LOS MEDIOS

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El caso sueco: un sistema en transición.
Walter Liuzzi.

 

Existe una dificultad que surge al caracterizar un modelo de organización social como el sueco.
Desde ciertas perspectivas se alude a la configuración de un “capitalismo con rostro humano” desde otras se concibe al modelo sueco como “una forma de socialismo”.
Pensar en un tipo de hibridación sería lo más aproximado a lo que fue su realidad.
El Estado sueco ha encarnado como pocos la idea del “Welfare State” y que este esquema, desde su perspectiva económica parece dar señales alarmantes de agotamiento.

 

Elementos constitutivos de su organización política, económica y social.

Hasta la década del 20 el país escandinavo presentaba un esquema de desarrollo fundado en el sector primario de la economía.
Si bien contaba con una extensión territorial considerable, su población distaba de ser numerosa. Sumado a lo limitado del esquema productivo agropastoril, motivó oleadas emigratorias de consideración.
Este panorama se vio agravado con el crac económico de 1930. La gran depresión de aquel momento marcó un punto de inflexión desde lo económico y lo político con el acceso al poder de la socialdemocracia(1932).
Durante la segunda guerra mundial, Suecia se mantiene en una posición de neutralidad y ello constituirá en el futuro uno de los cimientos de su desarrollo interno y de su táctica en el escenario internacional.
Es en este período que se acelera su reconversión económica adquiriendo un perfil industrial.
Al estallar la guerra el gobierno se constituye en unión nacional con la colaboración de los partidos Liberal y Conservador, excluyendo a los comunistas.
Para 1944 los socialdemócratas adoptaron un amplio programa que propugnaba un Estado dinámico con gran influencia para realizar reformas de carácter social y de política económica.
La década del 50 encontrará al país reconvertido en sus industrias. Las políticas fiscales implementadas permitieron una distribución equitativa de diversos servicios sociales que se ampliaron a lo largo del tiempo.
Hacia los años 60 se mantendrá el ritmo de desarrollo industrial, lo que demandará mano de obra extranjera y fuertes procesos inmigratorios, proceso que se detendrá en el 70 para ingresar en fluctuaciones ligadas al contexto internacional.
El modelo sueco tenía su asiento en dos pilares básicos: un neutralismo político que le impedía participar en tiempos de paz en paz en cualquier tipo de alianza militar y un modelo de organización de la actividad económica cuyos objetivos eran el pleno empleo, un generoso sistema de cobertura social y el objetivo de un sistema de distribución de la renta y la riqueza equitativo.

El sector privado se encarga de mantener el dinamismo del sector productivo, del que es propietario al ciento por ciento, mientras que el sector público se ocupa de la enseñanza, los servicios públicos y la cobertura social, de lo que podría denominarse la organización colectiva de la sociedad.
Gobierno, empresarios y sindicatos participan en un sistema centralizado de negociación salarial que busca la fijación de crecimientos salariales compatibles con los objetivos generales de pleno empleo y equidad. El gobierno tiene a su disposición los tradicionales instrumentos de política económica y una poderosa política fiscal que contribuye tanto vía gasto como vía impositiva al objeto de redistribución igualitaria de la renta personal.
Datos: Suecia cuenta con 8,500.000 habitantes de los cuales un millón son extranjeros. El 95% adopta la religión luterana. No hay separación entre Iglesia y Estado.
Existen en Suecia más de treinta establecimientos de enseñanza superior, todas estatales y con enseñanza gratuita.
Suecia se constituye como una monarquía constitucional con una forma parlamentaria de gobierno.
Desde 1973, el rey Carlos Gustavo XVI desempeña funciones representativas y protocolares como Jefe de Estado.
El Parlamento es unicameral, siendo elegidos los diputados por trienios, por voto directo según un sistema de representación proporcional. En este esquema la figura del Primer Ministro adquiere una relevancia particular.
La estructura político - institucional se completa con trece ministerios que funcionan como unidades preparadoras de los proyectos de ley que el Gobierno presenta en el Parlamento.

 

El estado de bienestar.

