TRES DÉCADAS EN LA DROGA: CONTEXTO Y DIFERENCIAS

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Entrevista a Ricardo W. Grimson

El Dr. Ricardo Grimson, médico psiquiatra y actualmente Secretario de Adicciones de la Nación, fue invitado al prestigioso centro de formación sistémico, el Ex Instituto CEFYP (1) para exponer distintos aspectos de su larga trayectoria en el campo de las adicciones. El material de dicho ateneo- entrevista, fue posteriormente desgrabado y editado para Perspectivas Sistémicas. Las preguntas formuladas durante la exposición del Dr. Grimson fueron realizadas por el coordinador de dicha actividad, el Lic. Jorge Basile (2) y la posterior edición junto al entrevistado, fue realizada por el Lic. Horacio Serebrinsky (3).

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Jorge Basile(J.B.):- ¿Cómo es esto de ocupar un cargo tan importante como el de la Secretaria de Adicciónes de la Nación y qué apoyo político recibistes?

R. Grimson(R.G)

Ocupar un puesto de funcionario en este momento es algo bastante atípico. En general, los funcionarios tienen previsión en el tiempo. Creo que nosotros tenemos una imprevisión de tiempo, ante esto hay dos cosas para hacer: una es desesperarse y la otra es actuar como si esta variable independiente no ocupara el lugar que realmente ocupa. Todos los días tenemos alguna incertidumbre, hay noches que uno no duerme pensando en lo que tendría que haber hecho. Esta gestión puede durar unas semanas más o puede durar como efectivamente está propuesto y como lo pensamos los más optimistas, hasta la próxima y no interrumpida, transición gubernamental.

Paradojalmente, la situación de apoyo político, es masiva. Fui propuesto por Eduardo Amadeo, que es una de las figuras más representativas de una posición socialmente consciente de los problemas del país y portador de algunas de las soluciones que hay que darle. Está con su equipo cubriendo el área del Ministerio de Desarrollo Social, el área de Cultura y a nuestra Secretaría.

 

J.B. - ¿Contame de este "desembarque", fue fácil?

R.G. - En realidad uno desembarca en terreno enemigo, en el sentido que hay toda una estructura conservadora de los cargos superiores. El Presidente es bastante consciente de esto y me preguntó: ¿qué pasó con las capas geológicas de los recomendados? La pregunta me pareció inteligente porque se advierte que Duhalde reconoce que en todas estas estructuras de la administración pública tenemos un problema común que son las capas remanentes de las sucesivas administraciones. Nosotros logramos en este desembarco dejar cesantes a todos los que se podían dejar cesantes, o sea contratados y becarios, con lo cual tuvimos una cantidad de cargos para designar y hemos llevado entre treinta o cuarenta personas elegidas por nosotros. Queda un conjunto de personas que se opusieron a que yo fuera a la Secretaría, vía denuncias fraudulentas y esas cosas que ocurren en este país.

Se repitió lo del año pasado, con los mismos materiales, por medio de la circulación de un mail difamante.

El Presidente, consultado sobre el tema por Amadeo, dijo que él no leía anónimos, cosa que me pareció una respuesta muy digna. Por otra parte su apoyo fue entre lo humorístico y lo efectivo. Desde lo humorístico, el día que yo juré ante el Presidente en la quinta presidencial, estaba mirando el presupuesto y cuando yo entré me dijo: "nueve trescientos, no le va a alcanzar, ahora si usted quiere jurar, jure", que también implica un cierto reconocimiento de que la situación no es una situación privilegiada. Tampoco es que estamos administrando la miseria pero los recursos son sumamente acotados y pueden llegar a acotarse nuevamente.

 

- ¿Cómo funciona ahora la Secretaría?

Estamos haciendo una gestión, aportando unas cuantas décadas, yo dije tres pero son cuatro, unas cuantas décadas de experiencia en el tema del tratamiento de la patología psiquiátrica grave, en el abordaje de las adicciones en forma preventiva y el abordaje de las adicciones en forma terapéutica en Hospital de Día que son tres de las cosas que he hecho a lo largo de una historia que por lo menos tiene el mérito de la duración. Durante muchos años me dediqué a la psicosis y a la modificación de las estructuras asilares, las cuales han demostrado que tienen mayor poder de conservación que yo mismo. Las mismas estructuras asilares sobreviven con distinta gente pero con los mismos criterios, de maltrato de pacientes, de condena civil, de conversión de la internación por una psicosis y de pérdida de lo que podía ser la capacidad de recuperación. Estamos unos cuarenta o cincuenta años atrasados en la psiquiatría institucional, salvo en algunos lugares, como por ejemplo algún sector de emergencia psiquiátrica del Borda o del Moyano que realmente funcionan como unidad modelo en general.

En la perspectiva global del país seguimos teniendo unos 30.000 internados y para los 30.000 internados que son el uno por mil de la población del país, no existe una política pública. Ni siquiera existe más, la Dirección Nacional de Salud Mental. Por otra parte, también tuvimos la desgracia de la incompetencia de algunos funcionarios de la Ciudad de Bs. As.

Me parece que la administración de estos años de las políticas públicas, ha sido pobre. Hay una foto que recordaba hoy, Graciela Fernández Meijide frente al Obelisco y a su espalda un chico inhalando pegamento. Creo que todos lo vimos y esa fue la realidad. Las políticas sociales recibieron la espalda, no hubo gestión en el Ministerio de Desarrollo Social, no hubo gestión en la Secretaría de Adicciones durante muchos años y no hubo gestión en lo que a nosotros nos interesa que es la salud mental.

 

- ¿Y qué se hace con este panorama que contás?

