VIDA Y OBRA DE HUMBERTO MATURANA: UN ACERCAMIENTO EN TORNO AL LENGUAJE Y LA COMUNICACIÓN

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Díaz Quiñones, J. V. (2008) Vida y Obra de Humberto Maturana: Un Acercamiento en Torno al Lenguaje y la Comunicación.
Traducción al español de Alberto B. Alpoim. Texto publicado en la Revista Comunicologí@: indicios y conjeturas.
Publicación Electrónica del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Segunda Época, Número 10, Otoño 2008.

 

INTRODUCCIÓN
A lo largo del presente trabajo exploraremos uno de los más importantes y significativos biólogos chilenos de este milenio. Expondremos los pensamiento mas innovadores y congruentes que explican el funcionamiento biológico-social de un ser vivo. Aclarando que esto no es mas que una intrusión al pensamiento de Humberto Maturana Romecín, en torno al lenguaje y la comunicación, y no un análisis profundo de todas sus aportaciones científicas.
Nos concentraremos además en entender como se formuló dicho pensamiento teórico, donde rescataremos la vida de Humberto Maturana así como algunas aportaciones teóricas, significativas que nos darán pie a entender aún mas su análisis sobre el lenguaje y la comunicación.
Daremos un recorrido sobre las ciencias de la complejidad, el pensamiento sistémico, el constructivismo y finalizaremos con un panorama general sobre el lenguaje; su función en el medio, la forma en la cual se estructura dentro del sistema nervioso, su organización dentro del sistema social, su función en la formación de realidades, su complejidad dentro de las relaciones humanas, su modo de convivir con el individuo, con la sociedad y con el  medio.
Daremos una vuelta por las creaciones epistemológicas que plantea Humberto Maturana gracias al constructivismo. Explicaremos esta teoría con el fin de obtener un panorama general con el cual abordaremos después las consecuencias de la misma sobre Maturana, sus contribuciones, su seguimiento y sus aportes.
Recorreremos las explicaciones de lo real, analizaremos las aportaciones del constructivismo, pasearemos por sus columnas radicales y moderadas, nos casaremos con su critica a la epistemología domínate, a la psiquiatría y la normalidad.
Se trata de entender a Humberto Maturana, de exprimir su complejidad para evocar un artículo sencillo, fácil de digerir y con una lectura entretenida. De ahí que este se dividida solo en tres capítulos; empezando por el pensamiento y obra de Humberto Maturana.
Ahí nos sentaremos para platicar sobre Maturana, ¿quién es?, ¿qué hizo?, ¿qué estudio?, ¿que aportaciones realizo? Es una capitulo en el cual nos detendremos a escuchar sobre la vida de Maturana, y como a lo largo de está dejó grandes escalones que nos llevaran a entender su desarrollo teórico-científico. Es un capitulo en el cual mostraremos sus experimentos, sus criticas, sus teorías, sus motivaciones, sus cuestionamientos sobre el ser vivo.
Tendremos un acercamiento a su pensamiento, de tal manera que explicaremos su teoría de la autopoiesis, su explicación sobre lo real, la función del ser vivo como constructor de realidades, la función del medio en torno al ser vivo, las consecuencias de la estructura biológica del ser vivo, sus hallazgos sobre el sistema nervioso, su concepción del sistema nervioso y la función que este tiene dentro del ser vivo, su postura epistemológica sobre el conocimiento y la relación que tiene está sobre la percepción, la objetividad y la realidad.

 

En el segundo capitulo (constructivismo y pensamiento sistémico) retomaremos al constructivismo para enfocar la posición en la cual se encuentra Maturana, reconoceremos al mismo como un constructivista moderado, que posteriormente bajo un crecimiento intelectual formula un constructivismo biológico.
En este capitulo nos centraremos en la construcción del conocimiento como recreación del espacio de lo real. Identificaremos a Maturana dentro de esta corriente epistemológica, desarrollaremos puntos claves que nos ayudaran a entender sus aportaciones en torno al lenguaje y la comunicación, las cuales se desarrollaran mas ampliamente en el capitulo tres.
También nos adentraremos a la teoría sistémica y la cibernética de donde surgió el constructivismo, explicaremos a grandes rasgos su funcionamiento y la relación que tienen con el constructivismo. Trataremos de responde, ¿que es lo que el constructivismo agarro de ellas para desarrollar sus propias teorías? Aquí criticaremos a la epistemología de la modernidad y la confrontaremos con el constructivismo.
Lo que tratamos de reflejar en este capitulo no es mas que la posición en la cual si sitúa  Humberto Maturana, como este se desarrollo intelectualmente. Esto nos ayuda para comprender las bases teóricas de las cuales se desarrolla su exposición sobre el lenguaje.
De aquí que el capitulo tres sea un paseo a través del lenguaje, entender su función generativa, su relación con la realidad, la importancia sobre el individuo y el fenómeno social. Explicar las consecuencias del lenguaje en el fenómeno de la convivencia y como a través de este nos formamos como seres humanos en una constante exposición, coordinación y configuración de acciones. En este capitulo propondremos al lenguaje como aquel que genera al ser humano, aquel que sobre sus bases lingüísticas convoca al fenómeno social, lo crea, lo instruye, lo conduce sobre la coordinación de acciones. Porque el lenguaje es un mundo de posibilidades que genera distintas realidades.
Es un articulo exploratoria, trata de indagar sobre las consecuencias de los aporte de Humberto Maturana sobre el estudio de la comunicación y el lenguaje. Trataremos de inculcar estos análisis en el estudioso de la comunicación, observaremos los beneficios de los mismos sobre los estudios comunicativos.
Al mismo tiempo tratamos de cuestionar ciertos paradigmas modernos, juzgaremos la veracidad, la realidad real, la razón, el conocimiento científico.
A lo largo de estos capítulos intentaremos explicar el pensamiento que formuló Maturana para exponer el lenguaje y la comunicación, sus teorías, experimentos, cuestionamientos. El fin es aportar a la comunicación una herramienta mas para su mejor exploración, entendimiento y análisis.

PENSAMIENTO Y OBRA DE HUMBERTO MATURANA
¿Que hay allá afuera?; cuando Maturana trato de responder a esta pregunta había estudiado largos años, primeramente en la escuela de Medicina de la universidad de Chile (1948), continuando sus estudios en Inglaterra bajo la ayuda financiara de la fundación Rockefeller en donde ingreso a University Collage of London (1954) estudiando anatomía y neurofisiología. De ahí que su Doctorado en Harvard (1958) estuviera enfocado en el operar del sistema nervioso con respecto a la fisiología de la visión. Desarrollando una tesis  que estudiaba la estructura del nervio óptico de la rana.
Estos estudios demostraron que el sistema nervioso condiciona con su estructura lo que el animal ve. Así lo visto esta subordinado por el operar de la retina y no como antes se pensaba, es decir, como una simple abstracción de las coherencias del mundo visible. En este sentido, el modo de vivir del animal determina el como y que ve este.
En sus estudios sobre la percepción visual Maturana formuló dos caminos de investigación: uno centrado en los estudios anatómicos y fisiológicos del sistema visual de las aves y otro, enfocado en plantear una categorización de la organización de los seres vivos como sistemas autónomos, estos lo llevaron a ganar el premio nacional de ciencia en 1994.
En el marco de estas líneas de investigación, Maturana desarrolla algunas observaciones y hallazgos sobre el sistema nervioso, como por ejemplo:
1.    Que no opera captando características del mundo externo, y que en consecuencia no opera realizando una representación de dicho mundo externo.
2.    Que los estímulos que un observador ve como externos gatillan pero no especifican los cambios que ocurren en el sistema nervioso como resultado del fluir de las interacciones del organismo con el medio.
3.    La conducta del organismo surge en sus encuentros con el medio según el fluir de las correlaciones senso efectoras que el operar del sistema nervioso genera en él.
4.    Que la congruencia operacional de un organismo con su circunstancia, es el resultado de los cambios estructurales coherentes entre organismo y medio que han surgido de la historia evolutiva a que éste pertenece, y que surgen en su devenir ontogénico.
Por tanto podemos entender el sistema nervioso como una red cerrada que controla sus cambios estructurales y no por ello su organización. Y es aquí donde el medio sirve como detonador sobre el entendimiento que generará un organismo a partir del exterior, es decir, su organización y comportamiento se deben al medio y el medio es producto de la estructura cerrada en la cual se conforma un ser vivo.
De aquí formulará el termino autopoiesis (1),  es  decir, la capacidad de un sistema para  organizarse de tal manera que  el único producto  resultante es él mismo. Es decir, desde esta perspectiva no existe  separación entre productor y producto, entre el ser y el  hacer, y constituye el modo específico de  organización (comportamiento) que determina  que nuestra experiencia, este amarrada a nuestra  estructura de forma indisoluble. No podemos ver aquello que nuestra estructura visual no nos permita ver, no podemos oír aquello que nuestra estructura auditiva no nos permita oír, estamos amarrados a la forma en la cual estamos construidos; nuestra estructura tiene especificaciones biológicas, éstas nos limitan y nos abren un mundo  definido por estas mismas especificaciones. Por ello, no hay separación entre nosotros como observadores y aquello que observamos, ya que lo que observamos es lo único que podemos ver, de ahí que con nuestros sentidos configuremos nuestro medio. Estamos configurados para abstraer de cierta manera el medio que nos rodea, pero al mismo tiempo nuestra propia constitución nos configura, somos nosotros con el medio y por ello somos el medio.