La construcción del estado de bienestar  tuvo en este país estrecha relación con los socialdemócratas (partido hegemónico desde la década del 30) por cincuenta años.
El 90% de los medios de producción pertenecen a la industria privada. Un 41% está en manos de las organizaciones de consumidores y de las corporaciones de productores. Queda sólo el 6% formalmente socializado en manos del Estado.
El Estado dispuso de un rol planificador excluyente y además de hacerse cargo de los servicios públicos, tuvo, participación en empresas de electricidad, alimentos. aceros y madereras. La presión fiscal es una de las más altas del mundo, 57,7% del PBI. Suecia destina el 61% de su PBI a gastos públicos y más de la mitad de ellos financian beneficios sociales.
En 1990 el Gobierno encomendó un estudio para verificar la distribución social del poder y el grado de democracia real.
Un Estado fuerte y paternalista fue el responsable por la salud, la educación, el cuidado de los niños y los ancianos.
Los beneficios sociales se repartieron con un criterio universalista entre todos los ciudadanos por igual.
Hasta los años 90 el estado sueco del bienestar centró su fuerza en el alcance de su red de seguridad social y de su repercusión redistributiva. Esto era, un sistema universal de pensiones. Esta malla social fue neutra en cuanto a las clases, ofreciendo igualdad de acceso a todos los ciudadanos, mediante programas y servicios generales.
De este modo se explica que la evasión de impuestos se considere en este país un delito mayor que la violación o el maltrato de .menores.
Conviene remarcar que de los 4,4 millones que componen la población económicamente activa, más del 90% de los obreros están sindicalizados.
Las centrales sindicales negocian acuerdos por períodos de uno o tres años con la Confederación Patronal Sueca (SAF) que agrupa a todas las empresas del país. Esta forma de negociación ha permitido largos períodos de paz social, al .punto que recién en 1993 se preveía una medida de fuerza de envergadura. (Trabajadores electrónicos), la primera desde la década del 50.
Sin embargo todo este andamiaje que posibilitó un Estado regulador de las relaciones sociales se encuentra en crisis. La intención sueca de ingresar a la Comunidad Económica Europea, puso de manifiesto las fases menos favorables del sistema generando un cortocircuito de proporciones. A las dificultades financieras, debe subrayarse que para ingresar al esquema comunitario Suecia debe derogar un mínimo de 2.500 leyes de su avanzada legislación social.
Lo que puso en evidencia el plan de ajuste en manos de los conservadores, fue la crisis estructural en la que venía sumergido el modelo desde el punto de vista económico, y que para su solución no fueron suficientes los paliativos aplicados por la anterior administración socialdemócrata.

 

El paraíso perdido.

La democracia parlamentaria tiene vigencia en Suecia desde 1867. El partido socialdemócrata se mantuvo en el poder solo o en coalición desde 1932 hasta 1976.
En 1982 los socialdemócratas volvieron al poder.
Fue a partir de los 90 que comenzaron a percibirse las fisuras del modelo. La caída de los regímenes de Europa del Este y la desvinculación de las repúblicas bálticas (Letonia y Estonia) de la es URSS modificaron el mapa de relaciones internacionales lo que motivó que la política de neutralismo que distinguiera a Suecia dejara de constituirse como valor per se.
El estancamiento económico aconsejaba la internacionalización de la industria. En junio del ‘91 el Parlamento de Estocolmo solicita formalmente su ingreso a la Comunidad Económica Europea. Según sondeos de opinión, sólo el 10% de la población mostraba su rechazo a la medida.
El plan de ajuste necesario para tal integración pivoteará sobre recortes en los beneficios sociales, aumento de la recesión, limitación del gasto público, aflojamiento de la presión impositiva sobre las empresas y un plan de privatizaciones que incluye hasta las empresas rentables del Estado.
Pero no conviene limitarse sólo a lo económico. El conflicto del estado de bienestar  sueco puede leerse (reconocerse) políticamente. La relación entre Estado y Economía ha entrado una vez más en crisis; el intervencionismo y la planificación estatal tan fecundos por medio siglo ya no son capaces de fundamentar el crecimiento y la pacificación social.
El posible ingreso a la Comunidad Europea será decidido por un referéndum en 1994. La amenaza a los beneficios sociales, el encarecimiento de los costos de producción, la dificultad del equilibrio de la moneda ante el ECU y la recesión operan en contra de las intenciones de integración comunitaria.
A menos de dos años de las primeras consultas, sondeos recientes sitúan la oposición a esta medida en el orden del 60%.
La concepción del estado de bienestar  sueco se encuentra en una encrucijada. Los partidos centristas jugarán un rol de balancín en cuanto a las decisiones que pudieran evitar el desmantelamiento total del estado de bienestar. En la contención de los índices de desempleo se juega buena parte del futuro del Estado Sueco.