La designación de un funcionario como Soriano, que vuelve a ocupar el campo de Salud Mental en la Ciudad de Buenos Aires, es auspiciosa Se trata de un profesional inteligente, trabajador, muy comprometido con la asistencia, con la capacitación.

¿Cómo se empieza? Me reuní con profesionales idóneos, amigos de larga data, Camilo Verruno por ejemplo, jefe de asistencia del Hospital Lanús, un persona muy comprometida y distintas personas que nos reconocemos como participantes de algo que en alguna época se llamaba "la lucha por la salud mental pública", es decir diseñar a la salud mental como una política de estado, como una política pública.

Cuando uno habla de las políticas de estado se encuentra con que hay una cosa que se habla al revés, el estado de la política y como el estado de la política es lo que es, las políticas de estado son lo que son. Quiero decir que el deterioro de la clase política en la Argentina ha ayudado a que las políticas públicas no fueran implementadas. Ni siquiera pensadas.

Por primera vez tenemos, en muchos años, un Ministro de Salud Pública, Ginés, que es sanitarista, que entiende lo que hace, lo que quiere hacer y que también sabe que algunas cosas las va a poder llevar a cabo y otras no.

 

- Contame algunas propuestas que estén en marcha

Nuestra situación es excepcional, con un presupuesto acotado estamos pudiendo juntar gente que qu iere trabajar. Si nos dejan, vamos a hacer algún impacto y vamos a inscribir una serie de acciones que están diseñadas a un año. Parte de estas acciones tiene que ver con inscribir a la Secretaría en una unificación del problema del alcohol dentro del campo de las drogas. Creo que la ignorancia o la mala voluntad o intereses determinados, han logrado que ni los psicofármacos ni el alcohol se incluyeran entre los componentes de los trastornos adictivos cuando en realidad son componentes fundamentales. Por qué las campañas publicitarias no tocan el tema: porque se enojarían los bodegueros y los laboratorios. Cómo podemos estar pensando si se van a enojar los laboratorios y los bodegueros cuando en realidad lo que estamos haciendo es crear condiciones que favorecen la destrucción química de los cerebros de nuestros hijos adolescentes. La unificación del alcohol dentro de las políticas de drogas es una de las cosas fundamentales que queremos desarrollar.

Otra cosa es prestar atención al abuso de psicofármacos. Romper la dependencia con los psicofármacos es muchas veces más complicada que cortar la dependencia con sustancias como la cocaína. Si un paciente está preparado para dejar la cocaína la puede dejar y lo que va a tener es alguna oscilación de su estado de ánimo durante un tiempo, que puede ser medicada en algún caso, atendida psicoterapéuticamente en otro caso, pero que no le causa trastornos porque no hay síndrome de abstinencia. La cocaína no tiene síndrome de abstinencia, quien diga lo contrario vio otra cosa, si denominamos síndrome de abstinencia lo que se refiere Jellinek para el alcoholismo o sea, la incapacidad de abstenerse, la incapacidad de detenerse y la incapacidad de eliminar el consumo. Los cocainómanos más avanzados demuestran que pueden cortar el consumo de un día para el otro siempre y cuando, se les provea de un espacio donde poder ser contenidos, eliminar la angustia y procesar otras cosas.

Por otro lado, tenemos la suerte de no tener opiáceos, aunque podemos llegar a tenerlas porque las condiciones geopolíticas latinoamericanas tienden a unificar el consumo. Colombia está especializada en el procesamiento de la droga que llega como pasta base desde Bolivia y Perú que pasa a los laboratorios colombianos. Están especializados en la transformación de la hoja de coca a través de la pasta base en el producto final que es el clorhidrato y últimamente están plantando mucho más para producir heroína están produciendo heroína de bastante buena calidad que pasa por Argentina; el otro día detuvieron 3 Kg. en Mendoza, lo cual constituye un cargamento importante; la persona que lleva esto cobra U$S 2.000.- además de los gastos de pasaje, alojamiento, etc.. Resulta muy tentador. Por el otro lado, tenemos empresas productoras. Los narcotraficantes no son señores que cultivan arbustos porque tienen un fondo en el jardín, o chicos que ponen macetas con plantitas de marihuana, eso es inocuo. Estos señores liberan territorios en base a acuerdos de conveniencia entre una guerrilla orientada por sus principios ideológicos y un narcotráfico orientado por sus intereses económicos. Se podría pensar que esto es incompatible, yo siempre pensé que la guerrilla nunca iba a proteger los laboratorios de procesamiento de clorhidrato de cocaína. Hoy está a la vista que los grupos guerrilleros colombianos están decididos a proteger los laboratorios porque obtienen réditos de la persistencia de los narcotraficantes, sus laboratorios, etc... Afganistán por ejemplo, es el primer productor de heroína del mundo y la última guerra tuvo lugar en Afganistán y no creo que la presencia de la droga como producto principal de fabricación por parte de los afganos sea ajena a esta circunstancia, alguien que estudiara geopolítica podría ver que correlaciones hay, por qué empezó, cuándo empezó, etc. Hay muchos países que producen cuotas de heroína que son reguladas por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, para preparar medicinas.

 

 

- ¿Qué papel tiene la religión y sus instituciones en el tema?

Es sorprendente el número de comunidades dirigidas por sacerdotes en Colombia y en Ecuador. Es llamativo el papel de compromiso social de la Iglesia Católica en Italia. He trabajado en el CEIS de Roma desde el 90 al ’94 en capacitación y prevención y, de sesenta directores de programas con los que trabajé, más de cuarenta eran sacerdotes. El sacerdote italiano tiene una inscripción en la realidad social que haría que aquí lo hubieran considerado tercermundista. Son personas que van a la villa y trabajan con el drogadicto, lo entrevistan, se preparan para saber como se hace una entrevista, como se hace una entrevista familiar, como se lo ayuda, como se lo motiva a iniciar un tratamiento y después desarrollan un sistema terapéutico.

