ARTE Y ARQUITECTURA DESDE EL SIGLO XI al SIGLO XX

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INDICE

 1. Romanico

 2. Gotico

 3. Las ciudades del medioevo

 4. Renacimiento

 5. La ciudad del renacimiento

 6. Manierismo

 7. Barroco

 8. Revolucion industrial

 9. Corrientes pictóricas desde el renacimiento a la revolucion industrial

10. Neoclasicismo

11. Historicismo

12. Arquitectura e ingenieria

13. El movimiento para la reforma de las artes plasticas

14. Art Nouveau

15. La escuela de Chicago

Bibliografía

 

1. ROMÁNICO

Contexto social, político y religioso

            La Edad Media no es un proceso que se haya desarrollado continuamente en forma homogénea, incluso su división en Primitiva, Alta y Baja Edad Media sirve solo como orientación aproximada.

            Se puede destacar como más importante el carácter esencialmente religioso de todos los períodos, la espiritualización de lo material a través del cristianismo y de la autoridad de la iglesia.

            El clero, a pesar de todas las herejías y sectas, no tiene competencia; el cristianismo dio muy pronto respuestas a las preguntas que se hacía el mundo angustiado.

            En los siglos anteriores al siglo XI, no se había hecho más que simplificar y reagrupar la doctrina de los padres de la iglesia y de los filósofos y poetas de Roma, pero a partir de este momento se desarrolló simultáneamente con el estilo románico aquella combinación típica de teología y filosofía que se llamó escolástica. Su mayor representante fue Santo Tomás que proponía entender al hombre con relación al mundo y el mundo al universo en función de la creación, todo ordenado hacia Dios. Para la mentalidad medieval todo tenía un sentido simbólico. La significación que realmente importaba había que buscarla detrás de las apariencias externas. El juicio final es tan significativo de la época como del estilo con que es tratado, es a la vez la más poderosa expresión de la autoridad de la iglesia; en él se celebra el juicio de la humanidad y ésta, según la iglesia acuse o interceda, es condenada o absuelta.

            La invasión árabe del siglo VII cerró el Mediterráneo a los intercambios entre oriente y occidente. El comercio y la industria de Europa occidental llegaron a punto muerto. La vida urbana languideció, los comerciantes desaparecieron, la organización municipal dejó de existir, los conocimientos técnicos de los obreros de la antigüedad se perdieron en el tiempo. Se traslada el centro de gravedad de la vida social de la ciudad al campo.

            De las ciudades, solo algunas cedes episcopales lograron superar esta crisis, muchas veces incluso altos dignatarios eclesiásticos apenas sabían leer, las escuelas laicas decaen y poco a poco se cierran. Los monasterios siguen siendo unidades esencialmente autárquicas, concentradas en sí mismas, que se aferran a sus tradiciones. El monasterio se esforzaba en producir en sus propios terrenos todo lo necesario para su subsistencia.

            No cabía ya hablar propiamente de ciudades sino solo de castillos y fortalezas. No cabía hablar de monarquía absoluta sino de feudalismo. El rey hace guerras pero no gobierna, lo hacen los grandes terratenientes como señores territoriales independientes.

            El feudalismo no fue más que una nueva estructura política, en la cual el trabajador agrícola no era esclavo, pero se encontraba sometido a todo tipo de trabas que limitaban su libertad y su propiedad personal.

            Las relaciones sociales de producción giran esencialmente en torno a la tierra, ya que reposan sobre una economía de predominio agrícola. Los trabajadores tienen derechos de usufructo y ocupación de la tierra, pero la propiedad de la misma pertenece a una jerarquía de señores que no poseen la disposición absoluta del suelo, pero que tienen derecho a prestaciones, no hay esclavitud pero sí servidumbre, la autoridad se ejerce de persona a persona. La vida adopta formas más simples.

            En el siglo X el feudalismo se halla todavía en formación. Los vínculos feudales se forjan entre grandes propietarios agrarios y antiguos altos funcionarios.

            Los trabajadores libres disponen de propiedades independientes, tienen un señor pero pueden cambiarlo, los vínculos feudales son todavía flexibles.

            A partir del año 1000 y hasta 1150 se puede hablar de feudalismo en ascenso. Existe una renovación técnica, se ven favorecidos aquellos que pueden imponer su protección militar, protección que tiene como contrapartida obligaciones personales y tributos económicos, controles sobre los individuos y colectividades.

            La iglesia se inserta con firmeza en el sistema feudal, agrupa inmensos señoríos gracias a las donaciones. El programa cultural absolutista de la iglesia llega a ser realidad, cuando el movimiento cluniense da vida a un nuevo espiritualismo y se construyen las primeras grandes iglesias románicas. Todo este movimiento intelectual sería inconcebible sin el enorme aumento de los bienes eclesiásticos que entonces tuvo lugar.

            Las iglesias románicas son edificios imponentes y poderosos, expresión de un poder ilimitado y unos medios inagotables.

            A partir del siglo XII el régimen feudal alcanza sus límites, el aumento demográfico conduce a una división extrema de las explotaciones campesinas, en terrenos cada vez menos buenos y con exigencias señoriales en aumento.

 

            EL ESTILO ROMÁNICO (desde 1000 hasta 1200 aprox.)

            No habían transcurrido aún 30 años de la muerte de Carlomagno cuando el imperio romano se dividió. Luchas intestinas hicieron estremecer a Francia y Alemania, ningún adelanto fue posible en arte o arquitectura, se siguieron empleando ciertas formas adoptadas bajo Carlomagno pero el espíritu con que las manejaron era tosco y rudo.

            El sistema feudal fue creciendo, erigiéndose alrededor de toda la vida social de la edad media. A fines del siglo X el imperio había recobrado su estabilidad política. En el año 1000 se extendió desde Cluny la primera de las reformas monásticas, por estos años se creó el estilo románico.

            Varios de los elementos esenciales del alto románico pueden verse empleados aisladamente en la arquitectura carolingia. La novedad reside en la combinación de ellos, esto es lo que determina su espíritu.

            Cambia el tiempo y la dinámica, es acompasada por arcos. Las arquerías se dan sin interrupción con una aceleración de la directriz humana, las figuras bidimensionales otorgan inmaterialidad al espacio (esculturas de bulto adosadas a la pared).

            Las innovaciones más notables del siglo X se refieren a la planta y obedecen a un nuevo deseo de articular el espacio.

            La iglesia: Francia fue el lugar donde se idearon los dos tipos principales de planta para las cabeceras de iglesias románicas: la planta radial y la planta accidentada. Los primeros ejemplos del empleo de la planta radial parecen ser San Martín de Tours y Nuestra Señora de la Couture en Le Mans.

            La planta accidentada aparece por primera vez en Cluny (Borgoña). La razón funcional determinante fue el aumento progresivo del culto a los santos y la creciente costumbre de que todos los sacerdotes celebraran misa diariamente. Fue necesario aumentar el número de altares y para acomodarlos la solución evidente era construir más capillas en la cabecera (Tours), se las agrupa mediante un deambulatorio alrededor del ábside con capillas radiales o mediante la prolongación de las naves laterales más allá del crucero, terminándolas en ábsides secundarios paralelos a la capilla mayor y colocando uno, dos y hasta tres ábsides más a lo largo del muro de cabecera de ambos brazos (Cluny).

            San Miguel de Hildesheim se inició justamente después del año 1000. Tenía dos cruceros, dos presbíteros y dos ábsides. De esta manera se sustituyó la monótona disposición de las iglesias cristiano-primitivas, se dio un paso decisivo al dividir la nave central en tres tramos cuadrados. Con las naves laterales separadas de la central por una arcada de soportes distintos, los cruceros se destacaban claramente por medio de un gran arco, semejante a los del presbítero, en cada uno de sus lados. En la cabecera se intercaló un presbítero cuadrado entre el crucero y el ábside. El sistema de soportes alternados, o sea el ritmo abbabba (donde "a" representa un pilar cuadrado y "b" una columna), sirve para fraccionar la larga extensión de muros y además para subdividir el espacio delimitado por estos en tramos individuales.

            La fortaleza: la primera que se puede fechar es la Fortaleza de Langeais (sobre el río Loira, Francia 992), las mayores son iglesias. La desnudez de sus fortificaciones se explica por razones de defensa, pero al mismo tiempo obedece a otra expresión artística, es decir, estética.

            - Torre Blanca de Londres.

            - Colchester en Essex.

            El estilo arquitectónico normando: fue el más consiente de las variaciones del románico en occidente e influyó poderosamente en Francia durante un siglo. En Inglaterra logró algo más: crear la arquitectura medieval inglesa.

            El nuevo impulso consistía en la separación de un tramo de otro por medio de altos fustes que ascendían desde el suelo hasta el techo. En todos los casos se trataba de un techo plano. Así se logró idear otra forma de articulación que nos impresiona por la sensación de firmeza y estabilidad.

            Las formas individuales que emplearon los arquitectos en sus primeras construcciones son rudas, robustas y de una solidez abrumadora.

            En la torre de la fachada se colocan miradores de vigilancia, lo que manifiesta el carácter combativo de los normandos.

            Sus iglesias carecen de deambulatorio, la nave central esta cubierta con un simple entramado de madera.