Estos hallazgos fueron desarrollados por Maturana con su teoría de la autopoiesis, en conjunto con sus descubrimientos en el sistema nervioso los cuales lo proyectó hacia estudios de la neurobiología, el conocimiento, la antropología social, el lenguaje y la evolución biológica. Así, pues su desarrollo intelectual se encamino por dos intereses diferentes dentro de los seres vivos: uno operacional, y el otro relacional. En ambos desarrolló conceptos como la biología del conocimiento y la biología del amor (2). Estudios que lo llevaron a comprender la importancia del carácter histórico en el ser vivo, tanto como su formación estructural en participación con su existencia dentro del medio en el cual se desenvuelven. Esto conformó un estudio congruente de los fenómenos biológicos que lo acontecen (3) y por los cuales comprendió que “el medio” sólo puede ser entendido como las experiencias que conforman el carácter histórico del sujeto que lo vive. Nos creamos con los ojos del sujeto y la mirada del medio.
De ahí que toda explicación biológica se desarrolla gracias al operar histórico de las experiencias del ser vivo, lo que configura su presente bajo los procesos que se dieron desde su origen, lo cual determina al ser vivo dentro de su operar actual. Es por ello que el sistema nervioso actúa por sus caracteres y estructuras internas y no por el exterior, es una historia estructural del ser vivo que lo determina en su presente.
Las posturas de Maturana tienen un alejamiento epistemológico con las posturas sobre este punto. Ya que mientras éstas dicen que se puede conocer la existencia real de los objetos sin necesidad de tomar en cuenta al sujeto, Maturana afirma que no se conoce nada que no sea parte de la construcción del sujeto, el sujeto con su estructura y organización conoce lo que el observa y por tanto su conocimiento es una convivencia entre su sistema y sus relaciones con el medio, es decir, su espacio relacional y sus correlacione internas.
Por ello afirma que el problema de dar explicaciones teóricas sobre el conocimiento humano, es que estas no reconocen la naturaleza circular o la tautológica cognoscitiva, es decir, “el hecho de que el universo de conocimientos, de experiencias, de percepciones del ser humano, no son posibles explicarlas desde una perspectiva separada del mismo. El conocimiento humano solo podemos conocerlo desde si mismo, o en otras palabras, el contenido del conocimiento es el conocimiento mismo.”(4)
En este mismo sentido Bateson, destacado antropólogo, afirma que existen diferentes epistemologías, ya que son modos diferentes de relacionarse con el mundo exterior, son afirmaciones cognoscitivas que recrean la forma de vivir en el medio pero no son la realidad. Sostiene que en última instancia sólo podemos percibir lo que ya conocemos: y que el conocimiento está en la mente. Por ello la realidad que percibimos es una construcción a partir de los propios esquemas de distinción que manejamos como observadores y no esa entidad objetiva y absoluta que podíamos aprehender mediante los sentidos (empirismo) o la razón (racionalismo).
De la misma manera, Maturana reconoce que la percepción se debe a nuestra propia estructura y, por ende, lo que observamos y conocemos está mediado por este sistema biológico y por el propio medio en el cual se desenvuelve y se componen los seres vivos.
Con este desarrollo intelectual, Maturana juzga la objetividad de la epistemología dominante, afirmando que “lo real se convierte un argumento explicativo (…) para entender la experiencia y no lo real (…) inventando nociones explicativas; la noción de la realidad, la noción del tiempo, de energía, de materia. No son sino coherencias de la experiencia (…) Por ello nuestra convivencia con lo real es un delirio en la convivencia, (…) lo real lo configuramos.”(5)

Ahora bien, para responder a la pregunta ¿como configuramos esta realidad en la convivencia? según Maturana, tendríamos que iniciar preguntando ¿Cuándo surge lo humano?
Si bien se ha sostenido que el conocimiento es una convivencia con el medio y con nuestras relaciones, la única forma de mantener un orden en esta relación, es a través del consenso. Por ello, el lenguaje “es un modo de convivir en coordinaciones de coordinaciones conductuales consensuales.” (6)  Esto quiere decir que nos formamos como humanos en relación a nuestras conductas en consenso con el otro y éstas se dan en la esfera del lenguaje.  
Sin embargo, es formación que se dá en el consenso se fomenta con el altruismo biológico natural y la necesidad que tienen los individuos de formar parte en los distintos grupos humanos, así como de operar en consenso con ellos, podríamos decir que sin altruismo no hay fenómeno social. De esta manera el consenso no seria consenso sin la reflexión conciente de los que configuran parte de ese consenso. La plenitud del consenso se dan en la concientización del mismo, tanto de los sujetos como individuos como de los sujetos en sociedad. Es un juego pleno entre el yo y entre el yo con los otros.
Así lo que aprende el niño una vez que ha dominado el lenguaje es una forma de convivir con el otro y con el medio que surge de la  convivencia con su madre. Entonces existe una relación intrínseca que se hace entre la dinámica relacional del individuo y la dinámica neurofisiología, dando mayor peso para entender al lenguaje sobre las dinámicas que un  individuo conforma con su entorno y  como estos gatillan (7) la repuesta del  mismo, configurando en su mayoría la composición del lenguaje. Para ejemplificar más esto, iremos a los estudios que realizó Maturana en el ámbito de la percepción del color.  A donde comprobó que “nuestra experiencia de un mundo de objetos de colores es literalmente independiente de la composición en longitud de onda de la luz proveniente de cada escena que miramos (…) el color no es una propiedad de las cosas; es inseparable de cómo estamos constituidos para verlos.” (8)
Desde este descubrimiento se puede sostener que lo que aprecia del mundo no es visión del ser vivo sobre su propio espacio  sino la ilusión el de su estructura sobre su propio campo visual. En cuanto al color podemos decir que no se ve el color del mundo sino que se ve el propio espacio cromático que se configura en la historia de acciones biológicas y sociales de un ser vivo. Así, la naturaleza para el ser humano se convierte en un artificio cultural donde vive, ése es su mundo natural. El espacio que ocupa un ser vivo en el medio es su nicho, allí entra todo lo que lo afecta en su accionar y comprensión de el mundo. Así, la cultura puede definirse como “un modo de convivir en el entrelazamiento del lenguajear y el «emocionar» en una red de coordinaciones de acciones y emociones que designo con la palabra conversar, que significa dar vuelta juntos en la conducta y la emoción. Por ello las diferentes culturas son distintas redes cerradas de conversaciones, y como tales, son distintas configuraciones cerradas de modos de estar en el lenguajear y el «emocionar». (…) Por esto, dos conductas que parecen la misma desde el punto de vista de los movimientos o relaciones externas en que ocurren, son distintas acciones desde el punto de vista de las emociones que las sustentan. Es la emoción lo que define a la acción, no el hacer que involucra” (9)
Explicaría por qué los seres humanos no tienen, por tanto, acceso a su propio campo cognitivo desde fuera de ese campo. El problema se sitúa en diferenciar lo que es propio del ambiente en si, de la manera como el ser (organismo) experimenta (percibe) tal ambiente.
Esto es, conocemos a través del lenguaje, y el lenguaje es una creación del individuo en sociedad, esto hace que circulemos en una continua creación de nosotros mismo y del mismo medio, no podemos conocer aquello que no podamos nombrar. Con el lenguaje creamos realidades y con el mismo lenguaje las explicamos, es una relación cogenérica entre el mundo exterior y la lingüística la que crea este mundo.
Somos seres capaces que crearnos al mismo tiempo que desciframos el mundo exterior. Somos capaces de nombrar, conocer y reflexionar a través de nuestros sentidos, de la percepción y el pensamiento, de las relaciones sociales e históricas que configuren nuestra formación como individuos en sociedad. Pensamos el mundo y al mismo tiempo que lo nombramos, lo creamos como fábula mística en donde cada uno es el amo y señor de su mundo.