Curiosamente esto fue precisamente lo que pasó en Nueva York y en Roma. Los dos personajes que empezaron con esto son Mario Picci y monseñor O´Brian. El primero, es un sacerdote muy conocido de Roma que asesoró a varios Papas y se negó a hacer la carrera cardenalicia. Su tarea concreta fue crear el Centro Italiano de Solidaridad con el cual Argentina tuvo muchísima relación, porque se formaron inicialmente dieciocho personas que luego dirigieron comunidades terapéuticas en 1988. Se formaron como operadores en Italia y volvieron para acá. De ese grupo de gente que volvió y creó comunidades terapéuticas, muchas de ellas todavía sobreviven y son de las más conocidas.

Por otro lado, en Nueva York, está Monseñor O´Brian que sigue siendo Presidente de la Federación Mundial de Comunidades Terapéuticas. Tiene ochenta y dos años y logró realizar en su Iglesia, reuniones diarias de adictos que querían pasar a la abstinencia y que dormían en el seminario que se había vaciado. Como ustedes saben, la Iglesia Católica ha ido disminuyendo desde hace décadas su cantidad de sacerdotes y monjas, entonces quedaba libre el lugar donde se formaban los sacerdotes y ahí precisamente, este sacerdote iba alojando a los adictos. A raíz de esto, fue detenido por "producir adictos" según la prensa. Publicaron lo siguiente: "Monseñor O´Brien fue detenido porque alojaba adictos a los que alimentaba", como diciendo que los alimentaba con drogas. En realidad los alimentaba con sopa, con comida caliente, les daba cobijo. Se produjo un escándalo muy similar a uno que pasó con Mario Picci en Roma. Así, Mario Picci en Roma hacía algo muy similar a lo que hacía Monseñor O´Brien en Nueva York. Por esas cuestiones de evolución del conocimiento que se producen simultáneamente, hacían lo mismo, en el mismo momento. Estaban tratando de entender que les aportaba Maxwell Jones a quien conocíamos de la psiquiatría social. Que les aportaba al tratamiento de adictos, y cómo el adicto se cura cuando vive en comunidad y cómo, la comunidad, debe ser lo más horizontal posible.

Después del escándalo mediático, los dos sacerdotes estuvieron presos hasta que diarios responsables como La República en Roma, que es el diario de la Democracia Cristiana y el New York Times en EE.UU., tomaron el caso y demostraron que se trataba de una falacia total, que los dos religiosos ayudaban a los adictos y que no existía una política pública para los adictos, lo cual demostraba una falla en el sistema de salud. Lo mismo que nosotros descubriríamos poco después en la Argentina. Los religiosos pasaron entonces, de la denigración al protagonismo: cuando M. O’Brien recupera la libertad, ocurrió una de esas cosas que pasan en EE.UU., un señor le dijo: "Me parece muy bien lo que está haciendo, yo tengo un hotel, acá en la calle 40 a una cuadra y media de la 5ta. Avenida, ¿le viene bien?"; "Me vendría maravilloso", "bueno se lo dejo a Ud., yo tengo 5 o 6 hoteles, no necesito este". El hotel aún está y es el Centro de la Federación Mundial de las Comunidades Terapéuticas.

Lo del CeIS de Roma es más parecido a lo nuestro, tiene que ver con la familia, con intervenciones familiares y precisamente, un argentino, Francisco Mele que está ahí desde hace bastantes años, coordina el trabajo de terapia familiar. Ellos incluyeron la terapia familiar en los tratamientos mucho antes que los norteamericanos pero también las poblaciones con las que trabajan son distintas. En un grupo de terapia de Nueva York, un concurrente posible podría ser alguien que degolló a la madre porque la madre no le quiso dar la alcancía y que se inyecta heroína hace diez años; otra sería alguien que se prostituye porque la necesidad de crack es muy intensa y no puede sino ir y hacer sexo oral para obtenerlo. El crack allá está procesado en forma de ampollas que se rompen y se aspiran.

 

- Pero estos programas no son gubernamentales

Lo que pasó fue que estos programas empezaron a tener un gran desarrollo, una gran influencia en el mundo porque la salud pública mundial dejó de lado el problema de las adicciones, así como antes dejó el alcoholismo, porque no saben que hacer.

El alcohólico llega al hospital y lo atienden si está en estado de ebriedad, lo hidratan, se repone y lo mandan a la casa; a nadie se le ocurre decir, bueno a lo mejor esta vez que usted se puso ebrio tenía una preocupación especial, o se quedó sin trabajo o se le murió un hijo, o lo que sea, o sea indagar en la causa de ese estado de ebriedad. Si se procesa a nivel pensamiento se puede llegar a procesar terapéuticamente. Tanto el que se droga como el que responde a esto desde la asistencia responde a un sistema de interrupción del pensamiento, en que el adicto interrumpe el pensamiento a través de la acción psicoactiva de lo que ingiere porque algo lo desespera tanto que no puede tolerar lo que está pensando y para no convertirlo en pensamiento, lo transforma en sensación, en euforia, en excitación, en alucinación o lo que sea y establece con esto, una especie de recreo de la imaginación, para que el pensamiento no pueda funcionar.

 

 

- ¿Qué es lo que debería hacer un Sistema Terapéutico efectivo?