            En Winchester (Inglaterra) lo que más impresiona es la solidez del muro, a pesar de las arcadas de la planta inferior, la galería intermedia y el pasadizo que corre ante las ventanas del claristorio. Por todas parte se siente la fuerte presencia del muro, los altos fustes están empotrados en él y estos a su vez tienen la macicez de enormes troncos de árboles. Las columnas de la galería son bajas y sólidas, mientras que sus capiteles tienen forma de toscos bloques.

            A fines de siglo ya empiezan a manifestarse ciertos cambios, surgen formas más complejas y variadas. Tienen menos vigor pero ganan en expresión.

            Antes de 1100, era el momento en que las fuerzas del cristianismo se congregaban bajo las banderas de la primera cruzada y el alto románico se convirtió en pleno románico.

            En Inglaterra, la Catedral de Durham constituye el monumento decisivo. Se abovedaron las partes de la cabecera y luego la nave central, esta última esta cubierta por una bóveda de crucería. La vista asciende siguiendo la línea de los fustes y continua siendo llevada hacia arriba por las nervaduras. Las bóvedas del presbítero son las más antiguas de Europa. Las bóvedas representan la última conquista de aquella tendencia hacia la articulación del espacio, ahora el tramo se ha convertido en una unidad no solo porque bidimensionalmente esta limitado en relación con los muros sino también tridimencionalmente por los arcos diagonales; el movimiento a lo largo de la catedral es pasando de un ámbito espacial a otro en un nuevo acompasado ritmo.

            Quizás sea inexacto hablar de Francia como unidad, el país estaba dividido en territorios que luchaban entre sí. Las escuelas más importantes son las de: Normandía, Borgoña, Provenza, Aquitania, Auvernia y Poitou. Sus usanzas fueron atravesadas por una fuerte corriente procedente del norte y oeste de Francia que se extendía hasta llegar al extremo noroeste de España: la corriente de las principales vías de peregrinación, que culmina en Santiago de Compostela, la obra románica más importante de España. Las peregrinaciones constituían uno de los principales medios de comunicación cultural de la edad media y los efectos que produjeron en la arquitectura religiosa son muy evidentes. Las iglesias de peregrinación son altas y oscuras, con galerías sobre las arcadas y bóvedas de cañón sobre aquellas, es decir sin claristorio, sus cabeceras imitan la disposición de Tours, con deambulatorio y capillas radiales.

            Borgoña permaneció fiel al empleo de sólidas bóvedas de cañón y aparece la bóveda de cañón semicircular.

            Cluny (Borgoña) fue reconstruida a raíz de un incendio a fines del siglo XI y principios del XII. Poseía dos cruceros, cada uno con una torre octogonal en el centro, el más próximo a los pies tenía además otra torre octogonal en el centro de cada brazo y dos ábsides orientados en la misma dirección que la cabecera, mientras que el ábside del presbiterio tenía una girola con cinco capillas radiales. Encarna la expresión ideal de aquel momento, el más sublime del cristianismo medieval, cuando la reforma cluniense había afirmado la supremacía de la tiara papal sobre la corona del imperio y lanzado el llamamiento a los caballeros de Europa para defender la tierra santa de la primera cruzada (1095). Otro motivo característico de la iglesia de Cluny es un alzado con arcos apuntados, triforio ciego y claristorio. Los arcos fajones de la bóveda de cañón eran también apuntados, quizás por primera vez en Europa.

            Auvernia tiene iglesias muy parecidas a las de peregrinaje, si bien la oscura lava utilizada en su construcción las hace más sombrías. Sus rasgos regionales distintivos no son de gran significación: cuatro capillas radiales en lugar de tres o cinco y una curiosa sobreelevación de los tramos interiores del transepto que tiene por objeto proveer contrafuertes al norte y al sur de las torres de los cruceros.

            Provenza construyó iglesias de proporciones altas y estrechas, con bóvedas de cañón de arco apuntado en las naves principales, exentas de naves laterales o, cuando las tienen, muy angostas y cubiertas con bóvedas de cañón o medio cañón. Carecen de galerías pero mantiene ventanas de claristorio. Los detalles decorativos evidencian la conciencia de un renacimiento clásico.

            Normandía, hasta la época de las bóvedas de Durham, tenía los grandes espacios cubiertos con techumbres de madera, las vigas se apoyaban sobre fustes parecidos a mástiles que se extienden hasta el techo. Se utilizó también la bóveda exapartita, disposición que permitía que los tramos fueran de planta cuadrada y al mismo tiempo aseguraban la presencia de seis apoyos en lugar de cuatro.

            Poitou tiene iglesias con naves laterales estrechas y de igual altura que la nave central, carecen de claristorios y de galerías. Este sistema llamado iglesia-salón hacen que los edificios resulten oscuros y alargados de proporciones pero que impresionan por su singular unidad de concepción.

            Aquitania tiene iglesias preferentemente sin naves laterales, constituidas por una sucesión de tramos cubiertos con cúpulas. Con o sin cruceros, con o sin ábsides, con capillas o sin ellas, pero nunca con deambulatorio. La grave majestuosidad de sus cúpulas no tiene rival. En el segundo cuarto del siglo XII, se decide la creación de un edificio totalmente centralizado, San Fronte de Perigueux, mediante la omisión del tramo de los pies, sin naves laterales pero con crucero, resultando una cruz griega con un cuadrado como centro y otros cuatro como brazos. El interior representa la expresión clásica de la claridad y ordenación del románico, carece por completo de decoración escultórica. La iglesia desprovista de toda seductora atracción, aparece pura y desnuda, imponiéndose exclusivamente por su nobleza arquitectónica.


Sant Front de Périgueux (interior) 

Conexión entre el románico y el gótico

            Las conexiones más directas entre el románico y el gótico son el arco apuntado en Borgoña y Provenza y la nave de Durham, el uso del arbotante oculto bajo el techado de las naves laterales, pero de todos modos cumpliendo su función de soporte de la bóveda (San Saturnino de Tolosa) y por supuesto el uso de las nervaduras. Existe otra conexión más inmediata: el portal escultórico, en el que las figuras largas, altamente estilizadas, de cabezas pequeñas, de gestos muy expresivos y cuyos pies se sitúan como aparentando estar entregados a una danza ritual.

            Santiago de Compostela es la obra románica más importante de España. Pertenece al grupo de iglesias de peregrinación francesas, su influencia en la península es escasa. Tales iglesias resultaban excesivamente complejas y costosas para un país donde existía el peligro de destrucción por manos de los infieles del sur.

            Esto explica el aspecto acusadamente militar de tantas iglesias españolas de esta época, por su sencillez y vigor parecen fortalezas.

            Otro tipo de iglesias relacionadas con lo militar son las de los caballeros templarios, generalmente de planta circular, pero estas iglesias no son exclusivas de España ya que se encuentran diseminadas por toda Europa. La forma de planta más extendida en la península es la constituida por una nave central y laterales que terminan en tres ábsides semicirculares, con o sin crucero. Cada parte queda claramente delimitada y no se buscan sutilezas espaciales.

            Alemania desarrolló el sistema establecido en Hildesheim. Las catedrales e iglesias de la Renana central, Spier, Mainz, Worms, Iaaeh, nos ofrecen un magnífico espectáculo con sus torres de crucero y escalera, sus dobles cruceros y dobles presbíteros en una interminable variedad de proporciones y detalles. En Colonia, la segunda escuela en importancia de Alemania,  las iglesias derivan de Santa María del Capitolio y se caracterizan por el empleo de una disposición marcadamente centralizadora en cuanto a sus cabeceras, por lo cual ambos brazos del crucero y del presbítero terminaban en ábsides de idéntica traza.


Catedral de Colonia (interior) 

 

            Italia, en el norte se mostró poco ambicioso con respecto a la planta, no se destaca el crucero, se mantienen fieles a las tradiciones del estilo cristiano - primitivo. En líneas generales se caracterizaban por la bóveda de arista o de crucería, galerías en las naves centrales y cúpulas poligonales sobre el crucero. En el exterior las torres tienen pequeñas arquerías. El ejemplo culminante del empleo de esta arquería decorativa lo constituyen la fachada y la torre inclinada de la Catedral de Pisa.

 

2. GÓTICO 

Contexto social, político y religioso

            En el curso del siglo XII, la escolástica se transformó en algo tan sublime y tan complejo como las nuevas catedrales. Se enfatiza el culto al Santísimo Sacramento por encima de los santos (se busca la direccionalidad hacia el altar), así como la devoción mariana que iba a tener un marcado efecto sobre la construcción de las catedrales.

            La catedral, además de ser monumento arquitectónico, es una enciclopedia labrada en piedra. Es un compendio del saber humano tanto profano como sagrado, pero todo ordenado hacia Dios.

            A partir del siglo XII el régimen feudal alcanza sus límites, el aumento demográfico conduce a una división extrema de las explotaciones campesinas, en terrenos cada vez menos buenos y con unas exigencias señoriales en aumento.

            Gracias al nuevo impulso que le dieron las Cruzadas y como consecuencia de estas la recuperación del Mediterráneo, las relaciones con Oriente cobran un nuevo vigor. El comercio y la vida urbana progresan, los precios suben, se constituyen fortunas mobiliarias al lado de las fortunas agrarias.

            Comienza un período de gran actividad urbana, además del comercio, los oficios cobran una importancia primordial, con ellos se forma una nueva clase: la burguesía. Esta nueva clase goza de la simpatía de la realeza, ya que en su voluntad de emanciparse debilitaban el poder de los grandes señores y aumentaban el dominio real.

