ELEMENTOS, BARRERAS Y SUGERENCIAS EN LA COMUNICACIÓN archivo del portal de recursos para estudiantes |
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La formación es un proceso constante de comunicación, de intercambio de ideas y contenidos desde el formador al alumno y viceversa.
Los elementos más relevantes que intervienen en la comunicación son:
Es el sujeto con un objetivo y una razón para ponerse en comunicación, es la fuente de comunicación de la cual parte un mensaje o información. El emisor es el productor del mensaje, el encargado de expresar las ideas en un código determinado.
En nuestro caso, en la formación, el emisor es principalmente el formador, aunque como decimos la formación es un proceso de interacción entre todos sus agentes, con lo cual los alumnos también deben tomar protagonismo y debemos potenciar su papel como emisor. Es muy probable que en las acciones formativas que llevemos a cabo encontremos alumnos que tengan experiencia y formación previa en el tema. Para nosotros es muy importante “provocar” su función como emisor de dicha experiencia y conocimientos, esto repercutirá en su motivación, atención y creación de conocimientos de forma colectiva.
En cualquiera de sus formas, la fuente del mensaje ha de reunir una serie de características:
Es quien recibe el mensaje y el encargado de su decodificación. En nuestro caso, el alumno.
Hay que tener en cuenta que el receptor sólo puede captar una cantidad determinada de información en un tiempo determinado. Por lo tanto, el emisor debe hacer lo posible para mantenerse dentro de esos limites y no sobrecargar al receptor con mensajes que excedan de su capacidad de atención; esto es, en el proceso de comunicación el emisor determina el tipo de comunicación que debe utilizarse; determina el mensaje, su estructura y los medios utilizables.
Así, por ejemplo, de poco sirve un vídeo perfectamente realizado y acabado si el receptor es ciego y sordomudo, o realizar una demostración sobre el uso de una herramienta si las condiciones son malas; ruidos, poca luz, tapamos con el cuerpo la demostración...
Es la información que el emisor transmite al receptor. La vía por la que ese mensaje circula es lo que se llama canal o vía de comunicación, y siempre es una forma de conexión entre la fuente u origen de la comunicación y el receptor de la misma.
El proceso de comunicación lleva siempre consigo un intercambio de mensajes, a lo largo del cual, el formador y el alumno se van cambiando de papel sucesivamente. Esto hace que a veces no esté claro quién es la fuente originaria y quién era al principio el receptor, y hay que hablar de cada uno de ellos como de fuente / receptor simultáneamente.
Al explicar la transmisión de un mensaje de una fuente a un receptor, se hace necesario introducir los conceptos de codificación y descodificación del mensaje. Es decir, se hace necesario fijar la atención en los sucesivos procesos de transformación del mensaje que hacen posible que este "se acerque" desde la fuente al receptor, y éste a su vez pueda "entenderlo" tal como era en su origen. En este sentido se entiende por:
Podemos distinguir entre tres tipos de mensajes:
En una comunicación eficaz, estos tres mensajes deberían ser idénticos, pero en la práctica raramente lo son. El emisor puede tener muy claro en su mente el mensaje que quiere transmitir sin embargo, en el momento de codificarlo puede utilizar signos ambiguos o incomprensibles para el receptor.
Para que un mensaje sea eficaz debe responder a unos requisitos fundamentales:
Lenguaje determinado que usaremos para transmitir el mensaje; palabras, signos escritos, gestos, mediante imágenes, etc,....
El lenguaje que usemos, indistintamente de su formato, debe partir de las posibilidades que nos ofrecen los alumnos. Si alguno/s de los alumnos no sabe leer, no podremos utilizar la escritura sin tenerles en cuenta, buscaremos por ejemplo un lenguaje más gráfico, oral, etc,...
Todos los mensajes deben ser transmitidos a través de un canal y, dado que el contenido, el código y el tratamiento de un mensaje están íntimamente relacionados con el canal que se utilice, la elección de éste es fundamental y determinante en la eficiencia y efectividad de la formación.