Lo que debería proponerse, es crear la posibilidad de generar pensamiento. Hagamos lo que hagamos lo que tenemos que crearle a un adicto que quiere dejar de serlo, es la posibilidad de convertir su desesperación en pensamiento. Si lográramos hacer esto no importa cual sea el programa siempre y cuando sea respetuoso y eficaz. La eficacia sería poder convertir el deseo de quedarse preñado de imágenes, de sensorialidad, de excitación, de descontrol, en un proceso que le permita pensar, reflexionar. Si podemos procesar la sensación a través del pensamiento, la persona empieza a deprimirse y a partir de la depresión empieza a darse cuenta que hay una distancia con la droga, que la droga incorporada es una droga de la que también puede alejarse, y que ese alejamiento en el mejor de los casos puede llegar a permitirle (no siempre es así) la recuperación de vivencias propias, personales, que son su riqueza individual que debe ser salvada. Este es el proceso de individuación que la persona que ha sido adicto durante mucho tiempo tiene el derecho a recorrer y lo que tenemos que tener, es un espacio terapéutico para que esto se haga.

En Italia esto se hace a través de los centros de agregación juvenil, que son los centros de chicos de la calle. He visto las famosas piazzas, que son piazzas de cemento, nosotros las pensamos en términos vegetales y ellos las piensan en términos minerales; la piazza es lugar de reunión discriminado por grupos de edad de los adolescentes italianos, van los de doce a catorce; o van los de catorce a dieciseis o van los de diecisiete a diecinueve y no se mezclan en la misma piazza. El operador que formamos, el operador de calle, tiene que saber cuales son los valores, cuales la cultura, cual es las expectativas, cuales las necesidades y cuales los problemas de los distintos grupos etarios, la adolescencia a los doce es una cosa, a los dieciséis y a los diecisiete otra...

 

 

- Las drogas ¿van cambiando, potenciándose?

Hoy se manipulan genéticamente los cultivos de marihuana para producir marihuana que son 20 veces más potentes que las que conocimos en la década del ’60, quiere decir que tiene 20 veces más THC que es tetrahidrocanabinol. La droga que se contiene en la fumada, es como pasar de la coca cola al whisky sin darse cuenta, ¿qué es lo que uno nota? que el efecto es distinto, pero no solo el efecto es distinto sino que el estímulo que produce ese efecto en el cerebro es veinte veces más potente.

La cocaína que está llegando acá es de buen nivel de pureza pero como en todas las cosas las clases sociales inciden, entonces por ejemplo, en las villas se vende cocaína que se mezcla con tubo de luz fluorescente molido. Se muele y se lo mezcla con polvo de cocaína. Se le agrega anfetamina y el que compre eso por $ 5.- cree que está comprando cocaína. Tal advierta que su nariz sangra más de lo habitual; o que después tiene un efecto tóxico; o que tenga anfetamina. Pero el que no conoce mucho cree que el efecto euforizante de la anfetamina proviene de la cocaína y por supuesto está equivocado. Les están vendiendo un producto más barato como si fuera más caro, porque hasta $5.- es ganancia.

En otro orden de cosas, viajé a Gualeguaychú y en un encuentro con chicos de segundo año de un colegio secundario, estos me piden que haga un taller con ellos, entonces yo medio filosófico pienso: "Gualeguaychú, muy interior, acá debe haber... gauchos judíos, esto debe ser de una cultura ancestral, hacen el carnaval, pero todo lo demás debe ser muy tradicional, debe ser gente que toma mate en la puerta de la casa, ve pasar a los vecinos..." Entonces por si acaso, ingenuamente les pregunto: - " ¿cómo se sienten ustedes de cerca con el tema de la droga?". Y uno de ellos, muy bajito, de doce años, me contesta: -"bueno, bastante cerca, acá a veinte metros del quiosco, venden marihuana a $5,-, cocaína $10.- y lisérgico a $15 pero lo tienen que pedir a Paraná porque acá no lo tienen". No es que se sentía cerca, es que estaba en total disponibilidad y formaba parte de su contexto.

En la primera etapa digamos, del ’60 al ’75, las drogas estaban ahí afuera, tenían un uso más bien recreativo, experimental, y era precisamente la época experimental, era la época bohemia porteña. Se trataba de una postura contracultural, rebelde. Se confundía rebeldía con no sé que. Seguramente, el que consume tiene una necesidad que no logramos advertir, si pudiéramos ponerle nombre estaríamos más cerca, lo que pasa que no advertimos la necesidad hasta que no vemos las consecuencias de lo que hace para saciar esa necesidad. Por otra parte, esa época estaba inundada de alcohol y marihuana, había alguna anfetamina pero no era lo primordial, lo que sí había eran psicofármacos.

La anfetamina por ejemplo, se usaba para estudiar, para aguantar en la Facultad de Medicina los largos tomos de anatomía humana, pero no se trataba de un uso adictivo. Conocí muy poca gente en la facultad que tuvieron problemas con la anfetamina. Más adelante vi mucha más gente que tenía problemas con la anfetamina por su efecto anorexígeno que era cuando empezaba a crecer la patología alimentaria pero no era una cosa que estuviera difundida.

Siempre el argentino fue polivalente en todo, hacemos todo junto, en drogas también, el tipo que llegaba a la consulta al Cenareso que se inauguró en 1972, era una adicto polivalente, había consumido en la última semana un ácido, marihuana casi todos los días, psicofármacos, anfetaminas y alguna cocaína pero menor porque no había mucho y además no tenía prestigio; después fue cambiando.

En la Segunda Etapa, del ’75 al ’90, tenemos un predominio de la cocaína casi un monopolio de la cocaína, siempre acompañada de alcohol, pero el alcohol pasa a utilizarse más como bajativo de la cocaína, como moderador de la excitación, cuando el tipo se siente duro, cuando dice: estoy hecho de madera, ahí tomaba alcohol como para bajar y ahí venía la famosa mezcla de cocaína con alcohol, donde podríamos decir que no se buscaba emborrachar sino que buscaba automedicar la excitación de la cocaína y entonces tomaba cocaína para subir y el alcohol para bajar.