            El comerciante representa el espíritu de la economía monetaria en su forma más pura y es el tipo más progresivo de la nueva sociedad urbana.

            Las ciudades se liberan de la autoridad de los señores ya que su protección, al haber cesado las invasiones, ya no era necesaria.

            El elemento esencial de la vida urbana, junto con los comercios, son los oficios. Durante toda la edad media todos tenían al comenzar las mismas oportunidades, todo aprendiz terminaba siendo maestro (salvo que fuera extremadamente incapaz) y podía alcanzar una posición expectable en su ciudad. El individuo siente más placer y más ánimo que antes para hacer valer su propia personalidad.

            El arte urbano es urbano y burgués, por consiguiente disminuye la influencia artística del clero. El cristianismo ya no es una pura religión de clérigos, sino que se va convirtiendo, cada vez de manera más dedicada, en una religión popular.

            Modos de producción:

            La historia de la construcción de las catedrales está estrechamente ligada al renacimiento de las ciudades y del comercio, al surgimiento de la burguesía y a las primeras libertades urbanas.

            El burgués se enorgullecía de haber arrancado sus libertades al señor feudal y quería que las iglesias de su ciudad fueran testimonios de su alegría.

            La edad media se caracteriza por ser una edad piadosa, de no haber sido así el genio de los constructores y el dinero de los comerciantes se habría empleado de otro modo.

            La iglesia, hostil a la idea de lucro, iba a crearles una "mala conciencia" a estos hombres y los obligaría, para hacerse perdonar, a donar o a legar una parte de sus fortunas a obras piadosas, tales como la fundación de iglesias. Para la iglesia, se ha reforzado el sentimiento de que ser cristiano no es solo hacer gestos y recitar ciertas oraciones, sino recordar que un rico tiene pocas oportunidades de entrar en el reino de los cielos, inquietud que incitaba a dar lo que se poseía (para construir las catedrales). 

            En la mayoría de las religiones antiguas el pueblo no había tenido acceso al santuario, a la casa de dios. Por el contrario, la iglesia cristiana pidió a los fieles que participasen en los gastos de construcción de edificios lo bastante espaciosos como para que la multitud pudiese tener acceso al santuario. Las iglesias eran los lugares de reunión para discutir asuntos que a menudo nada tenían de religiosos. Cabe suponer que los representantes de la hayan ayudado a financiar la catedral con la segunda intención de celebrar en ellas sus reuniones.

            El obispo nunca parece haber sido considerado como obligado a contribuir a los gastos de la fábrica y cada vez que lo hacía era por propia voluntad de manera excepcional.

            En todas las catedrales era el capítulo (obispo) el que controlaba la fábrica. Por fábrica se entendía todo lo relacionado con la construcción o con la conservación de un monumento.

            En principio los canónigos se reunían cada año para designar un provisor, personaje cuyo papel consistía en llevar las cuentas de la fábrica o de la obra y en dirigir los trabajos. El provisor podía ser un canónigo o incluso un agente laico responsable ante el capítulo. Se los escogía por sus conocimientos de arquitectura o por sus aptitudes de hombres de negocios.

            Uno de los primeros casos que permite formar una idea clara de la personalidad de estos grandes maestros o provisores es el de Guillermo de Sens, hombre de grandes dotes e ingeniosidad, maestro en el arte de trabajar la madera y la piedra. Fue elegido para la reconstrucción de la cabecera de la Catedral de Canterbury, para ello convenció a los monjes de que era necesario derribar los pilares dañados, como así también los que sustentaban.

            Se procuró traer piedras del extranjero, construyó las más ingeniosas máquinas para cargar y descargar los barcos y para acarrear la argamasa y la piedra. A los canteros les facilitó modelos para cortar las piedras.

            A comienzos del 5° año de trabajo se cayó de un andamio y quedó malherido, por lo que tuvo que confiar la terminación de la iglesia al monje que era el encargado de los obreros.

            La mano de obra era una fuerza de trabajo libre y se agrupaba según las funciones y las habilidades:

            - Los canteros, morteleros (fabricantes de morteros de piedra) y los picapedreros (que labraban las piedras), formaban unas de las ramas del grupo de los trabajadores de la piedra. Los yeseros, morteleros (mezcladores de cemento) y los albañiles, formaban la otra rama. El albañil ante todo es un colocador de piedras.

            - Herreros: facilitaban las herramientas para tallar hasta la piedra más dura y también fabricaban clavos, herraduras, tirantes y cadenas. El equipo de los herreros estaba formado por un herrero, un ayudante, un portahachas y un obrero encargado de alimentar la fragua con carbón de leña.

            - Carpinteros: se dedicaban al apuntalamiento de las construcciones ya que para consolidarlas o para modificar la disposición original de la obra.

            - Techadores: trabajaban en estrecha colaboración con los carpinteros, eran personajes importantes. Según la región, la iglesia se techaba con teja, plomo o pizarras.

            - Vidrieros: se elevaron al primer rango de los constructores de catedrales cuando se fueron abriendo en las paredes ventanas cada vez más grandes. La luz será uno de los elementos de importancia decisiva para el efecto de una catedral gótica, la luz puede provocar un efecto tan arrebatador como las mismas formas arquitectónicas. El ámbito luminoso del gótico está en franca oposición con la oscuridad de cripta del románico. Cambia el estilo según el carácter del color. No es natural, ya que la luz natural no impresiona tanto como la luz sobrenatural. El gótico se colma de una luz de colores oscuros (entre rojizos y violáceos), no surge de una sola fuente y varía en su grado de claridad de acuerdo con las variaciones de la atmósfera exterior.

            - Peones: se hallaban en lo más bajo de la escala de los constructores, pero tuvieron abiertas todas las puertas para elevarse.

            La vida de los obreros se desenvolvía en la logia o en sus proximidades. Por la mañana iban a ella a buscar sus herramientas, a la hora del almuerzo comían allí y cuando hacía mucho calor también la usaban para dormir la siesta.

            En las obras en construcción había una o varias logias que no solo permitían a los canteros trabajar cuando había mal tiempo, sino que además durante el invierno los canteros podían preparar el trabajo para los albañiles, quienes volvían a la obra cuando volvía el buen tiempo (no se pernoctaba en las logias). Además de lugares de trabajo y reposo, también se convirtieron en lugares donde se discutían problemas propios del oficio.

            Una parte de los operarios constituía el personal estable de la logia, que continuaba ligado al arquitecto después de la terminación del trabajo, y otra parte cambiaba cada vez y se reclutaba en el transcurso del trabajo.

            Sólo cuando la capacidad de adquisición de la burguesía ciudadana crece tanto que sus miembros constituyen una clientela regular para la producción artística, puede el artista desvincularse de la logia y establecerse como maestro independiente. Este momento llega recién en el transcurso del siglo XIV.

            La logia ofrece al escultor un lugar de trabajo más cómodo y técnicamente mejor equipado que el andamio. Al edificio se le aplican los fragmentos ya previamente preparados. Aquí se inicia la separación de la escultura de la arquitectura.

 

            ESPACIALIDAD - TÉCNICA - DISEÑO

            La catedral gótica es un milagro de la técnica medieval y de sus escuelas de artesanos. La idea arquitectónica de la catedral, inspirada en el impulso religioso de la época, sólo pudo realizarse merced a una técnica muy elaborada. Esta técnica no estaba fijada de antemano, sino que también ella se modificó de acuerdo con las exigencias planteadas por las nuevas dimensiones de la construcción y  también por el material de que se podía disponer, hasta es posible observar en algunos casos que la técnica no está todavía a la altura de la concepción arquitectónica.

            Surgieron edificios en los que se fundían perfectamente lo técnico y lo artístico. No se escapan, naturalmente, los límites de esas técnicas ya que los maestros góticos no tenían formación de ingenieros, sino que eran artistas que daban forma a las nuevas ideas y que en algunos casos exigían demasiado de sus técnicas.

            Puede decirse que el siglo XII fue una época de ensayos de técnicas arquitectónicas. Lo que se trataba de saber esencialmente, es como podría resolver el arquitecto el empuje de las bóvedas sobre los muros de la nave central, ante la creciente altura a la que tendía el espacio interior.

            El arte románico adoptó muros tan espesos que su misma masa podía soportar los bloques de piedras colocados encima.

            La solución gótica consiste en trasladar hacia afuera todos los puntos de apoyo de la pared. El arte gótico desarrolló, con ese objeto, un formidable aparato técnico.

            La mayoría de los oficios progresaron simultáneamente y a menudo los progresos de unos contribuyeron a los progresos de otros, los adelantos de los herreros, por ejemplo, ayudaron a los arquitectos y a los canteros.

            Los constructores de catedrales trabajaban en el seno de una sociedad que admitía el progreso por lo que pudieron innovar y la catedral de fines del siglo XIII es el resultado de centenares de innovaciones y perfeccionamientos.

            Aparecieron los molinos de agua, fue posible transformar el movimiento alternado y así la energía hidráulica pudo no sólo triturar los cereales sino también forjar el hierro y fabricar el papel.

            El caballo se transformó en una fuente de energía importante. Las obras de construcción de las catedrales lo aprovecharon en forma directa y este mejor aprovechamiento se debió a una serie de inventos. El caballo contribuye al florecimiento del mundo occidental y en la ejecución de las grandes obras al transportar hasta ellas los materiales de construcción.

            También se perfeccionó el oficio de tejedor y se inventó el torno de hilar, se endureció el hierro y se inventó el reloj mecánico.