 

Los medios masivos.

Así como se describió las dificultades en la manutención de los beneficios sociales que brinda el Estado en Suecia, es importante observar como la articulación entre éste y el sistema de medios se encuentra también en un momento de transición.
Las transmisiones de los medios de radiodifusión adquirieron desde sus inicios  el carácter de servicio público. El Estado ha tenido una activa participación en la regulación y dirección del servicio fundándose en el “fortalecimiento de los valores democráticos básicos“ con un objetivo de “imparcialidad”.
Los elevados costos de producción fueron motivando que los recursos tradicionales del sistema, resultasen insuficientes, a la par que la introducción del video y de la televisión por cable en los años 80 dieron pie al debate que concluiría con el monopolio del servicio público.

 

Un sistema en cambio.

Las transmisiones radiales en Suecia comenzaron en forma regular en 1925 y las televisivas en 1956. De aquellos momentos a la actualidad el sistema de radiodifusión ha experimentado modificaciones relacionadas con sus soportes técnicos y organizacionales.
El sistema sueco de radiodifusión se estructuró como un servicio público no comercial. Hasta 1978 la Compañía Sueca de Radio y Televisión tenía por un acuerdo suscrito con el Estado el monopolio de la comunicación radial y televisada. En aquél entonces el Parlamento aprobó una abolición parcial del monopolio, reemplazando este esquema por el de “derechos de emisión”  que podían ser concedidos a más de una entidad simultáneamente.
El Parlamento había decidido la reorganización del sistema mediante una empresa madre y cuatro subsidiarias:
· Compañía de Radio y Televisión (Sveriges Radio AB)
· Radio Nacional de Suecia; Televisión Sueca; Radios Locales; Radio y TV Educativas.
Este consorcio contaba con accionista divididos en las siguientes categorías:
1.-  Los movimientos populares: incluye al movimiento obrero, al cooperativismo, las asociaciones de educación para adultos, la Iglesia Evangélica y las organizaciones de abstemios que poseían el 60% de las acciones.
2.-  La industria y el comercio (electrodomésticos) dispone de un 20% del paquete accionario.
3.-  La prensa escrita cuenta con el restante 20%.
Este consorcio se maneja con un directorio cuyo, titular es nombrado por el Gobierno junto con otros seis miembros. Otros cinco integrantes son designados por los accionistas y dos por el personal de la propia empresa.
En junio de 1992, el Parlamento aprobó amplios cambios en la organización de las empresas. El proyecto del Gobierno procura la disolución del grupo haciendo desaparecer a la empresa matriz. También implica una reducción del número de programas a tres: televisión, radio y programas educativos.

 

Financiación.

Actualmente existen empresas de programas financiadas por el sistema de licencias y con carácter de servicio público, junto con otras empresas de televisión con financiación comercial.
Durante la etapa del monopolio público, sólo se admitía el financiamiento del sistema por medio de licencias que pagan trimestralmente todos los poseedores de aparatos receptores de televisión.
La radio y la televisión educativas así como las emisiones de Radio Suecia Internacional, son financiadas directamente desde el. presupuesto nacional.
Desde 1991 se admite la financiación comercial para el sector privado. Fue la introducción de la televisión satelital (vía cable) a mediados de los 80 la que preparó el terreno para los cambios en el modelo. Al poder las empresas privadas dirigir al público sueco emisiones de televisión financiadas por la publicidad, se resquebrajó la oposición a ese mismo tipo de emisiones  hechas desde tierra. Así, desde 1991 funciona la cadena TV4 (privada) sostenida comercialmente.
Es necesario destacar que existen topes para esta emisora: no puede exceder la pauta publicitaria de un 10% del tiempo de programación.

El acuerdo con el Estado.