La Tercera Etapa, desde los 90 en adelante, pasó a ser una época todavía dominada por la cocaína pero con un protagonismo del éxtasis. En este momento lo más preocupante son las drogas de diseño, no sólo por su efecto, habrán visto los chicos que se murieron en España hace tres semanas, "El País" le dedicó a esto un numero especial, acá se comento en algunos diarios, sacaron notas, pero no se le dio la importancia que debiera habérsele dado. Cualquier utilizador o abusador de drogas sabe que la mezcla de éxtasis, que es una anfetamina, con alcohol, es mortal, tanto es así que en la jerga se la llama bomba, bueno esto mata y mató a tres adolescentes de diecisiete a diecinueve años en un fin de semana en España.

 

La actualidad de la droga

El descontrol en este momento con la utilización de drogas está determinado por una oferta sin limites, por el prestigio adquirido por las drogas: han dejado de ser eso que eran antes cuando estaban alejadas, cuando no eran tan accesibles y el consumo se asociaba o significaba, un acto de rebeldía. Si me fumaba un porro, yo estaba fuera del sistema, ustedes toman whisky, les decían a los padres, nosotros fumamos marihuana y aparecía Bob Marley y las hojas de marihuana y todo lo demás. Después se fue convirtiendo en una cosa que el sistema necesitaba, se fue socializando. Entonces en vez de ser sectores marginales eran sectores que querían terminar sin saberlo, como marginales. No hay droga cuyo consumo exagerado, abusivo, resulte inocuo. A la larga el "marihuanero" de tres, cuatro veces por día, es un tipo que termina en un rincón con desmotivación social, sin interés en realizar ningún proyecto ni hacer nada y está en un estado de cuasi alucinación. Uno diría, no se si está catatónico o estúpido. Hoy en día es muy difícil saber que es la estupidez, habrán visto que una agrupación política de una Facultad de la UBA se llama " Tontos pero no tanto", y ganó las elecciones. Realmente hacemos de la estupidez una especie de bandera.

Hay una primera etapa del 60 al 75, donde la intención era mas bien la experimentación o recreación, en el período posterior, del 75 al 90, aparecen las dependencias, ya no es una intención sino que es la resolución de una problemática que es más ciega. Se tiene que resolver la situación de la dependencia que requiere el alimento persistente y continuo de droga, y del 90 al 95, tenemos una aparición de dependencia y drogas prestigiosas. Así surgió el éxtasis, con esta cosa de los raves y de los bailes interminables, de lo que se llama en España la ruta del bacalao, que consiste en ir a un boliche bailable y pasar a otro y a otro...

Pasa a ser una obligación cultural, el sujeto ha pasado de ser un sujeto con intención. Nosotros decíamos ¿qué es la conciencia? es la búsqueda de un objeto externo, y ahora el objeto se internalizó y está determinando la conducta, y creemos que elegimos cuando en realidad estamos siendo determinados por una necesidad al que no le podemos poner nombre. El tipo de drogas pasa a ser de nuevo, alcohol, marihuana y psicotrópicos con alguna presencia marginal de anfetaminas. Por ejemplo, el paciente usaba anfetaminas cada tanto, usaba muchos psicotrópicos para tranquilizarse, para arriba, para abajo, era la época de las pastillas en EE.UU. los ejecutivos que estaban adelantados a los nuestros, tenían cinco o seis pastillas por día, una pastilla para la ansiedad, una para levantarse a la mañana, otra para dormir a la noche y esto se convirtió en una cultura química.

La cultura química prepara el camino para que nuestros hijos entiendan que tenemos que aprovechar esta cultura para lo que nosotros queremos. El chico que está consumiendo drogas, la mayoría de las veces tiene un padre con problemas con alcohol, nada más que eso, no un borracho, un padre con problemas con alcohol que con el whisky en la mano, le dice: -" vos no deberías tener el pelo tan largo, porque con el pelo tan largo no podés ir a ninguna facultad; y el hijo le contesta: quien quiere ir a la facultad. Con la mujer tiene relaciones sexuales infrecuentes y la mujer se calma con lexotanil, que es una cosa que nosotros ya tenemos incorporada.

Hay un tipo que diseña drogas en Chile que puede fabricar lisérgicos de quince minutos de duración que algunos piensan que es bueno porque se pueden usar en sesión; este tipo de drogas no van a ser usadas para el bien, algunos se les va a ocurrir comercializarlas. El éxtasis es una anfetamina que fue descartada de la producción y le pusieron una X que quiere decir peligro, porque tiene una toxicidad superior a la de las anfetaminas comunes, es una anfetamina altamente tóxica con daño cerebral irreversible y la publicitan y venden por internet como la droga del amor.

 

 

- ¿Las familias actúan como contenedoras?

La familia en el 60 y hasta el 75, en primer lugar no tenía idea de que se le estaba hablando. Cuando les decían, su hijo se droga, contestaban, ¿cómo se droga?, el médico le habrá dado algo. Desconocían el tema, resultaba algo alejado del conocimiento de la cultura de la época.

Hoy, los jóvenes entran en la adolescencia en un estado de indefensión con sobreestimulación y con incapacidad, o por lo menos dificultad, de socializar el pensamiento. Creo que la responsabilidad de nuestra cultura, está en crear como patogenia una sobreestimulación sensorial, cuando no se puede procesar lo que se quiere tener ¿cómo es lo que se quiere tener?, ¿qué es lo que se quiere hacer? y además hay una pérdida de la relación entre cabeza, mano, objeto. Producimos hipertrofia de pulgar, porque el pulgar pasa a ser músculo más importante del cuerpo porque gobierna el control remoto de la T.V. y porque además podemos manejar con eso casi todos los estímulos. Los chicos pueden estar chateando en la pantalla, viendo T.V. y escuchando un compact que tiene otra música. Estamos produciendo una especie de esquizofrenia experimental o enseñándoles que las disociación es excelente. Creo difícil formar una cultura reflexiva sobre el destino de la humanidad, cuestión en lo que alguna vez hay que pensar.