            Los carpinteros fueron adaptando las armaduras a la evolución de la bóveda.

            Para proteger sus edificios de la lluvia, los arquitectos idearon una red de pequeñas canaletas e inventaron la gárgola para lanzar el agua lejos de las paredes.

            La bóveda de crucería representa un adelanto técnico, pero no tuvo la importancia primordial que por tanto tiempo se le atribuyó.

            El arco apuntado se aventaja sobre el semicircular en permitir al constructor que se aproxime más a esa deseada verticalidad y además le facilita construir bóvedas sobre tramos no cuadrados, en lugar de tener que rebajar los arcos, se aumentará o disminuirá sencillamente el grado de apuntalamiento de su curva.

            Una invención revolucionaria del siglo XII, el arbotante, no solo habría de apuntalar eficazmente las bóvedas en cruceros de ojivas y permitir levantar recintos cada vez más altos, sino que iba a permitir salvar de la ruina a muchas bóvedas antiguas que amenazaban con derrumbarse. Los arbotantes no son únicamente la necesaria respuesta estructural ya que poseen la fascinación de una trama intrincada y guiada que se transforma en la expresión de las mismas poderosas tensiones que gobiernan el interior, son elementos que suscitan un placer más bien intelectual.

            Los métodos de diseño no estaban muy desarrollados, no existían patrones de medida constantes y reconocidas. Sólo las figuras geométricas permitían reproducir con precisión las disposiciones previstas. Primero se fabricaban maquetas y luego plantillas o patrones de madera, de este modo, el cantero no tenía más que reproducir estas plantillas que representaban las diversas caras de la piedra. Para un mejor aprovechamiento de las plantillas los constructores góticos idearon un sistema de estandarización.

            Ante la ausencia de reglas y convenciones reconocidas (geometría descriptiva, dibujo geométrico y perspectiva), el dibujante debía inventar formas de representación que se correspondieran con su lógica personal. Se hacía uso del compás, la escuadra y la regla. Se trabaja sobre pergamino, material costoso, de dimensiones limitadas y planimetría relativa. No era posible disponer de grandes superficies planas como las que proporciona el papel.

 

EL ALTO Y CLÁSICO ESTILO GÓTICO (1150 - 1250)

            En 1140 se colocó la primera piedra de la nueva cabecera de la Abadía de San Dionisio, en las cercanías de Paris. Puede afirmarse que el que proyectó la cabecera fue el que inventó el estilo gótico. Ha pasado la época de los abades y de las iglesias abaciales, para iniciarse la era de los obispos y las catedrales. Los rasgos que caracterizan al estilo gótico (no es una suma de rasgos, sino un todo íntegro), son el arco apuntalado, el arbotante y la bóveda de crucería. Ninguno de ellos es un invento del gótico. El aporte del estilo gótico a estos elementos fue su combinación en una nueva voluntad estética. Esta voluntad fue vitalizar masas inertes de cantería, aumentar el dinamismo espacial y reducir la construcción a un sistema aparente de activas líneas de múltiples nervios. Las ventajas técnicas son tres:

            - La nave de cañón gravita sobre la totalidad de los muros en que descansa.

            - El arco apuntalado se aventaja sobre el semicircular, que permite al constructor aproximarse más a esa deseada verticalidad y le facilita construir bóvedas sobre tramos no cuadrados.

            La bóveda gótica rectangular estaba construida con nervaduras a fin de fortalecer las aristas, lo que técnicamente representaba otra ventaja. El fin principal de la bóveda gótica era dar apariencia de ligereza e ingravidez. La sensación que comunica el interior de la iglesia es de ligereza, de aire que circula libremente, de curvas flexibles. Las partes ya no quedan separadas unas de otras. La articulación subsiste, pero es una articulación mucho más sofisticada.

            Las características del arte gótico son:

            - Los muros se construyen con piedras de sillería sin pulimentar.

            - La forma en ojiva de las arcadas, del perfil de las bóvedas y de diversos perfiles accesorios. Lo importante es la construcción de la bóveda de crucería.

            - Los gruesos pilares que sirven de sostén a las nervaduras de la bóveda principal y de las laterales, están unidos por arcos fajones.

            - Los arbotantes fueron empleados por los arquitectos góticos para consolidar las iglesias románicas que amenazaban ruinas cuando su bóveda principal era demasiado alta.

            - Posteriormente ese contrafuerte de auxilio se transformó en un elemento arquitectónico decorativo y destinado a asegurar el equilibrio de las bóvedas nervadas.

            - El plano cruciforme se acentúa. La cripta románica desaparece. La iglesia gótica por lo general es completada por dos torres en los ángulos de la fachada y por una flecha. El nartex tiende a desaparecer y los pórticos, a menudo decorativos, ocupan toda la fachada principal, precedidos de un antetemplo, simple antepatio que fue durante la edad media el escenario de la justicia episcopal.

            - La decoración de las iglesias románicas era por lo general abstracta, los motivos figurativos sólo aparecían en los tímpanos o en los capiteles. Por el contrario, la decoración de las iglesias góticas es pródiga y suntuosa, lo mismo en el interior que en el exterior. La escultura decorativa figura en el exterior del edificio. La decoración coloreada la procuran los temas pintados en las grandes vidrieras.. A la entrada de las naves suele encontrarse una decoración espacial, es el denominado laberinto, que evoca el nombre de los arquitectos. Admitía el color como un complemento casi obligado de la forma.

            El pensamiento simbólico puede traducirse como el movimiento de líneas en dirección al cielo. El espectador se halla continuamente en presencia de un equilibrio que no alcanza a explicarse, de ahí ese sentimiento de inquietud admirativa.

            El nuevo tipo de arquitecto a quien debe atribuirse San Dionisio es el maestro artesano (artista), ahora comenzará a cambiar la posición social, aunque fue una evolución muy lenta. Es necesario recordar el anonimato de la edad media, que en los primeros siglos del medioevo los nombres de esos autores no tenían importancia, se contentaban con ser obreros trabajando por una causa mayor que su propia fama. Pero en el curso del siglo XII y más todavía en el siglo XIII, el individuo fue cobrando cada vez más confianza en sí mismo y se llegó a valorar la personalidad. Los nombres que lo personifican son laicos, habían adquirido los principios de su oficio en el taller de su "patrón" y la práctica en las obras que visitaba a título de colaborador más aún que de curioso. El arquitecto gótico ocupaba con bien ganado derecho el primer puesto entre los obreros.

            Los maestros góticos eran artistas que daban forma a las nuevas ideas y que exigían demasiado de su técnica.

            Un gran maestro de la primera época del gótico fue Guillermo de Sens, arquitecto de la cabecera de la Catedral de Canterbury, obra revolucionaria de Inglaterra. Los canteros sabían tanto del arte de labrar figuras y adornos, como de la construcción de edificios, aunque su técnica de dibujantes era todavía elemental.

            Grupos de arquitectos y canteros itinerantes se desplazaban de ciudad en ciudad levantando catedrales, pero siempre con la colaboración de los naturales de la ciudad que querían contribuir con su esfuerzo a la labor del edificio. Los capiteles, las portadas y las vidrieras se convirtieron en auténticas biblias monumentales donde los peregrinos, casi todos analfabetos, aprendían el evangelio a través de los dibujos.

            La expresión "gótica" se inventó en el siglo XVIII y quería significar arquitectura medieval, o sea, bárbara e inculta en comparación con la de entonces.

            Nos encontramos ante una arquitectura que aún no conoce la medida métrica de la que las magnitudes siguen surgiendo, de las medidas fundamentales elegidas y las relaciones entre figuras fundamentales de la construcción (como lo es el cuadrado).

            Nacía el concepto de estructura medieval, con columnas y nervaduras se hacía un esqueleto que era el responsable de la estabilidad del edificio. El resto, bóvedas y paredes eran de simple relleno, es más, las paredes podían sustituirse por mamparas de vidrio.

            El alto gótico, en la planta forma la nave con tramos rectangulares. Entre el s XII y el s XV cambió la manera de vivir de la gente, las aldeas alrededor de los conventos dejaron paso a las primeras ciudades o burgos. Estas ciudades eran de señorío real y no dependían de nobles ni abades. Sus habitantes se agruparon en gremios según el oficio que ejercían y entre ellos se originó una interesante competencia; para mostrar su pujanza y religiosidad cada gremio trataba de levantar la iglesia más hermosa y grande. Por otra parte, el culto a la virgen se incrementaba y todas las catedrales se dedicaban a "nuestra señora" (Notre Dame).

            Entre 1140 y 1220 se comienzan las nuevas catedrales, es escala siempre mayor, en Sens, Noyon, Senlis, Paris, Laon, Chartres, Reims, Amiens y Beauvais.

            En muchos aspectos Chartres, Reims y Amiens establecen un canon para el mundo formal de las catedrales góticas, se hallan estrechamente relacionadas, cada catedral constituye una individualidad arquitectónica.

            - Amiens: en su estructura podía percibirse con particular claridad lo que se admitía como elemento gótico, la transparencia de la construcción, su fisonomía rectilínea y la verticalidad de su espacio interior y la importancia de sus dimensiones.


Notre-Dame de Amiens (interior)
 

            - Reims: es tanta la perfección arquitectónica que se traduce en el equilibrio de las formas respecto del todo, en el ensamblamiento de los distintos elementos de su planta, en el esplendor de su aspecto externo, en la construcción del sistema de apoyos, en la grandiosa concepción de sus fachadas y en el ornato escultórico de sus portales.


