CULTURA LATINOAMERICANA Y GLOBALIZACIÒN

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Carlos Lenkersdorf   **

 

1 Una experiencia inicial

Hace poco hubo un simposio académico que me interesó mucho pero por otros compromisos no pude asistir. Una alumna mía, debo agregar que es feminista, tuvo la oportunidad de asistir y escuchar las conferencias. Al encontrarme con ella pocos días después del evento la pregunté sobre el mismo y me respondió muy entusiasmada y con una sola palabra, “¡padrísimo!”. Mucho me sorprendió escuchar esta clase de evaluación enunciada por una persona feminista. Ella, obviamente, no se había dado cuenta de lo que había dicho. Al ver mi cara, notó que reaccioné de un modo extraño. Me preguntó qué pasó y le expliqué mi sorpresa que una feminista empleara una expresión típicamente machista sin darse cuenta del lenguaje usado. Hasta aquí el ejemplo.

 

2. El misterio de las lenguas

¿Por qué hago referencia a esta experiencia que, al parecer, no tiene nada que ver con nuestro tema? La anécdota tiene una razón que la relaciona con la finalidad de nuestra exposición.

 

José Luis Landétcheverry, Prototipo

Plástico sobre tela

30 x 25 / 15 x 20 / 15 x 20 cm.

2001

 

La experiencia habida manifiesta una particularidad de las lenguas de la cual, por lo general, ni nos damos cuenta. Vamos a regresar a la respuesta de la estudiante y analizarla. El simposio la había impresionado muy positivamente y para comunicármelo pensó en un calificativo que expresara la experiencia tenida. Se le ocurrió la palabra “padrísimo” que, en su reflexión, correspondiera exactamente a lo que se propuso decirme.

De ninguna manera pensó en el hecho, de que el vocablo usado tiene otro sentido que lo ubicara en un contexto fuera de la reacción positiva a la experiencia habida. Este significado le pasó por completo desapercibido. Con esto llegamos a la primera conclusión. Las lenguas no sólo expresan aquello que los hablantes quieren decir, sino que, además, manifiestan cosas de las cuales la gente ni se da cuenta. Estas manifestaciones, sin embargo, señalan, además, actitudes y pensamientos de los hablantes de los cuales no han cobrado conciencia, tal vez ni los quieren aceptar. Las mismas manifestaciones, además, nos dicen algo sobre la lengua usada y la cultura correspondiente. En el caso del ejemplo podemos pensar en expresiones como “bien padre”, “desmadre”, etc. Son estos giros que nos ubican en el contexto de una lengua/cultura no inclusiva y machista.

Concluimos, pues, que las lenguas implican un misterio poco conocido. Palabras y expresiones dicen por lo menos dos cosas muy diferentes y no solamente una. Las dos cosas, además, no son de ninguna manera idénticas. La diferencia no se refiere a la polisemia de las palabras conocida, sino que se trata de otro asunto. Por un lado, se expresa lo que los hablantes quieren decir y, por otro, aquello que los hablantes no quieren decir, no lo piensan ni se dan cuenta de ello. Este significado, digamos, escondido, no representa ningún lenguaje secreto ni místico, sino que refleja particularidades, actitudes y opiniones sociales y culturales.

En cuanto a este segundo aspecto subrayamos que éste, a menudo, nos enseña mucho más sobre un tema que el primer aspecto que, frecuentemente, sólo repite lo que sabemos ya. La investigación del primer aspecto es el análisis del discurso que en muchas ocasiones no nos enseña cosas nuevas. La investigación del segundo aspecto, en cambio, es fascinante y, hay que decirlo, es inquietante para nosotros, nuestra cultura y la sociedad a la cual pertenecemos si estudiamos el lenguaje usado, tanto el léxico cuanto la estructura lingüística. Lo que estamos haciendo en este caso es que estamos desmaquillando una cultura y sus hablantes sin exceptuar a nosotros mismos. Dicho de otro modo, estamos descubriendo y enunciando verdades que pueden ser muy incómodas, pero puesto que la lingüística es una ciencia, y lo que estamos haciendo es parte de la lingüística, entonces se exige que digamos verdades aunque sean incómodas. Presuponemos que las ciencias tienen que detectar verdades y enunciarlas.

Con todo lo que acabamos de decir presentamos la razón por la cual mencionamos la anécdota inicial. La explicación dada nos ha encaminado al análisis del tema de la cultura de Latinoamérica (LA) y la globalización (GL). Lo que nos proponemos, pues, no es repetir lo que ya sabemos sino, por decirlo así, desmaquillar estas realidades que se llaman LA y GL para acercarnos a las verdades que incluyen.