A pesar de que la radio y la televisión se encuentran en un proceso de transformación, conviene relevar las características que guiaban el anterior monopolio  de servicio público. La influencia parlamentaria en el sistema es de un peso significativo. Esta institución es la que emite las directivas anuales para la radio y la televisión suecas, de acuerdo con lo formalmente estipulado en el acuerdo del que eran signatarios, el Estado por una parte y la empresa matriz por la otra.
Hasta la modificación del escenario massmediático del país nórdico, existía un acuerdo entre el Estado y las cuatro subsidiarias sobre políticas de programación.
Una vez determinada la concesión de fondos por la vía parlamentaria, era la empresa madre (Sveriges Radio AB) , la encargada de la redistribución de los mismos entre las cuatro subsidiarias como así también de verificar el cumplimiento de los planes de desarrollo en concordancia con los directivos del Parlamento.
Los enunciados ligados a las políticas programáticas hacían hincapié en que debían considerarse las diversas características de la población, buscando satisfacer los objetivos de calidad, cercanía y pluralismo.
El gobierno no ejerce ninguna forma de control sobre los ,programas con anterioridad a la emisión. Pero la Comisión de Control de Radio y Televisión tiene poder para objetar determinados programas o después de haber sido transmitidos, si entiende que dichos programas han violado la ley de Radio o el convenio. La Comisión citada es independiente del complejo de radio y televisión y sus siete miembros son designados directamente por el gobierno.
Por la ley de Radio se concede al gobierno el derecho de decidir la concesión de las licencias pata la explotación de frecuencias de radio y teledifusión.

 

La radio.

Desde los inicios de las emisiones regulares en 1925 hasta 1955, Suecia tuvo sólo un canal de radio. En la actualidad hay cuatro dentro del grupo Sveriges Radio.
El canal 1 ofrece una escala de programas serios y ligeros con énfasis en los boletines de noticias y reportajes sociales.
El canal 2 se especializa en los programas de enseñanza, en emisiones para inmigrantes y en música ligera.
El canal 3 transmite música ligera y entretenimientos las 24 horas.
El canal 4 transmite los programas de las estaciones locales, debiéndose consignar que el país está cubierto por 25 emisoras provinciales.
En 1978 en quince municipios se iniciaron sobre una base experimental transmisiones de radio locales de acceso público.
a partir de 1986 estas emisiones cobraron carácter permanente. Hacia 1991 se contabilizaban una 160 emisoras de estas características con unas 2.000 organizaciones participantes.
Cualquier persona jurídica no lucrativa, comprometida en actividades no lucrativas, puede solicitar permiso para emitir a través de estas estaciones.

 

La televisión.

Suecia inició sus transmisiones regulares de televisión en 1956. Fue a fines de 1969 que se estableció la segunda cadena. Desde 1987 las dos cadenas están organizadas de tal forma que los programas de la primera son producidos en Estocolmo y los de la segunda se basan en la producción de los diez distritos televisivos fuera de la capital.
La inclusión de la televisión privada comercial ha tenido en Suecia el resultado de una liberalización controlada. Fruto de discusiones parlamentarias finalmente la salida al aire de TV4 se concretó junto con el triunfo conservador en 1991.
La publicidad para TV4 se encuentra normada y podrá emitirse entre programas o con motivo de pausas más largas en competiciones deportivas y otros acontecimientos.

¿Cómo se llegó a este presente?