En el ámbito de la comunicación la palabra canal tiene tres significados distintos, aunque relacionados entre si: forma de codificar y decodificar los mensajes, vehículo del mensaje y medio de transporte.
Debemos cuidarnos de no caer en ser “noveleros” con el canal, es decir, que no nos entusiasmemos si utilizamos una plataforma de teleformación o una transparencia o una pizarra, para formar, lo más importante siempre es lo que queremos transmitir, por eso debemos elegir un canal que veamos que nos ofrece resultados y se adapta a las posibilidades que tenemos.
En Psicología de la Comunicación, el Feed-back es, en sentido estricto, "la información que recoge el emisor de una comunicación sobre los efectos de la misma en el sujeto que la recibe". Esta información recibida permite al emisor saber si su mensaje ha sido comprendido correctamente y qué repercusión ha tenido en el sujeto que la recibe, con lo cual puede modificar los próximos mensajes que emita.
La posibilidad de utilizar feedback disminuye el número de errores en el trabajo. Ahora bien, al hacerlo, el proceso de la comunicación requiere más tiempo para desarrollarse, puesto que se vuelve más lento. Por el contrario, la ausencia de feedback hace aumentar el número de errores en el trabajo aunque se gane tiempo.
Por lo tanto, la falta de feedback sobre la interpretación del mensaje es una de las principales barreras de la comunicación, ya que frecuentemente el emisor supone unos conocimientos que el receptor no posee.
El feed back puede estar perfectamente organizado en la comunicación. Nos podemos basar en la observación estructurada, en la tutoría con el alumno y también en pequeños sistemas para provocar el feed back.
Algunos ejemplos:
Para alumnos que no saben leer ni escribir: colocar en el aula una cartulina que representa un circuito de carreras. La salida representa el nivel más bajo de aprendizaje y la meta el nivel más alta, mientras que el camino son niveles intermedios. Cada alumno es un coche (chincheta) diferente y al finalizar una clase o tema sitúan su coche en el recorrido de la carrera. A través de esta autoevaluación rápida y sencilla vemos, sin mucha validez pero con significado, el nivel de alumnos. Al final nos damos cuenta que “X” alumnos consideran que han aprendido, sitúan su coche en la meta o cerca de esta. Pero si la mayoría de los alumnos sitúan su vehículo a mitad de camino o antes, debemos replantearnos qué pasa, y repasar el temario. Se puede aplicar para todo tipo de alumnos, es ameno y divertido.
Para pasarlo de vez en cuando. Una forma rápida y sencilla de provocar el feed back de los alumnos respecto a un aspecto concreto es a través de imágenes que representan estados de ánimo:
El uso es sencillo, decide sobre qué quieres obtener información; nivel general de satisfacción, asimilación de una tema, si les gusta el método de trabajo, etc,... debe ser anónimo, ya que el resultado nos sirve para orientarnos en nuestro trabajo. Le puedes añadir más expresiones si lo deseas y hacerlo más atractivo. Cuestión de creatividad.
Feed back rápido: es una técnica que puedes utilizar al inicio de un curso, cuando aún no se conocen entre todos y a veces “se cortan” a la hora de responder. Si estás en clase y te interesa saber si han asumido una idea facilítales cartulinas de colores, rojo y verde y, cuando termines la sesión lanza una pregunta a todos sobre si les ha quedado claro la lección o el tema. Se trata de que sus respuestas sean a través de las tarjetas de color y no en voz, ya que si responden todos no sabemos cuantos “si” y “no” hay en el grupo, o puede se que refugiándose en el grupo no responda una gran parte, así que lo que deben hacer es levantar la cartulina verde, que significa sí, o la cartulina roja, que significa no. De esta forma podrás ver que predomina más, el si (verde) o el no (rojo), y de un vistazo tomar una idea general sobre la situación. Si hay muchas tarjetas rojas, ya sabes, a repasar. Un feed back bastante sencillo.