La litografía de M. C. Escher en su obra “Manos Dibujando” de 1948 ilustra bien esto ultimo. Las manos se dibujan a si mismas, dando una imagen de la autorreflexibidad: “El  hombre como sujeto y objeto”. O por otra parte en su obra Galería de Cuadros de 1956 donde nos muestra un joven que observa en cuadro el mundo al cual el mismo pertenece. El sujeto es observador y observado al mismo tiempo,  creador y  creado, no hay barrera específica en esta dualidad imperceptible.  Ambas están comprometidas consigo  mismas, ambas dependen de la otra, son y serán para si mismas, pero están por ambas.
“La percepción y  el pensamiento son operacionalmente lo mismo en el sistema nervioso, por eso no tiene sentido hablar de espíritu vs. materia, o de ideas vs. cuerpo: todas esas dimensiones experienciales son, en el sistema nervioso, lo mismo, esto es, son operacionalmente indiferenciables.” (10)    
Para Humberto Maturana los seres vivos son:
“Sistemas que tienen sus características como resultado de su organización y estructura, de cómo están hechos, y para que existan no se necesita de nada más. Pero al mismo tiempo los seres vivos tienen dos dimensiones de existencia. Una es su fisiología, su anatomía, su estructura. La otra, sus relaciones con otros, su existencia como totalidad. Lo que nos constituye como seres humanos es nuestro modo particular de ser en este dominio relacional donde se configura nuestro ser en el conversar, en el entrelazamiento del "lenguajear" y emocionar. Lo que vivimos lo traemos a la mano y configuramos en el conversar, y es en el conversar donde somos humanos. Como entes biológicos existimos en la biología donde sólo se da el vivir. La angustia y el sufrimiento humanos pertenecen al espacio de las relaciones. Todo lo espiritual, lo místico, los valores, la fama, la filosofía, la historia, pertenecen al ámbito de las relaciones en lo humano que es nuestro vivir en conversaciones. En el conversar construimos nuestra realidad con el otro. No es una cosa abstracta. El conversar es un modo particular de vivir juntos en coordinaciones del hacer y el emocionar. Por eso el conversar es constructor de realidades. Al operar en el lenguaje cambia nuestra fisiología. Por eso nos podemos herir o acariciar con las palabras. En este espacio relacional uno puede vivir en la exigencia o en la armonía con los otros. O se vive en el bienestar estético de una convivencia armónica, o en el sufrimiento de la exigencia negadora continua.” (11)
Por eso el conocimiento es una recopilación de información sobre el medio y el vivir no es más que una adaptación de nuestro accionar, nuestra experiencia y nuestra cognición con el otro, realizando una convivencia en transmisión de las distintas conversaciones.

CONSTRUCTIVISMO Y PENSAMIENTO SISTEMICO
Hay que decir que “el conocimiento no se descubre, se construye”. Y aquí hay que separar esta enunciación. Primeramente debemos decir que la mayoría de las ciencias estarían de acuerdo en que el conocimiento se descubre, la complicación se desenvuelve en la construcción del mismo, ¿cómo se construye el conocimiento? Aquí es donde las distintas ciencias exponen sus puntos, sus hipótesis y sus teorías etcétera, del conocimiento, dando explicaciones fenomenológicas, metafísicas, matemáticas, etc. todas con el fin de acercarse a la verdad, llevando a cabo proyectos soportados bajo ciertas bases epistemológicas que irán transformándose a lo largo de la historia. Incluso desarrollando varias epistemologías en un mismo espacio y tiempo, pero siempre con el dominio de alguna sobre las otras. Esto dictaminara la sentencia del hombre con respecto a la construcción de su conocimiento.
Y es este conflicto de la construcción del conocimiento donde Maturana configura su epistemología en el enfoque del constructivismo. Instruyéndose por este y participando en la evolución del mismo. Posteriormente Maturana en su crecimiento intelectual es arrastrado por un constructivismo moderado, que lo lleva a configurar una teoría del conocimiento diferente, esto gracias a sus descubrimientos biológicos de la estructura y la organización del individuo (experimentos de la visión y del color), llevándolo a realizar su famosa teoría de la autopoiesis de la cual estructurará su epistemología.
Este capitulo hará referencia a esta evolución en el pensamiento de Maturana  con respecto a la construcción del conocimiento. Explorara el constructivismo, tratara de explicarlo y haremos una separación entre este y el constructivismo de Maturana.
En primer lugar expondré un ejemplo con el cual se hará una separación entre el constructivismo radical y el constructivismo moderado.
Cuando se va a entrar a un cuarto que esta cerrado, lo primero que se debe hacer es abrir la puerta, para que podamos entrar, de lo contrario nos estrellaremos con la puerta ya que esta impedirá que nosotros pasemos al cuarto. Es una ley básica de la física, es decir, dos cuerpo no podrán ocupar el mismo espacio al mismo tiempo. De ahí que la puerta nos impida pasar. La puerta entonces, ¿es la realidad que se nos impone o es una construcción nuestra?
El constructivismo radical nos diría que en cada instante uno construye una de las muchas realidades posibles, siendo la puerta una construcción del sujeto. Por otro lado, el constructivismo moderado reconoce que uno tiene acceso a la realidad, que ella esta ahí independientemente del sujeto. La diferencia radica en que por un lado, el radical dice que construye la realidad, el moderado afirma que ésta, está allí y que los seres humanos solo construimos la forma en la cual vivimos esa realidad, la forma en la cual observamos, sentimos, tocamos y conocemos esa realidad, y que es ahí donde existe una multiplicidad, no en la realidad como tal. Watzlawick diría que hay una realidad real que nunca conoceremos.
Ambas explicaciones tienen mas fundamentos, pero sin embargo no es el objetivo de este capitulo  profundizar en ellos. Por otro lado si interesa en este capitulo exponer el pensamiento de Maturana. Ahora bien, ¿qué diría Maturana con respecto a la puerta? Diría que la puerta es una realidad material que usamos para explicar el por qué no pasamos a través de la puerta. Afirmando con esto que lo real no es una construcción sino una configuración de nuestra propia estructura. La puerta esta ahí, lo que hacemos es darle nombre a ese objeto material, de esta manera nombramos nuestra experiencia con el afuera, no nombramos nunca la realidad.
Por eso que Maturana siempre se ha querido separar del constructivismo diciendo claramente;  “yo no soy constructivista por varias razones. Una de ellas es que en tanto no podemos decir nada sobre algo independiente de nosotros -por la forma en que estamos determinados en nuestra estructura- ni siquiera tiene sentido decir que exista una realidad como referencia. Y no solo eso: pienso que lo que se vive no es una de las muchas realidades posibles sino la única posible. En cada instante vivimos lo único posible.” (12)  

Maturana cambia la pregunta de ¿como construimos el conocimiento? a ¿cómo configuramos el argumento explicativo de la experiencia, o sea el de la realidad? Ya que para Maturana lo real se convierte en un argumento explicativo de la experiencia, reflejando en las distintas nociones (tiempo, espacio, energía, materia) coherencias de la experiencia.
Esto ya había revelado desde Epicteto, el filosofo de la antigüedad, en que afirmaba: “no son las cosas en si mismas las que nos preocupan, sino la opinión que tengamos de ellas”.  O, si nos vamos al otro lado del mundo, el budismo Zen, afirma que se tienen dos concepciones de la verdad; la verdad de esencia y la verdad de error. La primera se alcanza mediante la iluminación, o bien trascendiendo la realidad concreta y no una vida terrena; por lo tanto, tal verdad no puede ser alcanzada en el curso de la vida de un ser humano. Las verdades de error son, en cambio, aquellas verdades instrumentales parciales que se construyen en relación con las cosas terrenales para incrementar nuestra capacidad de gobernarlas. Por otro lado, si nos ubicamos en la edad moderna, Einstein con su teoría de la relatividad  y el principio de la indeterminación nos sitúa en esta dificultad de conocer una realidad verdadera y única.” (13)
Entonces, ¿dónde esta ubicado Maturana? Se considera que se educó y participó con el constructivismo, aunque su pensamiento trascendió hacia otras fronteras. Bien podremos decir que está situado en el ala de los constructivistas moderados, ya que se va por la explicación de la realidad a partir de la experiencia de cada individuo, es decir, la experiencia como motor creciente para dar explicación a la realidad. Para él configuramos el conocimiento de la realidad a través de nosotros. Su epistemología se construye en la estructura del individuo, de su organización y administración con el medio.
Los términos, medio, estructura, organización, configuración de la experiencia, acaso  ¿tienen alguna relación con los postulados del constructivismo? Ciertamente existe una relación estrecha entre estos términos y Maturana. Y es de aquí que Humberto Maturana retocó y armo nuevas piezas dentro de su crecimiento intelectual y lógicamente dentro de su teoría del conocimiento. Aunque las bases del constructivismo están ahí implícitamente. Por ello en lo que sigue profundizaremos en el desarrollo del constructivismo para observar las similitudes y las diferencias con respecto a las posturas de Maturana, es decir, para ver de qué manera se arraigó el constructivismo en el pensamiento de este autor.

