EL RETRASO MENTAL EN LA EDUCACIÓN ESPECIAL

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Liliana Márquez Lemus
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO. FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA

EDUCACIÓN ESPECIAL Y REHABILITACIÓN TEORIA II 

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La educación especial

La educación especial se imparte a niños y a jóvenes que tienen dificultades para incorporarse a las instituciones educativas regulares o para continuar en las mismas por presentar algún retraso o desviación parcial o general en su desarrollo, debido a causas orgánicas, psicológicas o de conducta. La mayoría de los profesionales que trabajan en esta área han acordado identificar la educación especial como la instrucción que se otorga a los sujetos con necesidades especiales de educación que sobrepasan los servicios prestados en el aula de clase regular.

Existen dos tipos de servicios que ofrecen esta modalidad: lo esenciales y los complementarios. El primero se refiere a los servicios que atienden a los niños y jóvenes  con necesidades educativas, para quienes resulta indispensable su asistencia a instituciones especiales; entre ellos se encuentran las personas con discapacidad intelectual (severa o profunda), los que presentan una discapacidad múltiple, o aquellas que tienen una discapacidad visual, auditiva o motora. El segundo se otorga a sujetos cuya necesidad educativa es transitoria y suplementaria a su educación  pedagógica normal; estos son niños con problemas leves o moderados pero que requieren de apoyo o estimulación.

Es así como los servicios de educación especial  cambian de acuerdo con los tiempos, las políticas y los países, la Secretaría de Educación Pública (SEP) en México agrupa a los alumnos que necesitan educación especial según la característica primordial que los diferencia. Entre las categorías principales que se consideran, se encuentran:

·        Retraso Mental

·        Discapacidad de aprendizaje

·        Trastornos de audición y lenguaje

·        Limitaciones visuales

·        Limitaciones motoras

·        Problemas de conducta

 

Como se advierte, existe una diversas importante de limitaciones o  dificultades que, en cada caso, tienen distintas manifestaciones y responden a etiologías diversas. Sin embargo, estos niños se unifican en el mismo grupo educativo porque presentan problemas en su rendimiento escolar o en su estabilidad emocional, así como en su capacidad para relacionarse con su medio y participar en él; además ser diferentes por su naturaleza, las limitaciones suelen tener diversos grados.

De esta manera los modelos para el estudio de las diferencias humanas se abordan desde tres enfoques: desarrollista, cultural e individual. En la visión desarrollista se explica la normalidad en términos de los aspectos esperados en diversas etapas del desarrollo físico, psíquico y social del individuo; en la visión cultural se define lo normal de acuerdo con es estándar contextual prevaleciente; mientras en la visión individual  la normalidad se juzga de acuerdo a la manera como funciona la persona. Además de estos enfoques las diferencias humanas pueden evaluarse con base en los siguientes modelos: médico, psicológico y social.

El modelo médico por lo general es tajante y juzga al individuo como sano (normal) o enfermo (patológico). La normalidad se define como la ausencia de problemas biológicos. La patología surge ante la presencia de alguna alteración  en el organismo causada por algún trastorno morfológico o funcional y se asocia con la enfermedad.

El modelo psicológico fue necesario para superar las limitaciones del modelo médico; la incorporación del concepto de mente y la evaluación de dimensiones menos tangibles que las anatomofisiológicas, como son el afecto, el pensamiento y la conducta. La desviación en términos psicológicos puede ser causada por factores genéticos, las experiencias individuales y el desarrollo psicosocial.

El modelo sociológico se utiliza etiquetas sociales para distinguir grupos de individuos y se postula la conducta social, se establece por las expectativas sociales y culturales de un grupo de personas, argumentando que una desviación social no es una enfermedad y que cada cultura define el rango de sus conductas normales o anormales.

El concepto de discapacidad indica la presencia de una condición limitante por problemas esencialmente de tipo físico, mental o ambos, generalmente por enfermedad adquirida o congénita, traumatismo u otro factor ambiental. Este concepto se utiliza pues para etiquetar a las personas con limitaciones físicas o mentales obvias y que por lo general requieren de ayuda e instrucción especializada para funcionar en su vida cotidiana. Es como el vocablo de discapacidad pretende evitar estigmas para la persona, por lo que es importante señalar que no señala sino más bien describe una característica o atributo en él.