 

3.A. La cultura latinoamericana

LA suele referirse a los pueblos de habla española, portuguesa y francesa del continente americano y a diferencia de los pueblos anglosajones. Al referirse a la cultura de LA pueden mencionarse las artes, las técnicas y los conocimientos diversos que se han desarrollado por los mismo pueblos. En términos generales se trata de aspectos bastante conocidos por los logros importantes que se han obtenido y que no queremos negar de ninguna manera.

Al concepto de LA le falta, sin embargo, un componente fundamental, nos estamos refiriendo a los pueblos originarios que anteceden por milenios a los “latinos” del continente. En este sentido el concepto de LA es excluyente o exclusivo, parecido a un club en cuyo portón de entrada principal encontramos un rótulo que dice en mayúsculas “SÓLO PARA MIEMBROS”. Al club de LA, pues, los pueblos originarios no se los admite en calidad de miembros. Tienen que quedarse fuera o entrar por la puerta trasera en calidad de servidumbre. Les faltan los antecedentes ibéricos o galos a pesar de su residencia milenaria en estas tierras. Es la misma falta que por quinientos años ha conducido al despojo y la discriminación, a menudo fatal, de estos pueblos. La mera referencia a Chiapas es suficiente para recordar y subrayar lo que afirmamos. La cultura de estos mismos pueblos, excluidos y marginalizados, exige reconocimiento por el bien de los mismos latinoamericanos por una razón muy simple, para que LA no se convierta en mero apéndice de la cultura de algunos países europeos. Otras razones se ven más adelante al exponer algunos aspectos de las culturas de pueblos autóctonos.

 

José Luis Landétcheverry, Acción-Turbina

Acrílico y lápiz s/tela

 50 x 60 cm.

2001

 

La insistencia en LA tiene otro efecto que se reconoce raras veces. El sistema de LA concede poder y privilegio a un sector limitado de la sociedad y excluye a los pueblos originarios. Al verse despojados de poder y privilegio se van a producir “conversos” que niegan su identidad, se enajenan de su cultura, la rechazan y desprecian para convertirse en “latinos”. La sociedad dominante, sin embargo y por lo general, no los acepta; la sociedad marginalizada, a su vez, ya no los reconoce como suyos. Así es que los “conversos” ya no saben adonde pertenecen; se encuentran en una situación de alienación, producida por el sistema que desubica a los discriminados al negarles participación en el poder y los privilegios sociales. El concepto y la realidad de LA, por acertados que sean en algunos contextos, implican una problemática fácilmente olvidada. Producen un sistema que pervierte las relaciones sociales por excluir a sectores básicos de la sociedad.

 

3.B. La globalización

La GL parece ser lo opuesto al concepto de LA. Quiere ser inclusiva de manera tl que abarca todo el globo terráqueo con todos los habitantes. Por ello se llama también “mundialización”. Ésta se entiende por ejemplo como el logro de la intercomunicación instantánea en el ámbito mundial y hay gentes, inclusive hermanos indígenas, que por esta razón la alaban con palabras como las siguientes. “Ha llegado el momento de compartir el acervo cultural milenario de nuestros pueblos con las sociedades nacionales y con la Aldea Global”[1]. Ojalá este sueño reflejara la realidad que, desafortunadamente, es muy diferente. Noam Chomsky en su artículo “Propaganda and Control of the Public Mind”[2] afirma: “This is very much a business-run society. The last figures I saw, about one out of six dollars of the whole economy is spent on marketing. ... Marketing doesn't produce anything, any public good. But marketing is a form of manipulation and deceit. It's an effort to create artificial wants, to control the way people look and think about things. A lot of that marketing is straight propaganda, advertising. Most of it is tax-free ... which means, the way our system works, you pay for the privilege of being propagandized ... Those are not small figures, I think it was a trillion dollars a year in 1992”[3].

La referencia a Estados Unidos, por parte de Chomsky, tiene su fundamento, dada la dependencia económica de nuestro país y de tantos otros de nuestra región del mismo gigante económico. Por lo tanto, la GL, en última instancia, representa la hegemonía de una potencia determinada sobre el resto de los pueblos que habita nuestro planeta. A lo largo de los siglos esta hegemonía ha pasado de un pueblo a otro[4]. En la actualidad el poder hegemónico está en manos de los Estados Unidos de América conforme al modelo económico del “libre mercado” en el cual la libertad es de los poderosos, las compañías transnacionales, de las cuales dependen las mayorías de la población mundial sin poder competir[5].