CONSTRUCTIVISMO COMO NUEVO PARADIGMA
Desde un acercamiento a la epistemología el constructivismo se plantea como un nuevo paradigma (aunque no arraigado en la ciencia). Realizaré recorrido histórico y conceptual del constructivismo como teoría del conocimiento, esperando acercarme a un mundo conceptual que rompe con muchos paradigmas del conocimiento en la modernidad y que son fundamentales de entender para apreciar los aportes intelectuales de Maturana al lenguaje y la comunicación (que trataremos extensamente en el capitulo 3).
El constructivismo es un paradigma que se formuló bajo las fracturas epistemológicas de la modernidad, y se gesto con y en la teoría de sistemas y con el desarrollo de la cibernética. Ambas contribuyeron a la reproducción de una nueva epistemología que va a pernearse en las distintas ciencias, principalmente en la biología, la filosofía,  la antropología y la psicología, a través de grandes expositores que configuraron el entorno en el cual el constructivismo iba a crecer.
¿Por qué el constructivismo es una nueva epistemología? Simon y colaboradores (1984) afirman “La epistemología se refiere al desarrollo de la estructura de pensamiento, así como la lógica interna de los procesos emocionales. La estructura de conocimiento de todo organismo puede verse como su modelo del mundo y como marco de referencia de su conducta. La organización del modelo del mundo depende de la comunicación que tenga un individuo con su ambiente, es decir, de las estructuras y condiciones dadas de ese mundo y el potencial del organismo para percibirlas”(14) Según esta perspectiva lo que conoceremos del mundo se basa en estas construcciones conceptuales que recreamos a lo largo de nuestra vida, pero hay que colocar a la epistemología como paradigma de paradigmas, en tanto reglas usadas en el pensamiento de grandes grupos de personas para definir la realidad.
Según Kuhn un paradigma es un modelo de solución sobre ciertos problemas entre una comunidad científica, por ende éste está en constante cambio, adaptándose a las condiciones del hombre y es en estas fracturas donde nace el pensamiento sistémico que convoco al modelo constructivista a asentarse en la postmodernidad.
Definimos la postmodernidad como la época en la cual se fracturan los ideales de la modernidad, los grandes relatos (15) como los llamaba Lyotard, conformando así una época de inestabilidad e inseguridad, creciendo así la lucha y la necesidad por establecer una nueva epistemología, que pueda ayudarnos a comprender lo que se está viviendo y reflexionando la partir de las nuevas situaciones que dan gestación a un modelo de conocimiento no especifico de esta época.

Pero así como se están gestando nuevas modelos de conocimiento en esta época, se han  gestado a lo largo de toda la historia del hombre. Un claro ejemplo de esto lo representó Descartes con su división cartesiana, la cual ocasionó un parte aguas para la filosofía y otras ciencias, es decir, el empirismo y el racionalismo. Después de Descartes, la filosofía y los filósofos se reorganizaron en estas dos vertientes, defendiendo a una y a otra, salvaguardando sus intereses intelectuales, pero esto no duraría por siempre. Tendría que llegar otra época de crisis para que estas escuelas se dejaran atrás y se empezara a tomar en cuenta otra escuela, esto no quiere decir que se deje por completo el pasado. Sin él, no se podría haber gestado un contexto específico para formular otro tipo de paradigmas y es gracias a esto que se desarrollan otras escuelas y otros modelos, sobre la base de otros y con los aportes de la historia que desemboca en el presente.
Por ello podemos decir que estos modelos “están determinados, como emergentes de variables que regulan los distintos contextos, por factores que van desde lo social, político, económico hasta lo cultural. Son estos factores los que crean el territorio para fundamentar y poner en crisis los paradigmas recientes.” (16)
Estos modelos, situados en un contexto específico, por las distintas causalidades de la historia, configuraran un modelo único para cada uno de nosotros, determinando la manera en la cual conoceremos.
Y es aquí donde tomaremos un giro temporal nos situaremos en el surgimiento de la teoría de los sistemas, ya que ésta formuló un paradigma que se contraponía con la epistemología tradicional, estoy hablando mas o menos de los años 50. Ahora, ¿Por qué se contraponía? Porque la teoría de los sistemas explicaba su entorno a partir de una causalidad circular, holística/descriptiva.
Expliquemos mas a fondo esto, ya que aquí se sustenta el constructivismo que nos atañe en este capitulo.
En el modelo sistémico, la circularidad y la recurrencia son la guía del pensamiento auto-construido por el observador, patrimonio de su conocer, imponiendo así la subjetividad. Pero ¿por qué la teoría de sistemas estaba situada como nuevo paradigma? Antes de establecerse la discusión científica, lo que imperaba en los círculos académicos estaba determinado por conocer a los fenómenos a partir de una causalidad lineal, esto quiere decir que toda proposición lineal nunca regresa al punto del cual se formuló, por lo tanto el resultado nunca ejerce sus efectos en su punto de inicio y es gracias a esto que no se formulan procesos de retroalimentación y por ende no hay un resultado coherente con los procesos mismos del fenómeno.
Por el contrario la teoría de los sistemas en conjunto con la cibernética (17) preparan un campo circular (18), en la cual la causa esta implícita en el efecto y viceversa, una impregna a la otra y ambas regresan a su punto de inicio, configurando así las respuestas y las preguntas en un proceso de continua y constante modificación, gestando un modelo básico de retroalimentación.
Esto vendría a re-significar los procesos operativos de distintas ciencias ya que ponía al observador como un elemento esencial en la configuración del fenómeno observado. Y  es aquí donde nace el constructivismo, aquel que viene a dar cuestionamientos tales como de si la realidad que se plantea como objetiva no es más que una simple creencia, reconociendo que esta “no es descubierta sino que es inventada y construida.”(19)
De aquí que el constructivismo vaya naciendo y formulando cuestiones que narran al fenómeno desde su percibiente, convocando a una construcción del universo a partir de uno con la realidad, una dicotomía que parece ejecutarse de manera cogenérica.

El constructivismo es una manera de conceptuar y visualizar la realidad o las realidades que aparentan nuestros sentidos y esto deja al hombre situado en un espacio donde por él se determina su realidad; él subjetiviza al mundo de acuerdo con su apropiación. Por ello el sujeto se convierte en un creador innato de realidades, que pone en la mesa su percepción y experiencia para instalarse en un espacio construido por el. “Cada realidad cambia según el punto de vista de quien la mira: esto conduce a reacciones diversas sobre la base de las diferentes atribuciones que se pueden hacer a la misma realidad. La realidad puede tener percepciones y opiniones diversas, y sobre la base de cada una de estas, se coloca una reacción cambiante. (20)
Por ello la realidad no es trascendente sino que es una mera construcción terrenal y  depende de un sujeto como agente esencial para la exposición de un mundo.  No es la realidad la que nos impone las percepciones, sino que son éstas las que dan la pauta para obtener modos  sistemáticos y operativos para vivir nuestra realidad. "Allá afuera, externo a nosotros (individuos, sistemas), solo existe un continuo amorfo y caótico de procesos electromagnéticos, movimientos de moléculas y fluctuaciones de la presión del aire.” (21)
Podemos sostener que el constructivismo se desarrolla en el paradigma de la circularidad (objeto-sujeto) y de la carencia de realidad en las certezas absolutas, ayudado por la relatividad y el principio de incertidumbre que construyo la física moderna. Aquí el sujeto como observador se convierte en el artista de su propio mundo y por ello observador y mundo observado no admiten una separación sino que por el contrario entre ellos existe una relación mutua que definirá a ambos. Toda esa linealidad en la cual se pensó que estaba inscrito el individuo, su sistema y su estructuración vienen a ser desplazadas por un modelo circular en el cual la co-construcción de esta esfera estará mediada por el individuo como medida perceptiva.   
El constructivismo nos da el poder de condenar la realidad y la veracidad a fluctuaciones meramente espontáneas y llevarlas a un proceso a posteriori de sujeto. De esta manera el mundo es como nosotros y el conocimiento es una apreciación de nuestras significaciones o como diría Bateson sólo podemos percibir lo que ya conocemos: y el conocimiento (22) está en la mente.  
Por ello la distinción que se impone entre el sujeto y el objeto, se desvanece. El hombre es el autor y el editor de su propia realidad. La cotidianeidad gira en torno a la construcción del observador, es gracias a las cualidades del observador y a la interacción con otros observadores que se concretiza la realidad para los otros y para nosotros.
Porque esta realidad al final se hace en cooperación y en conversación con el otro, es una relación instrumental para la formación de lo real. De aquí que Watzlawick nos muestra que el constructivismo contiene una ética de la convivencia ya que “la historia de la humanidad enseña que apenas hay otra idea más asesina y despótica que el delirio de una realidad real (entendiendo por tal, naturalmente, la de la propia opinión), con todas las terribles consecuencias que se derivan con implacable rigor lógico de este delirante punto de partida.
La capacidad de vivir con verdades relativas, con preguntas para las que no hay respuesta, con la sabiduría de no saber y con las paradójicas incertidumbres de la existencia, todo esto, puede ser la esencia de la madurez humana y de la consiguiente tolerancia frente a los demás. Donde esta capacidad falta, nos entregamos de nuevo, sin saberlo, al mundo del inquisidor general y vivimos la vida de rebaños, oscura e irresponsable, sólo de vez en cuando con la respiración aquejada por el humo acre de la hoguera de algún magnífico auto de fe, o por el de las chimeneas de los hornos crematorios de algún campo de exterminio” (23)
Esto nos lleva a decir que el constructivismo se basa en la imposibilidad de lograr una verdad definitiva ya que “afirmar que se tiene un conocimiento objetivo es plantear una exigencia absoluta de obediencia.”(24) Así el conocer se convierte en aceptar las distinciones del otro como legitimas, esto nos podría llevar a juzgar las instituciones psiquiátricas como agentes que otorgan a los seres humanos ciertas capacidades, aptitudes, clasificando al hombre como normal y anormal. Pero según ¿qué parámetros? Porque si nos vamos del lado del constructivismo tendríamos que ceder la realidad a la construcción del sujeto por el mismo, esto le da por si solo su validación. Entonces no tendría porqué haber un instituto que clasifica la normalidad y que al mismo tiempo de validación de hombre sano a ciertas personas. Además el constructivismo se basa en las distinciones que podemos generar en el mundo con nosotros, mostrando donde esta parado el sujeto que funge como observador y creador, teniendo pues un fiel reflejo del mundo en nosotros mismo, así pues no hay un loco ni un ser normal, simplemente hay observadores que reflejan un mundo diferente, creo que la diferencia radica en que el que llaman normal coordina y consensúa estos reflejos con los otros y aquel que dicen loco simplemente guarda el secreto de su mundo, es un ser silencioso.