Catedral de Reims (planta)

            - Chartres: se alza como una corona sobre la ciudad medieval, en ella se han expresado por primera vez ciertos conceptos arquitectónicos fundamentales que determinan el carácter general de las catedrales del alto gótico.

            El planteo de la catedral gótica se concreta en un modelo general: una nave central con varias laterales, de corte basical, es decir, la nave central como espacio primario predomina a tal punto sobre las laterales, que recibe su luz de la región de las altas ventanas o claristorios. La catedral gótica escogió el partido basical no sólo por la posibilidad que le brinda de exagerar la altura de la nave central y lograr así un espacio perpendicular, sino también para transformar todo el interior en un espacio luminoso.

            Se ordenan en hileras diversos motivos de articulación mural.

            El primitivo alzado gótico era de tres cuerpos: arcada, galería y claristorio. Más adelante, también tuvieron bóvedas de crucería. Los muros están enriquecidos por un triforio: pasadizo de poca altura en el muro, situado entre la galería y el claristorio. Esta división del muro en cuatro formas, en lugar de tres, disminuye en mucho lo que antes había permanecido inerte.

            La altura y amplitud de las arcadas contribuyen a la impresión de grandeza que se desprende del conjunto.

            El pilar redondo está rodeado de columnillas. Ello confiere de antemano un ritmo grandioso a toda la hilera de apoyo y obedece a un sutil razonamiento artístico. Buscan la unión con la parte alta de la pared de la nave y llevan así la mirada hacia los sostenes de la bóveda.

            El s XIII es la gran época del gótico, rosetón en la fachada en un arco apuntado, bóvedas de planta oblonga no cuadradas, tribunas reemplazadas por una galería, columnas adosadas a los pilares, mayores ventanas y naves cada vez más altas y más iluminadas.

            Por encima de las portadas se hallaban los rosetones adornados con vidrieras entre complicadas tracerías de piedra. Pórticos, rosetones y torres, formaban un verdadero edificio por lo que el concepto de fachada-muro desaparece.

            Se forman escuelas regionales, se inventaron nuevas formas decorativas, pero estructuralmente no se añadió nada nuevo.

            Las arcadas tienen soportes distintos, puesto que alternan los pilares compuestos, que establecen las divisiones principales, y los pilares redondos que marcan las divisiones secundarias. Las bóvedas resultan sextapartitas.

            Se trata de un ritmo concentrado de un reducido número de divisiones. En este caso son tres: la cabecera, el crucero y los pies. El ritmo conduce hacia el altar con el mismo ímpetu que lo habían hecho las columnas de las basílicas cristiano-primitivas.

            El alto gótico se convirtió en pleno gótico. La catedral de Chartres fue reconstruida a raíz de un incendio en 1194. En el nuevo presbiterio se abandona por fin el tipo de bóveda sextapartita y se vuelve a la bóveda de dos nervaduras diagonales.

            Los pilares siguen siendo circulares pero a cada lado tienen adosado un fuste también circular. Ha desaparecido la ancha y elevada galería y ya no queda más que un bajo triforio. La planta ya no resulta tan radical, el crucero se halla a igual distancia de la cabecera y de los pies.

            Impresiona la transformación del espacio interior en un ámbito de luz sobrenatural: se diría que la luz misma contribuye a crear el espacio, la unión de dos ventanas ojivales constituyó un hallazgo genial que inauguraba una nueva época.

            Las tres grandes catedrales clásicas colocan frente a la construcción del coro, un transepto de tres naves, o sea un espacio que cruza de norte a sur y confiere al conjunto un curso sumamente gramático.

            El crucero está señalado por pilares que superan en monumentalidad a todos los demás apoyos de la catedral, en forma ininterrumpida, sin que intervenga ninguna horizontal.

            Para quien mira desde la nave, los pilares de este se interponen como un telón imponente y sombrío delante del acceso del luminoso coronamiento del ábside. Los grandes rosetones de las catedrales muestran, además dos grandes aspectos diferentes según se los contemple desde adentro o desde afuera. Hacia el exterior se destaca su contenido arquitectónico, su articulación y estratificación corporales, su conexión con el conjunto del edificio. Hacia el interior, forman solamente el marco sombrío para los conmovedores vitrales de brillantes colores.

            La luz es un elemento que siempre será de importancia decisiva para el efecto de una catedral gótica. También cambia el estilo según el carácter del color. La luz no es natural. El gótico se colma de una luz de colores oscuros (entre rojizos y violáceos), no surge de una sola fuente y varía en su grado de claridad de acuerdo con las variaciones de la atmósfera exterior.

            Los límites espaciales se presentan como algo fluido, inasible, transparente.

            El peso recae ahora sobre las líneas del dibujo y no, como antes, sobre la superficie del muro. El exterior de las catedrales de fines del s XII y comienzos del s XIII estaban en perfecta armonía con los interiores. Casi ninguna fue terminada completamente.

            La aguja es la suprema expresión de la urgencia celestial, creación de la mente gótica.

            El arquitecto gótico aspira a un contraste entre el interior (todo espíritu) y el exterior (todo intelecto).

            La catedral gótica refleja los triunfos del pensamiento occidental en el s XIII, o sea, los triunfos de la escolástica clásica. La escolástica es el termino con que se denomina aquella combinación, tan típica de lo medieval, de teología y filosofía. Se desarrolló simultáneamente con el estilo románico, pues en los siglos anteriores al XI no se había hecho más que simplificar, reagrupar y en ciertos casos modificar la doctrina de los padres de la iglesia y de los filósofos y poetas de Roma.

            En el curso del s XII, cuando se creó y difundió el estilo gótico, la escolástica se transformó en algo tan sublime y tan complejo como las nuevas catedrales.

            Todo orientaba hacia dios. Para la mentalidad medieval todo tenía un sentido simbólico. La significación que verdaderamente importaba había que  buscarla detrás de las apariencias externas. La verdad no era lo que se podía demostrar, sino lo que conformaba una revelación. El mundo gótico nunca alaba la belleza como tal, sino la belleza de la creación de dios.

            Los escultores podían ahora reproducir las más bellas de las plantas. El ornamento del s XIII, incluso en su aspecto más naturalista, nunca resultó mezquino o presuntuoso, pero queda subordinado al servicio de una causa superior: la de la arquitectura religiosa.

            La simetría como un principio de organización fue redescubierta (de los romanos que la habían utilizado en la planificación de ciudades, campamentos militares).

           

EL ESTILO GÓTICO TARDÍO (1250 - 1500)

            El gótico tardío, debido al empleo predominante de arco apuntado, sigue formando parte del estilo gótico. Se desarrolló en el s XV y aún en el s XVI. Para la mayoría de los críticos fue un período decadente. Es un fenómeno complejo que quizás sería más acertado abordarlo previamente desde el punto de vista de la decoración.

            La expresión más perfecta de este nuevo estilo se muestra en el tipo de tracería, llamado flamígero.

            - Catedral de Bristol: difiere de todas las catedrales inglesas de la época anterior en cuatro aspectos significativos. Es una iglesia de tipo de salón y no basical, es decir que las naves laterales son de la misma altura que la central, de manera que no existe claristorio. Se logra la creación un ámbito unificado con pilares intercalados en lugar del clásico gótico de un alzado escalonado desde las naves laterales a la central. En esta iglesia se modificaron los pilares y las bóvedas. Los pilares compuestos tienen capiteles sólo en algunos de los fustes menores, así que los demás se alzan sin interrupción alguna hasta la bóveda. En cuanto a la bóveda, la forma de estrella compuesta de nervaduras primarias, secundarias y terciarias: los llamados aristones, terceletes y ligaduras. La vista se siente atraída hacia visiones diagonales. El arco conopial tridimencional es un elemento harto significativo, comunica al espacio un movimiento más dinámico.

            Las tendencias dominantes en todos los países continentales miraban la valoración del espacio a través de la severidad y amplitud ininterrumpida. Ahora el total de la anchura y longitud de la sala impresionan como un solo espacio, gracias a los amplios tramos y finos soportes.

            El contraste entre los desnudos muros exteriores, con ventanas sin decoración, es inminentemente característico del último gótico, sobre todo en Alemania.

            En Inglaterra se clasifica en tres fases: estilo ingles primitivo, el florido o flamígero y el perpendicular. Pero mientras que en el continente los muros mantuvieron su macicez, los del perpendicular inglés son cancelas acristaladas. Las torres de las iglesias se ofrecen como uno de los rasgos más destacados de la arquitectura gótica tardía, alzándose hasta alturas sin precedentes.

            En el siglo XIII, Francia se transformó en una nación y creó el estilo gótico, que llegó a Alemania, España, Inglaterra e Italia, como moda francesa. En el s XVI el estilo se intensifica y la decoración se hace superabundante.

            Desde el punto de vista de la cultura, tuvo una importancia decisiva la creación de dos nuevas clases profesionales: artesanos y comerciantes.

            El arte de las catedrales góticas es urbano y burgués, lo es también en el sentido de que los laicos tienen un papel cada vez mayor en la construcción de las grandes catedrales y disminuye en proporción la influencia artística del clero.

            El arte no es ya el lenguaje misterioso de una pequeña capa de iniciados, sino un modo de expresión comprendido por casi todos, el cristianismo ya no es una pura religión de clérigos, sino que se va convirtiendo en una religión popular, la religión se hace más humana y más emocional.