1.-  El ingreso de la televisión por cable y su difusión satelital de aspectos comerciales de la televisión de otros países.
2.-  Los altos costos de producción y de aprovisionamiento de material importado.
3.-  Un notable incremento del parque de videograbadoras que fueron paulatinamente “robándole” audiencia  a la televisión.
4.-  El estancamiento profesional de los recursos humanos, constituyó otro de los elementos que pusieron en jaque al modelo sueco junto con la tendencia cada vez más marcada a “oficializar” la televisión por el partido gobernante.
5.- La presión de la Compañía de Teléfonos, que en su rol de vendedora de servicios procura coordinar el tendido del cable, atentando contra los interese de Sveriges Radio AB.
Todos estos ítems deben ser considerados a la luz de la crisis global que sacude a las emisoras de servicio público en Europa. Hoy se calcula que la cobertura por este tipo de sistemas alcanza un 60% de la totalidad. La legislación vigente desde 1992 para el sector, admite la libertad de retransmisión satelital y facilita la emisión de programas que pueden costearse con publicidad.
La empresa madre de televisión en lo que hace a los costos de producción elevados ha buscado neutralizar esta situación mediante la utilización de productos independientes.
El uso que los suecos hicieron en un primer momento del video parecía no amenazar la hegemonía de pantalla que tenía la televisión, ya que la gente grababa las transmisiones para verla más tarde. A medida que se amplió el stock de películas (90% norteamericanas) fue restando audiencia a la par que modificaba los gustos de los consumos culturales; la preferencia de la programación sueca decrece proporcionalmente con la edad de los grupos televidentes. A menor edad, mayor gusto por el estilo norteamericano de producción.
La respuesta de Radio y Televisión Sueca  consistió en “americanizar” su pantalla. Las críticas apuntan que “hacer imitaciones pobres de programas americanos ayuda muy poco a mantener la cultura sueca”.
Con el nacimiento de la segunda cadena en 1969 se inició un tiempo de .experimentación y de difusión crítica hacia lo que podía considerarse los centros de poder establecidos en la sociedad sueca.
Ello dio pie a cambios en la dirección y en el Consejo de Administración (1971) que hizo que “Sveriges Radio AB sintonizara mejor con las necesidades del poder establecido” según Peter Dalhgren. En la mirada crítica de ese autor el resultado puede evaluarse en la “oficialización” y declinación de los contenidos a la par de un marcado estancamiento profesional: “ la propia estructura del monopolio de servicio público facilitó esta mediación del control y era improbable que se agrietara fácilmente”.

 

Las telecomunicaciones en la sociedad de la información.

Suecia cuenta con uno de los más altos índices de posesión de teléfonos en relación a su población. Si bien cualquier persona puede abrir una compañía telefónica (el monopolio ha sido eliminado) las inversiones anuales para desarrollar la red y expandir sus servicios son equiparables al costo de manutención de toda la fuerza aérea sueca. Ésto motivó que los 5,7 millones de teléfonos estén en manos del Estado.
La telefónica sueca es una empresa de utilidad pública totalmente independiente del Ministerio de Comunicaciones y no recibe subsidios estatales de ninguna naturaleza.
Su estructuras jurídica es similar a la de una sociedad anónima pero está eximida del pago de impuestos, lo que posibilita la reinversión de utilidades en la actividad.
Televerket ha concentrado su expansión en la telefonía para empresas, servicios telemáticos, telefonía móvil, el control de las ondas de radio y televisión y en la ampliación de la red digital de servicios integrados. Por aquí nos acercamos a la disputa que mantiene por cuestiones comerciales y políticas con la televisión.
Televerket tiene de hecho un monopolio sobre la construcción y mantenimiento de la red sueca. La expansión en los servicios mencionados desfigura su rol como autoridad del Estado y se confunde seriamente con el de una empresa comercial. Con una agresiva política mercantil se ha lanzado a conquistar la nueva sociedad de la información para lo que ha establecido una serie de compañías subsidiarias.
La definición de esta disputa de intereses ha favorecido a la telefónica que en su papel de empresario se ha movido más allá del control del Estado.
Sveriges Radio tuvo prioridad en la distribución del servicio, en el caso del videotexto fue Televerket la que en 1982 lanzó al mercado empresarial el sistema previendo para 1992 la extensión al público en general.
Las regulaciones en este campo son mínimas.
Polémicas similares relacionadas con la expansión de las empresas de telecomunicaciones al campo audiovisual, han tenido distintas resoluciones de acuerdo al país y a la legislación de que se trate. En otros países europeos es de esperarse que en función de la construcción del espacio comunitario, se acceda a formas de fusión e integración con claros marcos regulatorios.
Es pertinente señalar que a las dificultades de financiación, a la irrupción de las nuevas tecnologías y a la variación de las fuerzas políticas en el poder, deben sumarse aquellos elementos que hacen a la redefinición de los servicios públicos en el resto de Europa.
Por otra parte son coincidentes los diagnósticos de distintos especialistas que refieren al “hambre de imágenes” con el que los espectadores europeos comenzaron a demandar a su televisoras públicas, demanda que no estaban en condiciones de satisfacer.
Una mirada más crítica refiere que los impulsos privatizadores y la consiguiente pérdida del monopolio público “difícilmente podría haberse desarrollado si el clima cultural no hubiese estado ,marcado por la apatía social y de forma paralela por una vigorosa expansión de la cultura del consumo”. La remodelación de la industria audiovisual en casi todos los países ha sido una cuestión de Estado, un ajuste entre las prerrogativas del poder público y la lógica del mercado.
¿Cuál será el futuro del sistema sueco de radiodifusión? Ésta es una incógnita de difícil respuesta. La posible integración de la Comunidad Europea por parte de Suecia puede redefinir aspectos del sistema. Aunque las instituciones nórdicas no se caracterizan  por los cambios abruptos, el papel que se le asignó al capital nacional o al internacional en hipótesis de futuras concentraciones, aún está por verse. A los cambios en la estructura comunicacional y a los nuevos servicios audiovisuales, deberán observarse con cuidado las políticas que adoptará la televisión pública no estatal. Si en términos de contenidos opera con la misma lógica de producción del sector privado.