CONSTRUCCIÓN DE REALIDADES Y EXPERIENCIA
Maturana nos dice que la construcción de realidades opera sobre las base de  “la experiencia, mediante mecanismos de organización, ya que todo organismo, desde el unicelular hasta el mas complejo, se organiza para mantener su identidad y su adaptación, que dependerá de los procesos de asimilación y acomodación de lo experimentado.” (25)
La experiencia nos da la pauta para certificar aquello que percibimos con nuestros sentidos, nos obliga a aceptar nuestras distinciones, nos hace entender la lucha por la determinación y la indeterminación de la convivencia social, de cómo a través de ella forjamos realidades, nos forjamos a nosotros mismo y al mismo tiempo creamos una convención interpersonal de lo real.
De ahí que Maturana afirmase que todo lo que ocurre en un organismo surge en él en cada instante, determinando su estructura, mientras que el organismo existe como tal, conserva su organización en una historia ininterrumpida de interacciones con el medio en el cual se realiza. La experiencia y el conocimiento se forjan gracias a las capacidades biológicas-estructurales que tenemos para experienciar en el medio, el medio de esta manera no determina nuestra estructura sino que la gatilla. Y solo a través de esto se puede forjar una realidad, el medio que gatilla y el ser humano que como estructura cerrada expone una forma de experiencia que representa una forma de realidad.  Kant afirmo que “todos los seres humanos estamos limitados por nuestro aparato perceptivo y que tanto nuestra experiencia como los objetos de la misma son el resultado de nuestra forma individual de experienciar, o sea, están estructurados y determinados por nuestras categorías de espacio y de tiempo y nunca es posible captar la cosa en si”

EL LENGUAJE EN LA PROPUESTA CONSTRUCTIVISTA
Pero ¿cómo exponemos esta realidad?, ¿cómo formamos una convención de lo real?, ¿cómo nos formamos como seres humanos? Si somos una estructura cerrada y el medio solo nos gatilla, ¿qué pasa entre el gatillar y la estructura cerrada, que actividad o acción surge en ese instante? Acaso el individuo en si es un principio explicativo que otorga coherencia al mundo o requiere de los otros. Como veremos a continuación, esta realidad es por nosotros y es nosotros, pero al decir nosotros me refiero a que es un fenómeno que se da en conjunto, en la sociedad. Veremos cómo el lenguaje esta situado entre el gatillar, la estructura cerrada del individuo y el fenómeno social. Porque el lenguaje nos hace ser humanos. Un solo individuo no puede producir el lenguaje, es un juego que se da en la interacción social. Entonces el ser humano es gracias al lenguaje y no al revés. Porque como dijo Wittgenstein “imaginar un lenguaje es imaginar una forma de vida.”


HUMBERTO MATURANA SOBRE EL LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
“Existe un mundo… que pertenece a la lingüística, no al dominio real” Heisenberg
Si la realidad es una construcción del individuo y este está inscrito en un medio y contiene una estructura especifica, ¿Cómo el individuo genera esta construcción?
Sabemos que el individuo esta construido bajo una estructura biológica especifica y esta como dice Maturana permite solo ciertas funciones, tiene sus limitaciones y por ende es espejo de la realidad. Percibir el color, la forma, el fondo, es demostrar las capacidades que nuestra estructura visual, en conjunto con nuestro cerebro están capacitados para percibir, en pocas palabras solo podemos hacer aquello que nuestra estructura biológica nos permita hacer.
Pero ¿qué nos diferencia del animal?, pues este puede ver color, forma, fondo, según Cassirer la gran diferencia proviene de la relación que el hombre tiene con el mundo, es decir una relación que se guía bajo los símbolos, una relación que se estructura bajo enramados lingüísticos de significados y significantes que controlan el entendimiento humano. ¿Pero dónde y cómo aprendemos estos símbolos?, ¿Cómo le damos significado al mundo?, ¿Cómo lo nombramos?
Cuando se supo el caso de los niños lobos, aquellos que se criaron en la selva bajo ningún contacto con otro ser humano, se comprendió aun mas la importancia del fenómeno social. Estos niños se comportaban como lobos, no hablaban, no caminaban en dos piernas, no tenían actitudes humanas, eran (a no ser por su estructura física-biológica) lobos. Esto nos refleja que el ser humano se construye como ser humano a través de la convivencia con otros seres humanos, es decir, en una esfera social. Pero la pregunta que esto nos dispara es ¿Cómo se da esta convivencia?, ¿Cómo nos hacemos entre nosotros seres humanos?
A esto respondemos tajantemente; el resultado de que seamos humanos y de que nos hagamos humanos con los otros es consecuencia del lenguaje. Este se da gracias a una combinación entre nuestra estructura biológica-física y nuestra convivencia con el medio social, en donde ejercitamos esta capacidad. Ambas son necesarias para que tengamos esta capacidad; sin embargo la esfera social es aún más importante para que ésta se desenvuelva, se ejercite y se genere. En el caso de los niños lobo, éstos tenían las estructuras biológicas-físicas necesarias para hablar, sin embargo no hablaban ¿Por qué? Ellos se criaron y como los lobos, como es bien sabido los lobos no hablan, esto es, ladraban y hacían algunos sonidos en vez de hablar. Y aprendieron a comer como lobos, a dormir como lobos, a caminar como lobos y a ladrar como lobos. Su mundo era el mundo de los lobos, no de los humanos, ya que nunca estuvieron en contacto con un humano. Por el contrario nosotros que nacemos y nos criamos con seres humanos, aprendemos a ser seres humanos, esto significa que aprendemos a hablar, a comer, a caminar, a escribir, etcétera.
El medio en el cual uno se desarrolla está el contenido en nuestras respuestas hacia el mundo exterior. Somos humanos porque convivimos con lo humano y esto es porque a través de la interacción social nace el lenguaje, el cual nos configura y nos crea.
Lo interesante es que al mismo tiempo que el lenguaje nos crea, el mismo se crea gracias a nosotros, se crea en la convivencia, en el consenso, compartiendo signos, símbolos, señales, sonidos,  todo con el fin de designar objetos, acciones, fenómenos. El lenguaje se genera en un dominio consensual, no existe nada mas allá del lenguaje, por el nombramos al mundo, por el trascendemos la realidad, la mutamos, la trasgredimos, la violamos, la ordenamos.
Aquellos objetos de la realidad no existen como tales si no son nombrados por el lenguaje, estos los utilizamos para establecer un vinculo con la experiencia de la realidad. De aquí que digamos que somos seres lingüísticos, somos seres en el lenguaje y por el lenguaje, estamos regidos por las leyes de las significaciones consensuadas. 
Porqué toda forma de conferir sentido, comprensión o entendimiento estará regida por el dominio del lenguaje es  como dice Nietzsche “una prisión de la cual no pueden escapar”
Además el lenguaje no solo permite describir la realidad, su mayor fortaleza se inscribe en generar realidades y en generar  seres. Bien podemos decir que existe una realidad externa al lenguaje, no podemos negarla, pero mientras no podamos nombrarla a través de la lingüística, podemos decir que no existe para el dominio de nuestra experiencia de lo real.
“El lenguaje y el operar del observador no requieren, ni dan origen a referencias de una realidad externa. El mundo de las descripciones y explicaciones del observador es un mundo de modos de convivencia generadora de objetos preceptúales, en el cual el observador surge como uno de ellos al surgir el lenguaje” (26)