Ejemplos de esto son las personas con ceguera (discapacidad visual), hipoacusia o sordera (discapacidad auditiva), parálisis cerebral infantil (discapacidad motora) y retraso mental (discapacidad mental) (Sánchez, Cantón y Sevilla 1997).

Es de esta manera como a la condición de baja inteligencia se le han puesto nombres  muy diversos: retraso mental, deficiencia mental, defecto mental, incapacidad mental, subnormalidad mental, amencia y  oligofrenia, entre otros; sin embargo por lo general se utiliza el primer termino, ya que los demás son sinónimos, con diferencias incidentales en su connotación. Por ejemplo, el término deficiencia mental en ocasiones se contrapone  algunas veces a retraso mental, aplicándose la primera a aquellas personas cuyas capacidades mentales han disminuido como resultado de alguna patología orgánica y no por causas ambientales. Amencia es un término muy antiguo, que se aplica a los retrasados mentales, carentes de inteligencia o amentes, por oposición a los enfermos mentales o dementes, la distinción es muy importante.

 

Breve historia del retraso mental

El retraso mental existe desde que existe el hombre e inclusive hay evidencias de que existe algo equivalente en los animales. Por lo que toca al estudio del retraso mental se puede decir que el periodo anterior a 1800 es todo prehistoria, ya que antes de esa fecha  no existió ningún estudio científico que valiera la pena acerca del retraso mental y era muy poco lo que se hacía para dar a los retrasados algún tratamiento o capacitación especial. Los antiguos autores casi no distinguen entre el retasado y otro tipo de personas impedidas. En la mayoría de los casos, a los retrasados  sencillamente se les toleraba, sus familias les proporcionaban los cuidados básicos y ellos por su parte ayudaban en el trabajo que podían, pero no se tomaban ningunas medidas especiales en su favor.

Es así como a fines del siglo XVIII y principios del XIX naco en Europa Occidental  y en E.U.A. una preocupación general por las personas hasta entonces descuidadas; esta historia primitiva del tratamiento del retraso mental es generalmente una historia de personajes individuales, quienes mediante su propio ejemplo estimulaban a otros a tratar en una forma más humana a todas las personas que tuvieran algún impedimento.

El caso del sujeto especial más famoso y más interesante para la historia de nuestra disciplina es el niño salvaje llamado Víctor del Aveyron; se trata de un niño que fue encontrado en 1799 en un bosque en Francia y que después de varias vicisitudes fue trasladado a París donde el psiquiatra más famoso de la época, Pinel, llegó a la conclusión de que se trataba de un idiota al que sus padres habían  abandonado por ello.

Pero un joven médico, Jean Marc Itadr (1774-1838), decidió ocuparse del asunto tratando de ver si aquel chico podría llagar a convertirse en un ser humano ordinario. Itard, pensaba que la situación del niño era debida tan solo a la falta de contacto con la sociedad y que no se trataba de un defecto de nacimiento. Supuso que si se le daba una educación suficiente, el niño podría recuperar sus limitaciones, convirtiéndose en un individuo normal y reintegrarse a la sociedad. A pesar de todo, Itard logró demostrar que el  niño diagnosticado como idiota podría ser enseñado a desempeñar muchas aptitudes sociales si se le sometía a un programa sistemático de capacitación y de esta manera hizo una gran aportación al cambio de actitudes de la sociedad con respecto a los retrasados mentales.

Edouard Seguin, su mérito e importancia radica principalmente en que fue uno de los primeros en demostrar que con el entrenamiento apropiado, muchos individuos retrasados metales podían ser enseñados a hacer mucho más de lo que jamás se había pensado que fuera posible. A su sistema de educación se le llamo el Método Fisiológico. Muchas de las teorías en que se fundaba obsoleta en la actualidad, pero muchas de sus técnicas educativas especificas todavía se usan.

