siglo XVIII. Si esa llegada no se produjera esto podría marcar la involución de la sociedad.

2ª/ El hombre masa crea al Estado contemporáneo pero la instrumentalización que hace del mismo puede volverse en su contra. ¿Quebrará el estado del bienestar para mantener los logros sociales alcanzados?

3ª/ El hombre masa, ese burgués tecnológico y acomodado, pero con menos altura vital que el de siglos pasados, deambula desorientado todavía en los albores del siglo XXI.

En palabras de Ortega, el hombre masa especialista, sin valores e ideas, estira su proyecto tecnológico, a la espera de un proyecto colectivo que le lleve a superar la inercia actual. Todos los campos de su saber: música, arte, ciencia, literatura, ... muestran signos de agotamiento en lo que a la altura se refiere en relación con otros tiempos.

Pero mientras tanto la tecnología no parece tener fin sin que existan indicios de agotamiento en este sentido por el de ahora. Ortega diría: el hombre precisa creencias que lo sustenten más allá de la racionalidad (o raciovitalismo).Una sugerencia: ¿Qué tal la solidaridad?

Las fracturas históricas futuras, también motivadas por la cuestión del reparto de la riqueza, estarán protagonizadas por auténticas riadas humanas procedentes del tercero mundo. No hay problema, el Estado se ocupará de defender nuestros puestos de trabajo y todo lo que haga falta

 

3.- CIRCUNSTANCIAS DE ORTEGA Y GASSET

José Ortega y Gasset (1883 - 1955) nace en Madrid, en el seno de una familia burguesa, liberal e ilustrada, propietaria del periódico madrileño "El imparcial". Es la época de la Restauración de la monarquía (Alfonso XII, regencia de Maria Cristina). Estudia filosofía en la Universidad de Madrid. 1905-1908. Pasa por las universidades alemanas de Leipzig, Berlín y Marburgo. En 1910 gana la cátedra de Metafísica de Madrid. En 1917 funda el diario "El Sol", y en 1923 la Revista de Occidente. Interviene en política y desde 1914 habla sobre "dos Españas que van juntas y son perfectamente extrañas". Se opone a la dictadura de Primo de Rivera y al gobierno Berenguer. En 1.930 publica un famoso artículo que concluye con «Delenda est Monarchia". Es diputado por León y Jaén en la Segunda República y funda con Marañón y Pérez de Ayala la "Agrupación al servicio de la República"; sin embargo pronto comienza sus críticas contra la nueva situación. En 1.936 se exilia de España (Paris, luego, Holanda, Argentina, Portugal; viajes frecuentes, cursos). Regresa a España en 1945 donde ejerce una actividad pública bastante reducida, pero realiza frecuentes viajes al extranjero (donde pasa gran parte de sus últimos años). En 1951 y 1953 realiza dos encuentros con Heidegger. Muere en Madrid en 1955.

Ortega vivió una época en la que en España existía una intensa actividad de construcción cultural y apertura a Europa como respuesta a la grave crisis de la entidad nacional. El krausismo -iniciado por Julián Sanz del Río (t 1869) que tuvo numerosos seguidores, entre ellos Francisco Giner de los Ríos (1915) fundador de la Institución Libre de Enseñanza- perdiera ya fuerza y es la generación del 98 (A. Ganivet, E. de Maeztu, P. Baroja, Azorín) la que toma el relevo. Pero sobre todo destaca un pensador original, asistemático y solitario: Miguel de Unamuno (1864-1936) que recoge temas de Kierkegaard cuando éste era prácticamente desconocido en Europa, siendo así un precursor del existencialismo (Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos, 1913: La agonía del cristianismo, 1931). Partiendo de Spinoza, Unamuno insiste en que el deseo fundamental del hombre es la propia subsistencia, el deseo de eternidad, el cual se desdobla en dos deseos antagónicos: ser uno mismo (serse) y el de ser más (serlo todo). El obstáculo infranqueable es la muerte por eso la vida se convierte en tragedia. Hubo individuos y pueblos (el español entre ellos) que experimentaron ese "sentimiento trágico" de la vida y la filosofía no sería sino la ciencia de la tragedia de la vida. En este sentido aparece la influencia de Kierkegaard: ni la ciencia ni el racionalismo pueden decirnos nada, sólo cabe una fe quijotesca que quiere -creer y crear- la propia inmortalidad y la existencia de Dios.

Se discute sobre la originalidad del pensamiento de Ortega. Él mismo, en 1930, reconocía "deber a Alemania las cuatro quintas partes de su haber intelectual".