Esta función generativa del lenguaje lo convoca a hacer acción, a través de él se altera el curso de los acontecimientos, a través de él hacemos que ocurran cosas, por él estamos inscritos en él continuo proceso del devenir. Por el forjamos nuestra identidad, nuestra existencia, nuestro futuro y sobre todo nuestra realidad. De aquí que podamos sostener que “existe lo multiverso, que existen tantos dominios de realidad como dominios de coherencias operacionales traigamos a la mano con nuestras distinciones a medida que coexistimos como seres humanos, y que ninguno es mas valido o mas verdadero que los demás porque no hay nada mas allá de ellos; no tiene sentido hablar de objetos, cosas o entidades de cualquier naturaleza mas allá del lenguaje porque los objetos, cosas o entidades surgen con el lenguaje.” (27)
Al determinar que las entidades surgen del lenguaje estamos determinando una ética de la convivencia, estamos abandonando toda pretensión de acceso a la verdad, ya la realidad producto del individuo y éste a su vez del lenguaje, estamos convocando a la no existencia de la realidad objetiva, porque no hay realidad que se separe del observador. Sus percepciones estimulan lo real hasta el grado de configurarlo, se trata de representar lo real, pero nuestra estructura biológica no dispone de mecanismo capaces de representar fielmente la realidad tal como es. Nuestros sentidos proyectan nuestras capacidades biológicas, no hay separación entre el observador y lo observado. De ahí que la realidad sea un espejo de aquel que la toca, la observa, la huele, la escucha.
Entonces la verdad es un juego de coherencias entre el sujeto y el objeto, entre lo interno y lo externo, son proposiciones que nos imponemos para coordinar acciones, son proposiciones que nos sirven para inventarnos y reinventarnos dentro de la deriva histórica, para funcionar con los otros. Estas proposiciones entonces abren el camino para nuevas realidades, nuevas formas de vivir, convivir y conocer. Habilitan un curso de acción en el cual nos desenvolveremos como seres humanos.
Un ser humano está constituido por el lenguaje, determinado por su biología pero construido por la interacción social con los demás seres humanos. Esto es, un ser humano tiene las capacidades biológicas para absorber y utilizar el lenguaje instruido y es formado por la sociedad para realmente adaptarlo a su forma de vida. En este sentido lo que tenemos es a un ser humano que con el lenguaje que es un fenómeno social representa a la realidad sobre las acciones que coordina con los otros. Bajo el consenso se sustenta una realidad mundana, cotidiana para la mayoría. Porque “el mundo en común surge en la comunidad del vivir” (28)
Esto nos lleva a uno de los postulados más certeros de Maturana:
“Al surgir el modo de vida propiamente humano, el conversar como acción pertenece al ámbito emocional en que surge el lenguaje como modo de estar en las coordinaciones de acciones en la intimidad de la convivencia sensual y sexual”(29) entonces el lenguaje “como fenómeno biológico consiste en un fluir de interacciones recurrentes que constituyen un sistema de coordinación conductuales consensuales” (30) que propiamente se dan en el conversar con el otro, en “un espacio de reencuentro y en la aceptación mutua suficientemente intensa y recurrente”(31) con el otro.
Es decir, el lenguaje es un fenómeno que se da cuando los miembros participantes de una acción coordinan la forma en la cual coordinaran sus acciones en conjunto. Esto nos lleva a decir que el lenguaje se genera en un dominio consensual ya que “el efecto de la comunicación hace que dos o mas sujetos que se relacionan y se acoplan estructuralmente en coordinación de sus conductas, construyan un mundo conjuntamente” (32)
Dicha construcción se dará bajo las leyes de la conversación, la cual tiene como fin la coordinación consensual de coordinación de acciones. Tomemos un ejemplo para ilustrar esto. Si nuestra madre nos dice “Jorge tienes que bañarte” y nosotros contestamos “Bueno”. “Lo que esta sucediendo es que nuestra madre hizo ciertos sonidos que tomamos como signos compartidos en un dominio consensual ya constituido. Basándonos en los significados compartidos ligados a esos sonidos, Jorge responde la petición de su madre. Al hacerlo, también emitió sonidos, sonidos diferentes a los de su madre. Nuevamente, ambos le otorgan a estos sonidos un significado particular que resulta de nuestro dominio consensual compartido.”(33) Entonces bajo estas diferentes coordinaciones de acciones se dará una danza en la cual uno pregunta y el otro responde de ahí que esto sea una coordinación consensual de coordinación de acciones.

Lo que tratamos de ejemplificar es que toda conversación es una coordinación consensual que tiene como fin el condensar una coordinación de acciones. Los códigos lingüísticos son la base para entendernos y poder tener una coordinación consensual, de esta manera cuando dos o más personas hablan, lo que se necesita para que esa conversación fluya no es mas que un consenso en los códigos lingüísticos que se van a utilizar durante la conversación, de lo contrario ninguno se podrá entender.
Estos códigos lingüísticos son las palabras, signos, gestos, sonidos, posturas corporales con las cuales las personas se comunican, éstas generan los elementos esenciales para que el fluir de la comunicación (coordinación consensual de acciones) se dé de manera constante y entendible para los distintos actores. Los códigos lingüísticos son convenios que nos determinamos para convivir con los otros. Son convenios sociales por los cuales se interpretará el mundo de diferentes maneras gracias a la diversificación y multiplicidad de códigos lingüísticos. A través de ellos se conforman las distintas realidades y por ende los diferentes culturas, modos de vida, formas de actuar, de comunicarse, de emocionarse, de razonar. Esta última hay que decir que también pertenece al “ámbito de las coherencias operacionales de las coordinaciones conductuales consensuales que se constituyen en el lenguaje, y que tienen en último termino, su fundamento en las coherencias operacionales del vivir.” (34)
En pocas palabras tendríamos que decir que el lenguaje aborda todo lo correspondiente a lo humano, es el espejo de la realidad que surge de la interacción social. Que se desborda con los relatos que hacemos de nosotros y de los otros, ahí donde nos generamos y donde nace nuestra realidad. Es de aquí que se reconozca al individuo como un “fenómeno social que se conforma gracias a la cultura lingüística y al sistema de la coordinación de coordinación del comportamiento.”(35) No hay que olvidar que ambas se sitúan en la historia, como narraciones e historias que generan al individuo, lo plasman en un contexto de metarrelatos o discurso históricos.  Es por ello que las diferentes culturas generan diferentes seres humanos, tanto por las diferencias lingüísticas como las históricas.
Entonces el lenguaje visto con estas tonalidades se desprende como “el sistema de la coordinación de la coordinación de acciones mantenida por una comunidad y, como tal, esta enclavado en sus practicas sociales, en la forma en que sus miembros interactúan entre si”(36) – “siendo este sistema del lenguaje una estructura de interacción diversificada en la que cada miembro de la comunidad desempeña un papel diferente.”(37)
Es por ello que el individuo en el convivir con los otros se genera, se construye en la relación con los demás, en los relatos que se cuentan, en las narraciones históricas, en la coordinación de acciones consensuales, en el conversar. En la capacidad para reflexionar, ahí donde se permite especular, inventar y entablar conversaciones con los demás y con uno mismo. La reflexión nos ayuda para cortar el cordón con lo social, apartarnos y aportar nuevos relatos sobre el conocimiento dentro del conversar, porque,  el conversar implica reflexión, coordinación y emoción y a través de estas el conversar se convierte en la raíz de nuestra formación como seres.

LENGUAJE, CONVERSAR Y EMOCIONAR
Ya dijimos que el lenguaje es una coordinación  consensual de coordinación de acciones y que a través de él se genera el individuo bajo las condiciones que se dan en la interacción social. Ahora abordaremos como estas diferentes significaciones y accionares consensuales se establecen en la vida cotidiana. ¿Cómo el dominio lingüístico llega a coordinarse y a consensuarse?
Podemos decir que la interacción social es la base generativa del individuo a través del lenguaje, y que por esta participación  entre ambos casi cogenérica se darán las distintas coordinaciones consensuales, en donde se concretizan las distintas narraciones y relatos sobre los cuales nos conformamos con el otro. Esta participación inmediata con el otro va adecuar al individuo bajo ciertas especificaciones conductuales-lingüísticas, con las cuales este se desarrolla en concordancia con el otro, se adecua a un contexto histórico-cultural previamente establecido (y no por estático). Esta burbuja compleja encamina al individuo, lo sujeta bajo ciertas líneas de coordinación, lo instruye en el dominio lingüístico, lo genera bajo ciertas reglas de convivencia-entendimiento.
Para responder a la pregunta anterior, tengo que decir que el individuo se genera en el lenguaje y que este se permea en el individuo a través de la convivencia con los otros y esta convivencia se da bajo ciertas reglas lingüísticas, bajo los diferentes signos, símbolos, significados, gestos específicos de una cultura, es decir bajo las reglas del entendimiento social que se exponen en el conversar.
El conversar entonces es un “componente efectivo de las interacciones lingüísticas – las unidades básicas del lenguaje.”(38) Es el foco donde se genera dichas coordinaciones consensuales de coordinación de acciones. Ahí se da el ritmo social, se exponen las reglas básicas de la lingüística, con las cuales se dará un entendimiento entre individuos, una participación en la cual se generan. En las conversaciones se produce sentido a lo cotidiano pero sobre todo se impulsa al individuo a realizar acciones coordinadas, a girar en torno la individuo, “a dar vueltas con otro.”(39)
Esto nos lleva a decir que el conversar implica en si un reconocimiento del otro, porque a través de el nos empatamos, nos unificamos y nos coordinamos, por tanto nos emocionamos con el otro. Y es de aquí que entenderemos por conversación al entrelazamiento continuo entre emociones (dominios relacionales) y lenguaje (coordinaciones de conducta).  De esta manera la relación entre emoción y lenguaje se constituyen en la misma esfera, lo que le suceda y condicione a una afectara a la otra y viceversa.
Esta relación se enlaza en la acción, se coordinan por ella, se modifican, ya que la emoción tiene como carácter fundamental el establecer un horizonte de posibilidades, y el lenguaje que se dan en la conversación tiene como fin el coordinar acciones. Ambas tienen como fin el establecer una acción, sea previamente establecida por una emoción o simplemente guiada por la conversación.
Lo que trato de decir es que si la conversación tiene como fin el coordinar acciones, la emoción va estar antes de la acción, dependiendo la emoción se pueden o no dar ciertas acciones. Incluso  la conversación en si esta sujeta a un estado de ánimo, a una emocionalidad, esto implica que los estados de ánimo y la emoción se pueden reconocer en la estructura lingüística.
Bajo la emoción se condiciona la eficiencia de la comunicación, porque la emoción guía al individuo, lo predispone, lo preestablece, lo asigna en ciertas significaciones. Esto significa que en la conversación se expone un flujo de emociones por tanto un dominio relacional que condiciona la acción.
De ahí que cada cultura genere distintas redes de conversación y por ende distintas redes de emociones y acciones. Esto generado desde el seno familiar donde un niño se entrelaza en el lenguaje a partir de su madre, se compromete con el mundo cotidiano a través de su madre y se condiciona con los elementos reales de su esfera social, también a través de su madre. El niño al aprender el lenguaje aprende modos de vida que pronto apropiara a su cotidianeidad. Estos modos de vida incluyen un acercamiento a la emoción y la acción, llevándolo a convivir en las redes de conversaciones con otros individuos generándose a través de los relatos, la emoción y el convivir.
La emoción cambia el lenguaje, pero a medida que fluye el lenguaje, el lenguaje también puede cambiar la emoción. Esto significa que como vivimos es consecuencia de esta relación emoción-lenguaje y no como se dispone en la modernidad por la razón, porque la razón es por el lenguaje. Este modo de vida está “determinado por la emocionalidad, por el espacio psíquico emocional que aprendimos a vivir desde niños, no por el conocimiento, o los tipos de argumentos racionales que podamos haber acumulado a lo largo de nuestra vida”(40) – “Cualquier cosa que hagamos como seres humanos en el lenguaje, lo hacemos en el flujo de nuestra capacidad de emocionarnos, de modo que nuestro 'lenguajear', lo que hacemos en el lenguaje, modula nuestra capacidad de emocionarnos, y nuestra capacidad de emocionarnos modula nuestra capacidad de 'lenguajear'. Primero nos constituyen las emociones, luego el lenguaje. A raíz de estas dos capacidades del ser humano surge su capacidad de interactuar. El hombre es un sistema cerrado que vive en armonía con el organismo y es estimulado constantemente por el ambiente. Cuando respondemos al estímulo nos damos cuenta de que hay algo afuera que choca con nosotros y genera la representación de la realidad.” (41)
 