Por las particularidades señaladas de la GL, ésta también es excluyente igual que la realidad de LA pero con algunos aspectos específicos. Los excluidos no son solamente los pueblos originarios sino todas las naciones no altamente industrializados. Dentro de las mismas se repite, sin embargo, la estratificación mundial entre poderosos y las mayorías carentes de poder. Los poderosos son aquellos que se benefician de la repartición desigual de los bienes del mundo. Es decir, que aproximadamente el diez por ciento de la población mundial dispone del 80 por ciento de los recursos mundiales. Dicho de otro modo, lo global no es nada global, sino que es lo particular de una minoría en cuyas manos está el poder económico y, en última instancia, también militar. La GL, pues, es global por imposición que, en casos determinados, no sólo excluye a los que no tengan poder, sino que los elimina porque se los considera “superfluos”, son sobrantes. De esta manera se explican el aumento del hambre en el ámbito mundial, la guerra del Golfo y su continuación en estos días, las guerras de baja intensidad, y acontecimientos parecidos. Todos estos sucesos son señales de esta política eliminatoria en un contexto en el cual una minoría vive en abundancia y controla los recursos globales.

En resumidas cuentas y con referencia a los dos conceptos del tema, estos se caracterizan por ser excluyentes, hegemónicos, impositivos y, por ello, son también discriminatorios.

 

José Luis Landétcheverry, Bandera

 Acrílico y lápiz s/tela

50 x 60 cm.

2001

 

Si, pues, queremos hablar de la GL y del continente LA en un sentido no excluyente, no hegemónico, no impositivo y no discriminatorio tendremos dos opciones a nuestro juicio. O bien construimos una teoría alternativa o bien dirigimos nuestra investigación hacia los excluidos. Por nuestra experiencia optamos por el segundo camino. Subrayamos que tiempo y espacio no nos permiten abarcar el tema por completo y en su complejidad. Sólo podemos seleccionar un pueblo de los excluidos para acercarnos a una concepción de las realidades enfocadas de modo diferente y sin las graves limitaciones mencionadas.

 

4. La aportación tojolabal

El pueblo escogido como ejemplo se llama tojolabal, uno de los treinta pueblos mayas que viven en el sureste de México y países aledaños. La razón de seleccionar a los tojolabales se explica porque tuvimos la oportunidad de convivir y trabajar con ellos a partir de 1973. Nos enseñaron su lengua y cultura de la cual vamos a hablar.

Culturas y pueblos diferentes perciben la realidad de modos diferentes. Cuanto más alejados los unos de los otros, tanto más distintos serán las percepciones correspondientes. Así como perciben las realidades, así también las nombran, las “palabrean”. Conforme a las mismas percepciones organizan la realidad en la cual residen. Las percepciones, pues, implican principios organizativos que podemos captar tanto en las formas de comportamiento, de organizar su “medio ambiente”, y también en las “formas” de organizar su lengua. En los apartados anteriores vimos que los conceptos de LA y GL manifiestan modos característicos de percibir dos realidades, y según se perciben reciben los nombres correspondientes. En nuestro análisis nos dimos cuenta de que en la percepción observada hay componentes que no se perciben, que quedan excluidos. Ahora bien, al estudiar a los tojolabales vamos a destacar la manera de percibir la realidad y de palabrearla por parte de ellos.

Escogemos y presentamos dos elementos, mejor dicho principios, típicos de la “percepción” tojolabal sin meternos en detalles por falta de espacio y tiempo[6]. El primer principio es que en tojolabal no hay objetos sino sólo sujetos aunque de clases muy diferentes. Por consiguiente, nosotros los humanos nos encontramos en una comunidad cósmica de sujetos con los cuales nos toca convivir y respetarnos mutuamente. En esta comunidad cósmica ningún objeto tiene entrada por la sencilla razón de que no existe. Nosotros, los sujetos humanos, en cambio, no somos tan singulares sino que formamos un conjunto organísmico de muchos sujetos en el ámbito cósmico. El segundo elemento-principio distintivo vamos a presentar por un giro idiomático de la lengua. Contrastamos las frases correspondientes en castellano y en tojolabal, usando la traducción al español de la frase tojolabal.