Buzón de dudas: es igual que el conocido buzón de sugerencias que existe en todos los sitios pero focalizado a la solución de dudas de forma anónima. Las dudas son solucionadas delante de todos ya que las respuestas pueden surgir de los alumnos y del docente. Se pude abrir una vez cada “X” tiempo y dedicar una hora para dicha tarea.
Como ves, los elementos de la comunicación son amplios y controlar todos a vez es complicado. Una conclusión importante es que el emisor, con anterioridad al envío del mensaje tome conciencia de las características personales del receptor y elija el momento, lugar y modo más adecuado para la transmisión. Es uno de los principios pedagógicos con mayor pero para la eficacia de la formación: la adaptación al alumno y al contexto.
Las barreras de la comunicación son los elementos que pueden influir en la buena marcha de ésta. Algunos de los aspectos que debemos controlar pueden ser los siguientes:
Somos sensibles las informaciones, alegrías, tristezas y sentimientos que nos comunican porque oímos y vemos las expresiones verbales, los gestos, el llanto, la expresión de la cara, el tono de voz, la cadencia y ritmo de los movimientos del cuerpo, la mirada, la proximidad o lejanía. Oímos, vemos y sentimos conductas de nuestro interlocutor, y éste las ve, oye y siente de nosotros. No podía ser de otra manera. Si pusiéramos a nuestros interlocutores aislados de tal modo que no pudieran observar o sentir sus conductas, y ellos las nuestras, no podríamos llegar a comunicarnos. La comunicación no es posible sin el comportamiento. Nos comunicamos, pues, con el comportamiento. En éste podemos distinguir entre la comunicación verbal y la comunicación no verbal.
La mayoría de lo que transmitimos lo hacemos hablando. La comunicación verbal es usada para comunicar ideas o dar información, acerca de hechos personales o no, opiniones y actitudes, describir o expresar sentimientos, acuerdos o desacuerdos, hacer preguntas, dar o demandar información, razonar y argumentar. Las palabras que se utilizan dependen del tema de discusión, de la situación, del papel de los interlocutores en la situación y de los objetivos que se pretende alcanzar.
La comunicación verbal tiene como función servir de vehículo a los contenidos explícitos del mensaje, y lo único que se requiere para garantizar una comunicación efectiva es que sean realmente explícitos, es decir, que sean presentado de un modo descriptivo y operativo, y según un código común con el grupo de alumnos que tenemos.
Aunque se comprendan como elementos de la comunicación no verbal, algunos aspectos relacionados que debemos recordar son los siguientes:
Todos estos aspectos pueden influir en lo que intentas transmitir y en lo que interpretan los participantes, por eso es importante tenerlos en cuenta.
Reducir el proceso de comunicación a la expresión y comprensión de mensajes verbales es como intentar comprender un anochecer estival sin presenciarlo: sin sus colores, sonidos y sin experimentar los sentimientos que sugiere.
Las señales no verbales no sólo colorean el blanco y negro de un mensaje verbal sino que, muchas veces, lo transforman completamente o incluso lo mantienen en segundo plano.
La astucia social. Alianza Editorial.
Partiendo del párrafo anterior vemos que la conducta no verbal resulta imposible ocultarlo. Tú puedes ocultar tus palabras, puedes decidir no hablar o no comunicarte verbalmente, sin embargo resulta imposible no enviar mensajes a través de tu rostro o de tu cuerpo
La comunicación no verbal está comprendida por multitud de factores:
En general podemos decir que la funciones de la comunicación no verbal pueden ser:
A la hora de comunicarnos podemos hacerlo de diferentes formas respecto a la persona que nos escucha, nuestro alumno. Podemos ser agresivos e imponer nuestra postura como formadores, ser inhibidos dando una imagen de poco control del tema y de uno mismo o ser asertivos, postura que nos lleva a crear oportunidades de aprendizaje mas satisfactorias que el resto.