LENGUAJEAR
Maturana utiliza el termino lenguajear como neologismo que hace referencia al acto de estar en el lenguaje sin asociar tal acto al habla, como seria la palabra hablar.
Así pues Maturana afirma que el “lenguajear de hecho ocurre en la vida cotidiana entrelazado con el emocionar, y a lo que pasa en este entrelazamiento llamo conversar. Los seres humanos siempre estamos en la conversación, pero el lenguaje, como fenómeno, se da en el operar en coordinaciones de coordinaciones conductuales consensuales recurrentes. Lo que pasa es que nuestras emociones cambian en el fluir del 'lenguajear', y al cambiar nuestras emociones cambia nuestro 'lenguajear'. Se produce un verdadero trenzado, un entrelazamiento de generación reciproca del 'lenguajear' y del emocionar. Eso es el conversar. Ahora mismo estamos en una conversación. Es una conversación por cuanto se da el entrelazamiento de que acabo de hablar. Estamos interesados, aburridos, alegres, enojados durante el fluir de nuestro 'lenguajear'. A veces nos movemos en una monotonía emocional, lo cual no quiere decir que no estemos en el conversar y que no nos movamos en el fluir emocional”
Así una cultura es un modo de convivir en el entrelazamiento del lenguajear y el «emocionar» en una red de coordinaciones de acciones y emociones que designo con la palabra conversar, que significa dar vuelta juntos en la conducta y la emoción. Distintas culturas son distintas redes de conversaciones.
De acuerdo a Maturana, cuando “el lenguajear se expande como una manera de vivir juntos en las interacciones recurrentes del vivir juntos como miembros de una comunidad lenguajeante, el lenguajear sigue las complejidades cambiantes del vivir juntos y se convierte en una fuente de complejidades adicionales, constituyendo una red de entrecruzamientos de coordinaciones consensuales de coordinaciones consensuales de conducta que generan toda la complejidad de vivir en el lenguaje”.
“Al movernos en el lenguaje en interacciones con otros, cambian nuestras emociones según un emocionar que es función de la historia de interacciones que hayamos vivido, y en el cual surgió nuestro emocionar como un aspecto de nuestra convivencia con otro fuera y dentro del lenguajear (…) de esta misma manera nuestra dominio de acciones tomara un curso diferente (a este fluir entrelazado de lenguajear y emocionar lo llamamos conversar)”

CONCLUSIONES
Hemos explorado a lo largo de tres capítulos los aportes de Humberto Maturana. Nos enfocamos mas entorno al lenguaje y la comunicación debido a que creemos necesario estudiar estos, para explorar aun más las consecuencias del lenguaje con respecto al individuo, su realidad y sus estructuras sociales.
De la misma manera creemos necesario entender a este autor como comunicólogo, ya que las enseñanzas obtenidas por dicha carrera te llevan a entender a la comunicación como un fenómeno multidisciplinario y es desde aquí que Maturana nos lleva por la teoría sistémica, el constructivismo y la biología como materias que nos permiten formular nuevos paradigmas de la comunicación.
Estos paradigmas replantean el papel del lenguaje dentro de nuestra realidad, estos confrontan el proyecto de la modernidad (como Lyotard señalo cuando puso en duda a Hegel: si todo lo real es racional y todo lo racional es real que pasa con Aushvitz). Aquel que sitúa a la razón como agente constructor de realidades. Como agente de veracidad absoluta y congruencia objetiva.
Maturana convierte a la razón en un instrumento del lenguaje. Propone al lenguaje como constructor de realidades, y es de aquí que el individuo se convierte en un creador, instructor, y configurador de mundos.
El lenguaje se interpone a la razón y a la realidad pero no al sujeto, entre ambos existe una relación cogenérica, el hombre es gracias al lenguaje y el lenguaje es gracias a la esfera social aquella en la cual se desenvuelve el ser humano. Maturana entonces expone la determinación lingüística, es decir, el sentido de la realidad es un sentido que se da en una esfera lingüística, y esta al mismo tiempo se da solo en el convivir, es decir, en una esfera social. Entonces el lenguaje es la capacidad generada por el acontecer social, esto lleva al hombre a inventar y regenerar un sentido de vida único y totalmente verdadero. Es así como Maturana expone en una ética de la convivencia, ya que como seres humanos tenemos la capacidad de producir una realidad diferente pero igualmente validad para cada uno, no se puede entonces criticar la veracidad del otro sino mas bien respetarla y entenderla.
Como estudiosos de la comunicación sus planteamientos nos llevan a entender que el sujeto se mueve en distintas redes lingüísticas, es decir, en distintas realidades y sólo se condensa en lo cotidiano para convivir con el otro, empata sus acciones, emociones y formas de comunicarse para ser y estar con el otro. Es por ello que se debe entender primero la esfera lingüística del sujeto para poder involucrarte con su realidad y así realizar análisis comunicacionales  totalmente empáticos, sin perder de vista al otro. Situaciones que suceden con frecuencia en los comunicadores de hoy.
Maturana nos propone una forma de entender a la comunicación que se involucre con el otro, nos recrea una comunicación que se sitúa en el contexto, inspira al análisis de situaciones dialógicas. Es de aquí que el estudio del lenguaje nos lleva inevitablemente a comprender el fenómeno de lo humano, entendiendo a este como una unidad generadora.
Maturana nos lleva a entender al lenguaje como una capacidad que se involucra consigo misma, con el sujeto, con el otro y con la realidad. Así pues el lenguaje involucra al sujeto y al otro. Es por esto que la experiencia del individuo y la emoción se incluyen en este análisis, es decir, la emoción y la experiencia se incluyen en la construcción del lenguaje. ¿De que manera?
Tenemos que decir que la experiencia genera nuevas formas lingüísticas, nuevas formas de coordinar acciones y nuevas explicaciones de la realidad. Por otro lado la emoción participa en la creación de estas nuevas formas, las motiva, las transforma, las obstruye. Incluir a la emoción en un análisis, es entender que el lenguaje y la comunicación no son instrumentos solamente racionales, coherentes, estáticos y construidos fuera del individuo, sino por el contrario son por el individuo y se construyen con las mismas formas que dominan la realidad del sujeto.