            Se puede observar un universalismo, una tendencia internacional y cosmopolita que reemplaza al viejo particularismo.

            La naturaleza ya no se caracteriza por su falta de espiritualidad, sino por su transparencia espiritual, por su capacidad para expresar lo espiritual, aunque todavía no por su propia espiritualidad.

            El idealismo gótico era al mismo tiempo un naturalismo que trataba de representar correctamente los conceptos universales que eran concebidos como inminentes a los datos empíricos y que sólo en esta forma se reconocía en una concepción del mundo totalmente idealista sobrenatural. El realismo es la expresión de una visión del mundo estática y conservadora, el nominalismo por el contrario, da una visión dinámica, progresiva y liberal (posibilidad de elevarse). Pero un edificio gótico no es solo un sistema dinámico en sí, sino que además moviliza al espectador y transforma el acto del disfrute del arte en un proceso que tiene una dirección determinada y un desarrollo gradual, que obliga al espectador a mudar continuamente de posición y solo en forma de una reconstrucción le permite hacerse la idea de la obra total.

            El principio de la superposición de la frontalidad se abandona definitivamente.

            Las logias eran, en los s XII y XIII, comunidades de artistas y artesanos empleados en la construcción de una iglesia. La logia corresponde a una época en que la iglesia y los municipios eran prácticamente los únicos interesados en las obras de arte plástica.

            La baja edad media no solo tuvo burguesía triunfante, sino que ella misma es una época burguesa (gótico tardío), la burguesía es la auténtica sustentadora de la cultura.

 

LA ARQUITECTURA GÓTICA.

            El Gótico del siglo XIII presenta un aspecto distinto al de los siglos XIV o XV, no obstante, parecería que pudieran reducirse a un común denominador. Este denominador reside en una actitud fundamental propia del hombre occidental, actitud que determina su relación con el más allá. El arte Gótico se difunde a partir de su lugar de origen, el norte de Francia, alrededor de Paris-Ile-de-France, hasta convertirse en el estilo sagrado de toda Europa.-

            Las catedrales de Chartres, Reims y Amiens forman un grupo cerrado; en muchos aspectos establecen un canon para el mundo formal de las catedrales góticas; en su carácter, disposición y ejecución, cada una de estas catedrales constituye una individualidad arquitectónica.-

            El modelo: el planteo de una catedral gótica se concreta en un modelo general: una nave central con varias laterales, de corte basilical, es decir, la nave central como espacio primario que predomina sobre las ventanas superiores o claristorios.-

            La catedral gótica escogió definitivamente el partido basilical, no solo por la posibilidad que brindaba de exagerar la altura de la nave central y lograr así un espacio perpendicular, sino también para transformar todo el interior en un espacio luminoso.-

            Por su estructura, el muro de la nave central gótica figura entre las concepciones arquitectónicas más notables, originales y diferenciadas de las arquitecturas Europea.-

            Se ordenan en hileras diversos motivos de articulación mural: en planta baja las arcadas, como lugar de acceso a las naves laterales y por encima de ellas, una o dos galerías, coronadas finalmente por los ventanales del claristorio de la nave central. A estas superposiciones de motivos, ritmadas en tramos, la designamos como sistema de articulación del muro de la nave central.-

            La arcada: apenas entramos en la catedral de Chartres, la altura y amplitud de las arcadas, así como la forma de los apoyos que separan la nave central de las laterales, contribuyen en buena medida a la impresión de grandeza que se desprende del conjunto.-

            La forma de las arcadas y de sus apoyos se modificó de diversas maneras en el curso de la historia de la arquitectura medieval.-

            El arte Románico concibe el apoyo de la arcada como un pilar en forma de cruz que, aunque decorado con pilastras, todavía mantiene su relación estructural con el muro, concebido como una masa homogénea. El arte Gótico parte de la idea de constituirlo únicamente con elementos de forma cilíndrica.-

            El apoyo de la arcada no solamente debe ofrecer un sostén al arco contenido en el muro, sino también adoptar una forma que permita desarrollar una hilera de apoyos y lograr un buen efecto arquitectónico a lo largo de todo el espacio interior.-

            En la dirección de la nave central, tiene que sustentar los arcos torales y las nervaduras diagonales. En la dirección de la nave mayor, tiene que establecer relación con el fuste que, ya al nivel de las arcadas, prepara el remate abovedado de la nave mayor.-

            Las grandes catedrales del primer Gótico, eligen para el apoyo de la arcada una forma cilíndrica cuya base se asienta en un zócalo poderoso y que termina con un capitel de corona de hojas; su diámetro es reducido, de modo que se logra una agradable relación óptica con los intercolumnios y una bella sucesión arquitectónica a lo largo de toda la nave.-

            La pared gótica exige que ya en planta se prepare el remate del espacio interior con una bóveda de nervaduras cruzadas, por lo tanto, los fustes que corresponden con las nervaduras deben trazarse hasta la base de los apoyos de las arcadas, con lo que al mismo tiempo, se subraya todavía mas la deseada verticalidad de las paredes.-

            El pilar cilíndrico: la conexión de una forma originalmente cilíndrica con "columnillas" igualmente cilíndricas plantea un problema que preocupó en sus más diversos aspectos a los maestros Góticos de comienzo de siglo XII. Una solución artísticamente inobjetable para el pilar redondo rodeado de columnillas es lo que sucede en las naves laterales (en número de cuatro) de la Catedral de Paris. Las naves laterales dobles están separadas por una hilera de apoyos que alternativamente, muestran un pilar liso y otro rodeado de columnillas. Ello confiere un ritmo grandioso a toda la hilera de apoyos, pero también la relación de las columnillas con la bóveda de nervaduras obedece a un sutil razonamiento artístico.-

            La alternancia de apoyos presenta un notable atractivo, tanto visual como físico. Los pilares rodeados de columnillas soportan una carga mas pesada, virtualmente invisible,  como la de los pilares intermedios que desde primer momento existían en el sistema de sostén exterior. Podía pensarse en utilizar constantemente apoyos rodeados por una corona de columnillas, y esta fue la idea que puso en práctica el arte Gótico inglés. Pero el Gótico inglés no tuvo la preocupación estructural del francés y subrayó más bien el aspecto decorativo, la opulencia y el colorido en la alineación y armonía de las formas.-

            El pilar acantonado: el vuelco decisivo y sorprendente con el cual quedó superado el Gótico primitivo se debió al pilar acantonado. Encontró la solución clásica para el apoyo de la arcada. Al rodear los apoyos con cuatro sólidos fustes en correspondencia con sus ejes longitudinales y transversales, logró un pilar compuesto que cumple y subraya notablemente todas las funciones que corresponden al apoyo de la nave central gótica. Los arcos que dividen la nave mayor de las laterales se destacan claramente del relieve mural.-

Fue preciso renunciar a las galerías altas y la bóveda de nervadura de seis entrepaños tuvo que ser reemplazada por una bóveda de cuatro entrepaños. La elección de la bóveda de cuatro entrepaños entraña una distribución uniforme de las líneas de empuje sobre el muro de la nave central.-

            Las galerías: si se elige la nave central de la Catedral de Laon como ejemplo de un planteo de primer Gótico, lo que salta a la vista es el efecto artístico que produce la pared de la nave con sus varios motivos superpuestos. Sobre el sector de las arcadas de planta baja se asienta una amplia galería. Las primeras catedrales góticas, son construcciones con galerías altas: Noyon, Laon, Mantes y otras; las galerías desempeñan un importante papel en la estructura arquitectónica de la iglesia, no solo desde el punto de vista constructivo, como contrapeso del empuje de la bóveda de la nave central, sino también como elementos de articulación del muro, sobre todo cuando en compañía de una galería más pequeña (el triforio), se ordenan entre las arcadas y el claristorio.-

            El triforio no es una galería alta que nunca llegó a desarrollarse, sino un motivo independiente, una especie de galería enana, un pasadizo abierto en la pared y técnicamente transitable, pero que constituye un recurso para la configuración de la pared.-

            Un lugar aparte merece los ensayos realizados con el motivo circular; la Catedral de Paris mostraba originalmente en el siglo XII, un alzado de cuatro elementos.            Entre la galería alta y el claristorio viene a insertarse un rosetón enrejado.-

            El maestro de la Catedral de Chartres, fue quien con su decisión de eliminar la galería alta, modifica en forma sorprendente el corte transversal y todo el alzado.-

            Si pensamos que era natural en las primeras catedrales una opulenta disposición de galerías altas, tanto más audaz y revolucionario nos parecerá la decisión de renunciar a ellas en la construcción de Chartres. Es probable que tal medida haya obedecido a leyes mas profundas y en primer lugar a un ideal relacionado con el mismo desarrollo del tipo de catedral gótica: -el concentrar en un lugar y en un espacio los actos del culto; -el de cubrirlos con una sola bóveda; -el de hacer descender a los fieles de las galerías para congregarlos en la nave central con la mirada fija en el punto resplandeciente del altar mayor.-

            El sentimiento religioso: la diferencia entre el arte Románico y el arte Gótico no se reduce a diferencias en la construcción; ha variado también la participación en las ceremonias del servicio divino. Lo que se ha  modificado es el sentimiento piadoso. El Gótico entraña una nueva piedad en la Edad Cristiana, caracterizada por un anhelo de participar de manera más inmediata en las verdades reveladas.-