 

 

3.1. Etapas diferenciadas:

Objetivismo (1.902-1.914)

Convencido de la necesidad de una élite intelectual que devolviera a España su identidad regenerándola social y culturalmente, viaja a Alemania de donde regresa con la santa misión de sacar a España de su marasmo (comparativamente hablando respecto Europa). Como no podía ser menos, por el ascendente que ejercieron sobre el los neokantianos, las ideas fundamentales de esta cruzada giran en torno al procedimiento y el método científico a seguir. Más concretamente estos son los puntos básicos:

- Claridad de ideas

- Sistematización de las mismas

- Separación de ciencia y literatura

- Disciplina científica

- Búsqueda de las ideas fundamentales

En definitiva, descripción del problema, análisis del mismo y evaluación de los resultados obtenidos. Técnicas, métodos, procedimientos y disciplina aplicados racional y objetivamente. el "know how" empresarial europeo triunfante en el capitalismo de la 2ª revolución industrial llevado a todos los campos del saber humano.

Perspectivismo (1.919-1.923)

Armado ya con las herramientas de procedimiento precisas para analizar zonas tórridas, desmenuza y analiza pensadores, sobre todos los de su tiempo. Se distancia del irracionalismo de Unamuno y cuadra el círculo con la idea de circunstancia propuesta por Uexkull y Husserl añadiéndole al concepto biológico de éstos el propio cuerpo en interdependencia directa e indivisible con su entorno.

El tándem persona-circunstancias se convierte así en visión insustituible y preciosa de la misma realidad. El hombre, por la posición fatal que ocupa en el cosmos posee una perspectiva valiosa y única que debería integrar con la de los demás hombres para así vislumbrar la realidad. Esta idea del perspectivismo ya fuera desarrollada, si bien de forma diferente, por Leibniz y Nietzsche. Ortega cita a Teichmuler como fuente.

A poco más que afilara esta idea, Ortega hablaría de sinergia, o sea, la suma de las visiones individuales es superior a la que éstas hacen por separado de la misma realidad.

Raciovitalismo (1923-1955)

La realidad esta ahí, pero precisa de la perspectiva para existir, como un espejo que devuelve una imagen. Por lo tanto la vida (en función de las perspectivas futuras) es una sucesión de realidades donde todo esta por hacer. el hombre precisa de ciertas creencias básicas de fe que posibiliten su interpretación del mundo, que reduzcan la incertidumbre de su ser en la tragedia de la vida, frente a ideas formuladas por el pensamiento humano. El hombre puede vivir en sus creencias (que no se cuestiona) pero tropieza con las ideas fruto de su perspectiva limitada y racional. Ideas que nacen de las acciones o crisis del hombre en su devenir histórico o personal.

 

 

4.- ¿DONDE VAS EUROPA?

A resultas de la 2ª revolución industrial, el siglo arranca marcado por la pérdida de confianza en las instituciones de las clases sociales más desfavorecidas y la sensación de incertidumbre o inseguridad económica, sensación que gana peso en las distintas sociedades a medida que avanza el siglo (Ansoff).

De igual forma que Ortega trató de actuar de ideólogo regenerador de una España rota por la pérdida de los restos de su imperio colonial en contraposición con una Europa emergente y fuerte a caballo de la revolución industrial.

En Europa queda constancia de que las fórmulas democráticas al igual que las económicas, no son transplantables: la madurez política que supone el ejercicio de la democracia precisa de una base económica que posibilite poder hablar de las ideas antes que del estómago.

A la sombra de las democracias y la sociedad tecnológica, toman cuerpo numerosos nacionalismos y con agresividad en ciertos casos.

Las élites económicas globalizan el planeta para colonizarlo con sus empresas. Mercados cada vez más homogéneos, demandan los mismos productos y las empresas alcanzan mayores economías de escala de tal forma que precisan mayores cuotas de mercados. Respeto para todos, a producir y después, sin molestar, a comprar los mismos vaqueros que Tom Cruise o un rapaz de Moscú, Taiwan o Caracas.

Vaya cuento, en Europa donde en general, existe cierta tradición democrática, todavía subsisten ciertas desavenencias por eso de la frontera y la autonomía, pero claro, a fin de cuentas, sus países figuran entre los más ricos del planeta y las penas con euro, son menos penas.

Entendamos bien, estas masas con carnet nacionalista (que no social) existen también en países ricos (Holanda, Bélgica, España por citar algunos ejemplos) pero es más fácil ser democrático y respetuoso con los valores ajenos cuando hay dinero y pensiones de por medio para casi todos, premisa que no se cumple en las nuevas democracias.

Las masas de fin de siglo son los países desfavorecidos que, desde sus nacionalismos (perspectiva individual gloriosa de la realidad planetaria) y recién estrenadas democracias (imitando y reproduciendo el modelo y fórmulas institucionales de los países ricos, tremendo error, cada nación o pueblo tiene características propias y las fórmulas no suelen ser extrapolables) piden participar en el banquete cuanto antes ( no van ser ellos menos que los países ricos, ellos que tienen unos valores, una cultura y una habla con tanta tradición y solera) y sentarse en la ONU (mejor cabeza de ratón que cola de león) a defender que sus ciudadanos beban Coca-Cola como todo hijo de vecino pero, eso sí, sin que eso afecte a su cultura y valores nacionales.