Samuel Howe su nombre se vincula con el origen del movimiento respecto al retrasado mental en E.U.A.; desarrollo nuevos métodos de enseñanza para los ciegos y los sordos, pero también fue un decidido defensor de los derechos de todos los oprimidos  e impedidos, incluyendo a los retrasados mentales. En 1846 se le designó presidente de una comisión para investigar la condición de los idiotas, para investigar su número preciso y para ver si había algo que se pudiera hacer para mejorar su condición. 

En E.U.A. este movimiento se tradujo en el establecimiento de escuelas estatales de capacitación para los retrasados, en donde se les podía prestar tratamiento especial. La primera institución en este tipo fue la del mismo Howe en Massachusetts. Las primeras escuelas de capacitación desarrollaron programas educativos  y de capacitación relativamente avanzados para enseñar música, carpintería, educación física, lo mismo que actitudes sociales junto con materias académicas tradicionales. Sin embargo el movimiento institucional se desvió rápidamente de metas tan elevadas y existieron dos razones para ello: la primera, las instituciones crecieron de tamaño y segundo, el cambio de papel de la institución fue que muy pronto se vio claro que las buenas intenciones y la capacitación adecuada no podía por si solas curar el retraso.

El estudio del retraso mental dio un paso gigantesco hacia delante con el advenimiento de las pruebas de inteligencia, las investigaciones que se llevaron acabo indicaban que la inteligencia era determinada por la crianza y el ambiente al igual que por la herencia, y que uno de los ambientes más enervantes era la institución para internos.

Durante la depresión en E.U.A. ocurrió un cambio fundamental en la actitud del público en general; la gente empezó a abandonar las ideas del individualismo descomedido y empezó a persuadirse de que el gobierno debía ayudar a los ciudadanos menos afortunados. En consecuencia, después de la segunda guerra  los servicios a favor de los mentalmente retrasados aumentaron rápidamente, esto principalmente como resultado del informe del comité presidencial, el gobierno federal empezó a costear programas para los retrasados mentales a escala masiva y un cambio fundamental se advirtió en estos programas fue que el centro principal de servicios ya no debería ser la institución, sino la propia comunidad de los sujetos retrasados.

La década de los 70’s se caracterizo no tanto por una legislación trascendental, cuanto por una serie de dictámenes judiciales que han afirmado los derechos fundamentales de los ciudadanos retrasados. Se incluye el derecho a todos los servicios de educación, inclusive  para los profundamente retrasados; así como el derecho a un tratamiento adecuado en el caso de los que hayan sido internados involuntariamente; así la palabra singular que mejor describe esta década es la normalización  que se refiere a la filosofía de tratamientos y servicios que tiene por objeto convertir la vida de las personas retrasadas en una vida muy semejante a la de cualquier otro sujeto “normal”, en cuanto sea posible.

 

 Definición de retraso mental

Los intentos tradicionales por definir el retraso mental se pueden reducir en líneas generales a tres categorías: definiciones basadas en resultados de pruebas de inteligencia, definiciones basadas en un mal rendimiento social, y definiciones basadas en la causa o naturaleza esencial del retraso, por ejemplo  la lesión cerebral.

·        Definiciones basadas en resultados de pruebas de inteligencia

Las pruebas de inteligencia se diseñaron específicamente para descubrir a los niños que no podrían beneficiarse de un programa escolar normal –para descubrir a los retrasados mentales–.  Algunos han definido el retraso mental exclusivamente en función del rendimiento de estas pruebas estandarizadas, es decir, todo aquel que tenga un CI inferior a cierto nivel, generalmente fijado en 70, estará considerado como retrasado mental; es así como se han utilizado las pruebas de inteligencia como criterio principal para determinar si una persona es candidata o no a clases especiales, sin embargo un CI no se debe de considerar como una medida absoluta del potencial de una persona. Estas pruebas discriminan a los niños marginados, especialmente a los de minorías raciales y a aquellos cuya lengua nativa no es el inglés.