De las tres posturas nos interesa centrarnos en la última, la asertividad, por ser las que nos sitúa en mejor posición para garantizar el éxito de la formación.
Actuar asertivamente significa que tú expresas lo que quieres y deseas de un modo directo, honesto, y en un modo adecuado que claramente indica lo que tú deseas de la otra persona pero mostrando respeto por ésta. La aserción es el arte de expresar clara y concisamente tus deseos, necesidades e información a otra persona mientras eres respetuoso con el punto de vista de la otra persona.
Este estilo tiene también unas características propias. Suele mostrar un comportamiento directo y firme ya que su propósito es una comunicación clara y directa sin ser ofensiva. Suele utilizarse mensajes “yo”(deseo, opino...)en los que indica con claridad el origen personal, que no impositivo, de los deseos, opiniones o sentimientos. Utiliza una expresión social franca, postura relajada, tono de voz firme y un espacio interpersonal adecuado.
En el siguiente cuadro puedes ver de forma sencilla el resultado de las tres respuestas que tenemos en la comunicación.
TRES ESTILOS DE RESPUESTA EN LA COMUNICACIÓN |
||
NO ASERTIVA |
ASERTIVA |
AGRESIVA |
Demasiado poco.Demasiado tarde o nunca |
Lo suficiente de las conductas adecuadas en el momento oportuno |
Demasiado pronto demasiado tarde |
CONDUCTA NO VERBAL |
CONDUCTA NO VERBAL |
CONDUCTA NO VERBAL |
No contacto visual |
Contacto ocular directo |
Mirada fija |
CONDUCTA VERBAL |
CONDUCTA VERBAL |
CONDUCTA VERBAL |
Quizá |
Pienso |
Harías mejor en |
NO ASERTIVA |
ASERTIVA |
AGRESIVA |
EFECTOS |
EFECTOS |
EFECTOS |
Conflicto interpersonal |
Resuelve problemas |
Conflictos interpersonales |
Con el oído se nace, la escucha se hace.
Tan importante es saber transmitir información como saber escuchar para recogerla. La escucha activa es importante tanto para el formador, para recoger dudas o impresiones de los alumnos, como para los participantes, para aprender del resto del grupo. Por medio de esta habilidad nos hacemos conscientes de lo que la otra persona está diciendo y de lo que está intentando comunicarnos. A través de ella “damos información” a nuestro interlocutor de que estamos recibiendo lo que nos dice.
Sus objetivos los podemos resumir en dos:
En la escucha activa procuramos transmitir al emisor que realmente le estamos escuchando, mirándole, asintiendo, acercándonos con el cuerpo, preguntándole sobre el tema de que habla, haciéndole preguntas, resumiendo para verificar que hemos comprendido el mensaje. Nos facilita la comunicación con la otra persona y nos ayuda a fijar el contenido en la memoria.
¿Cómo poner en marcha una escucha activa?
Sugerencias para mejorar la comunicación
No existen recetas mágicas para lograr una comunicación eficaz, depende de nosotros mismos y de la actitud que tomemos ante la formación como proceso de comunicación. Pero siempre existen unas recomendaciones, que debemos tener en cuenta y adaptar a nuestras posibilidades, para mejorar el proceso de interacción entre el alumno y el formador:
RESUMEN:
Como puedes ver en el capítulo, la comunicación es un proceso complicado. Dominar y controlar todos sus ingredientes requiere de una gran atención por nuestra parte para analizar qué y cómo lo hacemos e introducir mejoras. Recuerda que lo que contamos no es lo mismo que retiene el alumno, por eso debemos insistir en ese proceso de comunicación, analizar qué han asumido y que no han asumido. No hay recetas mágicas, pero siempre hay recomendaciones que debemos observar; escuchar de forma activa, adaptarnos a las posibilidades del alumno, potenciar una actitud asertiva a la hora de transmitir información.
Y NOS MORIMOS DE COMUNICACIÓN
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