            El espacio imponente de una catedral lleno de luz irreal ejerce en las almas de los creyentes una acción muy distinta a la del interior de las construcciones Románicas.-

            Se ha apoderado de los creyentes un fervor religioso que los impulsa a contemplar al menos con sus propios ojos el Santo Sacramento que otros se disponen a recibir. En efecto, el hecho de contemplar el misterio celestial en el instante en que se siente y se contempla a Cristo como presente significa una nueva relación piadosa. Y es precisamente esa relación la que caracteriza la piedad de la época en que la catedral clásica alcanzó la plenitud de su idea arquitectónica. La arquitectura del coro de la catedral, al exagerar con poderosos énfasis el espacio resplandeciente de color, responde plenamente a aquel anhelo de contemplación; y exige al creyente que se coloque en el eje de la nave central a fin de participar del misterio en inmediata contemplación.-

            Para comprender la eliminación de las galerías altas, es preciso que tomemos en consideración éstas íntimas transformaciones de la vida litúrgica.-

            Las galerías altas han desaparecido. De pronto la galería del triforio ocupa una posición completamente nueva, en el alzado de la pared de la nave pasa a ocupar el centro del conjunto.-

            El claristorio: si impresiona el salto que dio la arquitectura Gótica sagrada hacia una imponente monumentalidad, todavía más nos impresiona la transformación del espacio interior en un ámbito de luz sobrenatural; se diría que la luz misma contribuye a crear espacio.-

            La audacia con que el maestro de Chartres conforma la ventana del claristorio no tiene parangón en la Europa de entonces: se quiebra la pared superior con el maravilloso descubrimiento de un ventanal compuesto, formado por dos ventanas lanceoladas y un gran rosetón que flota sobre ellas.-

            La unión de dos ventanas ojivales en un grupo, al mismo tiempo que se exageraba su proporción mas allá de lo conocido y se planteaba la exigencia de extensas superficies de cristal coloreado, constituyó el hallazgo genial de un maestro que inauguraba una época nueva.-

            La zona de las ventanas establece una relación definida e inconfundible con la zona de las arcadas y sus alturas mantienen una proporción de uno a uno.-

            El triforio esta articulado a lo largo de la nave en series de cuatro arcos por cada tramo, de manera que la clara oposición de su galería a la tendencia francamente ascendente de los ordenes transversales determina la impresión del conjunto.-

            Organización de la bóveda: no podemos tomar plena conciencia de la manera como se ensamblan todos los elementos del diseño si antes no prestamos la debida atención a las funciones y formas de los fustes. Estos a su vez tampoco pueden comprenderse sino dentro de la organización de la bóveda. Solamente la utilización de la bóveda de nervadura hace posible la peculiaridad de la nave central gótica, contribuyendo al ordenamiento formal del sistema de articulación del muro.-

            La bóveda gótica es una bóveda de crucería, su ventaja consiste en que se adapta a las fuerzas de empuje y de presión que actúan en la masa de las paredes.

El arte Gótico investigó y utilizó cabalmente estas posibilidades antes de realizar la concepción de la catedral, pues la organización de la bóveda de nervadura era inconcebible sin determinada configuración de la planta y ésta por su parte, planteaba el problema del trazado de los arcos y de las nervaduras.-

            La solución para todas estas dificultades que planteaba el problema de la bóveda gótica se encontró en el empleo del arco ojival y significó la solución para el problema de atenerse a determinada configuración de planta.-

            La construcción de la bóveda se inserta en la pared de la nave central mediante nervaduras cilíndricas que al continuarse en forma de fustes prolongan naturalmente las líneas de empuje hasta el mismo pie de las grandes arcadas, constituyendo al mismo tiempo, el recurso formal más importante para la articulación vertical de la pared de la nave. Son los fustes como prolongación de las nervaduras de los distintos tramos de la bóveda los que articulan el muro de la nave central.-

            El coro: el espacio de la catedral gótica triunfa en la arquitectura del coro. Si se busca el punto de partida ideal desde el cual se desarrolla en su esencia el arte Gótico, habrá que señalar el coro como centro de culto. Desde el punto de vista arquitectónico, todas las situaciones del coro son excepcionales respecto al resto de la iglesia.-

            A partir del siglo XI se desarrolló en suelo Francés  un ordenamiento ignorado al principio en las demás regiones de occidente: se hizo la construcción del coro de manera que la nave lateral gire alrededor de él, como un deambulatorio con capillas radiales para los altares de los santos.-

La arquitectura de la catedral gótica adopta a su manera este motivo del coro, (la girola o deambulatorio con corona de capillas).

            El ábside, como remate de la prolongada basílica queda rodeado de tal manera, que los límites espaciales de las grandes arcadas permiten que la vista penetre hasta los ámbitos de la girola, la corona de capillas, colmadas de luz coloreada, contribuye igualmente al efecto.-

            El transepto: Chartres, Reims, Amiens, colocan frente a la construcción del coro un transepto de tres naves o sea un espacio que cruza de norte a sur las naves longitudinales y que influye poderosamente en el efecto del conjunto; este espacio transversal le confiere un curso sumamente dramático, se yergue así una poderosa barrera espacial que subraya aún más la significación del coro y dirige la mirada hacia el ábside.-

            El crucero: formado por la intersección de la nave central y del transepto, está señalado por pilares que superan en monumentalidad a todos los demás apoyos de la catedral.-

            El centro de la construcción catedralicia se abre así con cuatro puertas gigantescas, hacia los cuatro puntos cardinales, hacia la nave central, hacia los brazos del transepto y hacia el coro.-

            El rosetón: los remates del transepto ocupan una posición espacial. Si nos colocamos en el crucero de la Catedral de Chartres la mirada encuentra hacia el norte, el oeste y el sur los colores radiantes de los grandes rosetones que engalanan las paredes terminales.-

            Es un adorno arquitectónico de consumada belleza, que fascina a cuantos sean capaces de apreciar su valor artístico.-

            Los grandes rosetones muestran dos aspectos diferentes según se los contemple desde adentro o desde afuera. Hacia el exterior se destaca su contenido arquitectónico, su articulación y estratificación corporal, su conexión con el conjunto del edificio. Hacia el interior, forman solamente el marco sombrío para los conmovedores vitrales de llameantes colores.-

            La luz: será de importancia decisiva para el efecto de una catedral gótica.-

            En la iglesia de la Edad Media no se trata de diferencias en el grado de claridad, sino de la luz que puede provocar un efecto tan arrebatador como las mismas formas arquitectónicas. Las iglesias del siglo XII están colmadas de luz coloreada. El ámbito luminoso del Gótico está en franca oposición con la lobreguez de cripta del Románico. Es necesario distinguir estilos de luz así como distinguimos estilos de arquitectura. Sabemos qué distinto es el efecto de una iglesia con tres naves de igual altura, en la que entra la luz por las paredes exteriores de las naves laterales, del de un ámbito de corte basilical donde la luz se acumula en la nave central y luego vuelve a penetrar con fuerza por los altos ventanales del ábside.-

            Así como no hay en las catedrales una luz natural, tampoco existe en la arquitectura del espacio interior un antagonismo natural entre apoyo y peso.-

            La ingravidez: la arquitectura sagrada gótica está empeñada en una guerra sin cuartel contra la gravedad. Niega la gravedad para realizar el milagro de un espacio que está encima del mundo.-

            La pared de la nave gótica no revela en ningún punto que es lo sustentado.-

            La verticalidad como proporción espacial no existe únicamente en la arquitectura gótica, sino que aparece ya en las construcciones sagradas de occidente desde la época carolingia.-

            La proporción espacial no depende solamente de la relación absoluta entre el ancho y la altura.-

            La impresión de una pared que se levanta como ingrávida está forzada por el hecho que desde el interior nada puede verse de la razón técnica por la cual se mantiene en pie una construcción tan vertical.-

            Toda la gracia de la construcción mural gótica consiste en que el aparato técnico de sostén ha sido trasladado hacia afuera y es invisible desde el espacio interior.-

            La Técnica de la catedral: la catedral gótica es un milagro de la técnica medieval y de sus escuelas de artesanos. La idea arquitectónica de la catedral inspirada en el impulso religioso de la época solo pudo realizarse merced a una técnica muy elaborada. Y esta técnica no estaba fijada de antemano, sino que también ella se modificó de acuerdo a las exigencias planteadas por las nuevas dimensiones de la construcción y también por el material del cual se podía disponer; surgieron edificios en los que se fundían perfectamente lo técnico y lo artístico.-

            No se nos escapan naturalmente los límites de esa técnica, los maestros góticos no tenían formación de ingenieros, eran artistas que daban forma a las nuevas ideas y que en algunos casos exigían demasiado de su técnica.-

            El espacio y apoyos exteriores: en la época en que aparecieron los maestros del siglo XIII estaban ya resueltos en lo fundamental los problemas puramente técnicos. Puede decirse que el siglo XII con la aparición del Primer Gótico en el norte de Francia, fue una época de ensayos de la técnica arquitectónica. Lo que se trataba de saber esencialmente es cómo podría resolver el arquitecto el empuje de las bóvedas sobre los muros de la nave central ante la creciente altura a la que tendía el espacio interior.-