·        Definiciones basadas en un mal ajuste social

Aquí se define al retraso mental en función de qué tan bien se adapta el individuo al ambiente y a la cultura. En este casa existen objeciones ya que al definir el retraso mental como incapacidad para adaptarse al ambiente es que no se puede medir de forma confiable esta incapacidad de adaptación, ya que los profesionales suelen tener diferentes ideas acerca de lo que constituye una “buena adaptación”. Otra dificultad es en función del fracaso social, en este caso la deficiencia de adaptación puede tener otras causas además de una discapacidad mental, como por ejemplo los problemas emocionales.

·        Definiciones basadas en causas biológicas de retraso mental

                   Una tercera manera de definir el retraso mental se basa en consideraciones teóricas acerca de la causa o naturaleza esencial del retraso, para Luria la lesión cerebral es esencial para el retraso menta. La dificultad de esta definición es que excluye a muchos niños y adultos que probablemente deberían ser tenidos por retraso mental. 

·        La definición de AAMD

La  definición de retraso mental más generalmente aceptada en la actualidad es la que ha adoptado la American Association on Mental Deficiency (AAMD):

Retraso mental significa un funcionamiento intelectual general notablemente por debajo del promedio, que existe junto con deficiencias de adaptación y que se manifiesta durante el periodo de desarrollo.

Según esta definición, para que una persona se le clasifique como retrasada mental, se tiene que cumplir tres criterios: primero, tiene que haber “un funcionamiento intelectual notablemente por debajo del promedio”. En la práctica esto significa que la persona, en una prueba de inteligencia, tiene que obtener una puntuación de por debajo de la norma aceptada para el grupo de su edad.

Otro criterio es que el sujeto tiene que manifestar también una deficiencia de adaptación en su conducta, sin embargo este criterio es  un tanto difícil de especificar, pero básicamente significa que la adaptación del individuo a las exigencias de su ambiente natural o social, tiene que ser inferior a la de sus compañeros de la misma edad.

El tercer criterio de la definición es que la deficiencia en la conducta de adaptación y el funcionamiento intelectual por debajo del promedio, tiene que manifestarse durante el periodo de desarrollo, prácticamente desde la concepción hasta los 18 años. Esto significa que el retraso se concibe como un desorden de desarrollo. El individuo que llega a la edad adulta después de un desarrollo normal nunca podrá ser considerado como retrasado.

Hay una diferencia muy importante entre esta definición de retraso mental y el uso popular del término. La definición  AAMD no menciona ni la causa del retraso ni su incurabilidad. El retraso mental se define exclusivamente en función de la conducta; no obstante, con frecuencia se concibe el retraso  como un desorden constitucional: orgánico y permanente.

 

Diagnostico de retraso mental

Como el retraso mental se define en términos de conducta, el único que puede hacer u diagnostico técnicamente adecuado es el psicólogo. Sin embargo, en la práctica no siempre se observa este principio, y la verdad es que existen muchas maneras de diagnosticar a un niño como retrasado mental, el primer diagnóstico y la edad en que se debe de realizar dependerá de lo serio que sea el retraso.

Si el retraso es profundo, si eta acompañado de anormalidades físicas evidentes, o si es parte de un síndrome especifico como el síndrome de Down (mongolismo), entonces el niño suele ser declarado mentalmente retrasado  desde le momento de nacer. Sin embargo, el diagnóstico al nacer el niño es más bien una excepción, ya que son pocas las muestras que da el recién nacido de todo lo que sea conducta de adaptación, un niño que más tarde habrá de recibir un diagnóstico  de gravemente retrasado dará la impresión de normalidad durante algunos meses después de nacer. El retraso grave con frecuencia descubre por un desarrollo motor lento y por una apatía general  caracterizaste.