 

La legislación y los medios.

En Suecia el marco normativo es el resultado de un largo desarrollo histórico caracterizado más bien por la continuidad que por los cambios bruscos. Se puede afirmar que la vida pública sueca está impregnada en grado superlativo por los ideales de una sociedad regida por leyes
Este país divide sus leyes entre las que se denominan “fundamentales” y el resto del cuerpo legal. Para modificar una ley fundamental se requiere una doble aprobación parlamentaria con una elección general intermedia.
Junto con las leyes sobre la forma de gobierno y la de sucesión al trono, se encuentran las de libertad de prensa y libertad de expresión como reglas “fundamentales”.
Por la ley de libertad de prensa se garantiza y concede a los ciudadanos el derecho a tener acceso a los documentos públicos y “ a expresar libremente en escrito impreso sus pensamientos y opiniones, dar a conocer documentos públicos, así como comunicar datos e informaciones sobre cualquier materia”. La ley de libertad de expresión cubre todos los medios electrónicos existentes y calca de su hermana, la de prensa, los principios que prohiben la censura y permiten la libertad de publicación aplicado al campo de los mass media y de otros sistemas electrónicos de transmisión de información. Así la censura de cualquier programa por las autoridades está prohibida. Para cada persona  *  programa hay una sola  *  que asume la responsabilidad legal.
Dos aspectos aparecen como excepciones. Uno se refiere al uso del espectro de frecuencias, ya que la carencia de las mismas hace que descanse en el Gobierno el otorgamiento del derecho de. emisión. Para algunas interpretaciones ligadas al derecho a la información, las restricciones a la emisión constituyen una forma de censura.
La segunda excepción se refiere a la posibilidad de control previo, que está dirigido al examen de películas o videos por parte del Consejo Nacional de Censura Cinematográfica. Su finalidad apunta a evitar la brutalidad excesiva en los filmes que se difundieran públicamente.
Esta ley abarca al tele y la videotexto si el receptor no puede influir en el contenido de lo que se comunica. Por la ley se puede prohibir la publicidad de tales emisiones.

 

Los periódicos y el derecho a la información.

Está comprobado por vía estadística que este país cuenta con la proporción de lectores más alta del mundo, en relación a la cantidad de habitantes y al número y tirada de publicaciones: 170 periódicos que generan en su alcance un promedio de un periódico cada dos habitantes.
Tradicionalmente, los periódicos han tendido a simpatizar con la ideología y los programas de los partidos políticos a punto de constituirse en sus voceros. la alineación política de la prensa no ha sido representativa de las preferencias electorales de la población. En tanto que la socialdemocracia mantuvo su hegemonía en el poder, su cuota en la prensa diaria alcanza sólo a la quinta parte de la circulación total. Los partidos de centro - derecha han tenido el apoyo de cuatro de cada cinco periódicos.
¿Porqué tanto interés en la circulación informativa? Ello se explica por las funciones que le caben a la prensa en el sistema democrático sueco: los medios de comunicación constituyen “ el tercer poder” y tiene bajo vigilancia  a los otros dos (el Parlamento y el Gobierno), por lo que se desea tener una visión clara y completa de las actividades de la sociedad.
La libertad de prensa está apuntalada por una serie de garantías únicas para su salvaguarda que se vinculan con el derecho informativo de la sociedad: la institución del editor responsable, la protección a las fuentes de información, el acceso a los documentos públicos y el funcionamiento del comité de deontología periodística y el Ombudsman de la prensa.

 

Las reglas del juego.