 

castellano

tojolabal

 

 

Uno de nosotros cometió un delito

Uno de nosotros cometimos un delito

 

 Las dos frases representan formas radicalmente diferentes de percibir, comprender y organizar la realidad del NOSOTROS. En castellano, consideran a la persona separada o excluida del grupo por un comportamiento que la distingue del grupo de NOSOTROS. No importa si cometió un acto loable o reprobable. En tojolabal, en cambio, el NOSOTROS (el grupo) no excluye a la persona destacada sino que sigue identificándose con ella. Esta clase de relación se expresa no sólo en el ámbito de la estructura sintáctico-lingüística, sino también en el ámbito de la convivencia social, sobre todo en el contexto jurisdiccional. No se niega el delito, sino que el grupo del NOSOTROS sigue identificándose con el delincuente y éste sigue siendo miembro del grupo que, a su vez, se esfuerza en reincorporarlo. Esto no se hace mediante castigos, el encarcelamiento y cosas por el estilo, sino que se da la oportunidad al delincuente de reintegrarse en el grupo nosótrico, si nos permiten la expresión. Con respecto a la persona que, en cambio, se destacó positivamente, es el mismo grupo nosótrico que vigila que la persona no se haga presumida, ni se ensalce, sino que se mantenga integrada al NOSOTROS.

 

José Luis Landétcheverry, Turbina

Acrílico y lápiz s/tela

 50 x 60 cm.

2001

 

En el contexto de la jurisdicción de la sociedad dominante, en cambio, al delincuente le corresponde una reacción punitiva y vengativa. Al delincuente hay que excluirlo y separarlo de la “sociedad de los buenos” y esta exclusión puede implicar la separación de la vida, de la sociedad de los vivos. A las personas que de alguna manera se han distinguido positivamente las ensalzan y separan por los premios y distinciones que les otorgan. Esta clase de exclusión-distinción no tiene nada negativo sino todo lo contrario, se busca y se premia. Así, por ejemplo, se galardona al boxeador que más golpeó a su contrincante; y así también se vitorea al torero que mató al toro. Estas actitudes se justifican con el pensamiento que los “mejores” merecen ser privilegiados. En el contexto económico del “libre mercado” la obtención de privilegios por parte del más fuerte es igualmente obvia.

En la sociedad y cultura tojolabal encontramos pues la inclusión en lugar de la exclusión. En este contexto se explica no sólo el grupo del NOSOTROS sino también la pluralidad de sujetos que se complementan y la ausencia de toda clase de objetos, directos e indirectos, subyugados y obedientes a los sujetos que mandan. Por eso hablamos de la intersubjetividad en el sentido de la pluralidad de sujetos y la ausencia o inexistencia de los objetos. La Intersubjetividad y el NOSOTROS se explican, pues, mutuamente. En el sentido “negativo”, se excluye toda clase de privilegios. Decimos “negativo” porque a todos se les niega que se les otorguen privilegios y premios. En el sentido positivo, en cambio, se eleva a todos a ser miembros iguales y respetados de una sociedad radicalmente democrática. Con ésta, sin embargo, no termina el conjunto organísmico del todo, porque dicho conjunto se encuentra dentro de una comunidad cósmica, no sólo de humanos sino también de animales, plantas, rocas, cerros, manantiales, nubes y valles. Todos pertenecen, en última instancia, al grupo nosótrico. La razón es que todo vive, hasta los muertos. Por la misma razón se incluye a los “seres” inframundanos y supramundanos, es decir, a los dioses y los fenecidos y a otros pobladores del inframundo y del supramundo.

Es esta clase de comunidad que, finalmente, conduce a una convivencia consciente de la biodiversidad y de respetar a la naturaleza, llamada “Nuestra Madre Tierra”.

 

5. Conclusión

Para concluir tratamos de ubicar los conceptos iniciales de esta ponencia en el contexto maya-tojolabal. No se habla de LA sino en su lugar se piensa en un conjunto de pueblos y naciones que incluyen una gran diversidad de orígenes, historias, culturas y lenguas. Por ello, tampoco se habla de INDOAMÉRICA que no seria menos excluyente que LA. En lugar de inventar conceptos damos la palabra a un poeta tojolabal que enfoca precisamente el problema de la exclusión, discriminación y marginalización vigentes y, en su lugar, propone:

 

... en este mundo digo,

iguales son los cuerpos,

hermanos somos todos

de una humanidad.

 

Hay blancos y morenos

bambaras, chinos, indios,

hermanos somos todos

de una humanidad.

 

Por ello ya nosotros

debemos aprender

la lengua que es de ellos

que nos respeten ya.

 

También les toca a ellos

el mismo aprender

la lengua que es de nosotros,

hermanos, pues, seremos.[7] 

 

José Luis Landétcheverry, Esquema

Acrílico y lápiz s/tela

 50 x 60 cm.