Algunas veces el retraso moderado no se diagnostica sino hasta cuando el niño se encuentra entre los dos y cuatro años, una basa importante para el diagnóstico es el retraso en el lenguaje (pero el retraso en el lenguaje, por sí solo no es una prueba clara de retraso mental). Por lo que el procedimiento ordinario de diagnóstico  en el caso de un retraso moderado, severo o profundo, es que los padres advierten cierta peculiaridad en su niño y lo presentan a algún medico; el médico a su vez lo remitirá generalmente a un especialista para que se aclare el caso. Un psicólogo medirá el desarrollo mental del niño, y si se sospecha que hay algún daño neurológico  se suelen  hacer ciertos análisis, como por ejemplo una radiografía del cráneo y algunos electroencefalogramas.

Los  médicos generalmente hacen su diagnóstico a la luz de criterios estrictamente médicos (el niño, o la niña, esta retrasado porque tiene una lesión cerebral); mientras las escuelas tienden a apoyarse casi exclusivamente en el rendimiento académico y en los resultados de las pruebas, pasando por alto totalmente la conducta de adaptación fuera de la escuela.

 

Diferencias en los distintos segmentos de la población

El retraso mental no se encuentra por igual en todos los diversos segmentos de la población; suele encontrarse con mayor frecuencia en unos grupos y con menor frecuencia en otros.

·        Diferencia entre sexos

En estudios realizados se ha comprobado que existen más retrasados mentales entre los hombres que entre las mujeres, sin embargo hay varias razones por las que esto puede ser verdad: primera, por causas hasta ahora desconocidas, los fetos y neonatos masculinos son más susceptibles a diversos tipos de traumas. Los bebés masculinos están más expuestos a nacer prematuramente, a sufrir diversos tipos de lesión cerebral, y al aborto o a la muerte antes de nacer. Inclusive después de nacer, los hombres son más sensibles que las mujeres a los diversos peligros del ambiente físico y esto se debe solamente en parte a su estilo de vida más activo.

No obstante las diferencias biológicas probablemente sólo explican una parte del predominio de los varones sobre las mujeres en cuestión de retraso mental. Los factores psicológicos son también importantes.

·        Diferencias de prevalencia a distintas edades

La mayoría de los estudios encuentran diferencias muy claras de prevalencia de retraso mental a diferentes edades, si se acepta el enfoque clínico tradicional del retraso mental, es decir, que el retraso es esencialmente una condición permanente que tiene su origen desde el nacimiento o a poco tiempo de él, entonces este descubrimiento resulta desconcertante. Las explicaciones de este fenómeno se pueden dividir en dos categorías generales. Una interpretación es que hay muchos casos de retraso entre preescolares y entre adultos que quedan sin diagnosticar, porque sencillamente no existe ningún mecanismo en la sociedad para un análisis y distinción sistemática de las capacidades intelectuales de estos grupos de edades. En  otras palabras, la proporción retrasada de la población no cambia mucho de un grupo de cierta edad a otro grupo de otra edad.

Otra interpretación es que una persona puede estar retrasada en algunas situaciones pero no en otras; dicho de otra manera, muchas personas consideradas como retrasadas en la escuela, dejan de serlo una vez que abandonan el ambiente académico.

·            Diferencias raciales y socioeconómicas en la prevalencia

                    Esta muy generalizada la idea de que existen dos formas de retraso mental cualitativamente distintas: una es la del grupo llamado cultural-familiar que se encuentra casi exclusivamente en los sectores de bajos ingresos, que se caracterizan por  un retraso mental solamente ligero y por la ausencia de otros problemas físicos; la otra forma es el grupo llamado orgánicamente retrasados, que se caracterizan por CI’s mucho más bajos y por desordenes orgánicos manifiestos. El retraso cultural-familiar es mucho más común que el retraso orgánico.

 

                    Las corrientes existentes dentro de la psicología manejan de diferente manera lo que es le retraso mental, a continuación  algunas de ellas:

·        Psicoanálisis

Creado por Sigmund Freud, tiene una influencia muy grande sobre el desarrollo de la psicología evolutiva y sobre la psicología en general. Freud insistió en la importancia que tiene las primeras experiencia del niño para el desarrollo de la personalidad del adulto y dio coherencia a una idea que hasta entonces o no se admitía o tenia poca importancia: la influencia de las experiencias tempranas para el desarrollo posterior. Las aportaciones del propio Freud al terreno del desarrollo del niño son reducidas, ya que apenas realizó trabajos con niños y su método consiste más bien en que los adultos reconstruyan sus experiencias infantiles.