Las perspectivas individuales no se suman sino que chocan y son peligrosas, sobre todo las del vecino que no piensa igual.

Son masas sociales con pedigrí, más orgullosas y protestonas que las de principio de siglo, que para eso están las democracias y el que no llora, no mama.

Los conflictos son promovidos por el marketing promovido por élites económicas que cuentan sus beneficios por mercados. De igual forma que después de la 2ª revolución industrial, las clases más desfavorecidas piden paso para participar en la fiesta capitalista, pero ahora bajo la etiqueta de naciones diferenciadas y singulares. Los ideólogos tiran de conceptos antiguos: frontera, religión, habla ... y ya tenemos el mapa político mundial (sobre todo Europa) totalmente fragmentado con grupos de hombres empaquetados en fronteras bajo la misma bandera en busca de identidad propia. La religión anda de capa caída ante el progreso de la sociedad tecnológica y las creencias fáciles y seguras del raciovitalismo de Ortega - el nacionalismo y los valores primarios del hombre - pasan por acceder a la sociedad de consumo en un fin de siglo que acentúa cada vez más las diferencias entre ricos y pobres. Lo importante es subirse al carro cuanto antes.

5.- VOCABULARIO ORTEGUIANO

Acción directa:

Forma violenta en la que ejerce la rebelión el hombre-masa

Altura de los tiempos:

Perspectiva de sensación vital en comparación con otras épocas

Burgués:

En la vertiente técnica, prototipo de hombre-masa. Sobre todo evidencia talento práctico y ausencia de ideales o proyectos elevados

Comunismo :

Ideología antiliberal que evidencia falta de proyectos o ideales

Crecimiento de la vida:

Aumento del repertorio vital de posibilidades. Está en función del aumento de éstas y la posibilidad de acceder a ellas mediante renta

Democracia liberal:

Organización política superior en eficiencia a todas cuantas hubiere en la historia por cuanto su implantación implica incrementos vertiginosos de población

Encanallamiento:

Aceptación de una irregularidad como estado habitual

Estado:

Institución pública instrumentalizada desde el siglo XIX por el hombre masa para ejercer sus fines, principalmente acceder a la riqueza

Fascismo:

Ideología antiliberal evidenciadora de la falta de proyectos e ideales del hombre-masa

Frontera natural:

Separación administrativa-política que primero separa y después unifica naciones

Hiperdemocracia:

Estado evolutivo de la democracia liberal donde el hombre masa actúa ilegalmente a sus anchas e imponiendo sus aspiraciones vulgares, en detrimento de la dirección de la minoría

Invasor vertical:

Hombre que accede violentamente a una civilización que no le corresponede.

Incertidumbre:

Sensación de doble filo experimentada como consecuencia del futuro incierto

Mando:

Poder espiritual en el que descansa el estado normal de las cosas

Masa:

La generalidad de los hombres es el hombre medio, indolente, pagado de si y pleno de derechos y atribuciones

Minoría:

Pequeño grupo dentro de la colectividad que en el pasado ejercía la dirección de la misma

Nación:

Plebiscito común, proyecto común de hacer algo sin límite físico superando toda unidad material

Nobleza:

Cualidad humana basada en la exigencia a uno mismo. Deber y obligaciones por bandera (antónimo: inerte / hombre-masa)

Paz:

Construcción de convivencia superior en esfuerzo al que supone la guerra

Plenitud de los tiempos:

Sensación de plenitud vital en comparación con otras épocas históricas

Plebiscito común:

Votación / adhesión del pobo la las cuestiones de Estado o gobierno

Proximidad dinámica:

Globalización mundial en la que se instalan los Estados contemporáneos gracias a la técnica.

Rebelión:

Enfrentamiento del hombre-masa con su destino de aceptar ser dirigido

Revolución:

Manifestación del incomodo del hombre-masa

Saber histórico:

Conocimientos históricos que posibilitan a quien los ejerce aprender de los mismos para mejorar su existencia o escarmentar en cabeza ajena

Señorito satisfecho:

Estado psicológico del hombre que le atribuye una sensación íntima de dominio, contentamiento y afirmación

Valores :

Están en crisis (si es que existen).

Especialización:

Cualidad del hombre-masa que implica dominar un campo del saber humano descuidando todos los demás, circunstancia que no es inconveniente para dominarlas igualmente, por lo menos de "boquilla"

Vieja democracia:

Estado primigenio de la democracia liberal donde ley y democracia son sinónimos y las masas aceptan ser dirigidas por las minorías

 

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