            El arte Románico adopta muros tan espesos que su misma masa podía soportar los bloques de piedra colocados encima. La solución específicamente gótica consiste en cambio, en trasladar hacia afuera todos los puntos de apoyo de la pared, de tal manera que en lo concerniente a la distribución técnico-arquitectónica de la pared en partes de sostén y en partes de relleno, las fuerzas de apoyo solo incidan en algunos lugares determinados de la pared.-

            En las iglesias con galerías altas del Primer Gótico francés éstas galerías asumían la función de refuerzo de los muros de la nave central. Los lugares de estas paredes en los que eran demasiado peligrosos los empujes de las bóvedas podían ser reforzados por un sostén invisible, mediante muros situados bajo la techumbre de las galerías altas, y que trasladaban el empuje a los muros de las naves laterales que a tal efecto se  reforzaban sobresaliendo como contrafuertes. Pero al elevarse las naves cada vez mas, los puntos de apoyo quedaron bajos y hubo que resignarse entonces a que los sostenes se hicieran visibles, por encima de las galerías altas, a manera de muros o de arcos murales.-

            La historia del arbotante abierto muestra a las claras que ante todo se impuso la concepción del espacio interior Gótico y que solo entonces se adaptó a ella la técnica de la construcción, con el objeto de dar al espacio de la catedral desde el exterior, el sostén necesario. Los arbotantes utilizados en un comienzo como recurso estático, se transformaron gradualmente en forma de arte y contribuyeron al efecto de la vista exterior de la catedral.-

            El efecto exterior de la catedral clásica no depende solamente de la obra de sostén, que reviste el núcleo central como una cáscara transparente de planos estratificados: también contribuye al efecto total una equilibrada distribución de las masas de acuerdo con las condiciones de las torres. Los motivos particulares debían armonizar con la articulación del muro de la nave y también  con las torres, que debían desarrollarse orgánicamente a partir de las masas de la construcción que se articulaban con ellas debajo.-

 

3. LAS CIUDADES DEL MEDIOEVO

            A finales del siglo X comienza el renacer de Europa, aumentando la población y la producción agrícola, donde la industria y el comercio vuelven a adquirir importancia.

            Esto se debió a causas dependientes entre sí.-

            -la estabilización de los pueblos invasores, -los árabes, los viquingos y los húngaros-;

            -la innovación técnica en la agricultura;

            -la influencia de las ciudades marineras

            Esta transformación cambia de manera radical el sistema de los establecimientos tanto en la ciudad como en el campo.-

            Desarrollo de las Ciudades-Estados.

            Una parte de la nueva población que no encuentra trabajo en el campo se refugia en las ciudades, de esta manera crece la masa de los artesanos y comerciantes. La ciudad fortificada de la alta Edad Media, (los burgos), es demasiado pequeña para recibirlos, por lo que se ubican delante de las puertas conformándose establecimientos / suburbios, que pronto son más grandes que el núcleo original. Se hace necesario construir nuevas murallas que incluyan a los suburbios por lo que estas se hacen cada vez más grandes.

            En esta ciudad la población artesanal y mercantil (burguesía) es desde el principio  mayoritaria; e intenta sustraerse del sistema político-feudal y asegurarse las condiciones necesarias para su actividad económica (libertad personal, autonomía jurídica, autonomía administrativa, sistema impositivo).-

            La nueva organización nace en un primer momento como asociación privada, más tarde se enfrenta con los obispos y príncipes feudales y se convierte en un poder público, nace la comuna, un Estado con una ley propia. Subsiste además junto al poder civil, el poder religioso de los obispos y las ordenes monásticas que también tienen su sede en la ciudad. La Ciudad-Estado medieval depende del campo para suministro de víveres a los que no le concede igualdad de derechos.-

Durante la crisis económica de la segunda mitad del 300 el gobierno cae en manos de un grupo de familias aristocráticas o de una sola familia; de la comuna se forma el señorío.-

            Colonización del territorio agrícola.

            La orientación de la cultura medieval no tiende a establecer modelos formales como la cultura antigua, lo que hace imposible una descripción general de la forma de la ciudad. Las ciudades medievales tienen todas las formas posibles y se adaptan a todas las circunstancias históricas y geográficas.-

1-Las ciudades medievales tienen una red de calles tan irregular como el de las ciudades musulmanas, pero las calles están organizadas de tal manera que forman un espacio unitario en el que siempre es posible orientarse o llegar a tener una idea general del barrio o de la ciudad. Las calles no son iguales, sino que existe una degradación continua de arterias principales y secundarias; las plazas no son recintos independientes de las calles sino ensanchamientos muy relacionados con ellas. Solo las vías secundarias son simples pasajes, todas las demás se prestan a varios usos, el comercio y las reuniones. Las casas de varias plantas se abren hacia el espacio público. Los estatutos comunales regulan minuciosamente los puntos de contacto entre el espacio público y las construcciones privadas y las razones en que los dos intereses se superponen.-

2-El espacio público de la ciudad tiene una estructura compleja puesto que debe dejar sitio a los distintos poderes. El obispado, el gobierno municipal, las ordenes religiosas, las corporaciones. De esta manera una ciudad lo suficientemente grande no tiene nunca un único centro, tiene un centro religioso y un centro civil. Toda ciudad esta dividida en barrios los cuales tienen fisonomía individual, sus símbolos y a menudo incluso su propia organización política.-

3-La ciudad medieval es un cuerpo político privilegiado y la burguesía urbana es una minoría dentro de la población total, que crece rápida y continuamente desde los comienzos del siglo XI hasta mediados del siglo XIV. Por lo tanto la concentración es la ley fundamental y el centro de la ciudad el lugar más buscado.  La torre del palacio municipal, el campanario o las agujas de la catedral señalan el punto culminante del perfil de la ciudad. Toda ciudad debe tener murallas para defenderse del mundo exterior y al crecer debe ir levantando nuevos recintos concéntricos, que casi siempre tienen un trazado irregular y redondeado. La construcción de una nueva muralla se retrasa mientras en la vieja aun exista espacio disponible, por eso los barrios medievales son densos y las casas se desarrollan a lo alto.-

4-Las ciudades medievales que nosotros conocemos recibieron su forma definitiva en los siglos sucesivos del 400 al 700 cuando su tamaño y aspecto estaban estabilizados.-

La higiene estaba muy descuidada no había cloacas ni alcantarillas, las aguas sucias se arrojaban a las calles lo mismo que la basura. Esto favoreció la propagación de epidemias como la peste.-

            La cites y los burgos.

            La cites, sociedad episcopal que carecía de una población burguesa y una organización municipal, era un centro administrativo y religioso, político y económico de todo el territorio de la tribu, y todos los hombres que conformaban a esta vivían a un lado u otro del mundo. Eran ciudadanos. Sobrevivieron a las invasiones musulmanas. A pesar que desapareció el comercio esto no influyó en la organización eclesiástica. Cuando se hundió el imperio de Carlomagno su situación se afianzó aun más. La iglesia entre los siglos IX y X tuvo gran prestigio.  La cites perdió gran parte de la población cuando decreció el comercio.-

            Los palacios se hallaban fuera de la cites (es decir en los campos). Existían los condados regidos por los condes. La diócesis se hallaba agrupada a la catedral correspondiente. La palabra civitas agrupa a la diócesis y a la cites. Con esta  última ocurre lo mismo que con Roma, deja de ser un centro administrativo para convertirse en un centro religioso, esto sucede cuando la capital del imperio, Roma, se traslada y los emperadores se la entregan al Papa y la cite imperial se convierte en la cites pontificia. Cuando mucho de los habitantes emigran el poder episcopal se acrecienta y logra que los pobladores dependan o trabajen para la iglesia. La población de las cites se compone de clérigos, monjes, maestros, estudiantes, escuela eclesiástica y artesano.-

            El obispo era administrador, gobernante y máxima autoridad administrativa y religiosa de la cites. Esta era una ciudad amurallada ya que durante el imperio romano recibieron ataques de los bárbaros, durante el siglo IX se mantuvieron para defenderse de los normandos. La muralla con torres rodea la ciudad que poseía una forma de rectángulo con cuatro puertas; la ciudad era la salvaguarda de un pueblo invadido. A mediados del siglo IX los condes sé adueñado de las tierras que les fueron concedidas para su administración, conformado dinastía locales hereditarias y fragmentando el imperio carolingio, pues el Estado estaba demasiado débil para evitar la fragmentación. La primera necesidad era de defensa.-

            Cada territorio se cubre de fortalezas llamadas burgos. Los burgos eran recintos amurallados de forma generalmente redondeada, rodeados por un foso y en el centro se hallaba la torre. También había una guarnición de caballeros. El príncipe poseía una habitación llamada domus, había granero y bodegas. Los burgos antes que nada son establecimientos militares pero se les añadió las funciones administrativas. Quien ejerce la autoridad financiera y judicial de una zona alrededor del burgo es el alcalde, a esta zona se la denomina alcaldía que depende del burgo. La población se componía de caballeros, clérigos y principalmente de hombres empleados a su servicio, cuyo número es poco considerable. Es esta una población de fortaleza. No produce nada por si misma, y no es posible encontrar comercios ni industria, viven de las rentas, de los sueldos de los alrededores.-

            También hay que mencionar los recintos fortificados que los monasterios construyeron en el curso del siglo IX contra los bárbaros. La población es inferior a la de las cites que tienen entre 2000 y 3000 habitantes. La cites y los burgos son de importancia ya que alrededor de sus murallas en el curso del siglo X y con el Renacimiento económico han de formarse las ciudades.- 

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