Es de esta manera que el retraso mental desde el psicoanálisis en vez de trabajar con el niño se trabaja con los padres ya que son ellos quienes tienen dificultades por la llegada de un hijo enfermo, llamado desde el comienzo irrecuperable y, por lo tanto, en camino de ser un día huésped de asilo.

La madre es quien emprenderá contra la inercia o la indiferencia social una larga batalla cuya meta es la salud de su niño desahuciado, salud que ella reivindica, manteniendo una moral de hierro en medio de la hostilidad social. Es de esta manera que el nacimiento de un niño soñado tiene por misión restablecer, reparar aquello que la historia de la madre fue juzgado deficiente, sufrido como una carencia, o prolongar aquello a lo que ella debió renunciar.

Si ese niño, cargado así de todos los sueños perdidos, llega enfermo va a causar a la madre un shock: en el instante en que, en plano fantasmático, un vacío era llenado por un niño imaginario, surge el ser real que, por su enfermedad, no sólo va a despertar traumas y las insatisfacciones anteriores, sino que impedirá  más adelante, en el plano simbólico, que la madre pueda resolver su propio problema de castración

Cada mujer, ante la falta de las señales de identificación de su niño enfermo, va a vivir su angustia en función de aquello que ha marcado en su historia; es decir, en función de su propia castración oral, anal, fálica. Cada madre vivirá así, según su propio estilo, un drama real que siempre hace eco a una experiencia vivida con anterioridad en el plano fantasmático y de la cual ha salido de algún modo marcada.

La llegada de un niño enfermo al hogar de una mujer que ha mantenido malas relaciones con su propia madre, puede llegar a despertar conflictos neuróticos compensados por el casamiento; se presenta angustia y, a veces, reacciones fóbicas. Por el contrario, si la mujer ha permanecido muy apegada a su propio padre, el niño va a encontrar un lugar definido en la familia, será a menudo el preferido; aquel a quien, en la fantasía materna los otros hermanos y hermanas tendrán que servir hasta su muerte. si se trata de una madre llamada normal, la llegada de un niño enfermo no puede tener incidencia sobre ella.

·        Teoría de Piaget

Una postura alternativa, conocida como el enfoque evolutivo, considera que el funcionamiento mental es muy diferente según las distintas edades; la mayor parte de las especulaciones de Piaget gira alrededor de la manera en que cambia con la edad la estructura cognoscitiva del niño, de la manera en que cambia el modelo de la realidad. Sostiene que se dan cuatro periodos distintos de desarrollo que llevan consigo diferencias cualitativas en el funcionamiento cognoscitivo. Los procesos de aprendizaje, pensamiento y percepción del niño difieren según los diferentes periodos, no obstante que cada periodo se funda en los anteriores; es muy fácil verificar que los procesos de pensamiento de un niño difiere de los de un adulto sencillamente intentando explicar alguna cosa a un niño de cinco años usando lógica adulta. Las reglas de la lógica de los adultos no solamente no tiene sentido para el niño, sino que además es difícil evitar la impresión de que todo el mundo del niño es bastante diferente del mundo del adulto.

            El mismo Piaget nunca se preocupó por las diferencias entre los niños, ni de por qué algunos se desarrollan más rápidamente que otros, y prácticamente no llevo a cabo ninguna investigación con niños retrasados. Sin embargo una de sus discípulas Balbel Inhelder hizo su tesis doctoral sobre la aplicación de ciertos aspectos de la teoría de Piaget al retraso metal. Esta investigadora llevó a cabo muchos de los experimentos clásicos de Piaget con niños retrasados a diversos niveles, incluyendo la conservación de cantidad, peso y volumen; encontró que el grado de dificultad de los tres tipos de conservación era el mismo para los retrasados y para los niños normales.