2001

 

He aquí la concepción no sólo de un LA sino de la humanidad a nivel global, por lo tanto una versión de GL en una versión maya-tojolabal. Por un lado, se hace constar que, en efecto, ya somos una humanidad a pesar de las diferencias que no se niegan pero que no nos dividen. Por otro lado, todavía se nota una falta y, por ello, cumplir con un reto a fin de que volvamos a ser lo que somos. Vivimos, pues, en un mundo de proceso y nada estático, de ninguna manera llegado al final de la historia. Hay tareas fundamentales: el aprender los unos de los otros. Los idiomas sirven de ejemplo y, sin duda, son entradas a las culturas. Al aprender reconocemos que los otros, alfabetizados o no, tienen que enseñarnos mucho. No somos los que saben frente a los ignorantes. Los tojolabales no se exceptúan de esta tarea. Autocríticamente afirman que también a ellos les toca aprender de los otros. De este modo, la GL desde la perspectiva tojolabal no excluye a los otros sino, todo lo contrario, los convierte en maestros nuestros que a la vez son alumnos nuestros. Así la cosmovisión tojolabal nos hace entrar en un conjunto global organísmico y pluralista donde nos complementamos mutuamente al aprender los unos de los otros y enseñar los unos a los otros. No será ya un mundo de dominación, de la hegemonía de unos pocos sobre todos los demás, sino un mundo antihegemónico en el cual se pone en práctica una democracia participativa global. De esta manera los tojolabales no presentan una concepción propositiva de los que suele llamarse LA y GL. La proposición en las palabras de otro poeta tojolabal dice para terminar.

 

Para nosotros nada ya,

es otra cosa que falta

pa' todos todo —esto es—

así es justo, debe ser[8].

 

Bibliografía

 Amin, Samir (1997), Los desafíos de la Mundialización, traducción de Marcos Cueva Perus, México, D.F., Editorial Siglo XXI y CIICH de la UNAM.

Bodley, John H. (1997), Cultural Anthropology, 3ª edición, Mountain View, California, Mayfield Publishing Company.

Chomsky, Noam (1998), “Propaganda and Control of the Public Mind” en Robert W. McChesney, et al., Capitalism and the Information Age, Nueva York, Monthly Review Press, pp. 179-189.

Hernández, Natalio (1998) in tlahtoli, in ohtli / las palabras, el camino. Memoria y destino de los pueblos indígenas, México, D.F., Plaza y Váldez con CIPAE.

Lenkersdorf, Carlos (1999ª), Los hombres verdaderos, voces y testimonios tojolabales, 2ª edición, México, D.F., Siglo XXI y UNAM.

Lenkersdorf, Carlos (1999b), “Entrevista de Ana Esther Ceceña con Carlos Lenkersdorf” en la revista Chiapas, vol. 7, pp. 191-205, México, D.F., Ediciones Era y UNAM.

Lenkersdorf, Carlos (1999c), Indios somos con orgullo. Poesía maya-tojolabal, edición bilingüe, México, D.F., UNAM.

Petras, James y Henry Veltmeyer (1999), “Latin America at the End of the Millenium” en Monthly Review, vol. 51, #3, Nueva York, Monthly Review Foundation, pp. 31-52.

* Texto incluido en el libro de Horacio Cerutti Guldberg y Rodrigo Páez Montalbán (coordinadores), América Latina: democracia, pensamiento y acción. Reflexiones de Utopía. México, Plaza y Valdés / CCYDEL-UNAM, 2003, 423 págs., de reciente aparición. 

** Escuela Nacional de Antropología e Historia. INAH. México. Email:

 

Notas

[1] Natalio Hernández 1998:200.

[2] Noam Chomsky, 1998:179-189.

[3] Noam Chomsky, 1998:189.

[4] Ver Samir Amin 1997:78-90. Véase también John H. Bodley 1997:325-328.

[5] Para un análisis económico detallado de toda la región véase James Petras y Henry Veltmeyer 1999:31-52.

[6] Para la información pormenorizada al respecto referimos a los lectores a dos publicaciones nuestras. Carlos Lenkersdorf 1999ª y 1999b.

[7] Carlos Lenkersdorf 1999c:95-97.

[8] Carlos Lenkersdorf 1999c:43. En lugar de ·”debe ser” en el último verso, se dice “tojol”, palabra del tojolabal que corresponde a lo que “algo debe ser conforme a su vocación”. Esta estrofa, además, toca otra vez el concepto del NOSOTROS, pero esta vez en el contexto económico. También cabe mencionar a John Bodley 1997:442, es decir la referencia a las cooperativas de Mondragón entre los vascos de España: La referencia a este tipo de democracia participativa es instructiva porque se realiza por un pueblo cuya lengua tiene una estructura lingüística parecida al tojolabal.

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