La familia cambia del 75 al 90. Aparece en vez de desconcertada, preocupada porque empieza a registrar señales culturales mediáticas de que esto es un problema y empieza a reconocer el problema pero lo reconoce primero afuera que adentro, en otros y no en los propios hijos.

Entre el desconcierto y el desconocimiento transita una situación en que el hijo tiene que hacer lo imposible para que la familia se dé cuenta de lo que pasa, por ejemplo dejar jeringas ensangrentadas sobre los roperos. Una madre me decía: "yo veía que el tenia una jeringa, pensaba que tenia alguna enfermedad, entonces lo que hacía yo, todas las mañanas cuando el todavía estaba durmiendo, le hervía la jeringa para que no se fuera a infectar"; - Pero ¿qué pensaba que se inyectaba? –Bueno, algún remedio, alguna vitamina. La madre seguramente bien intencionada preservaba una ignorancia que resultaba cómplice. La complicidad de la familia es uno de los datos y uno de los obstáculos que tenemos en los tratamientos.

La situación actual ya ha pasado del desconcierto a la preocupación y de la preocupación al desborde. La familia actual está desbordada porque en una familia pueden consumir cuatro chicos simultáneamente. Estas familias comentan: "a uno lo interné, está en una comunidad terapéutica, pero el hermano ahora está peor que el otro cuando lo interné pero ya no tengo plata para internarlo, además la obra social no me paga la internación, la Obra Social dice que adicciones no, que en tal caso si fueran problemas psiquiátricos..." Parece que es mejor tener una psicosis que tener un problema adictivo, las leyes existen, hacen obligatorio el tratamiento pero nadie tiene voluntad de cumplir.

 

- Podés, entonces, hacer una síntesis de este recorrido?

En la primera etapa: 60 - 75 es la de un objeto lejano optativo, que se hace adaptable a una necesidad de recreación o experimentación, la droga todavía es externa, si uno no quiere tocarla no la toca, al fin y al cabo en la década del 40, la cocaína se vendía en la farmacia porque se usaba para hacer remedios, para anestesias periféricas, Freud fue uno de los primeros que la recomendó para anestesias periféricas, después no cumplió con sus mandatos y la uso para otras cosas. La morfina fue indicada en los libros de texto en otros tiempos como el mejor remedio para la diabetes. El diabético recibía morfina y el tipo estaba "feliz de la vida" porque se la pasaba alucinado y la diabetes seguía cabalgando. La heroína aparece para curar las dependencias de opiáceos, y se la llama el "remedio heroico " contra la dependencia de opiáceos, y se convierte en el máximo opiáceo químico al servicio de la adicción, y así sucesivamente. En este momento uno de los problemas en el mundo entero con las famosas políticas de reducción de años, son los adictos a la metadona, que se introdujo para evitar la dependencia de la heroína, entonces tenemos que el medicamento es introducido igual que el psicotrópico, sin tener en cuenta su peligrosidad, pero no hay un estudio racional objetivo de lo que pasa, en éste momento los laboratorios de los EE.UU. lograron imponer a la agencia reguladora de medicamentos, la aceptación en varios Estados, de la administración de Prozac a menores. No solo nos vamos a quedar sin trabajo sino que vamos a tener chicos excitados que no saben por que están excitados, chicos sobreestimulados de nuevo, la misma historia sobre la estimulación que no se convierte en pensamiento

 

- El chico que mató en Inglaterra estaba medicado con antidepresivos no?

Seguro, y los dos chicos del Central Park que mataron a una persona también. Al respecto, el New York Times publicó una serie de artículos durante toda una semana. Yo estaba ahí y lo seguí espantado: mataron a un vagabundo a las tres de la tarde, chicos con teléfonos celulares, con chofer, con todos los lujos. El celular es para llamar al chofer para cuando terminaran de jugar en la plaza. Mataron a un vagabundo porque no tenían nada que hacer, estaban drogados. No quiere decir que la droga haga que la gente sea mala, es otra historia. El recorrido en el tiempo va de objeto lejano optativo primera etapa, a objeto cercano necesario en la segunda. Si el objeto permanece en el estante, no por eso me persigue. La cocaína no es una pantera que se arroja sobre los adolescentes. Si yo lo quiero usar lo uso. Se vuelve objeto cercano y necesario y empieza la conspiración delictiva intrafamiliar, que es donde empieza el delito pequeño, vendiendo los recuerdos de la abuela, vendiendo el grabador del hermano... Por eso una de las primeras preguntas útiles es ¿han desaparecido cosas en su casa?.

En la tercera etapa este crecimiento del objeto que es el crecimiento de la droga, se convierte en una anulación del sujeto, entonces el sujeto queda sustituido en su protagonismo por el protagonismo que asume la droga como si fuera la iniciadora de todo.

 

 

- ¿Qué pensás de la legalización de las drogas?

Estoy en contra porque pienso que no produce ningún beneficio. El único beneficio que he podido registrar leyendo a Milton Friedman diciendo que se podrían cobrar impuestos, es que reduciría el precio de la droga y por lo tanto la haría más accesible. Como dijo Amadeo: la segunda ley de Samuelson establece que cualquier producto que disminuye su precio aumenta su consumo. Entonces qué hacemos al permitir el libre acceso porque van a aparecer los derechos humanos de los chicos, comprar drogas. Pregunto: ¿los chicos podrían legalmente comprar droga?. Esto es como preguntarse si la gente puede tener armas a su disposición si lo quiere, yo creo que si partimos de que la droga no es inocua, o por lo menos que el abuso de drogas no resulta a lo largo inocuo, tenemos que regular de alguna manera su disponibilidad.