En general las respuestas de los niños retrasados era semejantes a las de los niños normales de menor edad, confirmando la teoría evolutiva de que los niños retrasados avanzan por las mismas etapas que los niños normales y en el mismo orden, pero que su ritmo de desarrollo es más lento. Sin embargo, Inhelder también advirtió que algunos niños retrasados mostraban mucha oscilación entre varias etapas. En otra investigación Woodward demostró que los seis estadios de Piaget del desarrollo sensoriomotor se verifican casi por igual en los adolescentes profundamente retrasados y en los niños normales menores de dos años.

La mayor parte de la investigación hecha sobre la teoría de Piaget, tanto con niños normales como con niños retrasados, se ha restringido al periodo preoperacional y a la transición al pensamiento de operaciones concretas. Dentro de esta teoría se debe comparar el rendimiento de niños retrasados con el de niños no retrasados que estén en la misma etapa de desarrollo mental, para determinar el grado en que el funcionamiento mental es el mimo en lo dos grupos; es así como surgen dos dificultades: la primera es que es difícil determinar con exactitud la etapa de desarrollo en que se encuentra tanto los niños retrasados como lo niños no retrasados, la segunda, radica en que lo más probable es que haya diferencias de motivación y de personalidad entre los niños retrasados y los no retrasados, por consiguiente, el rendimiento de los dos grupos en una tarea de aprendizaje puede resultar bastante diferente. La teoría de desarrollo aunque explica relativamente bien el funcionamiento retrasado, no se sostiene ante un examen detallado.

·        Conductismo

           A diferencia del uso tradicional no se hablara de retraso mental o de deficiencia mental, sino de retardo ene el desarrollo. A continuación se expondrán los motivos de este cambio, determinando la conducta en cuatros factores básicos que son:

         1. Determinantes biológicos del pasado (factores genéticos, prenatales y perinatales). La importancia de estos factores estriba en que pueden producir cambios en el organismo, las más de las veces irreversibles, especialmente en el sistema nervioso central, en los órganos motores o en los sensoriales.

          2. Los determinantes biológicos actuales (estado nutricional, fatigas, droga, etc.) estas tienen funciones disposicionales; es decir, afectan de manera diversa la acción de los estímulos discriminativos y reforzadores comunes.

          3. La historia previa de interacción con el medio (a la que se le denominara historia previa de reforzamiento) se efectúa en términos de las conductas que han sido mantenidas sistemáticamente por el medio, así como el tipo de estimulación.

            4. Las condiciones ambientales momentáneas o acontecimientos discriminativos, reforzantes y disposicionales. Aquí el déficit se considera, no como una consecuencia de la falta de maduración por la acción de variables biológicas y del paso del tiempo exclusivamente, sino que se interpretan como producto de la interacción de los cuatro determinantes.

El diagnóstico que se da se efectúa en términos estrictamente funcionales, independientemente de la causa o causas orgánicas y ambientales del retardo. El diagnóstico tradicional agrupa fenómenos según su semejanza formal y les pone rótulo. A veces etiología o causa orgánica; estas clasificaciones son de tipo topográfico este es el conjunto de propiedades físicas que definen la geografía de una conducta. Así para el diagnostico funcional del retardo en el desarrollo, es necesario efectuar un análisis de los repertorios que posee el sujeto, averiguar cuales son los factores ambientales que controlan, saber ante qué reforzadores responde, y lo más importante de todo, señalar cuales son las que habrán de ser establecidas. 

 

 A manera de conclusión podemos decir que la capacidad intelectual entre los retrasados en igual, o tal vez mayor, que la gama de capacidades de las personas clasificadas como normales, y el tipo de problemas con que tropiezan los retrasados son tan diversos como los problemas a los que se enfrentan cualquier grupo de individuos “normales”.

Se ha reconocido que el retraso mental es un problema multudisciplinario, pero las disciplinas que tradicionalmente han estado de por medio en el caso de lo retrasados mentales –medicina y educación- se han venido complementando cada vez más con una gran variedad de nuevas áreas de conocimiento.

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