De aquí que el comunicólogo se responsabilice con la practicas y conductas del individuo, no solo como entes distractores sino como estructuras constructoras del juego entre el sujeto y la realidad. Porque como dice Watzlawick, “no hay una realidad real” y por ello entender al sujeto es entender sus formas conductuales de coordinar acciones, sus formas de expresar su realidad y de participar en el espacio del convivir.
Con todo esto tenemos que decir que el lenguaje gracias a su plasticidad es según Maturana una coordinación consensual de coordinación de acciones, en donde participa la conducta del individuo (emoción y experiencia) como agente generador, propulsor e incitador del mismo. De esta manera el ser humano es el único ser capaz de coordinar un una red lingüística con la cual se coordinara un espacio de convivencia. Y es aquí donde se instaura el fenómeno social como un fenómeno lingüístico.
La diversidad de redes lingüísticas no es más que la diversidad de estructuras culturales por las cuales se desarrollan las distintas comunidades del convivir (culturas). Esto nos lleva a pensar que en determinada comunidad existe un determinado consenso lingüístico con el cual es posible la convivencia. Y es de aquí que inclusive el comunicólogo pertenezca a determinada red lingüística, por ello es importante reconocer en el otro su estructura lingüística con el fin de entender su espacio relacional-lingüístico. Esto nos lleva a entenderlo desde su posicionamiento, desde su red de significaciones, con las cuales se configura la realidad del individuo. Con este entendimiento el comunicólogo tendrá un acercamiento más sensible, más idóneo y más cercano, empatando significaciones, por lo tanto empatando redes lingüísticas que lo llevaran a coordinar consensualmente acciones.
Es de aquí que el estudio del lenguaje y la comunicación a partir del enfoque que propone Maturana, alimenta al contexto del sujeto, lo respeta y le impone una responsabilidad como creador de realidades. Maturana nos ofrece un panorama constructivista sobre el ser vivo, la realidad y la biología.
Gracias a Maturana el estudio de la comunicación puede entrometerse con el otro no desde un sistema de valores, sino desde una red lingüística perteneciente a una comunidad del convivir. A través de conversar la comunicación puede formularse así mismo, desde las distintas narraciones o relatos perteneciente a un sujeto especifico.
La comunicación pues entenderá al lenguaje no como una capacidad sino como un fenómeno social capaz de construir realidades pertenecientes al sujeto, el medio y las estructuras biológicas. Y es así como Maturana aporta un espacio lingüístico constructor, generador y modificador de realidades, sujetos, medios, experiencias, sentidos y percepciones.

NOTAS
(1) Para profundizar en este termino, se recomienda acudir al libro de Maturana y Varela; “De maquinas y seres vivos” (1972).  Ahí se muestra como todos los fenómenos biológicos del operar de los seres vivos son resultados de si mismo, es decir, se co-construyen. Poiesis es un término griego que significa producción. Autopoiesis significa autoproducción. Esta palabra apareció por primera vez en la literatura internacional en 1970, en un artículo publicado por Francisco Varela y Humberto Maturana, en el cual los seres vivos son vistos como sistemas vivientes que se producen a sí mismos de modo indefinido.
(2) Termino que acuño Maturana para sostener que las emociones son dinámicas neurofisiológicas que  especifican el accionar del ser vivo dentro de su espacio relacional, es decir, de su medio.
(3) Para mas información sobre estos temas consultar Maturana H. (1984) El árbol del conocimiento
(4) Maturana, Humberto (1984), El Árbol del conocimiento: las bases biológicas del conocimiento humano, Debate, España, Barcelona, Pág. 219.
(5) Comunicación social San pedro; Halperin Jorge (1992), Dialogo con Humberto Maturana, un notable biólogo cibernista, sobre la realidad y el conocimiento, Documento consultado en Internet: en: http://www.puntoedu.edu.ar/comunidades/ciencias_sociales/comunicacion/sanpedro/comunicacion_estrategica/textos/nota_clarin.htm , consultado el día 13 de septiembre del 2004.
(6) Maturana H. (1984), Op. Cit., Pág. 219
(7) Puede ser entendido como dispara o provoca.
(8) Maturana H. (1984), Op. Cit., Pág. 8.
(9) Enfocarte; Maturana Humberto, Modo de vida y cultura, Documento consultado en Internet: http://www.enfocarte.com/4.23/filosofia.html , consultado el día 13 de septiembre del 2004.
(10) Maturana H. (1984), Op Cit., Pág. XXIII.
(11) Fritzgestalt; Entrevista con Escobar Paula  (2001), La mentira y el error, Documento consultado en Internet, disponible en: http://www.fritzgestalt.com/buscamaturana.htm , consultado el día 13 de septiembre del 2004.
(12) Comunicación social San Pedro, Halperin Jorge (1992), Dialogo con Humberto Maturana, un notable biólogo cibernista, sobre la realidad y el conocimiento, Documento consultado en Internet, disponible en: http://www.puntoedu.edu.ar/comunidades/ciencias_sociales/comunicacion/sanpedro/comunicacion_estrategica/textos/nota_clarin.htm , consultado el día 13 de septiembre de 2004.
(13) López Ricardo(1996). El constructivismo radical desde Protágoras hasta Watzlawick. Documento consultado en Internet disponible en http://rehue.csociales.uchile.cl; consultado el día 13 de febrero de 2005
(14) Watzlawick y Ceberio (1998), La construcción del universo, Herder, España, Barcelona, Pág. 28
(15) De esta manera el fracaso de la razón, la religión, el progreso, el socialismo fueron algunos de los motores que influyeron para la caída de la modernidad y por ello el cambio de paradigma que aun esta en construcción en esta era postmoderna. (Para mayor información acercarse a libros de Jean Francis Lyotard tales como,  La condición postmoderna. Cátedra; Madrid, 1984 y La posmodernidad explicada a los niños,Gedisa, México, 1990)
(16) Watzlawick y Ceberio (1998), Op. Cit., Pág. 31
(17)  “La cibernética es la ciencia de la comunicación en el hombre y la maquina. Etimológicamente deriva del termino griego kybernetike, que significa el arte del timonel o el arte de gobernar” - “La cibernética estudia de que manera los procesos de cambio determinan diversos ordenes de estabilidad o control” Ibidem. Pág. 46 y 51
(18) “La circularidad  se debe de pensar en tres ópticas de análisis; desde la sincronicidad operativa de las interacciones presentes, o se la recursividad desarrollada en el aquí y el ahora. Desde los isomorfismos de situaciones que se producen en forma recurrente a lo largo del tiempo. E interceptando ambas posiciones; la interacción del proceso presente, que puede ser repetitivo de situaciones relacionales, vividas en otro momento de la historia de la persona” Ibíd. Pág. 61
(19) Ibíd. Pág. 64
(20) Nardote George (1998), Psicosoluciones, Herder, España, Barcelona, Pág. 166
(21) Foerster, Heinz Von (1990), Creación de la Realidad. En. La Realidad inventada/Watzlawick, Gedisa, España, Barcelona, Pág.110.
(22) En la línea del constructivismo, Von Glasersfeld afirma que “el conocimiento puede ser visto como algo que el organismo construye, en el intento de ordenar tal amorfo flujo de experiencias, estableciendo experiencias repetibles y relaciones confiables entre ellas. Las posibilidades de construir ese orden están determinadas y perpetuamente  constreñidas por los pasos precedentes en la construcción. Eso significa que el mundo real se manifiesta exclusivamente, ahí donde nuestras construcciones se derrumban“
(23) Watzlawick Paul (1992), La coleta del barón de Munchhausen, Herder, España, Barcelona, Pág. 122.
(24) Watzlawick y Ceberio (1998), Op.Cit., Pág. 193
(25) Piaget Jean (1963), Epistemología genética e investigación psicológica, A. Redondo, España, Barcelona, Pág. 137
(26) Maturana, Humberto (1975), The organization of the living: a theory of the living organization, Int. J. Machine studies, Vol. 7 Pig. 3-34  
(27) Maturana, Humberto (1978), Biology of language: The epistemology of reality. In G. A. Miller & E. Lenneberg (Eds.), Psychology and biology of language and thought: Essay in honor of Eric Lenneberg (Pág. 27-63). New York: Academic Press
(28) Maturana H. (1984), Op Cit.,  Pág. 67
Ibíd. Pág. 94
(29) Maturana H. (1978) Op. Cit., Pág. 62
(30) Ibíd. Pág. 63
(31) Watzlawick y Ceberio (1998), Op.Cit., Pág. 74
(32) Echeverría, Rafael (1994), Ontología del lenguaje, Dolmen Estudio, Chile, Pág. 50
(33) Maturana Humberto (1984), Op Cit., Pág. 89
(34) Echeverría, Rafael (1994), Op. Cit., Pág. 54
(35) Ibíd. Pág. 56
(36) Ibíd. Pág. 56
(37) Ibíd. Pág. 217
(38) La palabra conversar viene de la unión de dos raíces latinas; cum quiere decir “con”, y versare que quiere decir “dar vueltas”, de modo que conversar en su origen significa “dar vueltas con” otro
(39) Conferencia de Humberto Maturana en la Universidad Católica Andrés bello; La emoción y el lenguaje, fundamentos de la existencia humana; Documento consultado en Internet: http://www.ucab.edu.ve/prensa/ucabista/jun98/p16.htm , consultado el día 13 de septiembre del 2004.
(40) Ibid.
(41) Maturana H. (1984), Op. Cit., Pág. 93

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