 

La época de la Ley Seca en EE.UU. se toma mucho como modelo de que la prohibición aumenta también el consumo...

Sí, es discutible. No hubo mayores tasas de alcoholización. La gente tomaba ilegalmente pero no todos los días, porque tenía que ir a ciertos lugares que simulaban que te daban té y en realidad te estaban dando ginebra, pero en realidad las tasas no son demasiado concluyentes, sigue siendo un tema en discusión. De todas maneras yo no hablo de que la cosa sea lograr que sea clandestina porque ya lo es y anda bastante bien. Hasta los narcotraficantes no deben querer que se legalice, primero deberían legalizarse ellos que es lo que menos quieren hacer porque el poder deriva de ahí. La idea no es que buscan que la gente consuma droga sino que buscan fuentes ilimitadas de bienes. Si bien algunos personajes contradictorios como Pablo Escobar fueron adorados en Colombia, como también lo fueron algunos personajes públicos de nuestro historia reciente en sus pagos. Si uno va a su terruño y pregunta por un gran personaje, controvertido en el ámbito nacional, la gente del lugar seguramente contestará: don Fulano sí claro, él hizo la escuela, la carretera, el aeropuerto. Por supuesto, hizo todo con lo que le sobraba pero detrás hay muchas veces una historia del delito organizado.

Yo no creo que la legalización serviría para nada y por otra parte no se puede legalizar en un país sin convertirlo en una isla del deseo para la región. El Presidente de Uruguay anunció su idea de legalizar la droga sin medir las consecuencias. Vamos todos de vacaciones a Uruguay para consumir droga porque es legal, y después volvemos habiendo consumido drogas y algunos cuantos convertidos adictos.

Los temas conexos a la disponibilidad con los que no quise meterme hoy, son control de precursores, que es un tema de seguimiento de la producción de cocaína, de heroína. A nosotros nos importa más lo que entra, hay estudios internacionales de productos como el permanganato de potasio. Si uno sigue el trayecto del permanganato de potasio importado y exportado, cuando aumenta su volumen más allá de lo necesario para la industria química o la de perfumes, es porque se esta usando para producir cocaína.

El lavado de dinero proveniente de la droga resulta del producido de la venta que no es fácil introducir en forma directa en el circuito financiero. El problema de los narcotraficantes es que le sobran los billetes y no saben dónde meterlos, por eso toda la importación de billetes que se hizo acá con la complicidad de conspicuos personajes de la política local y con funcionarios aduaneros que ni siquiera sabían hablar castellano. Todo eso es imprescindible controlarlo si se quiere detectar las acciones de los narcotraficantes que por eso quieren construir todos esos hoteles inútiles que nosotros tenemos. Por eso tienen que invertir en ese tipo de obras que es la forma de legitimar el dinero.

 

 

-¿Qué opinas de la ley 23.737?.

Es un buen instrumento que hay que saber aplicar. He visto casos exitosos, pero basados primero en un mejor trabajo con el fuero federal. Desde el 85 al 95 trabajamos en la capacitación de los Juzgados I y II, de Marquevich y de Bengesio en el Distrito Judicial San Isidro, en San Martín, en Lomas de Zamora, en Quilmes y algunos más y Juan Yaría, el ex secretario de Adicciones de la provincia de Buenos Aires, hizo otro tanto en muchas otras juridicciones. El trabajo con los Juzgados tiene que ver con la necesidad de superar el desconocimiento que los Juzgados tienen de la 23.737, que es la ley de adicciones, una ley muy discutida y con interesantes debates, sobre todo la postura de Fapiano, que estaba en ese momento en el Ministerio del Interior fue realmente brillante y está todavía disponible para comentarla.

La Ley es una ley que establece una medida de seguridad educativa, para gente que haya sido encontrada por la policía, por ejemplo con cigarrillo de marihuana en el bolsillo, y se le aplica una medida de seguridad educativa que está bajo la juridicción del Ministerio de Educación, y para otros casos, una medida en seguridad curativa que es el cambio de la condena o interrupción de la condena, por la opción de un tratamiento. La persona está en proceso judicial, toda persona en proceso judicial que se le diga ¿cárcel o tratamiento?, tendría que ser tonta para optar por la condena. Además, si optara por la condena haría el postgrado de drogas, porque, ¿qué son las cárceles? son postgrados de droga. Esa persona que ya está en estado de sanción jurídica, adecuadamente asesorada y con servicios disponibles, puede hacer una intervención preventiva que lleva tres sesiones semanales durante ocho semanas y que puede servir como una especie de introducción al tema. Tendrá que ser seguida o no, por un tratamiento, pero no es una persona afectada con dependencia física, o incapacidad de abstenerse del consumo. Para estos otros se reserva la medida de seguridad curativa. En ese caso el Juez ordena: concurra a un establecimiento que puede ser a elección de la persona, entonces muchos piden comunidades terapéuticas. Hay muchos Jueces que derivan a comunidades terapéuticas, la Cámara de San Martín también, pero esto requiere un trabajo previo, en los cuales centros preventivo-asistenciales públicos y/o privados se ofrezcan a los Juzgados como asesores de evaluación y esto es complicado. Nosotros tenemos que trabajar con todos los Jueces Federales de la Capital, que son doce.

Por otro lado, también están los jueces de familia. En esos casos, hay una experiencia de la transformación del Poder Judicial en los últimos años, en los cuales lamentablemente ha renunciado el Dr. Eduardo Cárdenas, que un claro ejemplo, de la accesibilidad de los Jueces a la intervención psicológico-psiquiátrica-terapéutica.