Cualquier publicación que aparezca cuatro veces al año o más debe designar un editor, que es el responsable del contenido de loa misma ante cualquier violación de la ley de libertad de prensa.
Con la introducción de la figura del “editor responsable” los legisladores han instituido deliberadamente una víctima propiciatoria para las violaciones a la ley de libertad de prensa. La ley prohibe de manera explícita que se investiguen o revelen las fuentes informativas de los periodistas. Esta protección es extensible a los empleados públicos, quienes pueden proveer de información a los medios sin temor a presiones legales o extralegales.
Reformas recientes han fortalecido la protección de las fuentes y el anonimato de los informantes. Esta protección es denegada en casos en que la búsqueda o divulgación informativa constituya o implique alta traición, espionaje u otros delitos graves.
Desde 1766 está vigente el principio de libre acceso a los documentos públicos y que en la actualidad abarca no sólo a los ciudadanos suecos sino también a los extranjeros residentes .
Este derecho es defendido por los medios de difusión al igual que por los Defensores del Pueblo (los Ombudsman).
Todas las excepciones a la regla de accesibilidad se encuentran detalladas en la Ley de Secretos (1980), que no forma parte del cuerpo de leyes “fundamentales”. Las excepciones se relacionan con la “seguridad nacional”, las relaciones exteriores y los documentos relativos a asuntos delictivos, financieros particulares e información concerniente a la intimidad y seguridad personales.
Los legisladores han procurado proteger a los medios contra el hostigamiento legal y para ello han creado reglas e instituciones especiales.
Para iniciar un proceso bajo la ley de libertad de prensa, es necesaria una decisión del Procurador General de Justicia, a la par que se constituye un jurado con el criterio de que los legos tienden a ser más tolerantes con los medios francos y agresivos que los magistrados. Para condenar se requiere que seis de los nueve miembros del jurado fallen en ese sentido.
Los jueces del tribunal pueden absolver a una persona a pesar del veredicto de culpabilidad del jurado.

 

El Ombudsman.

En Suecia existe un Comité de Deontología Periodística. Fundado en 1916  por el Círculo de editores, La Federación Patronal de la Prensa y por el Sindicato de Periodistas, vela por el cumplimiento del código de ética y por la salvaguarda de las libertades constitucionales en la materia. El Comité se compone de seis miembros: dos representan al público, tres a las organizaciones de prensa y el sexto es el presidente que ha sido siempre integrante del Tribunal Supremo.
El código de ética pone particular acento en la protección de la intimidad personal contra la violación de la vida privada, la difamación y otras formas de publicidad perjudicial, al igual que un comité controla la filtración de publicidad comercial en los textos editoriales de cada medio.
Desde 1969 se estableció la figura del Ombudsman de la Prensa (PO) para controlar el cumplimiento de las reglas de ética profesional.
Las quejas del público se presentan al PO que puede desecharlas si considera su falta de fundamento o bien lograr una rectificación. En casos de reclamaciones por agravios más serios el PO puede reclamar al Comité de Deontología que publicará una declaración absolviendo o condenando al periódico y aplicará la multa correspondiente.

 

A modo de cierre.

El objetivo de presentar este caso se compadece con el criterio dual de evaluar por un lado la evolución de un sistema de servicio público en el contexto de las modificaciones globales que afectan a la radiodifusión europea, y por otro las formas, en que concepto caros a la democratización de las comunicaciones (como acceso y participación), tuvieron su correlato en la configuración del modelo.
Las características intrínsecas de esta sociedad, en sus imbricaciones políticas, económicas y sociales, han estado fuertemente atravesadas por criterios jurídicos que dan cuerpo y legitimidad al conjunto de relaciones entre la ciudadanía y sus instituciones. Si la construcción del sistema de medios sueco ha respondido a estos criterios, es algo que debe investigarse junto con la evolución global del sistema y con los cambios e impactos operados en el mismo: la introducción de la publicidad, la red privada comercial, las nuevas tecnologías, etc.
Será importante de aquí en más considerar los resultados de las gestiones ligadas al interés de formar parte del espacio comunitario europeo, para evaluar las posibles modificaciones que puedan llegar a instituirse en el sistema, dictadas por los organismos supranacionales, en caso de que esta perspectiva avance y obtenga su concreción.

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