En mi opinión no se puede hacer una recomendación general, yo no le recomendaría a una familia que fuera al Juez porque de entrada si no se han sorteado otros obstáculos u otras instancias, implica una delegación de función, es decir, vas vos y te pongo bajo Juez, ¿qué quiere decir? si ha fracasado antes, si ha tratado otros caminos y llega a esa instancia... Se da en gente que está ya en la actividad delictiva. No hay una respuesta única, yo he visto casos que evolucionan muy bien, también he visto otros que ante la instancia judicial, desaparecen, pero a mí me interesa mucho el trabajo con Defensorías. Empezamos con Atilio Alvarez, hace muchísimos años, en la Asesoría de Menores. Las Asesorías de Menores o Incapaces que actúan en los Hospitales aplicando la Ley 22.914. de internaciones psiquiátricas, los psicóticos y también los toxicómanos como los llama la Ley, dependen de la Asesoría de Menores e Incapaces y por lo tanto, deben comunicarse las internaciones, deben ser auditadas, pero todo eso no existe, ni se comunican, ni se auditan, ni se supervisan.

Nosotros acabamos de relevar toda la Auditoría de la Secretaría porque no estamos de acuerdo en como se audita. Se pregunta: ¿tenés humedad? ¿tenés café? Esos son los dos pasos de la Auditoría, si no tenés humedad, es un elogio hacia la institución. La Auditoría tiene que ir a auditar el programa terapéutico y preguntar: ¿hay coordinadores de grupo, hay terapia familiar, desde qué momento?. ¿Hay capacitación? En la historia de las adicciones antes se trabajaba con la familia en el momento de darle de alta al paciente, el paciente estaba un año y medio internado, no veía a su familia y en el último día decían: hay que citar a la familia porque se va Juanito. ¿¡Cómo se va a citar a la familia en el momento que se va!? Tenemos que citar a la familia desde el momento de la internación, desde el principio.

 

- ¿Qué es entonces lo que proponen ustedes?

Somos de la idea que la familia tiene que participar siempre cuando manejamos lugares de internación en psiquiatría. Desde el inicio incorporamos a la familia y cuando no lo hacemos, nos cuestionamos la posibilidad de hacer una internación eficaz. No se puede atender a un paciente internado con cuya familia no se está trabajando. Inclusive el trabajo tiene que ser previo. Hemos trabajado muchísimo más con grupos de padres previo a la internación y menos con la familia que en ese momento, está golpeada, vulnerada y descolocada. Tenemos que darle una ayuda a esta gente, porque las posibilidades de ayuda habitualmente provienen de los laicos o vienen de la Iglesia u otros sistemas religiosos; o sino, de gente que tiene intereses o afanes lucrativos; los afanes lucrativos son peligrosos por lo lucrativos y por los afanes, porque terminan lucrando y no ayudando. Hay familias a las que se las convence, también desde la profesión psiquiátrica, de que si tienen un departamento lo van a poder vender y van a poder pagar la internación. Si los criterios son que los tratamientos sean accesibles para la toda la gente, debemos modificar políticas.

 

 

¿Cómo funciona en los países del primer mundo tema de las prepagas para la drogadicción?

En general el tratamiento está cubierto, por ejemplo el CeIS en Italia, tiene un presupuesto de U$S 18 millones anuales. De esos 18 millones, 12 proceden de la seguridad social, es decir de pacientes que están en tratamiento y 6 de donaciones, becas, fundaciones, etc. Si doce millones de dólares, provienen de la seguridad social quieren decir que el convenio es muy claro. Italia tiene un enorme avance en este terreno, para ese país la drogadicción es un fenómeno ubicado dentro de la marginación social, no que produce marginación social, sino que la marginación social produce adicción. La conciencia social del Parlamento Italiano es evidente. Estando allá, un poco antes del Mundial de Fútbol del 90, se estaba discutiendo esta cuestión en el Parlamento y yo leía apasionado, las intervenciones de políticos lúcidos, inteligentes, que discutían políticas públicas como acá no se suele discutir. El otro día fui a la Cámara de Diputados, a la comisión de Drogadicción y me pidieron por favor que no fuera tan puntual. Si a mí me citan 8,30, voy a las 8,30 hs. Me dijeron que por mi jerarquía puedo llegar a las 9 horas. Había doce diputados y diez asesores, un verdadero tumulto. Como comisión de drogadicción nunca había habido tantos diputados presentes, estuvieron muy entusiasmados pero el nivel de las preguntas era un poco patético.

 

¿Existe un programa de becas en la Secretaría?

Tratamos de encaminar el tema y de sobrevivir como todos. Tengo el raro privilegio de estar trabajando catorce horas por día y atiendo a mis pacientes en una limitada franja horaria vespertina porque la Secretaría me convoca desde las 8 de la mañana. En este momento, estamos inaugurando el curso de Quilmes, hay doscientos operadores anotados en un curso de operadores socio-terapéuticos, donde algunos de ustedes han sido docentes y ahí estamos, tratando de seguir para adelante pensando que el país tiene que encontrar un equilibrio mejor que este, que tiene que respetar los principios de la justicia social y que tiene que hacer para los menos afortunados lo que ha hecho durante tantos años por los más afortunados.

 

(1) Agradecemos a los directores del CEFYP, la Lic. María Rosa Glasserman y el Dr. Adolfo Loketek, la gentil y total colaboración para la realización y publicación de esta entrevista.

(2) El Lic. Jorge Basile es coordinador del equipo de niños y adolescentes y de las actividades científicas del CEFYP.

(3) El Lic. Serebrinsky es Director del centro de formación ESA y colaborador permanente de Perspectivas Sistémicas.

Este Artículo fue publicado en el nº 72 de Perspectivas Sistémicas (Julio-Agosto 2002) 

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